Capitulo 4: " Tiempo"

El tiempo transcurrio y cinco meses de vida estaba cumpliendo Regina, cinco meses en los que ni una sola vez tuvo contacto con su madre.

La pequeña que estaba en su cuna, tenía sus manitas levantadas hacia arriba, parecía ser que había descubierto que tenía manos y no dejaba de observarlas y juguetear con ellas.

La niñera estaba bordando un babero mientras la veía desde unos metros, el Conde había salido por primera vez desde su nacimiento, el viaje que tenía previsto se estimaba que duraría tres días.

Esa era la tarde del segundo día desde la partida de Augusto, por eso la niñera se sorprendió tanto cuando vio al Conde abrir con notable desesperación la puerta de la habitación de la pequeña.

- Niñera: ¡ Co-conde!

Exclamó levantándose de un salto la sorprendida Niñera, el Conde ni siquiera le prestó atención y se dirigió con grandes pasos hacia la cuna, su expresión demostraba lo ansioso que estaba, solo quería tener en sus brazos a Regina para saber que estaba bien.

Durante su corta ausencia el Conde no estuvo tranquilo ni por un segundo, su cabeza daba vueltas pensando en como estaría Regina, si lo extrañaría, sí estaría cómoda sin verlo por tanto tiempo, si acaso había llorado y podido ser consolada, fue tal su preocupación que hizo su trabajo en tiempo récord para volver lo más rápido posible.

El pequeño y cálido cuerpo que se retorcía en los brazos del Conde le dio tanta paz, un sentimiento de alivio lo invadió y suspiró fuertemente, el Conde puso a Regina frente a él y le dijo.

- Conde Augusto: mi pequeña Regina papá te extraño tanto! Eso es porque eres tan encantadora, nadie lo es más qué tú!

Al reconocer la voz y rostro de su padre, la pequeña sonrió ampliamente, la sonrisa de Regina renovó el humor del Conde que se sintió tan bien al verla.

Por el resto de la tarde el Conde no hizo más que jugar con ella.

La condesa que estaba dando un paseo por el jardín, vio que estaban retirando el carruaje del Conde del patio delantero, y se preguntó que hacía ahí sí aún no era tiempo de que volviera.

Rápidamente, Odeli regreso a su salón privado y desde ahí ordenó a una doncella que averiguara cuál era el motivo del anticipado regreso del Conde.

La doncella se dirigió hacia el sector este de la mansión, que era el sector del Conde y ahora también de la pequeña Regina.

En los pasillos se encontró con una mujer que a toda prisa se dirigía en dirección contraría a ella, la doncella pudo ver que en sus manos llevaba más de un biberón, por eso dedujo que esa mujer se trataba de la niñera de la bebé.

¡- Doncella: oye tú!

Dijo la doncella levantando un brazo a la altura del pecho de la niñera para evitar que avanzará, la niñera se detuvo estrepitosamente y la miró desconcertada.

- Niñera: ¿si-si?

- Doncella: La Condesa quiere saber sí ha ocurrido algo, o porque ha regresado tan pronto el Conde.

La niñera entrecerró sus ojos y se preguntó sí estaba bien hablar de algo que no le correspondía, pero tuvo un pensamiento equivocado creyendo que aquel interés de la Condesa era bien intencionado.

- Niñera: [tal vez la Condesa creyó que le pasó algo a la Señorita Regina... ¿Está preocupada? Entonces no está mal que diga la verdad]

La Niñera sonrió para desconcierto de la doncella, y luego le dijo.

- Niñera: El Conde regresó antes porque estaba preocupado y extrañaba a la Señorita Regina, Dígale a la Condesa que la Señorita está en perfectas condiciones, cada día crece más y se hace más fuerte, y de seguro le haría muy bien ver a su madre!

La doncella frunció el ceño y puso una mala cara, la Niñera lo notó, pero no entendió a que se debía hasta que la doncella se inclinó hacia ella y le dijo.

- Doncella: tú... Deja de ser tan pretenciosa y creer saber que es lo que la Condesa quiere saer, limítate a contestar solo lo que te preguntan, ¿entiendes?

La niñera retrocedió unos pasos hacia atrás, se sintió intimidada por la brusca doncella, ella no tenía conocimiento de los comportamientos de los nobles, ya que esa era su primera vez trabajando para uno, al ver la actitud de la doncella creyó que había cometido un error y se disculpó torpemente.

- Niñera: yo lo siento... no-no era mi intención ¡disculpe Señora ahora debo retirarme!

La pobre niñera salió disparada preguntándose si todas las doncellas de la Condesa eran tan aterradoras.

La doncella regresó a comunicar la información que había obtenido a la Condesa.

La condesa oyó en silencio mientras su mano no dejaba de moverse dando golpecitos en el apoyabrazos de su silla.

- Condesa Odeli: ¿ dónde están las niñas?

Pregunto luego de un momento de silencio, la doncella respondió.

- Doncella: la Señorita Ofelia está teniendo sus clases de bordado, y la Señorita Olivia está concluyendo su primera clase de lectura.

- Condesa Odeli: cuando terminen, traerlas aquí, ahora sal.

La doncella hizo una reverencia y se retiró, Odeli se levantó y camino por el salón, se veía frustrada, Odeli estaba así debido a que creyó que Augusto ya le había perdido el interés a la bebé, pero nada parecía estar tomando el camino que ella supuso, al contrario, el tiempo pasaba y él se volvía más apegado a la niña, tanto que la ignoró por completo y no volvió a buscarla desde su pelea.

Cuan fugaz fué el tiempo en el que Regina era una pequeña bebé que apenas lograba realizar algunos movimientos, eso se preguntó el Conde ese día en que Regina estaba cumpliendo un año.

- Conde: Hoy es tú cumpleaños cariño, pero es a este padre egoísta al que le gustaría recibir un regalo, ¿me preguntó cuando podré escuchar tu dulce voz llamándome padre?

El Conde hablaba como si no tuviera ningún regalo para Regina, pero, en cambio, incluso había preparado una fiesta para ella, en la cual tristemente solo estarían ellos dos, la niñera y el mayordomo.

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