12.

Ryle Hudson.

Creer que mi esposa no quería tener hijos lastimó profundamente mi orgullo de hombre, aunque también me hizo saber que de mi parte no abría descendencia, porque si no era con ella, no era con nadie más.

Sé bien que sus sentimientos aún no eran los mismos que los míos, que detrás de sus "Te quiero" se encontraba el claro "no puedo amarte" y la verdad es que no podía obligarla a ello.

Hoy cumplimos un año de casados, por lo cual ella decidió dar una celebracion con algunos jefes de otras familias y amigos cercanos de los cuales no conozco más que sus nombres.

Estaba claro que pese a que deseaba tener a mi pequeña aquí con nosotros, la situación no lo ameritaba.

Tommaso volvió a escapar luego de saber que sabíamos con exactitud su paradero. ¿Como lo supo? La verdad es que no lo sé, pero tengo bastante claro que alguien dentro de esta casa es quién le está pasando la información.

- Ryle. - Oí decir a Giada mientras me dirigía al despacho.

- ¿Que pasa?

- Necesito que vengas por un momento conmigo, tienes que ayudarme a elegir el color de los manteles y servilletas para el banquete de esta noche. - Contestó y negué.

- Ahora estoy ocupado para eso, tú sabrás elegir lo mejor. - Respondí, girandome nuevamente al despacho.

- Ryle. - Volvió a decir y me giré nuevamente. - ¿Que pasa contigo? Llevas tiempo distanciado y...

- Sabes que el asunto de Tommaso me tiene vuelto loco, sólo quiero resolver eso, no tengo cabeza para nada más.

- Pero no creo que...

- ¡Ve a hacer lo tuyo Joder! - Dije levantando la voz. - No puedo perder mi tiempo en esas tonterías cuando hay asuntos más importantes por resolver.

- ¿Acaso nuestro aniversario no es algo importante? - Preguntó y reí con falsedad.

- ¿Nuestro aniversario? - Pregunté. - ¿Consideras importante el celebrar que llevamos un año de matrimonio falso? ¿Es motivo de celebración?

- Cuando pregunté si querías celebrarlo dijiste que sí, no puedes culparme por ello. - Respondió. - Y si para ti nuestro matrimonio es algo falso, supongo que no deberíamos compartir tiempo juntos, aunque claro, ya no lo hacemos.

- Sólo quería que te mantengas ocupada para que no te estés metiendo en esto, pero ya que estás jodiendome la paciencia con el asunto de la organización, deja que lo haga yo y tú ocúpate de esto, después de todo siempre fuiste mejor que yo para resolver esta clase de problemas. - Respondí con mi ceño fruncido, viendola hacer lo mismo.

- ¿¡QUE CARAJOS PASA CONTIGO!? - Gritó. - ¿¡ACASO YO TE EXIGÍ ENCARGARTE DE ELLO!? ¿¡TE OBLIGUÉ A ASUMIR ESA RESPONSABILIDAD!? 

- ¡Mi única familia no puede estar presente en esta maldita celebración porque un loco desalmado que trabajó para mi difunto suegro, está mandando amenazas! - Contesté. - ¿¡Y tú quieres que esté felizmente ayudándote a escoger unos putos manteles en lugar de encontrar a ese maldito!? - Pregunté, viendola levantar sus brazos en rendición.

- Mannuele. - Llamó y vi a el nombrado aparecer rapidamente junto a ella. - 'Comunica con gli ospiti e dì loro che la festa di stasera è annullata. ("Comunicate con los invitados y diles que se suspende la fiesta de ésta noche. ") - Anunció y abrí mis ojos con sorpresa, viendo a Mannuele observarnos a ambos.- ' Allora vai a prendere Tommaso, non puoi tornare senza quel bastardo. Lo voglio qui vivo o morto! ("Luego ve por Tommaso, no tienes permitido regresar sin ese bastardo. ¡Lo quiero aquí vivo o muerto!") - Finalizó, girando sobre sus talones y caminado con basten molestia a las escaleras, las cuales sube sin siquiera mirar atrás.-

- Capo.. (" Jefe..")

- Non prestare attenzione a quello che ha detto, la festa continua ancora. (" No hagas caso a lo que dijo, la fiesta sigue en pie. ") - Respondí. - ' Quanto a Tommaso... ti chiederò di farlo. (" en cuanto a Tommaso... Eso si te lo encargo.") - Finalicé, caminando en la misma dirección por la cual mi esposa se fue molesta.

En verdad me excedí, pese a que estuviera molesto con ella por el asunto de "no tener hijos" fui bastante imbécil al tratarla de esa manera, al venir ignorándola cómo lo hago.

Al llegar frente a mi habitación, golpeo la puerta sin obtener respuesta.

- Giada. - Hablé, obteniendo el mismo silencio. - Cariño, ¿Puedo pasar? - Volví a preguntar, teniendo el mismo resultado.

Un fuerte disparo sonó del otro lado por lo que importandome poco el que no me diera permiso de entrar, abrí la puerta de una patada encontrándola con un arma en su mano y su mirada en dirección a una diana puesta en la pared.

- Giada..

- Vete si no quieres que la bala vaya en tu dirección. - Respondió y trague duro. - Después de todo eso es lo que pensabas de mi desde un inicio, que era alguien que solucionaba sus problemas así ¿No?  - preguntó y me acerqué poco a poco a ella.

Amigos, no hay problema que se casen y hagan enojar a su esposa, claro, a menos que sea la hija de un mafioso poderoso, una que esté entrenada para asesinar. Porque les puedo asegurar que el tratar de persuadirla y bajar su enojo, será como caminar a su propia muerte.

- Cariño, lo siento. - Contesté, viéndola bajar el arma sin siquiera voltear a mirarme. - Sé que fui un imbécil hace un momento y estoy arrepentido por ello, pero es que...

- No importa, ¿Quien necesita una celebración de aniversario? - Preguntó, volteando su mirada a mí y dejándome ver las lágrimas que caían cómo cascadas de sus ojos. - ¿Quien quiere celebrar un falso matrimonio? Que importa.

- Giada, sabes que no quería decir eso.

- Eso fue lo que dijiste, entonces si era lo que querías decir. - Respondió, limpiando sus ojos con brusquedad y tirando su arma al piso. - Ya no me importa, tampoco quiero nada.

- Giada. - Me acerqué a ella, recibiendo un fuerte golpe en mi estómago por ella. - ¡Au!

- Lo siento, no era lo que quería hacer. - Dijo con sarcasmo y luego se encaminó a la puerta.

- Espera cariño... Hablemos. - Dije con dificultad, pues la mujer pegaba bastante fuerte.

- No quiero hablar, me voy a dar un paseo. - Contestó y la seguí mientras agarraba mi estómago.

- Giada.. - Volví a llamarla, resignandome al hecho de que no podría alcanzarla ni mucho menos persuadirla.

¡Maldicion!

.....

....

Horas más tarde terminé de organizar lo necesario para la celebracion de esta noche, dejando como pendiente los manteles y servilletas, pues esperaría a que mi esposa; quien aún no había vuelto, me ayudara a escoger lo necesario para ello.

- Señor, el carro de la señora acaba de llegar. - Comentó uno de los guardias y asentí saliendo rapidamente a recibirla, esperando encontrarla ebria o algo así, pero en su lugar venía bastante tranquila.

- Cariño.- Dije, viendola pasar por mi lado mientras dejaba un sobre en mis manos. - ¿Que es esto?

- Abrelo para saber. - Respondió cortante y bajé mi mirada a el sobre en mis manos.

Decidí abrir el sobre con bastantes nervios, pues temía que en estas horas ausente el divorcio fuera el motivo por el cual tardó tanto.

Pero no era así, lo cual me hizo sonreír al conocer la letra en ella.

...Hermano:...

...Sé que por mi propia seguridad, no podré acompañarte en la fiesta que darán por su aniversario de casados, pero quiero que sepas que soy muy feliz por ti y quiero que pases una linda noche en compania de mi cuñada....

...Por favor, no la hagas poner triste, hoy vino a visitarme y se encontraba bastante triste, hablamos un rato y le pedí que me esperara para poder escribirte esta carta....

...Sabes que te quiero mucho, pero no me gusta ver a mi cuñada mal, después de todo ella fué la única en preocuparse por nosotros cuando nadie más lo hizo....

...Hermano, ten un lindo aniversario y ven a visitarme cuando lo consideres apropiado....

...Te quiero, con mucho amor... Firma Maddy....

No pude evitar sonreír con lágrimas en mis ojos luego de leer la carta, sabiendo cuanta verdad había en sus últimas palabras.

"Cuando otros me traicionaron, tú me abriste las puertas de tu vida para que me volviera alguien fuerte y no sintiera que mi hermana y yo estábamos sólos, tú, mi hermosa esposa, me diste una familia. "

Dejando mis pensamientos de lado, corro en dirección a las escaleras deteniendome al oír la vos de mi esposa en la sala.

- Non lo so, signora Loretta, quel colore non mi convince molto. (" No lo sé señora Loretta, no me convence mucho ese color. ") - La oí decir y caminé en esa dirección.

- Abbiamo utilizzato il bianco e nero per la nostra festa di matrimonio, quindi in questa occasione sceglierei di utilizzare il blu e l'oro. (" El blanco y negro lo usamos para nuestra fiesta de bodas, por lo tanto yo optaría por usar el azul y dorado en esta ocasión.") - Opiné, llevándome las miradas de mi esposa y señora Loretta.

- ¿Si pensa? (" ¿ tú crees? ") - Preguntó Giada y asentí.

- A parte il fatto che sono colori eleganti, costituiscono una bella combinazione. (" Aparte de que son colores elegantes, hacen una bonita combinación. ") - Añadí, viéndola asentir.

- Piacciono anche a me. Useremo questi allora, signora Loretta. (" También me gustan. Usaremos estos entonces, señora Loretta. ") - Respondió y vi a señora Loretta asentir.

- Ok, preparo tutto adesso. Con il vostro permesso, miei signori. (" De acuerdo, me encargaré de acomodar todo ahora mismo. Con su permiso, mis señores.") - Contestó señora Loretta, marchándose y dejándonos a solas.

- Estaba esperándote para elegir los colores juntos. - Conté, caminando a ella y tomando sus manos.

- Bien sûr, si la folle vous a forcé. Bien sûr, si la folle vous a forcé. (" Claro, si la loca te obligó." ) - Respondió en francés y luego de verla con sorpresa, sonreí.

- Personne ne m'a forcé à le faire, sachant que ma femme n'est pas folle. (" Nadie me obligo a hacerlo, sacando el echo de que mi esposa no es una loca. ") - Respondí a su igual, viéndola volver su mirada a mi con sorpresa. - Mannuele dijo que tenía que estar preparado con varios idiomas, ya que de esa manera sabría cuando mi esposa querría asesinarme por imbécil. - Añadí, viéndolo negar. - Cielo, en verdad lamento mucho mi actuar y estoy arrepentido por todo lo que dije. - La tomo de ambas mejillas, viendo sus ojos brillar por las lágrimas acumuladas. - Sé que mis palabras te hirieron y ocasionaron que pienses que no me importas, pero desquite contigo el enojo que tengo acumulado por no sentirme útil para dar con Tommaso. - Añadí. - Tuviste que encontrarlo tú porque yo no supe hacerlo, pero luego de eso volvió a escaparse y...

- Mannuele acatará cada orden que le des y si le dices que vuelva si o si con Tommaso, él lo hará. - Contestó. - Ni siquiera tienes que molestarte en salir a buscarlo tú.

- ¿Porque no me dijiste eso antes?

- Porque no quería meterme, quería que aprendieras a resolver esos asuntos por ti mismo, después de todo eres el nuevo jefe. - Contestó y asentí bajando mi mirada. - Sabía que todo esto era nuevo para ti, pero pese a que considerara dar mi ayuda, podría herir tu orgullo y no quería eso.

- Comprendo. - Respondí suspirando. - ¿ Podrías perdonarme por favor?

- No te preocupes, ya está todo olvidado. - Dijo, envolviendo mi cuerpo con sus brazos en un tierno abrazo. - No vuelvas a tratarme así.

- Nunca más, mi vida. - Respondí, tomando una de sus mejillas y estrechando mis labios con los suyos, abriendo de repente mis ojos y viéndola con severidad. - Tú..

- No, yo lo juré. - Dijo rapidamente. - Un tipo se puso a fumar junto a mi y el olor se impregno en mi ropa.

- Lo sé, no tienes el sabor a cigarro, pero el olor me llamó la atención. - Respondí, volviendo a besar sus labios. - Te amo.

Y sin dejarla decir nada, la cargué en mis brazos y volví a besarla mientras subía las escaleras rumbo a nuestra habitación, porque estaba claro que esta reconciliacion venía con todo y sexo incluido.

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