"
Giada Della Rovero.
Por fin regresábamos a casa luego del maravilloso paseo que dimos con las dos niñas, porque si señores, conseguí el permiso de los padres de la niña y la llevamos junto con nosotros a pasar un día en el parque de diversiones.
¿Porque razón hice eso? Pues porque yo fuí esa niña alguna vez, con la diferencia de que mi padre siempre iba a verme si quiera una vez al mes, no me sacaba a pasear y disfrutar de un día en su compania, pero su sola presencia allí me dejaba tranquila, me aseguraba que él no me iba a abandonar jamás.
No salí de ese lugar hasta que terminé mi último año de secundaria y mi padre jamás dejó de ir a visitarme, lo que me hace pensar mucho en los padres de esa niña, no entender la razón detrás de no cumplir con su palabra, dejando que sienta el abandono por parte de ambos.
Mi padre era el jefe de la mafia Italiana, el más poderoso de todos ellos, pero ni siquiera eso lo detuvo para prestarme un poco de su tiempo, jamás dejó que sintiera su ausencia, sólo hasta que lo asesinaron.
- Giada. - La voz de Ryle me sacó de mis pensamientos y giré a verlo, notando tristeza en sus ojos. - Perdón.
- ¿Porque te disculpas? - Pregunté, sentándome en la cama.
- Él se escapó. - Contestó y sonreí negando. - Tratamos de forzarlo a hablar pero en un descuido se había soltado y huyó, aún con 5 guardias allí vigilando, él logró escapar.
- ¿Y que es lo que te preocupa? - Pregunté, ganandome su mirada. - Ryle, Tommaso era la mano derecha del poderoso jefe de la mafia, era quien resolvía cada uno de sus problemas y quien estaba entrenado para actuar según la situación ¿Crees que no me veía venir su huida? - Volví a preguntar. - Pagará por lo que hizo, pero momentáneamente prefiero dejar que se crea victorioso.
- Tus palabras no hacen más que alentarme a ser más fuerte. - Contestó, caminando en mi dirección y sentándose a mi lado. - Tengo que ser más fuerte que la mano derecha de tu padre, es mi deber.
- Lo serás, pero en éste momento iremos a la cama porque estás tan agotado como yo. - Respondí, poniéndome de pie dispuesta a preparar un baño para los dos, pero siendo detenida por su mano. - ¿Que sucede?
- Pese a que temo oír tu respuesta, aún estoy esperando que respondas a mi declaración de hoy. - Contestó y sólo lo observé sin decir nada. - Y quiero una respuesta sincera, de cualquier forma no cambiará mis sentimientos por ti.
- Sabes lo que pienso del amor. - Respondí, viendo su mirada llena de tristeza. - Yo.. No diré que no te quiero, no diré que no te deseo, pero fuera de ello no puedo ofrecerte más.
- Lo comprendo.
- ¡NO! ¡No lo comprendes! - Hablé molesta, viéndolo levantar su mirada a mí. - Si comprendieras mis sentimientos no estarías haciéndome la pregunta, pese a que sabías la respuesta insististe en preguntar ¿ Sólo para qué? Para que me sienta como mierda, justo como ahora.- Añadí, viéndolo negar.
- No eran mis intenciones que te sintieras así. - Dijo poniéndose de pie. - Cómo te lo dije antes, tú no me amas, pero eso no cambiará lo que yo siento por ti.
- No tienes que amarme, rompes con una condición de nuestro contrato al hacerlo. - Respondí alejandome de él.
- ¿Que condición? - Preguntó y reí con falsedad.
- ¿Acaso no lees lo que firmas? - Pregunté, viéndolo observarme sin decir nada.
Caminé en dirección a el escritorio que tenía a unos pasos y abrí el primer cajón sacando de allí la copia que le correspondía del contrato, una que no había tenido oportunidad de darle.
- Punto 9 del contrato formulado por la parte "A". - Leí. - Ambas partes se comprometen a mantener éste matrimonio como un simple negocio, dejando claro que no habrá ninguna clase de sentimientos y poniendo cómo clausula que si una de las partes rompe con la condición, deberan firmar el divorcio para no afectar a la parte contraria. - Continúe. - Dejando de esa manera estipulada la condición de "NO" enamorarse.
- Pero que tontería. - Lo oí decir, para luego caminar en mi dirección. - ¿Por esto te niegas a enamorarte?
- No. - Respondí de inmediato. - Desde un inicio te dejé claro que para mí la palabra "amor" no tiene ninguna validez. - Añadí.
- No es así, tú solo estás queriendo cumplir con el contrato, por ello es que te niegas a sentir algo más por mí. - Refutó y lo vi con incredulidad.
- ¿Es que acaso no estás escuchándome? - Pregunté.
- Claramente, pero lo que tú no entiendes es el hecho de que los sentimientos no son algo que se puedan manejar, cuando nacen no puedes hacer nada para detenerlos. - Continuó y negué con cansancio. - El que yo me enamorara tuvo que ver con tus actitudes hacia mí.
- ¿Cómo?
- Si no querías que me enamorara ¿Porque me hiciste sentir importante para ti? ¿Porque me escogiste desde el primer momento? ¿Porque me trajiste obsequios? ¿Porque tratas de hacer todo con tal de que no me enoje contigo? - Preguntó una y otra vez.- ¿Por qué eres atenta y detallista conmigo si no quieres amor de mi parte, Giada?
- Considero que siendo mi esposo tengo que estar al pendiente de ti y...
- Dijiste que me extrañaste cuando te fuiste.
- ¿Y eso que tiene de malo? La costumbre nos lleva a extrañar cuando no..
- Cuando alguien extraña es por que realmente se interesa por la persona. - Me interrumpió nuevamente y giré mi mirada a un lado. - Y sé bien que no extrañabas sólo el tener sexo conmigo, el quedarnos horas y horas en la cama complaciendonos o el salir a alguna reunión.
- ¿A no?
- ¡Claro que no! - Dijo molesto. - Tú me extrañabas porque te importo, por que sientes algo por mí y te niegas a admitirlo ¿Porque razón? No lo sé, pero estoy totalmente seguro que correspondes mis sentimientos.
- ¡YO NO TE AMO, NI VOY A HACERLO NUNCA! - Grité cabreada, viéndolo dar un paso atrás. - ¡No eres la clase de hombre de quien me enamoraría, no eres más que un contrato para mi! - Añadí, sin siquiera pensar en lo que decía, cegandome completamente sólo por querer tener la razón. - No puedo ofrecerte más que eso y si no estás de acuerdo en tomarlo, supongo que el divorcio no es una mala idea. - Finalicé, viéndolo asentir y bajar su mirada.
- Bien. - Respondió tranquilamente, quitándose el anillo de bodas, el reloj, los zapatos y poco a poco el traje completo. - Buscaré "Mis" pertenencias y luego me iré, cuando tengas el divorcio listo me avisas. - Añadió, caminando en dirección a el armario.
Lo vi vestirse con aquella ropa que trajo y luego empacar también lo que quedaba de eso.
Sabía que mis palabras lo hirieron, pero no era para que se fuera, sólo quería que dejara de amarme, que entendiera que el amor en éste mundo no era más que una trampa en la cual pueda llegar a caer.
Lo ví caminar a la puerta y suspire resignada mientras me sentaba en el sofá que tenía a unos pasos de la cama.
- Sólo pasaron dos años desde que le entregué mi corazón a una persona. - Conté, viéndolo detenerse antes de abrir la puerta y girar a verme. - Creí que si había amor de ambas partes, podríamos ser felices y planear una vida a futuro. - Añadí, sintiendo las lágrimas picar mis ojos. - Y quizás lo era, quizás eso parecía en un principio. - continúe con mi voz temblando. - Pero... No fué cómo lo esperaba, porque pese a sus tantos "te amo", decidió ponerse en prioridad ante todo. - sollozo, tomando mis rodillas al recordar aquello. - Recibí una llamada de mi novio, con quien planeaba casarme y formar una linda familia. Él parecía asustado al otro lado de la linea y.. Me pidió que fuera a un lugar para encontrarnos, diciendo que tenía una propuesta para hacerme. - Suspiro y limpio mis lágrimas. - Creí que iba a proponerme matrimonio, que el temblor de su voz sólo era porque estaba nervioso pero... No, no fué lo que me esperaba. - Sonrío con tristeza. - Solo era una trampa.
- ¿Una trampa? - Preguntó y asentí.
- Los enemigos de mi padre lo capturaron, prometiendole que si me llevaba hasta ese lugar lo dejarían vivir. - Añadí. - Pero fuí yo quien no le perdonó su traición. - Reí. - Sí, ellos me capturaron mientras él decía que lo sentía, que no quería morir. - Lo veo. - Pero no podía perdonarlo, luego de su juramento de amor, me entregó como sacrificio para salvar su sucio trasero. - limpio nuevamente mis lágrimas. - ¿Entiendes eso? Alguien que dijo amarme me traicionó, me entregó con el enemigo y...
- Yo no haría cosa semejante, te prometí cuidar de ti. - Dijo interrumpiendome y negué con una falsa sonrisa. - No soy él, Giada.
- Claro que no eres él, porque él está muerto. - Finalicé poniéndome de pie. - Ahí tienes la razón por la cual me niego a enamorarme nuevamente, por la cual no quiero entregar mi corazón.
- ¡Pero yo no tengo la maldita culpa! - Habló molesto. - ¡A mi tambien me traicionó la persona que amaba! ¡Incluso con alguien a quien le confiaba todo, mi mejor amigo! ¡Pero no por eso me negué a sentir algo por ti!
- ¡ENTIENDE QUE POR CULPA DE ESE TIPEJO MATARON A MI PADRE! - Grité, rompiendo a llorar con todo el dolor que tenía en mi corazón. - Por culpa de sentir amor, mi padre murió. - Añadí, sin poder contener el llanto que salía de mí, dándome una y otra vez golpes, los que me merecía.
Sólo sentí sus brazos rodear mi cuerpo y tratar de consolarme, tratar de aliviar el peso que sentía en mi corazón.
- No te culpes por ello, tú solo seguiste lo que creías correcto.
- Me usaron a mi para atraer a mi padre. - Comenté una vez estuve más tranquila. - Y lo aniquilaron frente a mis ojos. - Añadí, volviendo a llorar, aferrándome con más fuerzas a él.
- Cariño, lo siento tanto. - Contestó, poniendo un poco más de fuerza en su abrazo.
No sé por cuanto tiempo estuvimos de esa manera, pero lo que sí sabía era que no quería que se fuera, no quería perderlo porqué... Era todo lo que tenía, él es el único que me trató como a su familia, que se preocupó por mí y me reprendió cuando hacía las cosas mal.
Una vez me recompuse, levanté mi mirada a él, sintiéndome culpable por ver ese brillo de tristeza en sus ojos.
- Esa es la razón por la cual considero que él amor no tiene validez. - Dije mientras acariciaba su mejilla. - Porque me traicionaron por amar y asesinaron a mi padre, quien se sacrificó por la misma razón, amor.
- Ahora lo comprendo. - Respondió, dejando un beso en mi mano. - Si me decías esto con anticipación, nunca te hubiera hablado sobre lo que sentía ni te pediría que...
- Si me das tiempo, prometo intentarlo. - Lo interrumpí, viendo la sorpresa en sus ojos. - Sé que tú no me traicionarias, aunque ya no tengo más por perder pero... Quiero confiar en ti, quiero amarte.
- Dijiste que no podrías amar a alguien como yo. - Contestó con una sonrisa y reí.
- Sólo estaba molesta por tu insistencia.- Respondí, viéndolo asentir. - Creí que lastimándote te haría desistir de amarme, pero al verte caminar hacia la puerta volví a sentir ese sentimiento de soledad y no quiero eso. - Añadí, sintiendo un dulce beso de su parte en mis labios. - Te quiero Ryle y no quiero perderte pero...
- Esperaré el tiempo que sea necesario, por el momento me conformo con tu "Te quiero". - Respondió y asentí agradecida.- Pero si te pediré algo ahora.
- ¿Que cosa?
- Quiero que rompas el contrato, no quiero estar ligado a algo que me prohiba sentirme libre sentimentalmente y mucho menos que me obligue a divorciarme por amarte. - Contestó y sólo asentí. - Te amo.
- Perdoname por decir todas esas tonterías y por herir tus sentimientos, no quería llegar a eso.
- Cariño, hace un momento dijiste que querías eso. - Respondió entre risas y reí también.
"Gracias por amarme Ryle, prometo intentar corresponderte, hacer todo por entregarte el mío también."
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Comments
Lucia Feliciano Falcao
Me gustó saber un poco más de la vida de Giada y el por qué ella reprimi sus
sentimientos.🥲🥲🥲
2024-04-06
2
Maris Benitez
Ella lo ama también 💓💓,no lo quiere reconocer, Autora 🇦🇷🇦🇷 me gustan tus frases al final de cada capítulo 👏👏👏👏👏👏❤️❤️❤️♥️♥️♥️♥️♥️💪💪💪💪💪💓💓💓💓🤩🤩🤩🤩🤩🤩
2023-10-14
7
𝓐𝓷𝓰𝓲𝓮 𝓭𝓮 𝓢𝓾𝓪𝔃𝓪 🦋
Que mala😓
2023-10-11
1