6.

"

Ryle Hudson.

Un mes completo estuve sin ver a Giada, un mes en el cual no tengo la menor idea a donde se fué.

Los trabajadores de la casa aseguran que quizás se mudó nuevamente a Italia, cosa que quería no creer, que preferiría no creer.

Segun Mannuele, un entrenamiento para distraerme de todo esto era lo que me hacía falta, por lo tanto así lo hice, despeje mi mente en más y más entrenamiento, siendo cada día un poco mejor, dando casi siempre en el blanco.

Eh mejorado mi Italiano y casi siempre nos comunicamos de esa manera con Mannuele, quien fué mi profesor.

-  Concentrati sul capo, come se fossi un potente nemico pronto a ucciderti. (" Concentrese jefe, como si fuera un poderoso enemigo que está dispuesto a mataro.") - Comentó y sólo asentí, viendo con seriedad las botellas que tenía frente a mi.

- Maledizione ! Ho fallito di nuovo. (" ¡ Maldición! Volví a fallar. ) - Dije molestó, dejando el arma para que Mannuele  la recargara.

- Ancora non capisco perché all'improvviso fallisci, ieri hai rotto quasi tutte le bottiglie in una volta. ("Sigo sin comprender porque de repente estás fallando, ayer rompiste casi todas las botellas de una vez.") - Comentó y suspire sentándome en la banqueta mientras despeinaba mi cabello.

- Mi sono persa Manuelle. Non c'è notte in cui non penso a Giada, che se n'è andata perché mi sono rifiutato di firmare il divorzio. (" Estoy perdido Manuelle. No hay noche en la cual no piense en Giada, en que su marcha fué porqué me negué a firmar el divorcio.") - Respondí, oyendo una leve risa de su parte.

- Penso che il capo si sia innamorato della signora. ( "Creo que el jefe se enamoró de la señora. ") - Comentó y volví mi mirada a otro lugar, oyendo un disparo trás otro dar con cada botella dejándola echa añicos.

- Mannuele, sei fantastico! ("Mannuele, eres genial! ") - Dije animado.

- Non sono stato io, capo. (" No eh sido yo, jefe.")

- Vorresti essere così buono. (" Ya quisieras ser tan bueno. ") - Oí decir a Giada y rápidamente me puse de pie, viendola cerca de nosotros. - Veo que tu Italiano es mejor, querido.

- Giada.

- Recargala Mannuele. - Ordenó, lanzandole el revolver a Mannuele, quien rapidamente lo toma y asiente.  - Iré por un baño. - Añadió, girando sobre sus talones y dejándome con la cara de idiota feliz al verla de nuevo.

- Capo, penso che la signora ti abbia invitato. ( " Jefe, creo que la señora le hizo una invitación.")

- Non so se l'ha fatto, ma abbiamo molto di cui parlare. ( " No sé si la hizo, pero tenemos mucho de que hablar. ") - Respondí, dejando a Mannuele solo y corriendo detrás de Giada.

Entré a su habitación sin permiso, notado que estaba completamente vacía, al dirigirme a su baño también estaba vacío.

- ¿Donde está? - Me pregunté.

- La jefa esta en su cuarto. - Oí decir, encontrando detrás de mi a Tommaso, quien sinceramente no me trataba como un buen amigo o su jefe.

Sin responderle lo rebase, dirigiéndome a mi habitación y oyendo el agua caer.

No quería molestarla, pero sinceramente necesitaba hablar con ella para conocer la razón de su marcha y por ello caminé en dirección al baño.

Levanté la mano dispuesto a tocar, viendo cómo ésta se abría frente a mí.

- No golpees, sólo entra. - Dijo al asomarse y asentí entrando a el baño.

Antes de si quiera poder decir algo, ella comienza a besarme y poco a poco quitar mis prendas.

No hacía falta que yo le quitara las suyas ya que se encontraba completamente desnuda, preparada para mi.

- Necesito respuestas. - Dije entre jadeos.

- Luego te las daré. - Respondió de igual manera, apoderándose nuevamente de mis labios y encendiendo todo mi cuerpo con sólo tocarme.

Extrañé sus besos, sus caricias, sus locas ganas de tenerme dentro suyo, la extrañé completamente.

- Estás tan encendido. - Gimió, mientras la tomaba de sus nalgas y la penetraba duramente, por hacerme desearla, por hacerme esperarla. - Oh si.

- Te fuiste dejándome exiliado de todo contacto físico, no sé que esperabas. - Gemí también, entrando y saliendo con rapidez en su interior.

Dejando las palabras a un lado, la dirigí a la cama, dejando caer su cuerpo sobre ésta y el mío sobre ella.

Aproveché a darle en una sola noche todo lo que tenía guardado durante éste mes entero, haciendole sentir la falta que me hizo en cada estocada.

___/__///_____///___///_____///____//____

Dos horas más tarde estabamos completamente exhaustos, cubiertos de sudor y con la respiración agitada, terminando así el último orgasmo en ambos.

- Dime, ¿A donde fuiste? ¿Porque? - Pregunté, levantando mi mirada a ella.

- Tenía que encontrar a el responsable de el ataque aquel día. - Respondió mientras acariciaba mi cabello. - Tres de nuestros hombres murieron ese día y no dejaría el asunto sólo así, tenía que hacer justicia por ellos.

- ¿Porque no me llevaste contigo? O al menos me hubieras avisado. - Respondí, oyéndola suspirar.

- No te llevé conmigo porque el territorio en el cual nos meteríamos era más que peligroso y decirte a donde iba implicaba que me siguieras y te pusieras en peligro. - Respondió y salí de ella para sentarme a su lado.

- De igual manera, en nuestro acuerdo decía que no debíamos ocultarnos nada sin importar lo que fuera. - Contesté, viéndola girar a mi y sonreír con descaro.

- ¿Que pasa cielo? ¿Acaso me extrañaste? - Preguntó y la vi sin decir nada. - Oh.. ¿No me digas que te enamoraste de mi?

- Ya quisieras tú. - Respondí con molestia, para luego ponerme de pie. - Creo que si hubiera sido quien se marchó por un mes sin decir a donde iba, tendría las mismas preguntas de tu parte.

- Mm quizás. - Respondió y me dirigí al baño dispuesto a preparar la bañera, dejándola allí, burlándose de mi.

Admitir en su cara que la extrañé sería volver a escuchar de sus labios el echo de que el amor apesta, pero lo que ella no sabe es que planeaba marcharme al creer que fuí la causa de su ausencia.

Dejando mis pensamientos a un lado y preparado mentalmente para seguir oyendo sus burlas, volví a la habitación para llevarla al baño, pero no estaba.

- ¿A donde fue? - Me pregunté, sentándome en la cama dispuesto a no seguirla más, pues hacerlo significaría algo para ella, algo que quizás si esté pasando pero que no quiero que sepa.

- ¿ Está listo el baño? - Preguntó y asentí sin levantar mi mirada. - ¡Genial! Muero por una ducha. - Añadió y me puse de pie, volviendo mi mirada a ella. - ¿Te gusta? - Preguntó ante mi cara de sorpresa al ver un lindo traje en una de sus manos y una pequeña caja de regalo en su otra mano.

- ¿Que es?

- Un traje y tú regalo. - Respondió y negué con una sonrisa por la obviedad que usó en sus palabras. - Lo ví en una de las tiendas junto a otros que te traje, pero por algo quería entregarte este yo misma. - Añadió, volviendo su mirada a mi. - Siento que es más especial cuando no lo encuentras en tu placard por sorpresa. - Agregó y negué, viendola señalarme con su mirada mi placard.

Caminé a el y luego de abrirlo, me llevé con la sorpresa de encontrar éste repleto de trajes y zapatos que combinaban con cada uno..

- ¿Cuando metiste todo esto aquí? - Pregunté sorprendido.

- Se dice gracias y lo hice mientras practicabas con Mannuele. - Respondió y me volví a ella, para luego caminar en su dirección y tomarla por la cintura.

- Gracias por pensar en mi cuando estabas lejos. - Contesté, oyéndola suspirar.

- ¿Sabes? Yo si te extrañé y esperaba que tú también me hubieras extrañado. - Comentó y abrí mis ojos con sorpresa al oírla decir aquello. - Esperaba que cuando te lo preguntara me dijeras que sí, pero al parecer...

No la dejé continuar, me apodere de sus labios en un tierno y dulce beso, sintiendo está vez un gusto a miel y no a cigarro, cómo en nuestra boda.

- También te extrañé. - Respondí sin romper tanto la cercanía. - Sólo que a veces siento que si digo algo me saldrás con una negación, pero te extrañé muchísimo. - Agregué, viendo esa hermosa sonrisa con hoyuelos, esa que tanto había deseado ver.

- Gracias por extrañarme entonces, prometo que ya no seré tan negativa contigo. - añadió y asentí, volviendo la mirada a su mano.

- ¿Y que hay en esa caja?

- Ve por ti mismo. - dijo colocando la pequeña caja en mis manos. - Sólo puedo decir que abajo de todo están nuestros anillos de boda.

¿Y arriba? - pregunté para mi mismo, abriendo la caja y sorprendiéndome al ver ese hermoso Rolex que siempre quise tener.

- ¿Te gusta? - preguntó y levanté la mirada a ella para luego abrazarla en respuesta a su pregunta.

" No entiendo porque me tratas de esta manera si no quieres que me enamore de ti. "

- Me encanta, muchas gracias. - Respondí, besando su cabeza, su frente, su nariz y por último sus labios. - Siempre quise uno de estos.

- Pues ahora tendrás colecciones de ellos, para usar cada día uno distinto. - Contestó y sólo ver su sonrisa fue más que suficiente para saber que no era necesario preguntar, seguramente no fué el único que compró.

- No puedo creerlo, en lugar de pagar mi deuda voy a quedar mucho mas endeudado. - Respondí, oyéndola reír.

- Por eso es que nuestro matrimonio es sin límite de tiempo. - Añadió y negué con una sonrisa.

La vi alejarse de mi para dejar el traje sobre la cama y luego volver en mi dirección, sacando el Rolex y después de esto tomar dos alianzas que había debajo de éste.

- ¿De plata? - Pregunté y ella asintió.

- Dijiste que te gustaba más lo de plata que lo de oro, entonces decidí comprar las alianzas de plata.  - Respondió, acercando una de las alianzas a mi rostro. - Ve lo que dice.

" Appartiene a Giada Della Rovere."

(Pertenece a Giada Della Rovere.)

- ¿Y el tuyo que dice? - Pregunté, viéndola leer el suyo.

- Y éste también. - Respondió y borré mi sonrisa viendola con seriedad, oyendo una fuerte carcajada de su parte. - Dejame ponerte el tuyo, luego pones el mío. - Añadió y sólo asentí, viéndola colocar mi alianza. - Tu turno. - Dijo extendiendome su alianza, la cual primeramente leí, sonriendo luego de eso.

"Appartiene a Ryle Hudson"

( Pertenece a Ryle Hudson.)

Lo que más me gustó es que fuera de las alianzas tenía un pequeño escrito también, el mío decía "por siempre" y el de ella "para siempre".

- Nunca pensé que fueras tan detallista.

- Nací siéndolo. - Respondió y ambos reímos para luego vernos con seriedad y comenzar a besarnos, dejando a un lado los obsequios y caminando nuevamente al baño, el único testigo de cómo nos entregamos el uno al otro con la locura de nuestros cuerpos.

" No quiero enamorarme, pero tú me estás obligando."

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Comments

Lucia Feliciano Falcao

Lucia Feliciano Falcao

Y el soplón en que quedó,Ryle ya cayó redondo en las redes del ❤️❤️ amor.☺️☺️☺️

2024-04-06

3

Mary Nuñez

Mary Nuñez

no me convence ese tomate jumpp

2024-02-20

2

𝓐𝓷𝓰𝓲𝓮 𝓭𝓮 𝓢𝓾𝓪𝔃𝓪 🦋

𝓐𝓷𝓰𝓲𝓮 𝓭𝓮 𝓢𝓾𝓪𝔃𝓪 🦋

Ese es el espía.

2023-10-10

7

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