Capítulo 19. Un café.

—Maldita mierda, todo lo que tengo que hacer por una puta firma.

El chófer no podía evitar mirar a Elio a través del retrovisor. Elio tenía un rostro impecable, sin embargo, su vocabulario en ese momento, daba la sensación de ser un pandillero.

«Bueno, al menos lo hice sonreír un poco. Pensándolo bien, si sonríe más a menudo, no se ve tan aterrador como es», él se sorprendió por sus propios pensamientos.

—¿Qué mierda estás pensando, Elio Mancini?, de igual forma es un delincuente, deja de pensar en estupideces y concéntrate en tu misión, imbécil.

«Joder, menudo chico se consiguió el jefe», el chófer se veía confundió y preocupado por la salud mental del muchacho.

...----------------...

—¿Vas a la universidad?, te llevaré yo.

Di Marco estaba parado en la entrada de la habitación acomodando los últimos detalles en su traje. Elio había salido del vestidor con las mejillas coloradas. Realmente odiaba sonrojarse muy fácilmente por cualquier cosa. Aunque despertar nuevamente abrazando a Vicenzo, no era, en definitiva, cualquier cosa.

—Claro —Elio agarro la mochila, se puso la pulsera negra en su mano y caminó hacia Vicenzo—, déjame ayudarte.

No esperó respuesta alguna, agarro la corbata, que aún no se había puesto Vicenzo, y comenzó a anudar correctamente. Después de terminar, acomodó los pliegues del saco y miró que todo estuviera en orden.

—Deja de actuar así, me molesta verte siendo amable y servicial conmigo. Te lo dije antes y te lo repito ahora: no me interesan los hombres y no me interesas tú.

—Únicamente trató de pagar su amabilidad, ya sabe, por llevarme a la universidad. —Elio se alejó, entrelazo sus manos delante de su cuerpo, ladeo la cabeza y le sonrió, casi angelicalmente—. Cariño, te ves muy guapo. Deberías de ser más feo, así no tendré miedo de que alguien se enamore de ti —Vicenzo se quedó sin palabras. No esperaba que pudiera ser tan directo, después de todo, se enrojecía por cualquier cosa—. Bueno, es hora de irnos.

Elio paso a su lado y salió de la habitación, dejo salir el aire de sus pulmones, por lo visto, ensayar frente al espejo si daba buenos resultados.

Para su suerte, el camino hacia la universidad fue silencioso. Vicenzo parecía demasiado concentrado en la computadora sobre sus piernas.

«Si alguna vez llega a conseguir una novia, se aburrirá demasiado. No me sorprendería que lo abandonara», pensó, mientras veía a través del cristal de la ventana.

Elio, aunque no era un romántico empedernido, creía que en las relaciones era importante mantener la comunicación, hablar de cosas triviales, viajar de vez en cuando, dar regalos, en fin, alimentar el interés y nunca dejar que se enfrié el amor. Pero, ¿Una relación con Vicenzo?, ese hombre parecía un adicto al trabajo, mafioso, dominante, y parecía más de los que únicamente buscaban sexo y dejan el romance de lado. Tal vez era imposible que Vicenzo pudiera enamorarse.

—Llegamos. —Vicenzo ni siquiera lo miró, todo el tiempo mantuvo la vista en la pantalla de la computadora.

—Gracias —dijo sinceramente—, nos vemos luego.

Elio abrió la puerta, pero, antes de bajar, volvió su rostro hacia Vicenzo y le dio un beso en la mejilla, no espero alguna reacción, bajo, cerró la puerta y corrió hacia la universidad. Vicenzo limpio su rostro y miro a Elio correr entre los universitarios.

—Mocoso tonto.

...----------------...

Elio ocupo un lugar enfrente, realmente estaba feliz de poder estudiar la carrera de sus sueños. Sus compañeros y profesores fueron amables, le explicaron las cosas más complicadas, pero, aunque le mostraron mucha amabilidad, no pensaba crear un lazo con nadie, su vida actual no lo permitiría.

—De acuerdo, nos vemos mañana, por favor, estudien bien.

Elio guardo sus cosas, la laptop en el portafolio para salir, de sólo pensar que tenía que llegar a entrenar, ya se había cansado.

—Elio, hola, ¿iras a algún lugar?, vamos a ir a comer y pensé en invitarte. —La chica se veía amable, y sonreía, tal vez de forma exagerada.

—Yo… tengo algunas cosas que hacer en casa, lo siento.

—Oh, está bien, será otro día.

—Sí, yo invitaré a la próxima.

—Está bien, hasta luego.

Ella se despidió con un ademan y él hizo lo mismo.

Salió del aula y fue hasta la camioneta que ya lo esperaba, Scorpion estaba parado afuera, esperando para abrirle la puerta.

—¿Cómo le fue? —preguntó una vez que ambos estaban dentro.

—Bien, mejor de lo que había pensado —Elio sonrió—, mis compañeros son amables, pero con todo esto del entrenamiento ni siquiera puedo ir con ellos a comer —Elio suspiro.

—Si habla con el señor Gabriele, seguramente puede tener algún día libre. Ha mejorado mucho estos días, un descanso no le caería mal.

—¿De verdad lo crees?, bueno, yo también pienso que se me da bien —Elio hizo una señal con su mano en forma de pistola, figuro un disparo y luego soplo a sus dedos, como si fuese el cañón del arma.

—Bueno, entonces… —el sonido del celular de Elio interrumpió a Scorpion así que decidió guardar silencio.

—Hola, Anna.

[Hermano, necesito tu ayuda…] su voz se escuchaba apagada.

—Sí, dime —Elio se puso en guardia.

[Yo… estoy en el hospital]

—¿Qué?, ¿En qué hospital?, voy para allá

[Te mandaré la dirección]

La llamada terminó y Elio le dio la dirección a Scorpion y él se dirigió rápido al lugar.

Elio bajó corriendo y fue a la recepción, preguntó por su hermana, y para su suerte, Annalise estaba sentada en la sala de espera, traía una venda en el tobillo y bebía un vaso de, tal vez, chocolate y comía galletas.

—Hermana, ¿qué ocurrió?

—Un chico en bicicleta la empujo y cayó sobre ella —Elio giró su rostro, esa voz, aunque había pasado un tiempo, la podía reconocer en primera instancia—, hola, Elio.

—Alessandro, ¿Q-qué hace aquí? —Alessandro quería sonreír, el rostro sorprendido de Elio era tierno y gracioso, lindo de ver, sin embargo, lo hizo para sus adentro.

—Iba pasando y vi cuando el accidente ocurrió. El chico siguió su camino y vi a tu hermana tirada en el suelo, no podía quedarme sin hacer nada —explicó.

—Vaya… coincidencia —Elio sonrió forzadamente, quería creerle, pero la ciudad era grande, ¿cómo es que justo él fue quien la ayudo?

—Sí, supongo que la vida nos quiere reunir. —Elio se quedó en silencio, esa respuesta fue realmente incomoda.

—Anna, pagare la cuenta y nos iremos a casa.

—No hace falta hermano, él ya ha pagado, solamente te estaba esperando para que me llevaras —Elio se puso de pie y saco su billetera.

—¿Cuánto es?

—Tengo que irme —Alessandro sacó una tarjeta con su número telefónico y la dejo sobre las manos de Elio—, puedes pagar la próxima vez. No pido mucho, con un café es suficiente.

—Espera… —pero Alessandro no le hizo caso y se fue—, que raro —murmuró y guardo la tarjeta de en su bolsillo.

—Hermano, ¿Nos vamos ya?, me duele el pie y los analgésicos me están dando sueño.

—Sí, sí, vamos.

...----------------...

—¿Estás seguro? —Alessandro estaba en un auto blanco viendo desde lejos cuando Elio salía del hospital, el chofer enfrente le extendió una tableta.

—Es él, sin duda alguna, no hay muchos con ese cabello. Miré las fotografías, Elio —la mirada furiosa de Alessandro lo intimido al instante—, el señor Elio sale en todas las fotografías. Sin duda esta con los Di Marco, señor, esto…

—No hagas especulaciones, debe de haber una razón para que Elio este acompañado de estos hombres.

Alessandro miraba las fotografías, en todas salía Elio acompañado de la mano derecha del anciano Di Marco, sin embargo, se negaba a creer que “su bebé” estuviera metido con esas personas, al menos, no por su propia elección.

—Hace unos días… la hermana menor fue secuestrada, la familia Mancini no tendría dinero para un rescate, supongo que acudieron a los Di Marco para pedir un préstamo.

—¿Un secuestro?, ¿Qué organización fue?

—Ese es el problema. Nadie sabe de donde salieron, según los rumores, fue una antigua deuda que saldar, pero no son prestamistas nuestros, de David o su hermano, nadie los conoce. Son como fantasmas en el negocio.

—¿Y los Mancini?, son familia, pero…

—No, imposible. Los Mancini o los Guiliani, ninguno tiene prestamistas. Los Guiliani están casi acabados, si no hubiera nietos de por medio, los Mancini los hubieran exterminado hace años.

—Habrá que investigar de donde salieron estos fantasmas y por qué buscan a los Mancini, nadie que toque a Elio o su familia saldrá con vida.

...----------------...

—¿Qué vas a ordenar? —Elio miraba alrededor. Le había costado mucho salir de la vista de Scorpion y ese hombre se estaba tardando demasiado.

—¿Tienes prisa? —Alessandro dejo el menú a un lado y miró a Elio. Nunca se cansaría de observarlo. Cada detalle en él era hermoso ante sus ojos. Su cabello era sedoso y brillante, sus pestañas eran largas y sus ojos brillaban, como el mar cuando el sol estaba en su máximo esplendor.

—En realidad… —Elio se quedó callado, por supuesto que no podía decirle que estaba huyendo de su guardaespaldas—, tengo hambre, pero es muy temprano para la comida.

—¿Y eso qué? —Alessandro llamo al mesero, si podía complacerlo y así ganar puntos con él, haría todo lo posible—, pide algo para comer.

—D-de acuerdo…

Elio bajo la cabeza y miró el menú, no tenía hambre, pero ya no se podía echarse para atrás. Pidió un poco de ensalada y fruta, era temprano y podía comer eso.

—Me recuerdas mucho a alguien que conocí hace años —Alessandro hablo repentinamente. Elio levanto la mirada de su comida.

—¿De verdad? —aunque no le importaba, tampoco pondría el ambiente más incómodo que lo que ya estaba.

—Sí. Hace años en… en un asalto, peleamos por la calle, nos ayudamos mutuamente, lo busqué, pero… no lo encontré.

Elio se detuvo al escucharlo. Esa historia se parecía mucho a la de él. Aunque no recordaba la apariencia de ese hombre, si recordaba que habían peleado juntos en el callejón.

—¿Al norte de la ciudad?

—Sí, iba pasando y vi a un motociclista siendo acosado por unos pandilleros, joder, la forma en la que le pateo la garganta fue impresionante. Me quede con una buena impresión de él. ¿Sabes?, tengo una agencia de guardaespaldas, me hubiera gustado contratarlo ese día, pero desapareció.

—Hace algunos años, yo estuve en una pelea, en ese entonces trabajaba en un restaurante de comida rápida, me metí en un callejón sin salida y tuve que enfrentarlos, hubo una persona que me ayudo, fue una buena pelea.

Alessandro se recargo sobre la mesa y mantuvo sus ojos sobre los orbes azules de Elio, después, hablo en casi un susurro.

—¿No crees que… la vida nos quiere juntos?

—¿Cómo para que la vida querría algo así? —Elio levanto una ceja mientras interrogaba. Cuando más escuchaba, más se convencía de que sus encuentros no eran planeados. Aunque si había hecho que Annalise tuviera un accidente, no le molestaría romperle la cara.

—No lo sé, pero no me importaría descubrirlo.

—Alessandro, ¿me está coqueteando? —Él sonrió. Era demasiado obvio para que Elio no lo notara.

—Sí. Tal vez soy muy viejo para ti o no te gusten los hombres, pero, Elio, todos podemos cambiar de idea, ¿no lo crees?

—Nuestros encuentros —Elio puso sus manos sobre la mesa y entrelazo sus dedos, miró fijamente al hombre tratando de leer esa mirada misteriosa—, ¿de verdad fueron coincidencias?

—¿Tú que piensas?

—Que sí, por supuesto. Sin embargo, esas coincidencias, fueron creadas por usted, ¿no es cierto?

—Hermoso e inteligente —dijo mientras sonreía—, no me equivoque contigo. ¿Sabes?, te estuve buscando durante mucho tiempo, pero parecía que solamente exististe en mi imaginación, incluso unos subordinados creyeron que estaba loco y desertaron. Dijeron que no podían aceptar que su jefe perdiera la cabeza por un mocoso.

—Vaya, parece que la palabra mocoso me persigue —Elio recordó a Vicenzo, ese hombre o lo llamaba niño o mocoso, al parecer, tenía problemas para recordar su nombre o solamente lo quería irritar.

—¿Quién te dice así? —Alessandro tentó el terreno, aunque no esperaba de Elio la respuesta que buscaba.

—Nadie en especial —Elio tomo un sorbo de café.

—Elio, me gustas, ¿puedo conquistarte?

Elio se quedó en blanco. Al parecer los rumores eran verdad. Había escuchado decir que, cuando estabas soltero, ni una mosca te hacia caso, pero cuando empezabas una relación, los pretendientes llovían. Y aunque su futuro matrimonio era solamente una farsa, podía contar como una relación verdadera, ya que el acta no iba a ser falsa.

Antes estaba completamente sólo, ahora se había reencontrado con un viejo amor y, tal vez, un amor latente aun, y no sólo eso, también había un extraño hombre interesado y un matrimonio en puerta.

Comenzó a dolerle la cabeza con todo eso.

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Comments

Gladys Zapata

Gladys Zapata

uyyy ésto se va a poner bueno, bueno

2024-04-25

0

Erika Gonzalez

Erika Gonzalez

jajajajjaa es verdad 😂😂

2024-04-24

3

Min_diaz

Min_diaz

ay Elio bota a ese señor y quédate con Alessandro

2024-03-23

4

Total
Capítulos
1 Capítulo 01. En la mira.
2 Capítulo 02. Perseguido.
3 Capítulo 03. Nostálgico.
4 Capítulo 04. La decisión.
5 Capítulo 05. Un peso menos.
6 Capítulo 06. Al borde del precipicio.
7 Capítulo 07. Única salida.
8 Capítulo 08. Precio a pagar.
9 Capítulo 09. Baby, te encontré.
10 Capítulo 10. Haré que te arrepientas.
11 Capítulo 11. Encuentro planeado.
12 Capítulo 12. Sólo espere, y verá.
13 Capítulo 13. Ni una llamada.
14 Capítulo 14. Lo que es justo.
15 Capítulo 15. Reencuentro.
16 Capítulo 16. Me gusta.
17 Capítulo 17. Durmiendo juntos.
18 Capítulo 18. Tierno y cariñoso.
19 Capítulo 19. Un café.
20 Capítulo 20. No soy un objeto.
21 Capítulo 21. Doble espía.
22 Capítulo 22. Es tu culpa.
23 Capítulo 23. No soy un juguete.
24 Capítulo 24. Te sigo amando.
25 Capítulo 25. Sentirse mal.
26 Capítulo 26. Trato.
27 Capítulo 27. Ser sincero.
28 Capítulo 28. Que idiota.
29 Capítulo 29. Quién de los dos.
30 Capítulo 30. Confesión.
31 Capítulo 31. Furioso.
32 Capitulo 32. Cómo una cita.
33 Capítulo 33. Amor platónico.
34 Capítulo 34. Reafirmando el amor.
35 Capítulo 35. Terminar antes de empezar.
36 Capítulo 36. Cómo en el infierno.
37 Capítulo 37. Necesidad de monopolio.
38 Capítulo 38. Cuida de él.
39 Capítulo 39. Bajó amenaza.
40 Capítulo 40. Barrotes de oro.
41 Capítulo 41. Dispuesto a matar.
42 Capítulo 42. Este es tu regalo.
43 Capítulo 43. Te quiero, Elio.
44 Capítulo 44. Desaparecido.
45 Capítulo 45. Tenlo en mente.
46 Capítulo 46. Secuestro.
47 Capítulo 47. El final que merece.
48 Capítulo 48. Te encontrare, Elio.
49 Capítulo 49. Estás a salvo.
50 Capítulo 50. Ni verte, ni escucharte.
51 Capítulo 51. Dispuesto a demostrarlo.
52 Capítulo 52. Los vengaré.
53 Capítulo 53. Un poco de felicidad.
54 Capítulo 54. Me lo debes.
55 Capítulo 55. Estarás bien.
56 Capítulo 56. Llorando como niño.
57 Capítulo 57. Saldando cuentas.
58 Capítulo 58. Morfo azul.
59 Capítulo 59. Mi adicción.
60 Capítulo 60. Se gentil.
61 Capítulo 61. Mi hermosa mariposa.
62 NUEVA NOVELA
Capítulos

Updated 62 Episodes

1
Capítulo 01. En la mira.
2
Capítulo 02. Perseguido.
3
Capítulo 03. Nostálgico.
4
Capítulo 04. La decisión.
5
Capítulo 05. Un peso menos.
6
Capítulo 06. Al borde del precipicio.
7
Capítulo 07. Única salida.
8
Capítulo 08. Precio a pagar.
9
Capítulo 09. Baby, te encontré.
10
Capítulo 10. Haré que te arrepientas.
11
Capítulo 11. Encuentro planeado.
12
Capítulo 12. Sólo espere, y verá.
13
Capítulo 13. Ni una llamada.
14
Capítulo 14. Lo que es justo.
15
Capítulo 15. Reencuentro.
16
Capítulo 16. Me gusta.
17
Capítulo 17. Durmiendo juntos.
18
Capítulo 18. Tierno y cariñoso.
19
Capítulo 19. Un café.
20
Capítulo 20. No soy un objeto.
21
Capítulo 21. Doble espía.
22
Capítulo 22. Es tu culpa.
23
Capítulo 23. No soy un juguete.
24
Capítulo 24. Te sigo amando.
25
Capítulo 25. Sentirse mal.
26
Capítulo 26. Trato.
27
Capítulo 27. Ser sincero.
28
Capítulo 28. Que idiota.
29
Capítulo 29. Quién de los dos.
30
Capítulo 30. Confesión.
31
Capítulo 31. Furioso.
32
Capitulo 32. Cómo una cita.
33
Capítulo 33. Amor platónico.
34
Capítulo 34. Reafirmando el amor.
35
Capítulo 35. Terminar antes de empezar.
36
Capítulo 36. Cómo en el infierno.
37
Capítulo 37. Necesidad de monopolio.
38
Capítulo 38. Cuida de él.
39
Capítulo 39. Bajó amenaza.
40
Capítulo 40. Barrotes de oro.
41
Capítulo 41. Dispuesto a matar.
42
Capítulo 42. Este es tu regalo.
43
Capítulo 43. Te quiero, Elio.
44
Capítulo 44. Desaparecido.
45
Capítulo 45. Tenlo en mente.
46
Capítulo 46. Secuestro.
47
Capítulo 47. El final que merece.
48
Capítulo 48. Te encontrare, Elio.
49
Capítulo 49. Estás a salvo.
50
Capítulo 50. Ni verte, ni escucharte.
51
Capítulo 51. Dispuesto a demostrarlo.
52
Capítulo 52. Los vengaré.
53
Capítulo 53. Un poco de felicidad.
54
Capítulo 54. Me lo debes.
55
Capítulo 55. Estarás bien.
56
Capítulo 56. Llorando como niño.
57
Capítulo 57. Saldando cuentas.
58
Capítulo 58. Morfo azul.
59
Capítulo 59. Mi adicción.
60
Capítulo 60. Se gentil.
61
Capítulo 61. Mi hermosa mariposa.
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