Capítulo 13. Ni una llamada.

Han pasado tres semanas desde que Adrien se fue, al principio, Carlo estaba agradecido de que el caprichoso Gautier no se comunicará con él, pensó que esa vez si estaba muy enojado, pero después de una semana, tendría a Adrien llamando todo el día, sin embargo, esa llamada nunca había llegado.

Él no se preocupó por marcarle más que un par de veces, y fue por asuntos del trabajo. Adrien tenía dos teléfonos, uno personal y otro de su trabajo, obviamente en su teléfono personal no le iba a responder, decidió llamar a su teléfono de trabajo y un hombre respondió del otro lado. Era su secretario personal.

[De acuerdo, le informaré al señor Adrien y me comunicaré con usted lo más pronto posible] dijo.

—¿No puede responder él?, Hasta acá escuchó sus risas —Carlo apretó las manos contra la pluma. Era un caso urgente, y Adrien estaba divirtiéndose muy bien mientras él casi muere por la presión de los de arriba—, ¡¿A qué diablos está jugando?!—Su voz fue demasiado fuerte y el golpe en el escritorio hizo que el inocente secretario del otro lado de la llamada, cerrará los ojos y se asustara—, dile que deje de tontear con hombres y se ponga a trabajar, para eso lo mandaron allá, no para que vaya a conquistar a alguien —ni él mismo se explicaba porque estaba tan enojado en ese momento—. Dile que en cuanto termine de hacer lo que sea que está haciendo, me llamé, tenemos que discutir este caso de forma urgente.

Esa fue su petición, sin embargo, eran las siete de la tarde y ni siquiera había enviado algún mensaje. Carlo le llamó a sus dos celulares, pero ninguno fue comunicado. No podía dejar pasar ese caso, era urgente una respuesta de él, o el candidato a las elecciones tendría muchos problemas.

—Juez —dijo mientras abria un poco la puerta. El juez Gautier sonrió y le dijo que entrara.

—Hola, Carlo, que gusto tenerte por aquí, ¿Gustas algo de tomar? —el hombre sonrió amablemente, justo como siempre lo hacía

—También es un gusto verlo, sin embargo, no es una visita de ocio —dijo.

—¿Entonces?, ¿Sucede algo malo? —el juez dejo el vaso de cristal que había agarrado y lo miró seriamente.

—Bueno, es que intente contactar con Adrien, pero al parecer, sigue enfadado conmigo, y ni siquiera quiero hablar de nuestra pelea, simplemente es algo de trabajo.

—Oh, es eso —el anciano parecía algo decepcionado.

En realidad, hacia media hora había hablado con Adrien, él le contó sobre las continuas llamadas de Carlo, pero estaba triste porque sabía que él solamente buscaba tratar asuntos de trabajo y no sus propios problemas. Adrien se veía muy decaído en la video-llamada, dijo que lo esperaba con ansias, que revisaba todas las noches y mañanas su mensajería para ver si se encontraba con algún mensaje de disculpa, pero Carlo solamente dejaba trabajo y más trabajo.

Por suerte, y gracias a que él había hecho planes para ello, Adrien le conto que se encontró con un viejo amigo y que gracias él estaba pasándola mejor en Miami.

—¿Sabe algo de él?

—El secretario ya debió haberte mandado las correcciones sobre el caso del candidato. —Respondió—. Y, sobre mi nieto, no lo culpes si no te ha hablado, solamente es que está muy emocionado con un viejo amigo suyo con el que se reencontró.

—¿Un viejo amigo?, No sabía que Adrien tuviera amigos —el juez sonrió para sus adentros. No quería ser cruel con Carlo, pero tal vez, con un poco de intriga y presión, le haría despertar de ese enojo y hablaría con su nieto, así Adrien dejaría de estar triste.

—Es su único amigo, de hecho —el juez se puso de pie y caminó hasta la mini sala que había ahí, Carlo lo siguió y ocupo uno de los sillones—. Adrien estudio en el extranjero, ahí fue donde se conocieron, él es de los pocos que pueden soportar la personalidad de mi nieto.

—Vaya «creí que era el único» —pensó.

—Estuvieron juntos durante mucho tiempo, pero cuando los papás de Adrien murieron, él regreso a nuestro país y entro en depresión, después de eso, no volvió a contactar con su amigo. —El juez se recargó sobre el respaldo—. Es una verdadera lástima, eran adolescentes, pero él siempre fue muy maduro, antes de la muerte de mi hija y mi yerno, habló con nosotros, quería iniciar un noviazgo con Adrien, pero no alcanzo a decírselo, Adrien se encerró en su dolor y decidió olvidarse de él, pero ahora que se volvieron a encontrar, parece que aún lo aprecia mucho. Mira esto —el juez le mostró una fotografía—, me la envió hace un par de días.

En la fotografía, Adrien estaba sobre la espalda de ese amigo, un hombre castaño de ojos verdes, su sonrisa era extensa, se abrazaba con fuerza de él y pegaba su cara a lado de la de ese amigo. Carlo arrugó las cejas. Nunca lo había visto sonreírle tanto a alguien más que no fuera él, creyó, de forma errónea, que esas sonrisas eran exclusivamente suyas. Pero, al parecer, Adrien puede mostrarle esa parte de él a otro.

—Se ve muy feliz —dijo regresando el celular.

—Sí, creí que sería difícil que volvieran a recuperar su amistad, pero, por lo que me ha contado, van por buen camino. Él vive en Miami y le ha servido como guía turístico, aunque ambos están muy ocupados con el trabajo, se dan tiempo libre para salir a ver la ciudad. Por eso, te pido que no lo presiones, además está el secretario Adriano, todo puede pasar por él.

—Bien, lo tendré en cuenta. Entonces me retiro, que pase linda noche.

—Igualmente, Carlo.

...----------------...

Carlo estaba parado afuera de los juzgados, en su mano tenía su celular. Adrien no compartía muchas cosas en sus redes sociales, sin embargo, todo lo que le parecía hermoso o increíble, lo publicaba. También cuando tenía una buena experiencia con algo. Obviamente sus redes eran privadas, no podía exponer así su vida al público en general.

Lo dudo por un momento, pero, al final, decidió entrar a su perfil. Vio varias fotografías de la playa y la noche en la ciudad de Miami. Vio un video, al parecer fue grabado en un bar.

Adrien estaba tomando una cerveza, rodeado de otras personas, a su lado, muy pegado a él, estaba ese viejo amigo del que el juez le había hablado. Carlo arrugo la ceja cuando Adrien fue retado a sentarse en su regazo. Él siempre se había negado al contacto físico con las personas, a excepción de él, por supuesto, pero, extrañamente, con ese hombre no se negó, incluso levantó los pies y lo rodeo con un brazo, dejando que ese desconocido (ante sus ojos), lo agarrara por la cintura.

Carlo, sin entender por qué, sintió la necesidad de apartarlos, por supuesto, no estaba en Miami y había peleado con Adrien. Nunca antes lo había empujado ni golpeado, incluso cuando Adrien le había dado varias bofetadas por no responder alguna llamada.

—No, si no lo hubiera detenido, esa chica hubiera salido lastimada —dijo en voz alta.

Decidió guardar su celular y seguir con su caminó. Carlo iba subiendo a su auto cuando unos gritos llamaron su atención.

—¡Te dije que me dejes en paz!, Tú y yo hemos terminado, no quiero saber nada de ti —gritaba desesperada la chica.

—¡Y yo te he dicho que lo nuestro no terminará nunca! —el hombre gritó más fuerte. Se apresuró a ella y la agarró con fuerza del brazo. La chica forcejeaba, pero él era mucho más alto y fuerte que ella.

—¿Qué está pasando aquí? —Carlo preguntó a una distancia prudencial. Ambos lo miraron, ella se sintió aliviada de que alguien estuviese ahí para ayudarla.

—No te metas, no es asunto tuyo —dijo.

—Estas lastimando a una persona frente a mí, por supuesto que es mi asunto.

—Es mi novia, ¿De acuerdo?, Ahora vete y déjanos tranquilos.

—¡Es mentira, señor Carlo, nosotros no somos nada, yo ya he terminado con él!

Carlo la miro cuando lo llamó por su nombre. Pensó por unos segundos donde la había visto, hasta que lo recordó. Ella era la enfermera que lo atendió cuando Adrien le hirió el rostro.

—¡Suéltala! —Carlo se apresuró y lo golpeó en el rostro, con eso fue suficiente para que el hombre terminará en el suelo.

—¡¿Quién mierda te crees tú?!, Ya nos volveremos a ver, te lo aseguro —se incorporó por completo y se fue hecho una furia.

Carlo miró a la joven enfermera, ella temblaba del miedo, supuso que no era la primera vez que ocurría algo así.

—Oye, ¿Estás bien? —Carlo miraba en su rostro, por suerte no había golpes ahí, sin embargo, hay personas demasiado inteligentes como para no dejar marca alguna donde la piel pueda quedar expuesta.

—Estoy bien, gracias por preguntar y por defenderme. —Ella agarro su brazo izquierdo con su mano derecha y miró hacia la espalda de Carlo, aún con miedo de que su pesadilla pudiera regresar—. Sólo un poco asustada.

—Y no es para menos, ese tipo está loco, si no hubiera llegado a tiempo, no sé qué hubiese pasado —ella asintió—, vamos, déjame invitarte un té o algo para comer, para que se te bajen un poco los nervios.

Ella trató de negarse, pero se doblegó ante la insistencia de Mancini, al final, decidió ir a una cafetería cercana.

—¿Y quién era ese tipo?, ¿si es tu novio?

—Por supuesto que no —dijo rotundamente—, es mi ex.

—Pues vaya ex.

—Lo sé —ella se veía decaída—, estuvimos juntos un tiempo, pero él comenzó a meterse en malos negocios y al final decidí terminar esa relación, han pasado dos años y él sigue acosándome. Me cambié de ciudad y corte cualquier tipo de relación con él, pero hace unos meses me encontró y no puedo salir sin tener miedo a que me secuestre o algo así, está loco.

Carlo se veía incrédulo, ella era una chica hermosa sin duda alguna, el tipo era uno más del montón, no entendía como pudo estar con alguien así, dejando fuera su apariencia, su personalidad era completamente desagradable.

—¿Viniste a buscar un abogado?

—Si. Quiero poner una orden de restricción y una demanda por acoso, pero antes de llegar me interceptó en el estacionamiento. Ahora que usted me defendió, definitivamente pensará que estamos saliendo y las cosas se pondrán peor.

Ella bebió un poco de su té. Su rostro enmarcaba muy bien sus emociones: preocupación y desesperación. Sin duda, cualquiera que estuviera en su lugar, sentiría lo mismo. Carlo sujeto sus manos con cariño, el secuestro de Annalise había abierto una nueva faceta en él.

—No te preocupes, te ayudare en todo lo que pueda. Tengo un amigo que se encarga de los casos como el tuyo, le diré que hable contigo y puedas estar tranquila.

—¿De verdad?, Muchas gracias —unas pequeñas gotas de agua se deslizaron por su mejilla—, no sé cómo pagar lo que está haciendo por mí sin siquiera conocerme.

—Eso no importa, pero, si quiero saber tu nombre, no puedo llamarte enfermera todo el tiempo. —Ella sonrió. Se veía muy bonita, de hecho.

—Soy Paola, mucho gusto señor Mancini.

—Vamos, me haces sentir viejo si me dices así, puedes llamarme Carlo. Y, mucho gusto, Paola.

—Igualmente, Carlo.

La sonrisa de ambos fue capturada por una cámara desde la distancia. Los dos eran atractivos y parecían una pareja de enamorados conversando de su día en armonía. Otra fotografía fue tomada y se archivó junto a las demás.

...----------------...

—Señor Adrien —dijo el secretario. Adrien, que estaba ocupando algunos archivos que Carlo le había enviado, no levantó la vista de forma inmediata, más bien, la mantuvo en la computadora esperando a que Adriano hablara—. Llegó nueva información del señor Carlo.

—¿Y que hace mi novio?, Seguramente está de un humor terrible porque no les contesto las llamadas. Pero, debemos hacer que sufra un poco, ¿Cómo se atreve a desafiarme frente a esa gata roba novios?

—De hecho —Adriano tenía miedo de mostrarle las fotografías, Adrien no era una persona que controlará su carácter, y explotaba con quién fuera que estuviera cerca de él; no busca quien se la hizo, sino, quien se la pague.

—¿Qué pasa? —Adrien levantando la vista de la computadora—, ¿Te comió la lengua el ratón o qué?, Habla ahora, Adriano.

—Véalo usted mismo.

El secretario le pasó la tableta y vio cómo su rostro se iba deformado por la ira. Sus ojos brillaban y parecía que lo iba a matar en cualquier momento, retrocedió dos pasos, asustado.

Adrien no daba crédito a lo que sus ojos estaban viendo, fue tanta la impresión que se puso de pie. Ahí estaba esa persona a la cual se la había pasado extrañado, rogando para que siquiera le mandara un mensaje pidiendo perdón. Fue a fiestas y subió fotografías con su mejor amigo, tal vez de esa forma Carlo le llamaba, tal vez pensaba que lo iba a perder y buscaba recuperarlo.

Se estuvo portando de forma infantil, siempre era el primero que llamaba, el primero que pedía perdón y el primero que lo besaba, Carlo nunca se había tomado la molestia de mandar el primer mensaje de buenas noches o buenos días. Ni siquiera cuando se besaban lo tomaba de la cintura, él tenía que agarrar las manos de Carlo y ponerlas sobre su propio cuerpo.

Era realmente humillante.

A pesar de lo que pudiera parecer, Adrien sufría por su indiferencia. Lo que comenzó como un juego del gato y el ratón, terminó siendo real. Él de verdad se había enamorado, y, por primera vez, esperaba a que Carlo le hablara primero y se disculpara, sin embargo, Carlo estaba muy ocupado defendiendo a esa mujer, llevándola a una hermosa cafetería y teniendo una conversación amena.

—Por favor, vamos a ese nuevo restaurante, pedimos una mesa, el mejor vino, la mejor comida, yo pagó todo, ¿Sí?

—Es un restaurante para parejas, Adrien, no voy a ir ahí contigo, tú y yo no estamos en ese tipo de relación. Además, no me gustan los lugares públicos, prefiero comer en casa.

—Pero nos besamos, ¿Eso no es un noviazgo ya?

—No, no lo es. Los besos no significan nada, solamente lo hago porque tú me obligas.

Eso le había dicho una vez, él se enojó tanto que terminó dándole una bofetada. Carlo se molestó aún más y dejo de hablarle durante dos días, al final, él fue quien se disculpó primero admitiendo un error que claramente no había cometido.

—Mentiroso, eres un mentiroso Carlo Mancini, dijiste que odiabas los lugares públicos, pero estás con esa perra muy tranquilo tomando café y comiendo pastelillos, ¡Maldito mentiroso!

Su voz se quebró en las últimas dos palabras. Lanzo con todas sus fuerzas la tableta al suelo y se dejó caer sobre su silla, el llanto corría por sus mejillas. Se sentía un competo estúpido.

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Comments

POLA

POLA

Sin duda cualquiera es el villano en una historia mal contada

2024-04-17

6

Osorio Elizabet

Osorio Elizabet

Es q tienes q tener en cuenta tu amor es tóxico

2024-03-16

0

Odile D'Salle

Odile D'Salle

Ay Cosita, los celos al extremo son malos consejeros, pues a menudo te llevan a concluir lo que NO ES. 2 cosas: I) una relación de pareja implica un trabajo de dos, que uno solo tome la iniciativa en todo está mal, II) y no puedes ir por allí golpeando a tu novio y a otras personas, peor si es algo injusto como lo que le hiciste a esa enfermera, el que tenía que disculparse eras tú.
Ay BB tienes que madurar.😑

2024-03-11

4

Total
Capítulos
1 Capítulo 01. En la mira.
2 Capítulo 02. Perseguido.
3 Capítulo 03. Nostálgico.
4 Capítulo 04. La decisión.
5 Capítulo 05. Un peso menos.
6 Capítulo 06. Al borde del precipicio.
7 Capítulo 07. Única salida.
8 Capítulo 08. Precio a pagar.
9 Capítulo 09. Baby, te encontré.
10 Capítulo 10. Haré que te arrepientas.
11 Capítulo 11. Encuentro planeado.
12 Capítulo 12. Sólo espere, y verá.
13 Capítulo 13. Ni una llamada.
14 Capítulo 14. Lo que es justo.
15 Capítulo 15. Reencuentro.
16 Capítulo 16. Me gusta.
17 Capítulo 17. Durmiendo juntos.
18 Capítulo 18. Tierno y cariñoso.
19 Capítulo 19. Un café.
20 Capítulo 20. No soy un objeto.
21 Capítulo 21. Doble espía.
22 Capítulo 22. Es tu culpa.
23 Capítulo 23. No soy un juguete.
24 Capítulo 24. Te sigo amando.
25 Capítulo 25. Sentirse mal.
26 Capítulo 26. Trato.
27 Capítulo 27. Ser sincero.
28 Capítulo 28. Que idiota.
29 Capítulo 29. Quién de los dos.
30 Capítulo 30. Confesión.
31 Capítulo 31. Furioso.
32 Capitulo 32. Cómo una cita.
33 Capítulo 33. Amor platónico.
34 Capítulo 34. Reafirmando el amor.
35 Capítulo 35. Terminar antes de empezar.
36 Capítulo 36. Cómo en el infierno.
37 Capítulo 37. Necesidad de monopolio.
38 Capítulo 38. Cuida de él.
39 Capítulo 39. Bajó amenaza.
40 Capítulo 40. Barrotes de oro.
41 Capítulo 41. Dispuesto a matar.
42 Capítulo 42. Este es tu regalo.
43 Capítulo 43. Te quiero, Elio.
44 Capítulo 44. Desaparecido.
45 Capítulo 45. Tenlo en mente.
46 Capítulo 46. Secuestro.
47 Capítulo 47. El final que merece.
48 Capítulo 48. Te encontrare, Elio.
49 Capítulo 49. Estás a salvo.
50 Capítulo 50. Ni verte, ni escucharte.
51 Capítulo 51. Dispuesto a demostrarlo.
52 Capítulo 52. Los vengaré.
53 Capítulo 53. Un poco de felicidad.
54 Capítulo 54. Me lo debes.
55 Capítulo 55. Estarás bien.
56 Capítulo 56. Llorando como niño.
57 Capítulo 57. Saldando cuentas.
58 Capítulo 58. Morfo azul.
59 Capítulo 59. Mi adicción.
60 Capítulo 60. Se gentil.
61 Capítulo 61. Mi hermosa mariposa.
62 NUEVA NOVELA
Capítulos

Updated 62 Episodes

1
Capítulo 01. En la mira.
2
Capítulo 02. Perseguido.
3
Capítulo 03. Nostálgico.
4
Capítulo 04. La decisión.
5
Capítulo 05. Un peso menos.
6
Capítulo 06. Al borde del precipicio.
7
Capítulo 07. Única salida.
8
Capítulo 08. Precio a pagar.
9
Capítulo 09. Baby, te encontré.
10
Capítulo 10. Haré que te arrepientas.
11
Capítulo 11. Encuentro planeado.
12
Capítulo 12. Sólo espere, y verá.
13
Capítulo 13. Ni una llamada.
14
Capítulo 14. Lo que es justo.
15
Capítulo 15. Reencuentro.
16
Capítulo 16. Me gusta.
17
Capítulo 17. Durmiendo juntos.
18
Capítulo 18. Tierno y cariñoso.
19
Capítulo 19. Un café.
20
Capítulo 20. No soy un objeto.
21
Capítulo 21. Doble espía.
22
Capítulo 22. Es tu culpa.
23
Capítulo 23. No soy un juguete.
24
Capítulo 24. Te sigo amando.
25
Capítulo 25. Sentirse mal.
26
Capítulo 26. Trato.
27
Capítulo 27. Ser sincero.
28
Capítulo 28. Que idiota.
29
Capítulo 29. Quién de los dos.
30
Capítulo 30. Confesión.
31
Capítulo 31. Furioso.
32
Capitulo 32. Cómo una cita.
33
Capítulo 33. Amor platónico.
34
Capítulo 34. Reafirmando el amor.
35
Capítulo 35. Terminar antes de empezar.
36
Capítulo 36. Cómo en el infierno.
37
Capítulo 37. Necesidad de monopolio.
38
Capítulo 38. Cuida de él.
39
Capítulo 39. Bajó amenaza.
40
Capítulo 40. Barrotes de oro.
41
Capítulo 41. Dispuesto a matar.
42
Capítulo 42. Este es tu regalo.
43
Capítulo 43. Te quiero, Elio.
44
Capítulo 44. Desaparecido.
45
Capítulo 45. Tenlo en mente.
46
Capítulo 46. Secuestro.
47
Capítulo 47. El final que merece.
48
Capítulo 48. Te encontrare, Elio.
49
Capítulo 49. Estás a salvo.
50
Capítulo 50. Ni verte, ni escucharte.
51
Capítulo 51. Dispuesto a demostrarlo.
52
Capítulo 52. Los vengaré.
53
Capítulo 53. Un poco de felicidad.
54
Capítulo 54. Me lo debes.
55
Capítulo 55. Estarás bien.
56
Capítulo 56. Llorando como niño.
57
Capítulo 57. Saldando cuentas.
58
Capítulo 58. Morfo azul.
59
Capítulo 59. Mi adicción.
60
Capítulo 60. Se gentil.
61
Capítulo 61. Mi hermosa mariposa.
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