Capítulo 10. Haré que te arrepientas.

—Hermano —la débil voz de Annalise le hizo volver la mirada a ella.

Eran las doce del día y ella había estado dormida hasta entonces, sus signos vitales eran normales, sin embargo, y a pesar de que los efectos de la anestesia habían pasado, el medico dijo que su cuerpo estaba exhausto y por ello no estaba despierta, no obstante, eso no evitó que ellos se preocuparan.

—Anna —Elio se supo de pie al instante. Se acercó a ella y le ayudo a incorporarse.

—Elio —ella se abrazó a él con fuerza, las lágrimas surcaban su rostro y su gimoteo se hizo mucho más fuerte con cada segundo—, estaba muy asustada, me ataron y me golpearon, dijeron que me iban a matar si ustedes no conseguían el dinero, dijeron que le diera las gracias a mi… —ella guardo silencio, las palabras se quedaron atoradas en su garganta.

—¿A quién? —Elio sabía lo que habían dicho los secuestradores, que era gracias a las deudas de su padre, sin embargo, se habían escondido muy bien desde hace años, se mudaron de su antigua casa, no dijeron a nadie a donde iban ni mucho menos mantenían comunicación con sus viejos amigos. No entendía como es que los habían encontrado.

—A mis tías… —dijo. El silencio se plantó en la habitación. Elio ya lo esperaba, pero oírlo de la boca de Annalise era muy distinto. No había sentimientos de cariño hacia esas personas, pero, al final, seguían siendo su familia. No evito preguntarse si es que acaso Elisa sabía algo de eso.

—Está bien, está bien, ya estas a salvo. —Elio acariciaba su espalda de arriba abajo una y otra vez con la intención de calmar el llanto de su hermana menor.

—Elio… no fue todo —Annalise guardo silencio, tratando de controlar su respiración.

—¿Qué más? —Elio se separó de ella y limpio sus lágrimas, una vez que su rostro estuviera limpio, agarro con cariño las manos de ella. Annalise le sonrió con cariño.

—Dijeron que no descansarían, a pesar de obtener el dinero, dijeron que… van a conseguir lo que quieren a cualquier precio.

—¿Qué es lo que quieren?

—No… no lo sé, no lo mencionaron.

Annalise se puso a llorar nuevamente y se aferró a él con fuerza. Elio la dejo desahogarse en su hombro. Las ganas de matar a esas mujeres no tardaron en llegar.

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—¿Pero qué mierda quieren? —Luka estaba enojado. Elio les había contado todo lo que su hermana menor había dicho. Se sentía estúpido al recordar que le propuso pedirles ayuda.

—No lo sabemos, pero no tenemos nada que les pueda interesar. —Elio estaba sentado, recargado en la mesa del comedor, el té humeaba frente a él.

—Carlo se negó a darles la información de ese bastardo, tal vez pueda ser eso, si eso quieren entonces…

—Luka, hemos hablado de eso —Carlo lo miro con las cejas arrugadas—, de cualquier forma, debemos buscar la manera de salir de las garras de ellos. Por el momento, buscare la manera de mantener a mamá y Annalise a salvo.

—¿Qué pasa con Luka?

—De mí no te preocupes, puedo cuidarme solo.

—No, Luka, buscare la manera de ponerte a salvo también, hablare con Adrien y…

—No, no, si les vas a pedir a ese perro que me cuide, prefiero morir en manos de esas brujas —Luka se puso de pie y fue a servirse un poco de agua, se giró y recargo sobre la barra.

—Nadie va a morir en manos de nadie mientras pueda ayudarlos. Elio, tú…

—Yo me iré en unos días —dijo decaído. Aun no se hacia la idea de casarse con esa persona, después de haber aceptado el contrato, nadie de la familia Di Marco lo había contactado de ninguna forma. Era parte del contrato, no lo iban a buscar hasta que necesitaran de él. Sin embargo, su protección estaba asegurada, más no la de su familia, o al menos, no al cien por ciento—, veré si puedo ayudar en algo, pero…

—Ya has hecho bastante —Carlo le puso una mano en su hombro—, déjame preocuparme en tu lugar. —Elio asintió, no muy convencido—. Bien, yo tengo que regresar a trabajar, Elio, ¿irás?

—No, le pedí permiso al licenciado para quedarme un par de días más, fue comprensivo y acepto, dijo que si podía, iba a venir a ver a mamá y a Annalise —explicó—, pero hay auditoria, así dudo mucho que venga.

—Está bien, nos vemos por la tarde. Luka, ten cuidado, si investigaron dónde vivimos, seguramente saben en donde trabajamos… o alguien se los dijo.

—Um, me cuidaré.

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Carlo llego a la oficina del fiscal de la ciudad, miro la enorme entrada, hombres y mujeres salían y entraban apresurados, era la sede de la máxima autoridad en el país y también, su lugar de trabajo. Si bien hacia periodismo, era el encargado de ver qué ninguna información importante se filtrara, además de proteger a los altos mandos de los chismes que podrían seguir.

Entro a prisa, como todos los demás. Caminó por los amplios pasillos llenos de personas hasta llegar al último piso, el cual ocupaban los jueces supremos y algunos empleados de confianza. Miró el escritorio de la secretaria Elizabeth, sin embargo, ella no estaba ahí, así que entró directamente a la oficina de Adrien, no obstante, él tampoco se encontraba en ese lugar.

Decidió ir a su oficina y llamar al chico, sin embargo, la llamada fue rechazada casi al instante. Miró la rosa sobre su escritorio, esa rosa que Adrien le obligaba a llevar todos los días para él (como si fuera una sorpresa, obviamente era ridículo), sin embargo, Adrien siempre estaba para recibirla con los brazos abiertos y lleno de felicidad, sí, siempre había estado ahí, pero ahora…

Decidió ignorar sus pensamientos y recuerdos y centrarse en la infinidad de trabajo que tenía. Desde el secuestro de Annalise no había asistido y todos los trabajos los había dejado a cargo de su asistente, ahora era el momento de ponerse al corriente con todo.

—Licenciado, el juez Gautier lo está buscando, dice que lo espera en su oficina para comer.

—¿Comer? —levantó la vista de los papeles que tenía enfrente y miró confundido a su asistente.

—Sí, señor, son las dos de la tarde.

Carlo miró su reloj, «cielos, se pasa muy rápido el tiempo», pensó—. Bien, ahora voy.

—De acuerdo. —Ella se giró para salir, sin embargo, fue detenida por la voz de su jefe.

—Ade —ella se detuvo, Carlo agarro la rosa de su escritorio, por suerte no se había marchitado aún, o al menos, no del todo—, ten, ponla en agua para que no se vea fea.

—Muchas gracias, Licenciado. —él asintió y salió de la oficina.

Carlo acomodó los gemelos en su camisa y caminó hasta la oficina del juez. Ellos tenían una buena amistad gracias a Adrien, era común que comieran juntos, sin embargo, siempre era porque estaban acompañados del molesto de su nieto.

—Juez Gautier —dijo mientras golpeaba la puerta de madera tres veces. Del otro lado, un hombre respondió con un “adelante”

—Carlo, que bueno que pudiste venir. Siéntate, ya ordene algo de comida para ambos.

—Se lo agradezco mucho —Carlo se sentó frente a él.

Una de las comodidades de los jueces era que tenían un comedor de cuatro sillas integrado en sus oficinas. Era muy conveniente para comer ahí, salir a algún restaurante todos los días sería agotador. Carlo agarro su porción de comida y comenzó a comer una vez que el juez dio el primer paso.

—Por cierto, ¿Cómo está tu familia?

—Bien, gracias por preguntar, señor.

—Oh, vamos, no hay por qué ser tan formales entre nosotros. Somos prácticamente familia —Carlo sonrió de manera forzada. Este hombre aún pensaba que él y su nieto estaban en ese tipo de relación, sin embargo, no conoce lo que hay detrás de ello. Pero pronto estaría libre de esas cadenas.

—El lugar no es el adecuado, prefiero mantener los formalismos.

—Bien, bien —dijo riendo, tal vez de forma exagerada—, siquiera ese chiquillo aprendiera de ti, pero es un dolor de cabeza.

—Bueno, Adrien está acostumbrado a ser quien manda.

—Sí, lo sé —el juez bebió un sorbo de jugo—, pero todo es mi culpa por malcriarlo, desde la muerte de sus padres yo le di todo y lo sobre protegí para que no se sintiera solo, pero solamente lo arruine. —El juez parecía decaído, aunque Adrien era muy bueno en los negocios, su personalidad dejaba mucho que desear.

Hubo silencio en la oficina. Carlo sabía sobre ese homicidio, la hija del juez y su yerno habían llegado de un viaje de negocios y se dirigían a su casa, hablaba por teléfono con Adrien cuando las detonaciones se escucharon. Adrien era un adolescente en ese entonces, corrió asustado hasta donde estaba su abuelo, sin embargo, lo último que el juez escuchó, fue la voz de ese hombre diciéndole que había sido su culpa por no seguir sus instrucciones.

—Por cierto —Carlo rompió el silencio—, no he visto a Adrien hoy, ¿Sabe dónde está?

—¿No te lo dijo? —el juez uso una servilleta para limpiar la comisura de su boca.

—¿Decirme, qué? —Carlo dejo los cubiertos a un lado y miró fijamente al hombre.

—Que lo envié a Miami Beach durante seis meses, se fue ayer por la tarde. Dijo que iría a verte para despedirse de ti, supongo que no lo hizo… ese niño, siempre te hace preocupar, no importa, lo reprenderé en tu lugar. Eres buen muchacho, no puedo dejar que te trate así. —el juez agarro el móvil, sin embargo, fue detenido por Carlo.

—Si fue a verme, solamente que hubo un malentendido y se enojó —dijo. Realmente había sido así, pensó que podía disculparse con él ese día, sin embargo, resulta que Adrien no regresaría hasta dentro de seis meses, así que, solamente quedarían seis meses de su contrato.

—No te preocupes, Adrien te quiere mucho, se enoja y es problemático, pero pronto te hablara y podrán arreglar sus problemas. Carlo —el juez se puso serio—, eres muy importante para él y estoy agradecido de que haya encontrado alguien como tú, pero, no quiere decir que acepte sus malos tratos. Una relación no debe ser así, Carlo, si mi nieto llega a insultarte de alguna manera, no me molestaré si decides dejarlo.

La conversación con el juez fue tranquila, después de regresar a su oficina, Carlo volvió a llamarle a Adrien, sin embargo, en ese momento el celular sonó ocupado. Intento de nuevo después de media hora, pero estaba apagado.

—Tch, que infantil —dijo.

Adrien se había enojado por nada, es decir, por más poder que tenga es injusto ir por ahí tratando a las personas como mierda y amenazando a quien se le dé la gana. Además, estaba asfixiando a esa enfermera, obviamente no iba a permitirlo, no mientras pudiera hacer algo.

Adrien fue quien se enojó y lo golpeó, él no debía disculparse primero.

—Bien, si me estás ignorando por una estupidez así, entonces te mostraré quien es el que no puede vivir sin el otro, Adrien Gautier. —Habló mientras miraba la pantalla de su teléfono, en el chat correspondiente a Adrien—. Considerando que nos queda un año juntos, vendrás a rogar por un poco de atención, y entonces, te haré pagar.

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El juez Gautier estaba revisando un caso recién asignado cuando su teléfono vibro sobre el escritorio. Miró la pantalla y vio el nombre de su amado nieto.

—Adrien, ¿Cómo te va?, ¿Te están tratando bien por allá?

[Si abuelo, me están tratando muy bien. Apenas terminé de instalarme en el departamento, ¿Tú cómo estás?]

—Lo mismo de siempre, por cierto, hablé con Carlo, y me dijo que no le habías comentado nada sobre tu viaje, Adrien, sabes que si quieres estar con él no me opongo, pero no quiero que seas de esas personas que únicamente se divierten un rato y luego van en busca de otros.

[Llevamos casi cinco años juntos, abuelo, ¿Qué te hace pensar que lo voy a dejar ir tan fácilmente? —el abuelo se quedó en silencio, era verdad lo que decía su nieto, sin embargo, había visto la forma en la que Carlo miraba a Adrien, y no podía descifrar si de verdad lo amaba o solamente lo veía como un amigo más. De cualquier forma, Adrien se aferraba a él y no podía intervenir en eso—, por cierto, ¿Le dijiste que estoy en Miami?]

—Se lo dije.

[Perfecto, ahora voy a ver si me pide perdón por lo que hizo, sino, haré que se arrepienta]

El anciano suspiro, cansino, esa actitud tan arrogante de su nieto no podría cambiar nunca. Lo había mandado a Miami para ver si, encontrándose con su viejo amigo, podía cambiar un poco esa actitud. Lo amaba, pero su insolencia podía causarle problemas en el futuro, y lo que menos quería era verlo sufrir.

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Nota de autor:

Bueno, quiero darles las gracias por leerme y decirles que en la historia veremos a tres parejas distintas, yo no escribió parejas heteros, no me gusta jaja, por ello, todas las parejas son Gays.

Se les dará a cada una el desarrollo que merecen, aunque tal vez sea un poco tardado, no quiero apresurar las cosas.

Eso es todo. gracias 😊

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