Capítulo 16. Me gusta.

—Señor… —tartamudeo, las manos apretadas contra el dobladillo de su ropa comenzaron a sudar.

—Es tuya —Salvatore puso el seguro y le dio la vuelta al arma y puso la empuñadura delante de él—, agárrala, rápido.

—S…si —Elio, aunque aún le temblaban las manos, agarro la pistola.

—Vamos —Salvatore rodeo por el hombro a Elio y lo llevo a una parte más alejada de la mansión. Elio llevaba la pistola con mucho cuidado, casi como si fuese de cristal—. El arma que tienes en la mano, es una pistola Beretta de nueve milímetros con capacidad máxima de quince tiros, dos cacerinas y un alcance de hasta cincuenta metros, no es la más poderosa, pero te puede salvar la vida.

—Yo no necesito esto.

—Por el momento, pero, una vez que nuestros rivales sepan que mi hijo tendrá un esposo, serás el blanco perfecto de muchos cabecillas de la mafia.

Elio miró el arma en sus manos. Lo había pensado antes, sin embargo, nunca imaginó que de verdad pasaría.

—Yo…

—No tienes que matar a nadie, Elio, pero debes mantenerte seguro —Elio sintió como si el hombre se preocupara por él. Estas personas eran difíciles de comprender. Un momento sentía que lo odiaban, utilizaban y humillaban y, al segundo siguiente le mostraban amabilidad, bondad, y le hacían pensar que se preocupaban por él—. Por supuesto que nosotros nos encargaremos de tu seguridad, pero si por algún motivo no podemos hacerlo, debes cuidarte tú.

—Bien, aprenderé a disparar.

—Perfecto, Scorpion, ven aquí —el muchacho, que no se veía mayor a veinticinco años, se acercó desde atrás. Su postura era recta y seria, en su oído se alcanzaba a ver un comunicador y en el lado izquierdo de su cuello un tatuaje de un escorpión, justo como su apodo lo decía—, Elio, él es Scorpion, te enseñara a disparar —Elio asintió—, lo dejo en tus manos, que no se lastime, o te haré pagar a ti —advirtió.

—Lo cuidaré bien, señor —dijo bajando la cabeza.

—Elio, ten cuidado.

—Sí, lo tendré —dijo. Salvatore les dio una última mirada y regreso a la mansión.

—Antes de que le enseñe como disparar, tiene que conocer el arma. —él agarro la pistola y comenzó a apuntar cada parte mientras le explicaba—. La beretta es fácil de usar, es una pistola cómoda. La parte trasera de la empuñadura acomoda una pequeña cola de castor que evita que el martillo golpee su mano. La ergonomía le permite un buen agarre alto sin preocuparse por la mordida del martillo o la corredora. Incluso la empuñadura de goma tiene mucho agarre. El seguro decocker es completamente ambidiestro, así que es fácil ponerlo o quitarlo de ambos lados. El botón de lanzamiento de cargador es grande y fácil de encontrar incluso con guantes. Aunque es un arma un tanto grande, es perfecta para los principiantes, el tamaño y peso es una de sus ventajas. El retroceso es muy bajo, al igual que la elevación de la boca del cañón.

—Bueno, supongo que es más fácil aprender chino mandarín que todo lo que acabas de decir. —Elio se rio y el chico simplemente sonrió.

—No es necesario que lo memorices todo, solamente como usarla y desarmarla —él puso el arma en las manos de Elio—, sigue mis instrucciones para que puedas desarmarla y armarla nuevamente.

—Bien, pero usa palabras sencillas, por favor, es complicado comprender todo de una.

—Lo intentare.

Scorpion comenzó a explicarle el procedimiento para desarmarla completamente. Elio aprendió rápido, después volvió a armarla. Era más fácil de lo que se escuchaba. Aunque tardo hasta el mediodía.

—Listo, ¿qué sigue? —Elio se veía emocionado por aprender. Él había soñado con ser militar, pero, al ser hijo del Dante Mancini no sería aceptado en la academia militar. Aunque aprender a disparar siendo aprendiz de unos mafiosos no era lo que buscaba, el resultado sería el mismo.

—Vaya a comer, seguiremos más tarde. Además, el señor Salvatore ordeno que recibiera entrenamiento físico también, necesita energías.

—Bien, nos vemos más tarde.

Elio entrego el arma y regreso a la mansión. Él había estudiado artes marciales mixtas, seguramente el entrenamiento seria pan comido.

—Joven, el señor Gabriele lo espera en su despacho —dijo una sirvienta cuando entro a la cocina.

—Iré en unos segundos —él agarró la garra de vidrio y sirvió otro poco de agua, después de terminarla lavó el vaso y lo dejo escurriendo, seguido de eso, fue al despacho del anciano.

—Adelante —la voz del anciano se escuchó después de que Elio tocara la puerta tres veces.

—Aquí estoy.

—Elio, en unos días habrá una fiesta donde te presentaremos como prometido de mi nieto, desde ese momento, estarás en la mira de varias personas que querrán lastimarte, pero, también serás la persona perfecta para ayudarnos.

—Comprendo, usted dígame que tengo que hacer, y lo haré.

—Perfecto. Por otro lado, el rector de la universidad me llamó, dijo que los trámites estaban completos, puedes comenzar a asistir el lunes. —Gabriele deslizo una hoja sobre el escritorio hacia Elio—. Es lo que necesitas, mañana iras a la universidad a comprar los libros y todo lo demás.

—Muchas gracias —Elio agarro la hoja y miró la lista. Eran demasiadas cosas, quien sabe si podía cargar todo desde donde lo dejaba el taxi.

—Scorpion será el encargado de tu seguridad y, por ende, tendrá que estar siempre contigo. Él te llevara y traerá a donde sea que quieras ir.

—Realmente no creo que sea necesario, señor, si me permite…

—Caminar desde donde te deja el taxi debe ser muy cansado, además gastaras mucho dinero, es mejor así, y podemos mantenerte seguro.

—Y vigilado, ¿no es cierto?

—Bueno, palabras más, palabras menos —Elio casi rodo los ojos, sabía que todo lo hacían con dobles intenciones. Tal vez enseñarle a disparar no era solamente para su protección.

—Si no hay nada más, me retiro.

—Adelante, ve a darte una ducha y acompáñanos a comer.

Elio asintió.

...----------------...

Fue una semana agotadora, Elio tenía que levantarse todos los días a las cinco de la mañana y salir a correr, después iba al gimnasio donde entrenaban todos los guardaespaldas. Scorpion le creo una rutina, aunque no era una persona que ganara masa muscular, sentía su cuerpo mucho más resistente.

Las clases de disparo eran después del desayuno. Tal como dijo Scorpion, el retroceso del arma y la empuñadura de goma le hacían fácil el agarre. Su puntería no era la mejor, pero daba en el blanco.

Por lo regular entrenaba bajo la atenta mirada de Salvatore, llegó a preguntarse si el hombre no hacía nada más que chismear en su vida, sin embargo, de vez en cuando lo veía acompañado de otras personas de su edad. Seguramente, hombres y mujeres que estaban en el mismo negocio ilícito que ellos.

Era sábado por la noche, Elio había terminado de darse una ducha. El día había sido bastante agotador. Lo único que deseaba era poder dormir y que nadie lo molestará. Se recostó en la cama y agarró uno de los libros que estaría estudiando el lunes.

Su cabello estaba revuelto por la secadora, el pijama no se había cerrado por completo y se podía ver un poco de su pecho, incluso una parte de ese botón rosado. Pero no había nadie, así que no le importaba mucho.

Abrió el libro en la página cincuenta y cuatro y siguió con la lectura del día anterior. Lamentablemente, no todo sale como se planea. Unos segundos después de comenzar a leer, la puerta de la habitación fue abierta y ahí lo vio.

Miró la hora, eran las doce de la noche, no esperaba que Vicenzo llegara en ese momento, no estaba listo para recibirlo. Sin embargo, ahí estaba, acababa de abrir la puerta.

Vicenzo traía una corbata a medio hacer, las mangas de la camisa dobladas hasta la mitad y los botones superiores abiertos, su cabello estaba un tanto despeinado y sus ojos se veían sumamente cansados. No obstante, todo ese cansancio se transformó al momento en el qué lo vió.

Elio, lleno de nerviosismo, dejo el libro a un lado y se puso de pie al instante.

—S-señor Vicenzo —dijo moviendo sus manos nerviosamente frente a él.

—No digas ni una maldita palabra más.

Advirtió con furia. Elio se encogió de hombros y miró hacia otro lado. Tal como lo había imaginado, la actitud del hombre era terrible. Pero no lo culpaba, cualquiera se enojaría si llegando a su habitación estuviera un desconocido ocupando su espacio.

Vicenzo dejo la maleta a un lado y salió de la habitación dando un portazo.

...----------------...

—Abuelo, ¿Por qué está en mi habitación? —Vicenzo entró enojado al despacho de su abuelo, el anciano lo miró y apagó el puro en el cenicero antes de preguntar.

—¿Hablas de Elio?

—¿De quién más, si no? —Él se acercó, teniendo una mirada furiosa sobre el anciano—, dijiste que si rechazaba el contrato de matrimonio la segunda ocasión me ibas a dejar en paz con eso, ¿Qué significa esto, entonces?

—Vino a mí rogando por otra oportunidad, ¿Que se supone que debería haber hecho?, ¿Decirle que no? —el anciano estaba tranquilo, mientras que la respiración de su nieto se aceleraba con cada palabra.

—Es obvio, ¿No?, Además, ¿Por qué rogaría?

—Le gustas, Vicenzo, obviamente no iba a decirle que no.

—¿Qué le gusto?, Sólo son puras estupideces, apenas y hemos cruzado palabras, ¿Cómo podría gustarle?

—Yo qué sé, así funciona esto. Cuando me enamoré de tu abuela, apenas y la vi por una hora para saber que era con quién quería pasar el rato de mi vida.

—¿Así que arreglaste un matrimonio a mis espaldas mientras estaba de viaje solamente porque ese mocoso te dijo que le gustaba?, —Vicenzo levantó una ceja, incrédulo, su abuelo no haría eso ni siquiera porque perdiera la razón.

—Sé que eres escéptico, pero también soy una persona que puede ver los sentimientos sinceros de los demás, y a ese muchacho le gustas mucho —el anciano se puso de pie y fue hasta donde su nieto se había quedado parado—, acéptalo, prueba que le gustas y enamórate de él, es un buen chico.

El anciano le dio una palmada en su hombro y después salió con pasos lentos y elegantes. Vicenzo sabía que no tenía otra opción más que seguir las órdenes de su abuelo, aflojó su corbata un poco más, parecía que el aire se estaba volviendo asfixiante.

Pensó en Elio y en lo que su abuelo había dicho, bien, si ese era su juego, iba a enseñarle como jugar de verdad. No sabía que había detrás, pero lo iba a descubrir, y cuando lo hiciera, Elio Mancini saldría de su vida peor que un perro sarnoso.

Regresó a su habitación, Elio estaba sentado en la cama, en el mismo lugar donde lo había dejado hacía unos minutos. Su cabello aún estaba húmedo y el pijama estaba medio abierto, dejando al descubierto parte de su blanquecino pecho ,Vicenzo se sintió asqueado, ¿Cómo se atrevía ese mocoso a intentar seducirlo de esa forma tan asquerosa?, Él era cien por ciento heterosexual, sus trucos baratos de seducción no tendrían enfecto alguno.

—No sé qué estés tramando, pero te aseguro que no te va a funcionar —dijo Vicenzo, dejando la corbata negra en el perchero a lado de la puerta.

—No estoy tramando nada, señor —Elio se veía tímido, pero Vicenzo no confiaba en esa actitud tan tranquila, después de todo, aún tenía las palabras de Luigi Mandeli presentes: no te dejes engañar por su apariencia.

Se acercó peligrosamente a Elio, quedó justo frente a él, Elio se veía como un indefenso conejito en la cama.

—Entonces, ¿Qué haces aquí? —sus ojos avellana parecían brillar de furia. Elio lo miró, más no se atrevió a mantener sus ojos en él, con mejillas sonrojadas esquivo esos ojos aterradores y respondió.

—Estoy seguro de que su abuelo ya se lo ha dicho, no hace falta que yo lo repita, señor —respondió, inquieto. Si bien Salvatore y Gabriele eran intimidantes, Vicenzo Di Marco les ganaba, y por mucho.

—Quiero escucharlo de tu boca.

Elio guardo silencio por un par de minutos, la mirada prenetrante de Vicenzo le hacía sentir mucho más avergonzado y temeroso. Nunca había dicho ese par de palabras a nadie, ni siquiera había practicado frente a un espejo, rebajarse a tanto era demasiado para él. Sin embargo, aspiro profundo y lo miró, sus ojos estaban brillantes y sus mejillas rosadas, realmente era como un conejo encantador y seductor, pero, obviamente, ante los ojos de Vicenzo, no era más que un arribista.

—Me gusta —dijo—, por eso viene aquí, y no descansaré hasta que usted sienta lo mismo que yo.

Al terminar de hablar, la vergüenza se apoderó de él y se escondió entre los edredones de la cama. En realidad, fue una reacción divertida de ver, pero Vicenzo no diría eso ni aunque le apuntarán con un arma.

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Comments

Claudia M. Sánchez S.

Claudia M. Sánchez S.

vamos a ver cuento te dura la heterosexualidad xd 😏

2024-04-30

4

Matsuri Uchiha{OP}╝⊰✡ ⚜️

Matsuri Uchiha{OP}╝⊰✡ ⚜️

hay aja y mi nv es Draco Malfoy 😑

2024-04-24

3

Odile D'Salle

Odile D'Salle

🐰🐇❤️

2024-03-11

2

Total
Capítulos
1 Capítulo 01. En la mira.
2 Capítulo 02. Perseguido.
3 Capítulo 03. Nostálgico.
4 Capítulo 04. La decisión.
5 Capítulo 05. Un peso menos.
6 Capítulo 06. Al borde del precipicio.
7 Capítulo 07. Única salida.
8 Capítulo 08. Precio a pagar.
9 Capítulo 09. Baby, te encontré.
10 Capítulo 10. Haré que te arrepientas.
11 Capítulo 11. Encuentro planeado.
12 Capítulo 12. Sólo espere, y verá.
13 Capítulo 13. Ni una llamada.
14 Capítulo 14. Lo que es justo.
15 Capítulo 15. Reencuentro.
16 Capítulo 16. Me gusta.
17 Capítulo 17. Durmiendo juntos.
18 Capítulo 18. Tierno y cariñoso.
19 Capítulo 19. Un café.
20 Capítulo 20. No soy un objeto.
21 Capítulo 21. Doble espía.
22 Capítulo 22. Es tu culpa.
23 Capítulo 23. No soy un juguete.
24 Capítulo 24. Te sigo amando.
25 Capítulo 25. Sentirse mal.
26 Capítulo 26. Trato.
27 Capítulo 27. Ser sincero.
28 Capítulo 28. Que idiota.
29 Capítulo 29. Quién de los dos.
30 Capítulo 30. Confesión.
31 Capítulo 31. Furioso.
32 Capitulo 32. Cómo una cita.
33 Capítulo 33. Amor platónico.
34 Capítulo 34. Reafirmando el amor.
35 Capítulo 35. Terminar antes de empezar.
36 Capítulo 36. Cómo en el infierno.
37 Capítulo 37. Necesidad de monopolio.
38 Capítulo 38. Cuida de él.
39 Capítulo 39. Bajó amenaza.
40 Capítulo 40. Barrotes de oro.
41 Capítulo 41. Dispuesto a matar.
42 Capítulo 42. Este es tu regalo.
43 Capítulo 43. Te quiero, Elio.
44 Capítulo 44. Desaparecido.
45 Capítulo 45. Tenlo en mente.
46 Capítulo 46. Secuestro.
47 Capítulo 47. El final que merece.
48 Capítulo 48. Te encontrare, Elio.
49 Capítulo 49. Estás a salvo.
50 Capítulo 50. Ni verte, ni escucharte.
51 Capítulo 51. Dispuesto a demostrarlo.
52 Capítulo 52. Los vengaré.
53 Capítulo 53. Un poco de felicidad.
54 Capítulo 54. Me lo debes.
55 Capítulo 55. Estarás bien.
56 Capítulo 56. Llorando como niño.
57 Capítulo 57. Saldando cuentas.
58 Capítulo 58. Morfo azul.
59 Capítulo 59. Mi adicción.
60 Capítulo 60. Se gentil.
61 Capítulo 61. Mi hermosa mariposa.
62 NUEVA NOVELA
Capítulos

Updated 62 Episodes

1
Capítulo 01. En la mira.
2
Capítulo 02. Perseguido.
3
Capítulo 03. Nostálgico.
4
Capítulo 04. La decisión.
5
Capítulo 05. Un peso menos.
6
Capítulo 06. Al borde del precipicio.
7
Capítulo 07. Única salida.
8
Capítulo 08. Precio a pagar.
9
Capítulo 09. Baby, te encontré.
10
Capítulo 10. Haré que te arrepientas.
11
Capítulo 11. Encuentro planeado.
12
Capítulo 12. Sólo espere, y verá.
13
Capítulo 13. Ni una llamada.
14
Capítulo 14. Lo que es justo.
15
Capítulo 15. Reencuentro.
16
Capítulo 16. Me gusta.
17
Capítulo 17. Durmiendo juntos.
18
Capítulo 18. Tierno y cariñoso.
19
Capítulo 19. Un café.
20
Capítulo 20. No soy un objeto.
21
Capítulo 21. Doble espía.
22
Capítulo 22. Es tu culpa.
23
Capítulo 23. No soy un juguete.
24
Capítulo 24. Te sigo amando.
25
Capítulo 25. Sentirse mal.
26
Capítulo 26. Trato.
27
Capítulo 27. Ser sincero.
28
Capítulo 28. Que idiota.
29
Capítulo 29. Quién de los dos.
30
Capítulo 30. Confesión.
31
Capítulo 31. Furioso.
32
Capitulo 32. Cómo una cita.
33
Capítulo 33. Amor platónico.
34
Capítulo 34. Reafirmando el amor.
35
Capítulo 35. Terminar antes de empezar.
36
Capítulo 36. Cómo en el infierno.
37
Capítulo 37. Necesidad de monopolio.
38
Capítulo 38. Cuida de él.
39
Capítulo 39. Bajó amenaza.
40
Capítulo 40. Barrotes de oro.
41
Capítulo 41. Dispuesto a matar.
42
Capítulo 42. Este es tu regalo.
43
Capítulo 43. Te quiero, Elio.
44
Capítulo 44. Desaparecido.
45
Capítulo 45. Tenlo en mente.
46
Capítulo 46. Secuestro.
47
Capítulo 47. El final que merece.
48
Capítulo 48. Te encontrare, Elio.
49
Capítulo 49. Estás a salvo.
50
Capítulo 50. Ni verte, ni escucharte.
51
Capítulo 51. Dispuesto a demostrarlo.
52
Capítulo 52. Los vengaré.
53
Capítulo 53. Un poco de felicidad.
54
Capítulo 54. Me lo debes.
55
Capítulo 55. Estarás bien.
56
Capítulo 56. Llorando como niño.
57
Capítulo 57. Saldando cuentas.
58
Capítulo 58. Morfo azul.
59
Capítulo 59. Mi adicción.
60
Capítulo 60. Se gentil.
61
Capítulo 61. Mi hermosa mariposa.
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