Capítulo 20. No soy un objeto.

—Ya no lo soportó. Parece un niño, Luka, quiero café. Luka, ayúdame a bañar. Luka, cambia mi camisa. Luka, no puedo cambiar mi pantalón, ayúdame. ¡Carajo!, es una piedra en el zapato.

—¡Joder! —Andrea soltó una carcajada. Era demasiado divertido ver a Luka desesperado. Ese rostro de póker al fin tenía expresiones.

—Cierra la boca, Andrea —Luka se dejó caer sobre el sillón de piel. Se suponía que iba a tener una excusa para no acompañarlo todo el día, sin embargo, el traidor de su jefe le había dado permiso de dejar el trabajo temporalmente.

—Amigo, estoy feliz por ti —Andrea puso una mano sobre su hombro y le dio un par de palmadas, pero Luka la quito con fuerza.

—¿Feliz por qué?, es una mierda de situación, de persona, todo es una mierda —refunfuño.

—Al fin puedo ver una expresión diferente a esa aburrida cara en blanco — Andrea se dio la vuelta y miro hacia las escaleras que subían a la oficina de su jefe—, pensé que no podías tener un sentimiento por nadie más que por ti y tu familia, pero odias a ese tipo, así que te descartaré como psicópata o sociópata.

—Tú sí que eres un imbécil, ni siquiera sabes qué es eso —Luka rodó los ojos.

—Solamente sé que pueden ser asesinos a sangre fría —Andrea elevo los hombros con una sonrisa

—Eres un imbécil… —Luka lo empujo levemente—, anda, ve a trabajar.

—De acuerdo, de acuerdo jefe.

Andrea regresó a su lugar de trabajo y Luka se fue a una mesa en el fondo. Habían llegado hacía unas horas y ese imbécil al que tenía que cuidar no parecía tener prisa por irse.

—Hola, lindo —un chico, con un rostro tosco, se acercó a él con una margarita en cada mano. Puso una frente a Luka y se sentó.

—¿Qué mierda quieres? —Luka movió la copa con un tanto de brusquedad hacia él.

—Eres rudo, me gusta —el tipo volvió a acercar la copa, Luka lo vio con irritación—, tienes lindos ojos… —el hombre extendió su mano hacia el rostro de Luka, sin embargo, antes de que sus dedos tocaran siquiera un milímetro del rostro de Luka, su mano fue puesta contra su espalda y su rostro contra la mesa.

—¿Quieres morir?

—¿Q-qué t-te pa-pasa?

—Fíjate en quien pones tus asquerosas manos, fíjate bien —Dragón lento la cabeza del hombre de los cabellos e hizo que mirara a Luka, quien, de hecho, se había puesto de pie—, él es mío y si alguien se atreve a poner siquiera uno de sus sucios dedos sobre su rostro o cualquier parte de su cuerpo, incluso si solamente tocan el dobladillo de su camisa, los cortaré yo mismo, y créeme, será lento y doloroso, tanto que desearás la muerte.

—Perdón, perdón, no sabía, perdón —las lágrimas comenzaban a escurrir sobre sus mejillas y su rostro se veía mucho peor que antes.

—Maldita basura —Dragón golpeo su rostro contra la mesa y una vez que cayó al suelo le dio una patada que lo dejo sin aire—, él es demasiado hermoso para una basura horrible para ti.

—Dragón, es suficiente —Luka lo agarró del brazo y lo alejo cuando Dragón estaba a punto de golpearlo nuevamente. Dragón volvió la mirada hacia él y su cuerpo se relajó un poco.

—Sáquenlo de aquí, y Leo, ya sabes qué hacer. —Leo asintió y levanto al hombre del suelo, sin embargo, antes de poder dar un par de pasos, Luka se puso frente a él.

—¡No, no, esperen!

—¿Esperar?, el bastardo te estaba molestando e intento tocarte. —Dragón se veía furioso, ni siquiera sus hombres lo habían visto así cuando un trabajo salía mal. Ni siquiera él mismo sabía por qué estaba tan irritado. Luka solamente era una forma de divertirse, obviamente no debía estar enojado porque otro hombre lo tocará.

—¡Podía defenderme!, si tú no hubieras llegado le hubiese partido la cara, pero no es necesario hacerle algo más. —Luka estaba alterado. Podía imaginar a qué se refería con “saber qué hacer” —. No me hizo nada, estoy bien, ¿Lo ves?, es suficiente con lo que ya le hiciste.

Dragón mantuvo la mirada sobre los ojos de Luka, le irritaba demasiado ver a ese chico defendiendo a otro hombre, sin embargo, sabía que era porque Luka no hacía el mismo trabajo que ellos, pero aun así, el sentimiento de enojo seguía presente.

Los guardaespaldas se quedaron esperando órdenes. Obviamente, su jefe nunca había dejado ir a nadie ni siquiera porque se arrodillará ante él, así que, no creyeron que sería diferente en esa ocasión.

—Tks —Dragón agarro su cabello—, Leo, sácalo, pero no le hagas nada.

—Sí, señor.

Todos, incluso Luka, se quedaron sorprendidos. Aunque él había pedido una oportunidad para ese desagradable hombre, nunca pensó que Dragón, un jefe de la mafia buscado por la DEA, le hubiese hecho caso.

—Vámonos, este lugar no es para ti —Dragón puso una de sus manos sobre la espalda baja de Luka y lo condujo hasta la salida. Luka solamente se despidió rápidamente de Andrea con un movimiento de mano antes de salir completamente del bar. Dragó les ordenó a sus hombres que subieran a sus autos y lo escoltaran hasta donde vivía su médico particular.

—Gracias —susurro cuando ambos estuvieron en la camioneta.

—Es la última vez que te hago caso, la próxima le haré saber al bastardo que se atreva a tocarte a quien le perteneces.

—¿Disculpa? —Luka se sintió sumamente ofendido al ser tratado como un objeto solamente.

Había pasado más de una semana desde que había comenzado a cuidar de Dragón, y aunque mantenía su distancia, Dragón siempre aprovechaba cualquier situación para abrazarlo por la cintura, tocar su rostro, acariciar su cabello, o cualquier otra cosa que implicará contacto físico.

—Me gustas, Luka, por eso hago todo esto.

Eso fue lo que le respondió hacía unos días cuando le pregunto por qué esa actitud hacia él. Desde ese momento, Dragón comenzó a ser más insinuante en cuanto a sus intenciones, incluso llegó a besar su cuello, por supuesto, él no se dejaría engañar por tratos lindos o palabras vacías. No era un secreto para nadie que Dragón gustaba de tener una lista de amantes y buscarlos cuando se aburría para después dejarlos nuevamente. Él no estaba dispuesto a ser uno más del montón.

—Lo escuchaste bien, Luka, tú eres mío, ¿No deje una marca el tu cuello?

—¿Bromeas? —Luka arrugó el ceño—, ¡no soy un puto objetó!, no puedes decir que te pertenezco cuando ni siquiera lo he aceptado, que quede claro que solamente estoy contigo para cuidar la herida del brazo.

—Deja de hacerte el difícil —Dragón sostuvo el rostro de Luka de la barbilla y lo obligó a girarse hacia él—, Luka, tengo una enorme lista de personas que quisieran ocupar tu lugar, solamente déjame probarte y tendrás todo lo que desees.

Luka soltó una carcajada y dio un manotazo a la mano de Dragón.

—Me importa una mierda. Si tienes una lista, busca a cualquier otra persona, yo nunca estaría con alguien que me tiene como una puta opción para su propia satisfacción. —Luka se cruzó de brazos y miró por la ventana. Realmente odiaba ser tratado como uno más del montón.

—Dejaré que pase un tiempo y veremos si te entregas a mí, pero recuerda algo, yo no soy un hombre de paciencia, puedo cumplir cualquier deseo que tengas, pero la oferta es limitada, cariño.

—¿De verdad?, en este momento deseo que te metas tus palabras por el puto…

—¡Basta!, eres lindo, lástima que tu boca es otra historia.

—Oh, una disculpa, señor empresario —Luka fue sumamente sarcástico—, pero yo solamente habló de forma educada con quien lo merece.

—Te he tratado bien, ¿acaso no merezco un poco de respeto?

—¿Tratado bien?, el acoso no es un sinónimo de un buen trató, además, nuestro tiempo juntos ha llegado a su fin.

—¿De qué hablas?, aún me duele el brazo.

—No puedo creerlo, te vi golpear al bastardo con suficiente fuerza como para decir que estás completamente bien.

—En realidad no, la adrenalina del momento fue de gran ayuda, sin embargo, aún me duele, y siento que se abrieron un par de puntadas.

—No me engañes —Luka presionó con fuerza el brazo de Dragón. Era verdad que su herida aún no había sanado, incluso comenzó a brotar un poco de sangre, así que con fuerza, presionó las manos de Luka contra el asiento del auto.

—Duele —susurró muy cerca de los labios de Mancini, tan cerca que podía sentir sus labios rozar—, se más gentil conmigo.

—B-bien, pero hazte a un lado —Luka giró su rostro, sentía que si seguía tocado los labios del contrario de esa manera, en cualquier momento, Dragón iba a besarlo.

—¿Te pongo nervioso?, estás tartamudeando.

Dragón sonrió, complacido por la reacción tan tierna de Luka. Por otro lado, Luka estaba sumamente nervioso.

Después de comenzar a cuidarlo, Dragón comenzó a acercarse a él más de lo debido, Luka siempre lo apartaba, pero, al parecer, al jefe de la mafia le gustaba su resistencia y eso lo hacía excitarse más. Luego de unos días, Luka simplemente aceptó la aproximación de Dragón.

Dragón lo abrazaba, lo obligaba a sentarse en su regazo, incluso llegó a lamer, besar y morder su cuello. Al principio odiaba todo eso, sin embargo, al momento a dejar de luchar contra él, ese contacto forzado comenzó a, de alguna manera, gustarle, no obstante, él jamás lo aceptaría. Además, conocía la reputación que Dragón tenía, por supuesto que él no buscaba ser apreciado por un momento y después abandonado como basura. Por ello, aunque la sensación de ser tocado por el mafioso era agradable, debía convencerse y convencerlo de que lo odiaba.

—El jefe solamente está jugando con él, cuando se canse, tendremos a otro loco gritándonos para poder entrar a su cama.

Eso es lo que escuchó mientras pasaba por un pasillo. Sí, él lo sabía. Cómo todo mafioso, Dragón, nunca tomaba a una pareja en serio. Simplemente se divertía hasta saciarse y, después de eso, los dejaba a un lado sin importarle nada. Pero él era distinto, aun si no odiaba lo que Dragón hacía con su cuerpo, prefería morir antes que aceptarlo. No sería la burla de nadie.

—¿Nervioso? —Luka se rio—, ¿Por un viejo como tú? —miro a Dragón con burla en sus ojos. Dragón sonrió. Realmente amaba verlo así de desafiante.

—Este viejo —se acercó a su cuello y aspiro su aroma: era dulce y embriagador. Paseo con su lengua sobre el delicado cuello de Luka y mordió el lóbulo de su oído—, puede hacerte ver las estrellas. —continuó.

—Intenta hacer algo más y tendrás mi pie en tu rostro —Luka intento quitar las manos de Dragón de sobre las suyas, sin embargo, el agarre era fuerte. Seguramente dejaría alguna marca.

—Que agresivo —Dragón lo libero—, pero no te preocupes, mientras no sea consensuado, mantendré mis manos lejos de tu cuerpo —acaricio levemente el cuello de Luka—, después de todo, sé que caerás a mis pies.

Luka odiaba lo seguro que se mostraba cada vez que decía algo como eso. Odiaba pensar que, de alguna forma, Dragón ya había ganado. Quién sabe si era masoquista y le gustaba que lo forzará de esa manera. No sabía si era por el interés que Dragón había mostrado en él que, por momentos, quería ceder ante su deseo carnal. O simplemente era un imbécil al que unas palabras lindas, algunas caricias y algunos besos, le estaban lavando el cerebro.

—Eso es infinitamente imposible. No me gustan los viejos —Luka se cruzó de brazos y lo miró con arrogancia—, prefiero a alguien joven, un hombre atractivo, con una personalidad fuerte y arrogante, pero que de todo por mí y que yo sea la única persona para él, no a un idiota que me tiene en una lista de opciones.

—Parece que estás describiendo a alguien, Luka —Dragón se veía irritado—, dime quién es el hijo de puta que se atreve a robar mi posesión.

—Nadie que te importe. Él no me trata como un maldito objeto que puede cambiar a su puto antojo, así que no te metas en eso, o te juro que, sin importar las consecuencias, te romperé la cara. Que te quede claro, ¡no soy un objeto!

Dragón apretó la mandíbula y guardo silencio cuando Luka salió del auto azotando la puerta. Se sentía frustrado al saber que al chico que tanto le rogaba, estaba pensado en otro. Su mano golpeó fuertemente la ventana del automóvil que, si no estuviese blindado, lo hubiese roto.

—Leo —el chófer miró por el retrovisor a su jefe. Desde que comenzó a conducir escuchó cada palabra de los dos sin atreverse a intervenir—, investiga quién es la persona que le gusta a Luka y tráelo ante mí.

—Si señor.

Leo se quedó sorprendido un poco, desde que comenzó a trabajar con Dragón jamás lo había visto comportarse así por nadie. Jamás alguien había sido investigado, incluso los que realmente tenían una pareja, para Dragón todos eran desechables, pero, por lo visto, Luka era distinto al resto.

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