Capítulo 17. Durmiendo juntos.

«Veamos hasta donde llegas, niño» pensó.

Vicenzo se dio media vuelta y fue al cuarto de baño. Elio no se atrevió a moverse ni un centímetro. Se quedó acurrucado hasta que dejó de escuchar el ruido de la regadera, y después de algunos minutos, la puerta fue abierta. Su corazón comenzó a latir con fuerza por el sentimiento de ansiedad.

—Muévete, no me gusta dormir de aquel lado —la voz de Vicenzo era fuerte y muy varonil, pero no era el momento de pensar en ello.

Elio creyó que, como Vicenzo estaba inconforme con él ahí, iba a dormir en otro lugar, pero, para su mala suerte, Vicenzo lo movía de un lado a otro, tal vez, creyendo que estaba dormido.

Aunque sin ganas de hacerle caso, Elio movió rápidamente su cuerpo al lado derecho. No sé atrevió a quitarse las sábanas de encima ni mucho menos a sacar el rostro.

«Mierda, mierda, ¿ahora qué hago?», se cuestionaba internamente mientras luchaba con sus ganas de levantarse y huir del lugar.

Él no estaba acostumbrado a dormir de ese lado tampoco, se había dado cuenta que, aunque durmiera apoyado sobre su hombro derecho o de cara hacia arriba, tenía miedo de en la noche darse la vuelta y terminar con el rostro hacia Vicenzo.

Planeó no dormir en toda la noche. Sintió como el hombre se recostaba del otro lado de la cama. Su anatomía era mucho más grande y obviamente, el peso también era mayor, por eso, cuando Vicenzo se recostó, la cama se hundió un poco haciendo que el cuerpo de Elio rodará un poco hacia él. Pero Elio rápidamente se movió otra vez.

Quién sabe cuánto tiempo había pasado, pero los ojos de Elio estaban cansados y sentía que se cerrarían en cualquier momento. Por otro lado, Vicenzo estaba profundamente dormido, su respiración era relajada, por suerte, él no se había movido en todo ese tiempo.

«Joder, esto es demasiado…», pensó Elio. Al día siguiente no tenía que ir a su entrenamiento, pensó que podía descansar hasta tarde, pero, al parecer, ni siquiera podía dormir tranquilo esa noche.

...----------------...

Los rayos del sol entraban por el enorme balcón, que permanecía con las cortinas a medio cerrar. El rostro de Elio estaba delineado perfectamente por aquel brillo dorado. Su cabello se veía sedoso y brillante, su boca entre abierta y labios rosados, eran una invitación a cualquier hombre o mujer a tomarla. Sus pestañas largas le hacían sombra en los ojos. Su respiración era lenta y rítmica. De hecho, era hermoso, sin duda alguna, pero Vicenzo solamente lo veía como un arribista.

Vicenzo, que había despertado hacia algunas horas, sintió como había un peso extra sobre su pecho. Él era una persona que se mantenía quieto cuando dormía. Sin embargo, la persona que durmió a su lado parecía tener el hábito de moverse mucho.

La noche anterior estaba completamente agotado, aunque los negocios habían salido según lo planeado, tratar con esos extranjeros fue un verdadero dolor de cabeza. Al llegar vio a ese niño metido en su cama, después fue informado de un futuro matrimonio. Estaba cansado y enojado, pero si Elio intentaba conquistarlo y coquetear con él, entonces le seguirá el juego hasta que ese niño ya no pudiera más, o se enamore de él, después de eso, sería muy sencillo desecharlo. Cómo todas las parejas que había tenido.

No pensó que su coqueteo iniciaría mientras dormía.

Por la noche, Vicenzo sintió como el niño se movía a su lado. Primero se giró con la cara hacia arriba, decidió ignorarlo y seguir durmiendo. Tenía el sueño ligero, así que con cualquier cosa podía despertarse y cuando Elio lo abrazo por el pecho, puso una de sus piernas sobre él y recargó su cabeza en su brazo, obviamente se despertó.

Lo empujó dos o tres veces, pero Elio seguía regresando al mismo lugar, al final, decidió dejarlo así, estaba demasiado cansado como para seguir luchando contra él.

—Qué manera tan cutre de conquista, hacerte el dormido para abrazarme —musitó.

La puerta fue golpeada con suavidad, Elio se retorció un poco, pero no se despertó, de hecho, afianzó más su agarre en él. Vicenzo rodó los ojos, si el chico fuese una linda jovencita, desde hace horas la hubiera despertado con besos y caricias, pero al ver su pecho plano se sentía asqueado de tenerlo encima. Ignoró eso e hizo pasar a la persona que esperaba afuera.

—Señor, traje el desayuno —el joven se quedó paralizado en su lugar al ver la escena en la cama. No era un secreto para él que, debido a diferentes circunstancias, Elio se había visto obligado a contraer matrimonio con Vicenzo, por ende, al verlo abrazando de esa forma tan íntima al jefe, no podía creerlo.

Vicenzo noto la intensa mirada de Scorpion sobre Elio y arrugó las cejas. Su abuelo le había informado que ese joven había tomado el lugar de guardaespaldas personal de Elio y era el encargado de su entrenamiento desde hacía una semana, tal vez tenían una buena relación, pero eso no significaba que pudiera verlo como lo hacía.

Quién sabe que lo llevo a hacer aquello, pero cubrió a Elio con las sábanas hasta el cuello. Scorpion vio ese acto y supo que su mirada lo había causado. Miró a su jefe y tenía una mirada asesina sobre él. No pensó que Vicenzo fuese tan posesivo con alguien a quien ni siquiera quería.

—Ponlo en la mesa y lárgate de aquí.

Scorpion asintió y caminó rápidamente a la mesa que había en medio de la pequeña sala de la habitación. Aunque el tono de voz no fue especialmente fuerte, aún pudo sentir el coraje en las palabras de su jefe. Después de dejar el desayuno salió de la habitación y sintió que volvió a respirar con normalidad.

Vicenzo se quedó viendo unos segundos más a Elio antes de comenzar a moverlo.

—El sol está en lo alto, es hora de que despiertes —dijo.

Elio se movió un poco y abrió los ojos lentamente, estaba cómodo en esa posición, sin embargo, tan pronto como vio que estaba recostado sobre Vicenzo, y que esté lo veía fijamente, se apresuró a levantarse. Casi brinco de la cama.

—Y-yo, yo, lo siento —su nerviosismo era claro, y sus mejillas enrojecieron al punto de casi parecer maquillaje. Sus oídos y la parte trasera de su cuello también se tiñeron de rojo.

—¿Sabes?, nadie había sido tan descarado como para dormir sobre mí —Vicenzo se puso de pie y Elio se sintió más avergonzado. El hombre solamente llevaba una bata y estaba abierta del pecho.

—No, no, yo no quería, estaba dormido y...

—¿Seguro?, a mí parecer, estabas sumamente cómodo mientras me abrazabas.

La vergüenza aumento a niveles descomunales, Elio ya no tenía una respuesta para eso, su única opción fue correr hacia el cuarto de baño y permanecer ahí por casi una hora. Por otro lado, Vicenzo se sintió triunfante ante tal acto. Si no calculaba mal, en menos de un mes el chico renunciaría a cualquier trato que hubiese hecho con su abuelo y saldría por su propia cuenta.

—Esto será como quitarle un dulce a un niño —menciono con una sonrisa llena de satisfacción, mientras comía una uva que iba en el desayuno.

...----------------...

—Elio, ven aquí —el abuelo Gabriele le llamó desde la sala de estar, Elio pensaba pasar desapercibido por el resto del día, no pensó que con tan solo bajar se encontraría con el anciano—, ¿Cómo estuvo la noche?

—Sinceramente, fue una mierda —Elio soltó un suspiró y se dejó caer sobre el respaldo del sofá. Durante el poco tiempo que había convivido con Gabriele Di Marco, se había dado cuenta que al hombre no le importaba mucho su forma de hablar, el buscaba gente útil y no educada.

—Mi nieto es atractivo, no creo que fuera tan difícil.

Y él lo sabía. Vicenzo, a pesar de ser un mafioso, tenía aires de protagonista de novela. Y, realmente el físico no era el problema, pero era un hombre peligroso y alguien que no le agradaba en absoluto. Además, Elio nunca había coqueteado con nadie ni mucho menos, le costaba bastante ser atrevido.

—Lo sé, sin embargo, el problema es que no me gusta en absoluto —dijo—, por ende, me es complicado coquetear con él.

—Bueno, ya mejorarás —menciono mientras reía—, por cierto, ¿Recuerdas la fiesta de la que te hablé? —Elio asintió—, tienes que ir a buscar ropa adecuada para ello, obviamente, tendrán que llevar un traje de pareja.

—Señor, no creo que su nie…

—Oh, Vicenzo, que bueno que llegas —Elio volvió la mirada hacia la entrada de la mansión y lo vio llegar con un maletín en mano—, le decía a Elio que necesitaran ropa en pareja para la fiesta que habrá dentro de quince días.

—Es verdad —aunque Elio rogaba porque el hombre dijera que le desagradaba completamente la idea, para su sorpresa, sonrió y asintió. Vicenzo caminó hasta la sala y ocupo un lugar a su lado, después, lo abrazo por el hombro y lo pego a su cuerpo, Elio solamente pudo enrojecerse—, mi novio y yo iremos a comprarlas hoy mismo abuelo, no tienes que preocuparte por ello.

Elio se vio obligado a fingir una sonrisa. ¡Se supone que él es quien debe coquetear, no al revés!, sí, le faltaba mucha práctica en el ámbito del coqueteo. Si quería ganarle este juego a Vicenzo Di Marco, debía hacerlo mejor.

—Yo, iré al jardín, con su permiso.

Pero no estaba preparado en absoluto para enfrentarlo, además, aún tenía que idear un plan para que todo saliera perfecto.

Elio corrió hasta donde estaba el campo de tiro donde practicaba, por suerte no había nadie ahí, podía tranquilizar su respiración y maldecir mil veces a Vicenzo por ponerlo en esa situación. De verdad estaba nervioso. Tal vez coquetear con alguien de su misma edad o un año mayor no era difícil, pero atacar a un hombre muchos años mayor que él, era demasiado.

—Joven señor —la voz de Scorpion hizo que Elio se girara a verlo—, ¿Esta bien?, ¿tiene fiebre?, su rostro está muy rojo.

—Sí, lo estoy, es que tengo calor —se apresuró a aclarar—, Scorpion, ¿Sabes cómo conquistar a alguien?

Él se quedó en blanco. Realmente no tenía mucha experiencia en ese tema, pero, sabía algún que otro truco, aunque nunca lo había aplicado en hombres y estaba claro para quien iba esa conquista.

—No mucho, pero lo poco que sé me resultaron útiles cuando conquiste a mi prometida —dijo.

—Genial, entonces, necesito tu ayuda.

Elio estaba resultó a no ser la burla o juguete de Vicenzo. No le daría más el gusto de verlo avergonzado a causa de sus acciones.

...----------------...

—Vámonos —Vicenzo comenzó a caminar hacia la salida siendo seguido por dos de sus hombres y Elio, los cuatro subieron a una camioneta negra y el conductor comenzó el viaje.

Elio ya no sentía tantos nervios de estar al lado de esa persona, la conversación con Scorpion le había ayudado mucho a entender cómo debía comportarse si quería, al menos, tener un poco de la atención de Vicenzo. Era crucial que él sintiera un poco de atracción, así evitarían una posible guerra interna por el poder entre los Di Marco.

Después de una hora y media, llegó el centro comercial más exclusivo de la ciudad. Elio jamás había puesto un pie ni cerca de ese lugar, pero ahora, supuso que iban a comparar la ropa para esa fiesta, que para él, era su sentencia de muerte.

—Vamos.

Elio caminó en silencio detrás de él. Los empleados los saludaban como si estuviesen viendo a su jefe, entonces se dio cuenta que el hombre era en verdad el dueño de la tienda. Él desconocía que alcance tenían los Di Marco, pero su madre le había dicho que eran prácticamente dueños del país. Él no lo creyó en ese momento, pero, viendo que no sólo controlaban el mercado automotriz y el de infraestructura, sino también el mercado textil, era muy probable que tuvieran poder sobre muchas más cosas.

—Presidente, que bueno que viene por acá, ¿Puedo ayudarle en algo? —un hombre de unos cuarenta años se acercó a ellos, aunque le dio una mirada despectiva a Elio, su sonrisa no dejó su rostro al encontrarse con los ojos avellana de Vicenzo.

—Ropa a juego para nosotros, busca algo que se adapte a su figura, que sea de acordé a su edad y busca algo para mí que convine con él.

—En seguida.

—Quédate aquí.

Elio ni siquiera tuvo tiempo de responder cuando Vicenzo ya había comenzado a alejarse. Pensó que, siendo el dueño del lugar, tendría asuntos pendientes, sin embargo, lo vio ir y sonreírle coquetamente a una chica que se paseaba por el lugar.

Seguramente aprovechaba su posición como presidente para llevarse a la cama a cualquier mujer que estuviera dispuesta para él.

—Bien, es hora de poner en marcha los consejos de Scorpion. —susurró.

Más populares

Comments

Gladys Zapata

Gladys Zapata

uyyy ésto se ve interesante

2024-04-25

1

Osorio Elizabet

Osorio Elizabet

Q empiense el juego tu puedes no te dejes

2024-03-16

3

julieth paola

julieth paola

cómo que prometida? ya los estaba shipeando /Chuckle/

2024-03-08

6

Total
Capítulos
1 Capítulo 01. En la mira.
2 Capítulo 02. Perseguido.
3 Capítulo 03. Nostálgico.
4 Capítulo 04. La decisión.
5 Capítulo 05. Un peso menos.
6 Capítulo 06. Al borde del precipicio.
7 Capítulo 07. Única salida.
8 Capítulo 08. Precio a pagar.
9 Capítulo 09. Baby, te encontré.
10 Capítulo 10. Haré que te arrepientas.
11 Capítulo 11. Encuentro planeado.
12 Capítulo 12. Sólo espere, y verá.
13 Capítulo 13. Ni una llamada.
14 Capítulo 14. Lo que es justo.
15 Capítulo 15. Reencuentro.
16 Capítulo 16. Me gusta.
17 Capítulo 17. Durmiendo juntos.
18 Capítulo 18. Tierno y cariñoso.
19 Capítulo 19. Un café.
20 Capítulo 20. No soy un objeto.
21 Capítulo 21. Doble espía.
22 Capítulo 22. Es tu culpa.
23 Capítulo 23. No soy un juguete.
24 Capítulo 24. Te sigo amando.
25 Capítulo 25. Sentirse mal.
26 Capítulo 26. Trato.
27 Capítulo 27. Ser sincero.
28 Capítulo 28. Que idiota.
29 Capítulo 29. Quién de los dos.
30 Capítulo 30. Confesión.
31 Capítulo 31. Furioso.
32 Capitulo 32. Cómo una cita.
33 Capítulo 33. Amor platónico.
34 Capítulo 34. Reafirmando el amor.
35 Capítulo 35. Terminar antes de empezar.
36 Capítulo 36. Cómo en el infierno.
37 Capítulo 37. Necesidad de monopolio.
38 Capítulo 38. Cuida de él.
39 Capítulo 39. Bajó amenaza.
40 Capítulo 40. Barrotes de oro.
41 Capítulo 41. Dispuesto a matar.
42 Capítulo 42. Este es tu regalo.
43 Capítulo 43. Te quiero, Elio.
44 Capítulo 44. Desaparecido.
45 Capítulo 45. Tenlo en mente.
46 Capítulo 46. Secuestro.
47 Capítulo 47. El final que merece.
48 Capítulo 48. Te encontrare, Elio.
49 Capítulo 49. Estás a salvo.
50 Capítulo 50. Ni verte, ni escucharte.
51 Capítulo 51. Dispuesto a demostrarlo.
52 Capítulo 52. Los vengaré.
53 Capítulo 53. Un poco de felicidad.
54 Capítulo 54. Me lo debes.
55 Capítulo 55. Estarás bien.
56 Capítulo 56. Llorando como niño.
57 Capítulo 57. Saldando cuentas.
58 Capítulo 58. Morfo azul.
59 Capítulo 59. Mi adicción.
60 Capítulo 60. Se gentil.
61 Capítulo 61. Mi hermosa mariposa.
62 NUEVA NOVELA
Capítulos

Updated 62 Episodes

1
Capítulo 01. En la mira.
2
Capítulo 02. Perseguido.
3
Capítulo 03. Nostálgico.
4
Capítulo 04. La decisión.
5
Capítulo 05. Un peso menos.
6
Capítulo 06. Al borde del precipicio.
7
Capítulo 07. Única salida.
8
Capítulo 08. Precio a pagar.
9
Capítulo 09. Baby, te encontré.
10
Capítulo 10. Haré que te arrepientas.
11
Capítulo 11. Encuentro planeado.
12
Capítulo 12. Sólo espere, y verá.
13
Capítulo 13. Ni una llamada.
14
Capítulo 14. Lo que es justo.
15
Capítulo 15. Reencuentro.
16
Capítulo 16. Me gusta.
17
Capítulo 17. Durmiendo juntos.
18
Capítulo 18. Tierno y cariñoso.
19
Capítulo 19. Un café.
20
Capítulo 20. No soy un objeto.
21
Capítulo 21. Doble espía.
22
Capítulo 22. Es tu culpa.
23
Capítulo 23. No soy un juguete.
24
Capítulo 24. Te sigo amando.
25
Capítulo 25. Sentirse mal.
26
Capítulo 26. Trato.
27
Capítulo 27. Ser sincero.
28
Capítulo 28. Que idiota.
29
Capítulo 29. Quién de los dos.
30
Capítulo 30. Confesión.
31
Capítulo 31. Furioso.
32
Capitulo 32. Cómo una cita.
33
Capítulo 33. Amor platónico.
34
Capítulo 34. Reafirmando el amor.
35
Capítulo 35. Terminar antes de empezar.
36
Capítulo 36. Cómo en el infierno.
37
Capítulo 37. Necesidad de monopolio.
38
Capítulo 38. Cuida de él.
39
Capítulo 39. Bajó amenaza.
40
Capítulo 40. Barrotes de oro.
41
Capítulo 41. Dispuesto a matar.
42
Capítulo 42. Este es tu regalo.
43
Capítulo 43. Te quiero, Elio.
44
Capítulo 44. Desaparecido.
45
Capítulo 45. Tenlo en mente.
46
Capítulo 46. Secuestro.
47
Capítulo 47. El final que merece.
48
Capítulo 48. Te encontrare, Elio.
49
Capítulo 49. Estás a salvo.
50
Capítulo 50. Ni verte, ni escucharte.
51
Capítulo 51. Dispuesto a demostrarlo.
52
Capítulo 52. Los vengaré.
53
Capítulo 53. Un poco de felicidad.
54
Capítulo 54. Me lo debes.
55
Capítulo 55. Estarás bien.
56
Capítulo 56. Llorando como niño.
57
Capítulo 57. Saldando cuentas.
58
Capítulo 58. Morfo azul.
59
Capítulo 59. Mi adicción.
60
Capítulo 60. Se gentil.
61
Capítulo 61. Mi hermosa mariposa.
62
NUEVA NOVELA

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play