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Al final de la fiesta todos se van a dormir. Catalina por fin puede sacar sus dudas.
— ¿Eran malas noticias lo que estaba escrito en esa carta?
— Son cosas del condado.
— No es verdad. Su rostro cambió mucho al leerla. Lo conozco.
— Amor mío no te preocupes. — Arturo le da un beso, al separarse nota los ojos alegres de ella. — ¿Amor que pasa?
— Es que me dijo amor. — Catalina esconde el rostro entre los brazos de su esposo.
— ¿Eso es malo? — Pregunta él.
— No. Es hermoso. — El conde sonríe y la besa.
— Así te llamaré siempre amor mío.
....
Al día siguiente Arturo está muy preocupado, él no quiere faltar a la promesa que le hizo a Catalina, no puede casar a Valeria con un hombre que no ama. Además, su hija no quiere casarse, su prometido murió y está muy triste, no es capaz siquiera de mencionar el tema.
Para resolver el problema decide ir el mismo ha hablar con el ahora rey Felipe. Le dice a su esposa que saldrá unos días y emprende su viaje.
Tres días después, ya está en el reino de Vielle, se dirige con el rey y pide a los sirvientes verlo. Estos de inmediato le informan a Felipe y esté les pide que lo hagan pasar.
— Buenos días majestad. — Saluda el conde.
— Buenos días Conde. Imaginó el por qué vino, debió ahorrarse la visita, yo personalmente iría a su finca.
— Quiero que usted sea quién se ahorré la visita, mi hija no desea casarse con nadie.
— ¿Se lo ha preguntado?
— No necesito preguntarle. La conozco. No quiere casarse con alguien que no ama.
— Conde esto no se trata de un matrimonio por amor, es para mantener la paz con su reino.
— Debería casarse con la princesa, eso traería más tranquilidad a los dos reinos.
— La princesa ya está comprometida. Y no deseó ser el causante de una ruptura, el duque no tiene hijas mujeres, conoce la situación del marqués, por tanto la única opción es su hija Valeria.
— El Vizconde tiene una hija.
— Ella es muy joven, además el Vizconde no es tan rico como usted. Yo necesito una esposa que tenga un padre poderoso, se bien que es de los nobles más ricos de Sorni.
— Mi fortuna pasará a manos de mis hijos varones. Debe saber que tengo tres.
— Lo sé. Pero recuerde que usted es el general del ejército. Yo necesito aliados fuetes. Y que sea mi suegro me asegura su lealtad. Además. Está decisión no la tomé yo sólo. Todos los nobles que participan en las reuniones del reino estuvieron de acuerdo. No es algo que yo pueda disolver.
— Reuna a los nobles. Quiero hablar con ellos.
— Le pediré a mi asistente que lo haga. Pero eso será el día de mañana. Usted puede quedarse aquí está noche.
— No. Me quedaré en una posada. No quiero que sus sirvientes empiecen con rumores.
— Cómo deseé.
.....
En casa Leonor anda de curiosa en la biblioteca de su padre, a ella le gusta colarse de ves en cuando a ese lugar, pues el conde tiene libros que a ella le parecen muy interesantes. Ve un libro que desde hace tiempo desea leer, y al tomarlo, cae una carta. Leonor duda en abrirla, si su padre se entera se meterá en muchos problemas, pero cómo siempre, la curiosidad le gana, ella la lee, en está el rey está pidiendo la mano de su hermana, ella va de inmediato con su madre y le pregunta si esa carta es verdadera.
Catalina se sorprende al leerla, entiende de inmediato que a dónde se fue su esposo.
— Leonor, ¿cuántas veces te he dicho que no debes revisar los papeles de tu padre?
— Buscaba un libro y eso cayó. Madre tengo mucha curiosidad. ¿Mi hermana se va casar con el rey Felipe?
— ¿Yo qué? — Valeria aparece de la nada.
— No es nada hija. Vuelve a tus aposentos. — Catalina se acerca más a Leonor. — No se te ocurra mencionarle algo a tu hermana. O haré que no vuelvas a leer un libro en toda tú vida. — Leonor pone una cara de preocupación.
— Madre yo volveré a mis aposentos. — Dice ella y sube corriendo.
— Leonor una señorita bien educada no corre .— Le recuerda Valeria.
— Perdón. — Ahora Leonor sube con elegancia. Valeria termina de bajar con su madre.
— ¿Se metió a la biblioteca de papá otra vez?
— No se que hacer con ella. Pronto será una señorita y actúa cómo una niña de siete años.
— ¿Qué fue lo que ella dijo? ¿Mencionó una boda?
— No le hagas caso. Seguramente leyó algo en algún libro.
— Es que me pareció que...
— No es nada Valeria. Ve a bordar o pintar. Eso te distraerá un rato.
— Está bien madre. — Valeria se va a la sala de pintura, Catalina se queda muy preocupada. Teme que su marido rompa la promesa que le hizo cuando su hija nació.
.....
Al día siguiente en el reino de Vielle toda la jerarquía está reunida, desde el rey hasta el barón, el conde es el único integrante del reino de Sorni. Pero no sé deja intimidar. El presenta su queja.
— No deseo que mi hija se case con el rey. — Todos los presentes se preguntan el por qué. Y no dudan en expresar su pregunta.
— ¿Cuál es la razón?
— Yo no quiero.
— Ese no es un motivo suficiente. Alguien de la nobleza debe casarse con el rey.
— Elijan a alguien de su reino. Siempre ha sido así. No entiendo por qué ahora quieren casar a alguien de Sorni con el rey de Vielle.
— Creó que el rey no le ha dicho todo.
— Estoy al tanto de todo lo que sucedió con el, marqués y su hijo. Mi familia no tiene nada que ver en ese asunto. Por tanto mi hija no se casará.
— Conde. Lo que hacemos es para evitar una guerra. Cómo el rey ya explicó, ésto se trata de lo mejor para ambos reinos. Las otras jóvenes ya están comprometidas, algunas no son adecuadas. Su hija es perfecta, tiene un padre poderoso.
— No casaré a mi hija por una alianza.
— Conde si usted o su hija no acceden al matrimonio, la guerra inicia.
— Hablen con el rey, que su hija rompa su compromiso. Por qué la mía no está disponible para un trato por conveniencia.
El conde sale furioso.
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Updated 94 Episodes
Comments
Sandra Garnica
El Conde va de mal en peor y todo por no hablar con sinceridad con su esposa e hija y contarles la verdad de las cosas😓😓😓
2025-03-31
0
Alexandra Romero
Pero eso le puede generar problemas 😩😩😩😩😩
2024-07-07
1
Cruz Mejia
por qué no decir la verdad eso sigue molestando no confía en ella, tiene derecho de saber
2024-02-12
7