Luego de la primera selección oficial, las siete candidatas oficiales se sentaron de nuevo en su respectiva mesa y las tres perdedoras volvieron a las mesas donde estaban sus representantes. La velada continuo con una cena de cuatro tiempos, mientras se escuchaba el sonido del vals.
—Ahora vuelvo—le dijo a Anatole.
Con cuidado, después de su primera comida, un poco pálida, se dispuso a ir un momento al baño. Aunque aquella era una excusa, en realidad había podido ver como entre las mesas de los invitados, estaba caminando con malicia suprema el espíritu en pena de Sasha.
Cuando llegó al pasillo que conducía a los baños, tomó un pequeño desvío a un jardín oculto entre algunas columnas, de modo que su perseguidora le dijera allí el motivo de su presencia.
—¡La pecadora disfrutando de la vida!—dijo Sasha saliendo del rincón más oscuro—¿Qué se siente gozar de la vida que tus anteriores paladines no pudieron?
Aquella pregunta hizo que un sentimiento de culpabilidad la azotara desde lo más profundo de su ser, ya que no podía negar aquel hecho. Desde que había comenzado con la tradición del paladín, tanto todas sus doncellas carmesí o sus caballeros carmesí, dependiendo del sexo de la persona, habían tenido muertes horrendas.
Prueba de aquello fue la última paladín, la cual había reencarnado en el bebé que estaba esperando su hermana. Siendo que su destino como paladín no había acabado con su muerte, la perseguiría hasta en esta nueva vida; sin embargo, ella desde el principio les advertía del peligro que conllevaba aceptar ese manto.
Suspiró con pesadez, si hubiera sido más fuerte, al menos para poder derrotar a Ápate sin ayuda de un paladín, habría evitado hasta la muerte de su hermano a mano de Sasha. Había podido evitar muchas muertes innecesarias.
—Tienes razón, Sasha—respondió mirando a sus ojos completamente negros—jamás olvidaré el momento en que te conocí, cuando aun en tu desesperación decidiste luchar por aquellos que eran oprimidos igual que tú en nombre de los dioses. La culpa que siento por no haber evitado sus muertes, pese a que ustedes dieron hasta su última gota de sangre por la causa, jamás podré borrarla. Por eso esta vez, con ayuda del rey Anatole, podré terminar de una vez por toda con esta absurda guerra y hacer pagar a Ápate todo lo ocurrido.
—Vaya, jamás pensé que te enamorarías de un humano así como tu hermano lo hizo conmigo—dijo con una sonrisa maliciosa—pero creo que tu nueva vida como humana te ha vuelto idiota, sabes que solo un humano con el poder de la última paladín puede derrotar a Ápate, es decir, el bebé que la duquesa de Leticia espera. Lo mucho que puedes hacer con tu matrimonio, es despejarle un poco el camino, por lo que me pregunto ¿Qué pasaría si tu amado rey muere?, no olvides que una de las candidatas buscará matarlo. Aunque…será divertido si yo influyo un poco en esa candidata.
Con esa amenaza, el espíritu en pena de Sasha se fue dejando anonada a la diosa. Aquellas palabras eran muy peligrosas; sin embargo, al no tener más su cuerpo divino, no podía intervenir de manera directa con un fantasma. Aquello le correspondía al dios de la muerte o cualquier otro dios con un nivel de poder igual al que ella tuvo en su anterior vida.
—¿Cuándo acabará todo esto?—preguntó agobiada.
No solo se sentía culpable, sino avergonzada. Por un momento se dejó llevar por las mieles del amor que estaba comenzando a sentir por el rey. En realidad su prioridad debía seguir siendo recuperar el estrecho de Bering y para eso debía asesinar al terrateniente el cual era su maldito padre en esta vida. Por lo que para asegurar su objetivo, debía centrarse en encontrar primero la candidata al harem que deseaba matar a Anatole.
Tras eso, fue al baño un minuto y luego de hacer sus necesidades, quemando el vibrador que había usado, se refrescó un poco y volvió al salón de baile.
—¿Te encuentras bien?—preguntó el rey al verla sentarse un poco pálida.
—Sí, lo estoy—mintió.
Al escuchar de que ya comenzaba el primer baile de la noche, luego de la cena principal, miró al rey con una sonrisa un tanto traviesa.
—¿Por qué no provocamos un poco de celos en las candidatas?—preguntó.
—¿Segura?—cuestionó preocupado.
Un tanto pensativo ante el semblante pálido de la diosa, la llevó a la pista de baile y comenzó el primer baile de la noche. Aquello llenó de ira a la reina madre, ya que se suponía que el primer baile lo haría con la candidata que más puntos había tenido esa primera noche, en ese caso era lady Daphne.
—Si aparenta, su majestad, podemos hacer que la candidata que busca matarlo se centre en mí—dijo con una sonrisa—, porque al ser yo su“favorita”buscará el modo de deshacerse de mí para tener el camino libre.
Ante las palabras de Clara, este la acercó con firmeza por su cintura y se acercó a su oído, haciendo que esta se sonrojara debido a la repentina acción del rey.
—Eso no tengo que aparentarlo—contestó en un susurro mordiendo su oreja—eres mi favorita y la única en mi vida.
Aquello provocó que por un momento se olvidara de sus preocupaciones y se riera por lo alto, mientras daba un giro al compás de la melodía.
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Comments
Emiux Emiux
como sabe eso 😲😲😲
2023-07-16
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