Capitulo 20

Lesly respiro profundamente, quería llenar sus pulmones de aquel aire fresco que chocaba en su cara. Ya había pasada casi dos semanas desde que llego a la casa de sus padres y había estado encerrada todo ese tiempo en su habitación. Pero esta vez le había hecho caso a su mamá y había salido a distraerse un rato. A pesar que en una llamada nocturna, de cierto modo, le había confesado a Johnny lo que había sucedido esa noche en el club, no se sentía tranquila. Incluso no sabía si eso la había ayudado con sus pesadillas, aun no se atrevía a dejar las pastillas para dormir. Tal vez caminar la haría sentirse mejor, pero no había sido así.

              Algunas cuadras de haber salido de su casa, había sentido que unos ojos se posaron sobre ella. Que alguien la estaba observando. Y ahora, sentada en una banca del parque del pueblo, con los ojos cerrados, disfrutando del aire, estaba sintiendo esa misma sensación. Abrió los ojos y hecho un vistazo a su alrededor. No vio nada extraño: Un grupo de hombres hacían ejercicio, un par de abuelos estaban sentados en una banca a pocos metros de ella, una mujer paseaba su perrita puder; pero no se le quitaba esa sensación. De pronto algo golpeo sus piernas haciéndola mirar hacia abajo, se quedó mirando por un momento aquel objeto, hasta que escucho una voz infantil que le dijo: «¿Qué esperas? ¡Lánzala!». Lesly tomo la pelota que estaba en sus pies y la tiro hacia tres niñas que jugaban bajo la sombra de un árbol.

      Pero la sensación no se iba. Lesly no aguanto más y decidió irse a la seguridad de su casa, así que comenzó a caminar de regreso, a una velocidad que la sacara deprisa de aquel lugar, pero que no delatara su nerviosismo. Camino un par de calles sin saber cómo lo hizo. En su mente se preguntaba ¿quién la estaba observando? Y cuando estaba cruzando un callejón, que le parecía más largo de lo normal, escucho una voz atrás de ella que la hizo detenerse por completo.

- ¡Hola Lesly!

              La chica se giró lentamente y se quedó paralizada mirando a su acosador.

- ¿No me das una abrazo? – Dijo aquel sujeto de forma risueña, mientras abría los brazos – ¿pensé que te alegrarías de verme?

- Ya hice lo que ustedes querían – dijo Lesly con rabia –. ¡Así que déjenme en paz!

- Entiendo que no quieras verme, pero pensé que te interesaría saber que ya ha empezado la segunda fase. Falta poco para que Mara cruce a este mundo.

- Pues pensaste mal – le espeto Lesly -. Además, dudo que hayas venido hasta aquí solo para eso.

- Tienes razón – le confirmo el hombre acercándose más a ella -. He venido por el atrapasueños.

- Ya no lo tengo. Lo he tirado a la basura.

              El sujeto negó con la cabeza mirando al suelo.

- No era la respuesta que quería escuchar – dijo, y de repente tomo a Lesly por el cuello pegándola a una pared. Lesly lanzo un quejido sordo  -. ¿No pensaras devolvérselo a Johnny, verdad? – pregunto acercando su cara a la de ella.

- Te dije que lo he botado – Lesly sentía que sus músculos estaban tensos.

- ¿Entonces no te molestara que revise tu celular? – el acosador le coloco una mano en la cadera a Lesly y comenzó a bajarla lentamente hasta introducirla en el bolsillo de su pantalón, para posteriormente sacar su teléfono móvil -. Desbloquéalo – dijo levantado el aparato.

              Lesly lo miro de forma desafiante, aunque por dentro quería salir corriendo.

- ¡Desbloquéalo! – grito el sujeto, mientras le apretaba más el cuello.

Lesly lanzo otro quejido e introdujo el pin de cuatro dígitos.

- Tranquila, solo será un momento – dijo el hombre soltando a la chica para revisar el celular.

              Lesly solo podía pensar en la llamada que le había hecho a Johnny esa madrugada. Apretó sus puños para reprimir la rabia.

Después de un par de minutos, el sujeto despego su vista del celular para mirar fijamente a Lesly. Esto la hizo tensarse de nuevo.

- Ok. Te creo – le dijo después de una corta pausa, mientras le entregaba el celular –. Te puedes ir.

- Ya no quiero saber nada de ustedes. No los quiero cerca de mi casa – Lesly tomo su celular y se dio media vuelta para irse a su casa.

- ¡Lesly! – el hombre la llamo nuevamente. Ella  giro la cabeza para verlo – por cierto, lindo cuarto – le dijo con una sonrisa hipócrita.

              Lesly apresuro el paso. Ya no le importaba si su velocidad la delataba. Quería llegar cuanto antes a su habitación. Antes de llegar a la entrada de la casa, ya estaba sacando las llaves para abrir la puerta. Las manos le temblaban. Una vez a dentro corrió a su habitación.

- ¿Lesly eres tú? – grito su madre desde la cocina.

- Si. Estaré en mi cuarto – respondió mientras terminaba de subir las escaleras

              Entro a la habitación y cerró la puerta apoyando su espalda en ella, como si aquel sujeto aun la siguiera. Estaba agitada. Trato de calmarse. Empezó a repasar con la vista todo su ambiente. No recordaba si las cosas estaban exactamente como las había dejado antes de salir. Se lanzó rápidamente a su escritorio de estudio para abrir la primera gaveta, y ahí estaba, en el mismo lugar donde lo había dejado cuando lo recogió del bote de basura. Ahí estaba el atrapasueños de Johnny.

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