DESPERTAR

Adeline salta de su asiento —¡No seas atrevido! Es una chica ¡¿Cómo pasará la noche contigo?! Además, está casada y muy pronto se anunciará su compromiso en los medios.

Charles resopla en medio del camino —¿En qué siglo vivimos Adeline? Tal vez por tu cultura creas que esto es indebido… Pero los americanos somos un tanto liberales.

Yo sonreí asintiendo divertida el juego de mi compañero contra el rostro indignado de Adeline —No perdería una noche de descanso contigo Charles.

—¿De descanso? —Cuestiona Charles con una mirada rapaz, sacando de estribos a Adeline —Verás… Puedo ser peligroso.

—¡Estoy aquí adúlteros! —Exclama mi compañera provocándonos un ataque de risa —Si esto fuera corea… Mañana desearían desaparecer.

Al llegar al hotel me percató del aroma clásico a rosas rojas ocupando todo el aire posible del recibidor ¡Hannah! Me escondo al siguiente pasillo ¡Ya sabe que Christopher es mi esposo! Venir con otro hombre le dará una excusa perfecta y no puedo permitir que esto afecte la misión.

Adeline se gira con sorpresa al detectar mi ausencia, más sus gestos son fingidamente calmados en cuanto la esbelta pelirroja reaparece, ambos se hacen a un lado, dando paso a la actriz con tacones de aguja, vestida con un abrigo corto similar a una rata muerta.

Salgo una vez su perfume permite descansar mis nervios, una vez dentro de la habitación Charles me ofrece sentarme mientras busca el kit de primeros auxilios.

Al acompañarme su mano ubica mi brazo por cierto desconcierto —Debió ser duro para ti —Menciona ubicando agua pura a la sangre y tierra que limita la apertura de mi piel.

—Fue duro saber que hay más de ellos… Conocer con mis propios ojos una especie diferente de animales, de solo recordarlo... Entiendo por qué papá…

—No lo digas —Corresponde vendado su sutura y ofreciendo un beso suave al vendaje —Estoy complacido de ser tuyo.

—¿Qué?

—¡Tu trabajador! Claro… que otra cosa más ¿Quieres usar la cama?

—¡¿Qué?!

—¡Para dormir Jules! —Reprocha y caigo al suelo entre risas —No te burles.

—¿Acaso estaría mal pensar ser mío? —Levanto mi ceja y una sonrisa se desliza en mis mejillas, una sensación extraña sopesa mi cuerpo, tomo el brazo de Charles hasta tumbarlo en su cama —Encantador.

—Jules… —Murmura sacudiendo cada sentido de mi cuerpo, mis manos desean tocarlo, subirme encima y… ¡No! ¿Es esto producto del síndrome? Mi cuerpo arde con cada hombre cerca, solo ver la posición indefensa de Charles me genera tentación por someterlo.

¡No puede ser! Mis piernas me obligan a estar encima de él, Charles no ha notado mi negación, al contrario, ¡Sus manos se conducen a mi cadera! ¿QUÉ DEBO HACER? Tratar de mencionar una palabra es imposible, mi voz solo se agita cuando las mueve contra su cuerpo.

Freno de forma inconsciente y mis impulsos se aceleran, retiro su camiseta dando paso a su fornido cuerpo, el hace lo mismo, sin embargo, mis manos desbalancean las suyas para evitarlo ¡Este síndrome es un maldito infierno! Mi lengua se pasea por su pecho, casi como si mi cuerpo jugará por sí sólo…

—Toc Toc Toc…—Charles me retira completamente avergonzado, ocultando sus ojos al escuchar la puerta.

—¡¿Quién es?! —Contesta abrumado —¿Adeline?

—Disculpe señor —Responde una empleada del hotel al otro lado de la puerta —¿Desea el menú especial como de costumbre?

Respiramos tranquilos, basta la voz de una mujer y aquel síntoma se desvanece en segundos…

—Para dos personas por favor —Menciona Charles con voz tímida quitándome de encima, la mucama confirma el menú y se marcha.

—¡Charles yo no pretendía!

Él cierra sus ojos y mueve las palmas de sus manos con rapidez —¡Lo sé, lo sé más que nadie! Discúlpame por favor, sé que tú jamás… Me verías de esa forma, conozco más que nadie tus sentimientos Jules… ¡Tal personalidad le pertenece únicamente a esa enfermedad aberrante!

—¿Aberrante? —Bajo la cabeza… Es claro que tú también piensas que soy un monstruo —Si por supuesto, perdóname.

Charles suspira —Debí haberme contenido, sin embargo, fue un trance hermoso y peligroso al mismo tiempo, era como esperar mi muerte al terminar de hacerlo…

—¡No iba a llegar tan lejos!

—¡¿Y cómo saberlo Jules?! —Ambos guardamos silencio unos minutos —Tampoco podía detenerte…

—¿A qué te refieres? —Reclamo segura de hechizo obtenido por el padecimiento del síndrome.

—Lo deseaba tanto…

—Ese debe ser otro efecto del síndrome.

—¡Eso debe ser! —Replica mientras me da la espalda.

¿Ahora por qué actúa así? El ambiente se pondrá tenso, será mejor detener esta conversación —Charles, hay algo que no les comente antes… Prefiero que esto se mantenga entre nosotros porque podría influenciar las objeciones de Adeline.

—¿De qué se trata?

—En medio del enfrentamiento contra el lobo desconocido, Christopher vino en mi defensa.

—¿Hablas de Christopher convertido en lobo? ¡Imposible!

—¡Pensé lo mismo! No había coherencia alguna en salvarme, casi se trataba de un lobo con sentimientos de hombre.

—¡Tonterías! Se ha comprobado que esas bestias no tienen memoria una vez transcurre su transformación.

Extrañada miro fijamente los ojos sin fe de Charles —¿Y si lo hubiera? Quizás sus memorias se pierdan, más no lo que existe dentro de ellos en ese momento.

—Dices algo muy peligroso Jules… Porque de ser cierto, es un hecho que se culparía al asesino como autor intelectual de los asesinatos, un hombre completamente consciente del daño causado a sus víctimas y un ser sediento de sangre por toda Roma.

—Exacto, Charles… Si pruebo esto con Christopher estaremos un paso más cerca para atrapar al asesino.

—Estás demente… ¡¿Cómo puedes estar tan segura de que Christopher no es el verdadero asesino?! El salvarte no prueba nada.

—¡Pues según el comportamiento serial del asesino diría que si! —No es Christopher… No podría ser el quién matará a alguien —Vieras sus ojos rojos… Tenían el aire de la muerte Charles… Estaba congelada, hubiera podido matarme en cualquier momento ¿Por qué no lo hizo?

—¿Es por eso qué no pensabas reportarlo? —Cuestiona Charles.

Yo niego —No voy a reportarlo hasta llevar esta muestra de mi sangre proveniente de la herida al laboratorio.

—¿La del otro lobo?

—Quiero demostrar la compatibilidad de sus garras con el ADN desconocido encontrado en las víctimas.

Charles niega incrédulo mientras busca un posible periódico en donde escaparse del mundo —No tenemos acceso a esos registros y si no los permitieran… ¿Por qué supones de un ADN desconocido o no encontrado aún en el mundo?

—Entonces también sería un ¿Nuevo tipo de alteración genética?

—¡Me matarás con tantas teorías conspirativas! —Reniega dejando por último un comentario sostenido al azar.

Si hay una posibilidad ¿Si viven entre nosotros humanos diferentes? ¿Descendencia demoníaca? Hombres de belleza irresistible, mirada precisa, cabello envolvente, estatura alta y dominante, seres elevados por el mismo infierno ¡Debería callar estos pensamientos! Aunque… Siempre me siento indefensa con Christopher y fue desde el primer encuentro, sé lo difícil que puedo ser al tratar con un hombre… Entonces porqué caer sin reparo alguno cuando veo sus ojos, cuando leo su poesía o cuando escucho las cuerdas de su violín tocadas por los gestos de sus manos ¡¿Por qué no puedo dejar de admirarlo?!

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