DESVANECER

Nunca en mi lapso de vida cuestione los mandatos de mi padre, debatir con un hombre brillante sería una disonancia bajo una noche larga de libros y teorías conspirativas, sin embargo, esta vez la desconfianza en su sentido de espía me dejaba inquietud, la hoja vieja y desteñida paso por sus dedos dando un dato siniestro “Soy la luz, aquella que perseguiréis en una noche con palpitaciones esclavizadas de mi imagen, aquella que se esconde en el aló de la luna, aquella que entrevéis con ramas rígidas y brisa brusca, aclámame… Porque soy tu amante y tu única”

—Long Path Trail —Susurra mi padre, conteniendo su respiración —Nos veremos allá.

Al mencionarlo desaparece por los canales de ventilación —¿Por qué de tantos lugares escogería ese?

Salí de la habitación manejando mi papel de mucama, aunque un peso constante recaía sobre mis hombros, supongo que es necesario mantener cierta aflicción por esta nueva convicción, papá se había llevado el libro, no lo entiendo… El no suele dejar cavos sueltos, incluso las cámaras fueron devueltas a su sitio y el resto borrarán mi presencia una vez yo este fuera del edificio.

Pasaron los minutos y aparque justo a la entrada del bosque, me deshago del disfraz, tratando de percibir un sonido extraño, pero solo había silencio, impaciente entre hasta los alrededores, los altos faroles se hallaban sin funcionamiento, al igual que el libro y sus oscuras palabras… La oscuridad se cubría de árboles frondosos y aire frío.

Eso quiere decir que, si me pongo en los zapatos de mi padre, debo empezar a buscar la luna, actualmente me arrepiento de esa decisión, ¿Acaso las adolescentes son así de estúpidas? ¿Por qué no llame a la policía antes de irrumpir ahí? Sea como fuera, la traición pasó factura por mis ojos… después de unas horas caminando, los gritos desgarradores de un hombre se mezclaron con el aullido de un lobo, corrí hasta el sonido, mis piernas temblaban y mi garganta se secaba, allá… Escondida entre los arbustos presencié la tórrida figura de un lobo enorme y blanco desgarrando la piel de mi padre.

Perpleja cubrí mi boca para ocultar mi llanto, mi padre estaba vivo, cuando llegué… Aún constataba parte de sus movimientos, sus manos aún aruñaban el pasto y su voz… Aún suplicaba agotada un auxilio, ¿Y qué hice? ¡¿Qué fui capaz de hacer?! Ver como aquella fiera iracunda acababa hasta el último y desgarrador aliento de la única persona en el mundo que amaba.

Por otro lado, los llamados en eco resuenan sobre mí, trayendo consigo mis recuerdos de aquel día, recuerdos que sólo estarán en mi cabeza…

—Jefe… —Murmura Charles acomodando sus gafas con pena —Puedo entender que no quiera cerca a los hombres lobos, pero ¿Qué hay de las otras criaturas? ¡Tenemos un listado enorme por el paradero de muchas de ellas!

—Olvídalo, Charles la muerte de mi padre es sólo parte de una lección sobre el mundo, es una constancia de mantener alejadas a las bestias de los humanos.

Al decirlo mi trabajadora de vigilancia y mejor amiga Adeline viene a modo de suplica por las palabras de Charles —Oh vamos jefe, de lograr capturar a uno, podríamos ser millonarios.

Molesta me dirijo a ambos —¿Y cuál es el precio de sus vidas? ¡Apenas podrán tocar parte del dinero que imaginan en sus cabezas! No tienen idea de lo peligroso que podría ser.

Charles que habitualmente sonríe después de mis regaños, solo baja la cabeza, su cabello rubio vuela por las corrientes de aire dando un aspecto pensativo.

Adeline por el contrario me ofrece su mano como señal de disculpa —Se que hay cicatrices imposibles de sanar, sin importar el tiempo ni el olvido, pero jefe, puedo decir que durante todos estos años trabajando a su lado… Cuándo solo éramos chicas soñadoras del trabajo de tu padre, somos las mejores y tú eres su única sucesora, la única descendiente capaz de mantener su negocio con los parlamentos, congresos y tribunales de múltiples países, también la única capaz de darle justicia, por favor…

Subo mi mirada a los ojos verdes de Charles, el revisa desinteresadamente unos documentos en cuanto sus pupilas tropiezan conmigo momentáneamente

—No lo haremos, es una orden —Contesto sin titubear mientras me marchó por los pasillos con paso firme, ya no quiero perder a nadie más… no existen los seres sobrenaturales, no existen, no existen, no existen ¡No son reales! Fui yo la verdadera asesina, la que perdió compasión de la única persona en la tierra capaz de cambiar el mundo, doy asco, perdí mi lógica y dejé engañar a mi memoria con la idea de un estúpido hombre lobo.

Salgo del ascensor caminando por el vestíbulo que se hacía más largo a medida en que mis pensamientos aumentaban —¿Te encuentras bien?

Retraída, levanto mi vista notando la presencia de Charles sujetando mis brazos —Déjame, solo necesito aire fresco.

El aún no me suelta, ¿Piensa qué estoy tan débil? —La acompañaré.

Molesta me deshago sin éxito de su agarre —¿Has hecho ejercicio? —Al decirlo sonrió frente a su mirada preocupada como respuesta a mi pregunta.

Sacándome casi a rastras del edificio, las luces de la ciudad sosiegan mi necesidad por una tranquila noche en la ciudad, con los años me había vuelto más aburrida, quiero decir… más tranquila.

—Vamos, no quiero levantarla.

—¿No te cansas de hacer lo mismo siempre?

—¿Disculpe?

—Soy patética ¿No es así? Vamos no tienes que fingir, no estoy ni cerca de llegarle a los tobillos de mi padre.

Charles para de caminar ofreciéndome su espalda como única reacción —Tal vez seas patética...

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play