Diecinueve

Estábamos cenando tranquilamente en un restaurante de la zona, esperábamos la comida, y yo mientras tanto observaba como se llevaba su copa de vino a los labios distraídamente. Era inevitable no pensar como sería tener una relación de verdad con él, sin que nada fuera fingido y demás. Apoyo mi cabeza sobre mi mano suavemente y ladeo la cabeza en su dirección discretamente, o por lo menos lo intento.

-¿Qué tal te fue con Bruno?

Despejo todas las ideas de mi mente y veo como me observa fijamente, mientras relame sus labios, para después apoyar sus codos sobre la mesa y esperar mi respuesta. Trago en seco y quito la mirada por unos segundos, aquel hombre me ponía nerviosa de verdad.

-Bastante bien.-Suelto un poco ilusionada.-Esperaba que fuera más duro, pero creo que hemos congeniado bien y nos entendemos.-Digo lo último, mientras llevo ahora mi copa a mis labios y pego un pequeño sorbo. Veo como él baja la mirada hasta mis labios por un momento, para después subirlos y observarme de nuevo.

-Me alegra saber eso.-Dice distraído de nuevo, mientras el camarero nos sirve el primer plato.-Eso significa que escogí el puesto indicado para ti.

Le sonrío brevemente mientras cenamos tranquilamente.

Una vez que terminamos, Luca paga la cena y nos dirigimos al auto. Vamos completamente en silencio y yo mientras tanto observo las vistas nocturnas desde mi ventanilla.

-Mañana vendrán mis padres, ya sabes.-Dice encogiéndose de hombros.-Para el vestido y tal. Ya que en menos de una semana será la boda.

Asiento con mi cabeza sin despegar la vista de la ventanilla, veo como él suelta un suspiro cansado y aparca una vez que llegamos a la casa.

Le sigo en su dirección hasta la casa y escucho como él cierra la puerta detrás de él.

-Anne.-Dice en mi dirección, haciendo que pare en seco y le mire con curiosidad.-¿Quieres cancelar todo?

-¿A qué te refieres?

-La mentira.-Dice acercándose hasta llegar a mí y guardar un poco de margen.-Si quieres hacerlo, supongo que no hay problema. Podré solucionarlo.-Dice desviando su mirada.

Le miré dudosa por un par de segundos, me sentía confundida por su forma de ser justo ahora, no lo entendía. Y eso me agobiaba demasiado, no poder entenderlo.

-¿No es lo que quieres tú?-Sale de mi boca al instante algo confundida.

-Supongo que estamos a tiempo de cancelarlo, antes de que todo sea demasiado tarde.

Ladeo la cabeza molesta hacia él, no entendía lo que me quería decir, siempre tiraba la piedra, pero escondía la mano.

-¿Demasiado tarde, para qué?

Veo como él tarda varios minutos en contestar, ya que veo su mirada perdida en la profundidad de la casa.

-Da igual, déjalo.-Dice cortante mientras se encamina a ir hacia arriba sin darme un último vistazo. Cruzo los brazos molesta y no lo sigo. Me siento en aquel gran sofá, quitándome los tacones y acomodándome para ver una película.

Siento al rato que el sueño se está adueñando de mí y me dejó caer.

********************************************

-¿Y qué pasó al final?- Pregunta Bruno apoyado en mi escritorio mientras comía de su bolsa de palomitas.

Arqueo una ceja divertida y río.

-¿Te crees que mi vida es una película de Netflix?-Pregunto divertida mientras me llevo el bolígrafo a la boca mordisqueándolo un poco.

-¡Ay, Anne!-Exclama ofendido mientras se queda medio a masticar.-No puedes contarme unas de tus tantas anécdotas y no contarme qué pasó al final con aquel hombre.-Se queja.

-Pues al final volvió con la mujer.-Dije recordando aquel momento.-O sea, se gastó el dinero para nada. Y por si fuera poco, esa loca me tiró el plato de comida encima embarrándome enterita.

-¡Ay, que intenso!-Dice mientras mira fijamente su bolsita de palomitas.-¿Crees que puedas hacerme una empresa de esas para mí?

Al escuchar sus palabras siento como el agua se me va por otro conducto y no paro de toser. Él deja sus palomitas y se acerca a darme golpecitos en la espalda, hasta que veo que se me pasa.

-Virgen santísima.-Digo llevándome la mano al pecho.-¿Para qué quieres tú una página de "Novio de alquiler"?-Pregunto curiosa, él, por otro lado, se lleva la mano a su barbilla y lo piensa por segundos.

-Parece interesante.-Dice en un quejido.- Esa anécdota ha sido más interesante que toda mi vida, señor.-Dice mirando al techo. Yo río por lo bajo y niego con la cabeza.

Pasamos varios minutos en silencio mientras bebo de mi café, ya que era la hora del descanso, tampoco sabía nada de Luca desde la mañana. Pensaba que al menos vendría a visitarme.

-¿Hoy vendrá Sara, no?-Comenta Bruno mientras bebe de su zumo de naranja.

Le miro divertida.

-¿Y tú como sabes eso?

Chasquea la lengua.

-Me lo dijo Luca. Por si no lo sabías, somos como hermanos.-Dice juguetón.

-Y yo que creía que eran novios.-Digo con fingida pena.

Él suelta un suspiro indignado.

-Estás dañando mi hombría, Anne.-Dice pegando otro sorbo a su zumo de naranja.

-Sí, viene hoy. En la tarde iremos a probarme vestidos de novia.-Digo distraídamente.

Él asiente pensativo y veo como en sus ojos pasa un ápice de pena.

-No sé si te servirá de ayuda.-Dice levantándose.-Pero aquí tienes a un jefe y un amigo para lo que necesites.-Dice guiñándome un ojo y saliendo de mi pequeña oficina.

Me quedo pensativa por varios minutos, es inevitable no estar nerviosa por aquel momento y más sabiendo todos los cuentos de hadas que leí en mi niñez. De como creí que sería el amor y el poder casarme con un hombre que amo. Todo eso se vino abajo hace unas semanas, y más sabiendo en la situación que estaba. Me daba tanta tristeza en mi corazón no poder vivir todo eso como una persona normal.

Escucho como mi teléfono suena en mi bolsillo y lo saco para ver quien es.

*MAMÁ*

No tardo en contestar.

-¡Mamita linda!-Digo feliz.

-¡Ay, hijita!-Dice alegre al otro lado.-¿Cómo estás, linda?

Río feliz de poder hablar con ella.

-Bien.-Digo sonando lo mejor que puedo.-¿Y tú, todo bien?

Escucho como ella suelta un suspiro al otro lado que me causa curiosidad y frunzo el ceño.

-Mamita. ¿Todo está bien?-Sueno preocupada.

-Anne González.-Dice enfadada al otro lado.-¿Cuándo pensabas contarme que tienes un prometido?

Noto como la respiración se me atora por unos segundos y toso exageradamente.

-Mam…

-¡No, Anne!-Dice enfadada.- Te dejé espacio para ver si me lo contabas tú.

Suspiro apenada.

-Mamá, he estado liada. Discúlpame, ¿sí?

-¡Ay, hijita!-Suelta feliz de repente.-Si solo bromeaba. No sabes cuan feliz me siento de que te vayas a casar.-Dice emocionada.

Si ella supiera...

-Lo sé, mamá.-Digo, riéndome.-No te lo conté porque todo fue muy precipitado.

-Tiene un prometido de lo más educado y amable. Me encantó charlar con él.-Dice alegremente.

Frunzo el ceño y me fijo en que estaba apretando mis uñas en las palmas de mis manos hasta ponerse rojas.

-¿Ah, sí?-Pregunto con fingido entusiasmo.-¿Y qué te dijo?

-Muchas cosas, pero sobre todo que vendrían a verme pronto.-Dice riéndose. Siento pena de engañarla y de haberla involucrado en toda esta falsa.

-Mamá...-Digo alargando la palabra cansada.

-Me alegro de que tengas a alguien que te cuide, hijita.-Dice sollozando al otro lado.-No sabes cuanto. Y que te ame, te respete y te valore.-Dice mientras la escucho sonarse los mocos al otro lado.

En mi mente cruzó la fugaz idea de decirle la verdad, pero todos esos pensamientos se fueron al instante. No era capaz. No era capaz de romperle el corazón a mamá. Podría romperme el corazón a mí misma, pero jamás a ella.

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play