Nueve

...ANNE...

-¿Y como os conocisteis?-Pregunta Alessandro tranquilamente mientras mastica la carne. Veo como Luca se ahoga del tirón y su padre le mira extrañado por la reacción.

Sonrío nerviosa ante la situación, pero me armo de valor y aquí va la actriz de Hollywood.

-Oh, eso.-Le digo delicadamente.-Lo conocí en un bar que salía con mis amigas.-Explico mientras relamo mis labios juguetona.-Fui a la barra a pedir algo para beber y no pude parar de mirarlo. Así que decidí invitarlo a un trago.- Respondí con simpleza y mirándolo coquetamente.

Bien, Anne. Sigue así. Sara se conmociona al escucharme. Y Alessandro asiente mientras lo explico.

-¿Y que pasó después?-Pregunta su madre juntando las manos como si fuera a rezar.

Luca carraspea un poco ante la pregunta de su madre.

Suelto un suspiro melancólico y juego con el collar que tengo colgado.

-Bueno, no me llamo más.-Respondí firme.- Pero después nos crucemos en un parque en la tarde. Y fue imposible no reconocernos.-Digo cautivada por mi historia.-Luego de ahí, fue imposible no llamarnos o escribirnos a todas horas. Había sido como amor a primera vista. Desde ese entonces, sé que Luca es el amor de mi vida.-Comento sonriendo con nostalgia.

Su madre se seca un par de lágrimas y su padre asiente conmocionado.

Veo a Luca apretar el mentón un par de veces. Me mira mal.

Tenía que crear una historia de amor. Ya que al menos la vivo una vez que parezca que ando enamorada de verdad. Su madre carraspea y me coge la mano sobre la mesa.

-Ay, cariño. Estoy tan feliz de que estén tan enamorados.-Dice Sara alegre.-Estoy deseando que se casen pronto y que me deis nietos.

Mierda. Esto se está complicando.

-¡Ay, sí! ¡Le daremos muchos! ¿Verdad, amorcito?-Le pregunto a Luca mirándolo.

El esquiva mi mirada, sé que anda enfadado por mi insensatez. Veo como se le marca la vena en su cuello. Bien, está otra vez perdiendo la paciencia. Y otra vez soy yo la culpable. Me dijo que no le dijera cosas pastelosas y le he desafiado.

Carraspeo un poco y le digo que ha salido la cena exquisita. Ella solo me agradece y me sonríe.

La ayudo a recoger la mesa a Sara y a limpiar todo. Luca también ayuda.

-¿Dormís en la misma habitación, no?-Pregunta Alessandro desde el umbral de la puerta de la cocina.

Me quedo parada ante su pregunta. Suerte que Luca me salva.

-Claro que sí, papá. ¿Cómo no voy a dormir con ella?-Dice dejando un tono amargo.

El padre asiente y le llama para que le ayude en algunas cosas.

Sara y yo quedamos solas en la cocina. Veo que ella saca dos tazas y me sirve un té. La acompaño a que nos sentemos en la mesa.

-Estoy muy feliz de que estés con mi hijo.-Comenta distraída.-él ha sufrido mucho en su niñez y ahora.

Frunzo el ceño ante su confesión.

-¿Por qué?-Pregunto curiosa.

-Hace dos años él se iba a casar. Ella tenía tres años más que él.-Dice mientras mueve su té.-Pero ella le fue infiel con uno de sus socios y para colmo, esperaban un bebé.-Comenta apenada.

¿Él estaba comprometido? No puedo evitar sentir curiosidad por todo lo que me cuenta Sara.

-Qué triste, Sara.-Respondo triste.

Ella asiente y me coge la mano de nuevo.

-Sé que él te necesita. Él es buen hombre. Es complicado muchas veces, pero tiene buen corazón, Anne.-Dice con los ojos llorosos.

Yo asiento mientras le aprieto la mano delicadamente y ella se quita las lágrimas del rostro.

-Tranquila, Sara. Yo cuidaré a tu hijo. Nada malo le pasará.-Le digo intentado calmarla. Ella me sonríe de vuelta.

Una vez que nos tomamos el té, voy directa a la habitación de Luca. Donde debería dormir esta noche. Toco la puerta, pero no hay respuesta. Suspiro y la abro.

No hay nadie, así que termino de pasar y observar la gran estancia. Seguro que Misifu se sentirá cómodo aquí. Río divertida ante mis pensamientos.

Alguien abre la puerta de repente y sé que es él. Me ha llegado el olor a su perfume. Me encanta como huele, podría pasarme horas.

Escucho como deja algo encima de la pequeña mesa ya que suena y se acerca.

-¿Un parque, enserio?

Suspiro pesadamente y lo encaro.

-¿Se te ocurría algo mejor, genio?-Respondo mirándolo.

-Maldita sea, Anne.

Veo como se da la vuelta frustrado y se agarra del pelo.

-Te dije que no dijeras cosas pastelosas y cosas así. Porque yo no soy así.-Dice demandante observándome de nuevo.

Me muerdo el labio para evitar que salga algo malo de mi boca de nuevo.

-¿Ni con tu ex prometida?-Suelto de pronto.

Veo como él agranda bien los ojos ante mi pregunta y aprieta la mandíbula para después acercarse a mi de nuevo y estamparme contra la pared. Si dijera que no me dolió mentiría. Dolió el golpe. Solté un gemido de dolor al impactar. No tenía que haber sacado el tema. Lo sé, pero él también me investigó a mí. 1-1.

Veo como pone sus brazos a ambos lados de mi cuerpo y me mira echando fuego. La vena, el respiración se le dificulta. Lo estoy llevando al límite de eso. Puedo sentir su respiración cerca, su olor. Cierro los ojos por un momento. Y cuando los abro él me está mirando como antes. Intento levantar la mano para reposarla en su brazo, pero él me detiene de momento. Intento tocarle de nuevo y está vez no me rechaza. Toco suavemente su hombro haciendo un camino y él cierra los ojos con su respiración irregular. Necesito calmarlo.

Subo con mi mano temblorosa hasta su cuello y de ahí a la cara. Empiezo a trazar de nuevo ese camino invisible. Sus cejas, ojos, pómulos,..pero me paro en los labios. Paso un dedo por ahí, y el abre de nuevo los ojos y me mira extrañado.

Ya su respiración es normal, está más calmado. Suspiró aliviada. Y bajo la mano.

-Ya está, ya ha pasado.-Le susurro.

Él se nota que está desconcertado por un momento y asiente separándose un poco de mí.

-Te iba a dar otro ataque de esos, he intentado relajarte. Para que no te pierdas como la otra vez.-Le comento tranquilamente. Él solo me mira.

Se acerca a mí de tirón. Y pienso por un momento que me va a ahorcar de nuevo, pero no es así

Coge la flor detrás de mi oreja y la observa detenidamente. Sonrío inocente. Seguro que se ha dado cuenta de que la robe.

Él hace un sonido enfadado y se va de la habitación.

Tiene un gran problema con la paciencia y la ira. Creo que debería ir a terapia para mejorar ese comportamiento. Suspiro y me dejó caer en la cama. Después de un rato estar mirando el techo me doy cuenta que caigo en los brazos de Morfeo.

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