Cuatro

...ANNE...

Miro atentamente sus manos escribiendo sobre el folio. Y lo miro más atentamente y delicada. Es guapo, sino fuera porque es un grosero hasta sería el tipo de hombre que me puede llegar a gustar o atraer. Tuve que respirar profundo bastantes veces porque no me esperaba a encontrarme con el tipo al que le tiré el licor encima y después salir corriendo como la cobarde que soy. Sentí vergüenza ajena cuando sus ojos conectaron con los míos, apreté cerrandolos para poder olvidar un poco el bochorno causado.

-¿Te encuentras bien?

Abro un ojo como una niña pequeña y me empiezo a reír como una loca.

-¡Claro que sí! Sólo estaba meditando. No hay de qué preocuparse.-Digo sonriendo y mostrando mis dientes. Él me observa arqueando una ceja y vuelve a su papel. Dios santo, Anne. Estás haciendo el ridículo delante de este hombre. Compórtate por una vez.

-Te dejaré varías cosas claras.-Dice fijando su vista en mí seriamente.-Este fin de semana vendrán mis padres y necesito que vengas a mi casa esos tres días.-Comenta ido mientras intenta explicarme.

Asiento hacia él y le presto atención.

-No quiero que me llames cosas melosas delante de ellos. Simplemente actúa normal. Como una novia normal.-Dice mirándome.-¿Podrás hacerlo?

-Claro que sí, pero...¿Debo de actuar cariñosa o algún tipo de modo?

Él niega con la cabeza irritado.

-No quiero muestras de afecto. Me dan asco. Ni motes cariñosos y lo que conlleva eso.-Comenta poniéndose de pie y mirando por el gran ventanal.

-De acuerdo, quedan dos días...Podrías decirme dónde quedaremos y tal. Ya tienes mi número de teléfono por si acaso.-Le digo alegremente. Él solo no me responde y doy por terminada la conversación con él. Suspiro y le miro antes de salir de la oficina.

Siento que sino necesitará de verdad este dinero, le mandaría al infierno y además al cuerno también. Me despido de la chica antes de salir y me encamino a casa, tengo que darle de comer a Misifu.

Me paro al cruzar la calle ya que veo una floristería y me paro para oler las rosas rojas. Son mis favoritas. El olor inunda mis cosas nasales y me encantaba. Miro lo que llevo en el monedero de dinero y compro dos rosas rojas para el jarrón que compré hace poco. Me despido de la señora y me encamino a casa. Voy cantando tranquilamente y sonriendo como una niña pequeña al que le regalas una piruleta.

-Misifu, ya estoy en casaaaaa.

miau

ahí está mi bola de pelos. Lo cojo en brazos y lo achucho fuertemente. de seguro que tendrá hambre, voy a la cocina y cojo una lata pequeña para echarsela y que coma.

El teléfono de la casa suena lo que despego la vista de Misifu y corro a cogerlo.

-Cariño.-Dice mamá al otro lado.

-Mamá, ¿Cómo te encuentras?-Pregunto preocupada.

Escucho la tos al otro lado de la línea y eso hace que me preocupe más aún por ella.

-¿Sabes que te quiero, hija?

Siento que el pecho se me oprime y por unos segundos me quedo sin respiración.

-Y yo a ti, mamá. Muchísimo.

Ella ríe al otro lado y suspira. Sé que algo anda mal con ella. Quizás que la situación había empeorado o algo. Pero sé que ella no me querrá decir, por lo que tendré que llamar a la Doctora Leah. Para ver cómo va el tratamiento de mi madre, y como sigue ella. Hablamos un rato más para después colgar. Siento como las lágrimas me caen sobre mis mejillas. Apoyo mi frente en la pared mientras lloriqueo más y sorbo mi nariz. Cojo un pote de helado y una cuchara. Me pongo Netflix y me quedo dormida plácidamente .

*****

Más golpes en la puerta. Más insistentes. Gruño molesta y me levanto a sabiendas. Miro la hora en el reloj y marcan las 10:00 de la mañana. Será Lily que vendrá para salir a desayunar o algo. Arrastro mis pasos vagos hasta la puerta y cuando la abro pego un rebote hacia atrás por el susto.

-¿Cómo sabes dónde vivo?-Grito asustada de verle.

Él se le ve fresco y tuerce una sonrisa. Me echa hacia el lado y pasa adentro.

-Necesito algo de ti.

Ladeo la cabeza mirándole insegura.

No sé qué sartan de tonterías dirá ahora o quizás sea descortés.

-Ya sé lo que quiero.

-¿Que quieres?

-Que solo seas para mí durante un año. Ni uno más ni uno menos.

Me quedo petrificada ante su confesión tan indiscreta y carraspeo.

-Sé lo que le sucede a tu madre. Se todo, Anne. Y créeme que me necesitas.-Argumenta poniéndose delante de mí.

¿Cómo..?

Siento la desesperación en mi cuerpo y el porque él ha cotilleado sobre mi vida privada. Estoy últimamente sensible con este tema más que nunca. Siento los ojos llorosos y lo miro para después pegarle con el puño a su pecho.

-¡No tenías derecho de saber nada de mi vida privada!-Le grito llorando.

-Puedo ayudarte.

Me río irónicamente cuando él me coge las manos cuidadosamente y las deja a mi lados.

-¿Crees que todo se puede comprar? ¿Eso es lo que crees?-Digo acusandolo con mi dedo.

-¡Solo intento que tú me ayudes y yo a ti!

Le pegó una abofetada fuerte. Él se queda sorprendido ante tal situación y me agarra del cuello y me estrella contra la pared. Siento el pánico recorrer todo mi sistema y las lágrimas salir. Él me mira enojado y con la respiración irregular. Subo mi mano hasta la suya que está detenida en mi cuello y siento como va deshaciendo el agarre poco a poco. Maldice en silencio mientras se despega de mí y se alborota el cabello. Siento miedo al mirarlo. No ha ejercido la fuerza suficiente para hacerme daño, pero ha tenido la intención. Pierde los papeles rápidamente. Me agarro el cuello cuidadosamente sin meditar palabra alguna.

-Tengo ataques de ira desde los 9 años.

Lo miro sorprendida pero solo veo su espalda musculada y como se le tensan los músculos.

-Me llamo Luca, y necesito una esposa antes de cinco meses. Sino habré perdido todo.-Dice girándose hacia mí y manteniendo la distancias.

Miro hacia el suelo sin saber que decir.

-Pagaré al mejor hospital para que atiendan a tu madre. Pero necesito que te cases conmigo.-Comenta mirándome por fin a mi.

-¿Casarnos?-Pregunto confusa.

Me estoy perdiendo un poco a decir verdad. Hemos pasado de novia por contrato a esposa. Esto se está yendo de manos.

-Sí, será un año. Al año seremos libres ambos. Piénsalo y cualquier cosa me llamas.-Dice con un toño brusco mientras deja su tarjeta encima de la mesa y se va.

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Comments

Lira Adams

Lira Adams

muy buenas, hasta ahora me encanta, felicidades

2023-03-09

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