AMENAZA DE ABORTO

ANDREA

Miguel empezó el proceso con los abogados. Al inicio pensé que todo iba a ser fácil porque Miguel ha sido un hombre muy bueno con su hija pero ya han pasado seis meses y no hay ninguna negociación ni audiencia ni veredicto ni nada.

Creo que el hecho de que el juez sea amigo de Don Erasmo ha alargado el proceso. La niña continúa con nosotros en casa. A veces me siento culpable por todo esto pero voy a confiar que todo se va a resolver.

Últimamente no me he sentido bien. Se me ha retirado el apetito, no se si por tanto estrés. He notado que Miguel ha estado un poco cansado de tantas idas y venidas con los abogados aunque él me dice que no me preocupe.

En dos días es el cumpleaños número 38 de Miguel. Asi que quiero que salgamos en un paseo tipo picnic para que se desconecte de tanto quehacer.

Así que le comenté mis deseos del picnic. Miguel aceptó.

— Gracias mi amor.

— Sabes que pronto cumplimos nuestro primer aniversario de casado— dice Miguel.

— No me había puesto a pensar en eso con tantas cosas.

— Tu cumpliste años y no te preparé nada. Perdón Andrea.

— No te preocupes por eso. Entiendo la presión que llevas en tus hombros.

Los dos días pasaron en un abrir y cerrar de ojos. Nos preparamos para ir a dar un paseo en familia. Eliza estaba tan contenta. Realizamos nuestro picnic en la casa de campo que tenía Miguel. Era un lugar esplendido cerca había un riachuelo y muchos árboles, el cantar de las aves daba un toque de serenidad y tranquilidad. Pasaría sábado y domingo en la casa de campo.

— No pensé que tenías una casa de campo tan bonita.

— Si. Tan bonita y tan abandonada— sonrió Miguel.

— Me gusta este lugar. Es tranquilo y el aire es fresco. Y a Elizabeth le fascina.

Comencé a sentirme mareada. Veía a Miguel turbio. Me agaché.

— Te pasa algo Andrea.

— Un simple mareo. Ha de ser porque no desayuné.

— Siéntate. Te voy a traer algo para que comas.

Elizabeth andaba explorando parte del jardín, fascinada con las aves y unas ardillas que andaban corriendo de un árbol a otro.

— Toma— me extendió un jugo de naranja con unas galletas— Creo que nos hubiésemos traído a una de las señoras que trabajan en la casa para que nos cocinaran algo rico.

— Solo déjame que se pase este mareo y preparo algo. No creas que no se cocinar.

— Como que esos síntomas están raros, no crees. Mareo, falta de apetito. Debes cuidar tu salud.

Me tomó unos diez minutos para que el mareo se me pasase. Me levanté y fui a la cocina. Limpié un poco y me puse a cocinar. Alisté la canasta de comida.

— Miguel ya alisté la canasta, podemos ir a hacer nuestro picnic.

— De acuerdo. Lo haremos cerca del riachuelo.

Caminamos hasta llegar al riachuelo. Puse una manta, la canasta en el centro y nos sentamos. Miguel sirvió la comida y Elizabeth sacaba las frutas.

— Eliza le cantamos el feliz cumpleaños a papi.

— Si.

Empezamos a cantarle.

— Gracias.

Comimos y nos acostamos en la manta. Observábamos las formas de las nubes. Sentí un dolor algo fuerte en el vientre.

— Creo que me va a bajar mi mes. Me duele mucho el vientre y sabes que no traje pastillas para el dolor.

— Pero traes toallas sanitarias.

— La verdad no. Últimamente mi menstruación ha estado irregular así que no le llevo un control.

— Si quieres puedo ir a buscar una farmacia aunque voy a tardar porque están en la ciudad.

— No vayas. Creo que vi unas compresas en una gaveta de la cocina.

— Eso ya deben estar caducadas.

— Nunca he visto una caducada— reí a carcajadas.

Regresamos a la casa cuando oscurecía. El dolor se volvía cada vez insoportable, nunca había experimentado un dolor así.

— Miguel no aguanto el dolor.

— ¿Quieres regresar?

— No quiero pero siento calambres en el abdomen y el dolor se agudiza en mi vagina.

— Okey. Regresamos. Elizabeth ya se durmió.

Regresamos a casa. Miguel llevó a su habitación a Eliza. Caí de rodilla en el cuarto, eran un calambre tan fuerte Miguel entró al cuarto y me ayuda a levantarme.

— Vamos al hospital tal ves te ponen algo para el dolor

Miguel me llevó al hospital. El doctor me revisó. Me mando un ultrasonido.

Cuando terminé el ultrasonido me fui a sentar.

— Pueden pasar— el doctor.

Entré sola. Miguel espero afuera del consultorio.

— Señora anda sola o con su pareja.

— con mi esposo.

— Dígale que pase.

— Es grave. Ya me está asustando doctor.

Miguel entró.

— Ahora que están los dos quiero decirle algo. Evidentemente sí ha tenido un descontrol hormonal pero no es eso el dolor. Usted Tiene 14 semanas de embarazo.

Quedé en estado de shock.

— Ese ultrasonido esta equivocado. Yo he tenido menstruaciones irregulares.

— No señora este es su ultrasonido.

La cara de Miguel mostraba una felicidad inmensa.

— Gracias doctor. Esta es la mejor noticia que he podido recibir en los últimos seis meses.

— Le pido que repose. Esos dolores son amenazas de aborto.

No puedo creer que estoy otra vez embarazada.

Salimos del hospital.

— Ya no mas trabajo. Guardarás reposo absoluto— me decía Miguel.

— Quiero repetir ese ultrasonido.

— Vamos a ser padres. Eliza va a estar feliz.

— No le digas aún. Tengo miedo de volver a perder a un bebe.

— Tranquila. No mas trabajo. No mas estres. okey mi reina. Este es el mejor regalo de cumpleaños que me he podido recibir.

Me fui a acostar. Miguel se acostó y me abrazó.

— Gracias Andrea por permanecer a mi lado. Tengo fecha de audiencia no te lo había dicho. Es de este lunes al siguiente.

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Comments

Marta Bedetti

Marta Bedetti

abu no le quites la niña a su papi...

2023-10-14

1

Guadalupe Vanegas

Guadalupe Vanegas

más capítulos xfavor

2023-03-11

5

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