UNA BODA CON CONTRATO

ANDREA

Salí de la oficina del señor Miguel. Le di una respuesta. La pasé pensando toda la noche. Dije que nunca me volvería a casar pero una boda bajo contrato está bien. Me gusta la idea que él sea mi donante. Realizaré mi sueño de ser madre y él le dará una mamá a Elizabeth. Ambos nos beneficiamos.

En una semana me caso. Una boda bajo contrato, una boda donde nadie tiene que saber que el CEO Miguel cerato será mi esposo.

La semana pasó rápido. La boda civil se llevó a cabo en su casa. Elizabeth estaba muy alegre. Este día es su cumpleaños.

— Ahora vas a vivir conmigo. ¿Te puedo decir mamá?

Miré de reojos a Miguel.

— Creo que si.

Elizabeth me abrazó.

— Vamos Andrea, te voy a mostrar tu habitación..

Seguí a Miguel. Me mostró la habitación. Llevé mi maleta y me ubiqué. Me di una ducha y me cambié de ropa.

Cuando Eliza se fue a la cama, fui a su cuarto y le di las buenas noches. Ella me abrazó. Le di un beso en la frente.

Mientras regresaba a mi habitación, me encontré con Miguel.

— Miguel. ¿Cuándo harás la donacion que necesito?

— Te parece que mañana vayamos a esa clínica.

— Me parece. Entonces sin nada más que decir buenas noches.

Me casé con mi jefe, con el CEO bajo un contrato. Él es un hombre frío conmigo pero con su hija es el hombre más dulce, que hace cualquier cosa por ella.

A la mañana siguiente, Miguel y yo partimos a la clínica.

— Doctor, él es mi donante de esperma.

El doctor habló con Miguel. Miguel salió del consultorio y fue a un cuarto donde tenía que masturbarse. Habían revista y un televisor con vídeos pornos para que se estimulará.

Miguel salió de ahí y se dirigió al consultorio.

— Andrea me permites hablar contigo en privado.

Salimos del consultorio y regresamos al auto.

— No puedo hacer eso.

— ¿Qué cosa?

— Masturbarme. Me llevan a esa habitación con revista y videos pornos pero simplemente no puedo. Siento como que soy una animal. Al final, aunque done mi esperma, lo que llevarás en tu vientre será un hijo mío. Y si voy a ser padre quiero hacerlo consciente y por la vía natural.

— Pero yo no quiero sexo contigo y está como condición en el contrato.

— Simplemente no puedo. Haré mi mejor esfuerzo.

Entramos nuevamente a la clínica y él entró de nuevo a ese cuarto. Estuvo ahí dos horas.

— Listo— le dijo al doctor— ya entregué mi muestra a la señorita de laboratorio.

— Okey. Entonces puede ir al área de inseminación señora Andrea.

Me levanté y entré a otra habitación. La doctora especialista me dijo lo siguiente.

— Ya el doctor le explicó el procedimiento pero igual le diré para que quede clara. La inseminación artificial es un proceso de reproducción asistida sencillo en el cual, yo estaré de encargada de introducir los espermatozoides en su útero. Cómo usted ya tiene alrededor de unos 7 días con el tratamiento para madurar su óvulo, entonces creo que ya estamos listas. Quiero decirle que la probabilidad de quedar embarazada es de 30 por ciento.

Me coloqué en posición como que tal me iba a realizar una citología.

Salí una hora después.

Miguel ya se había ido a su empresa. Yo regresé a casa y me fui acostar.

Elizabeth entró y se quedó acostada conmigo, al rato se quedó dormida.

Pasaron dos semanas desde la inseminación. La relación en cuanto a comunicación con Miguel no avanza. Conmigo es distante, me habla solo y cuando es necesario y yo hago lo mismo. Elizabeth cada vez es más cariñosa conmigo.

Ver a Miguel cómo trata a su hija, con amor me hace querer verlo con otros ojos pero debo mantenerme firme.

Llegamos al mes. Tenia que ir a la clínica para comprobar si estaba embarazada. Me hicieron un examen de sangre.

— Tiene mucha suerte Andrea, está usted embarazada.

Estaba feliz. El procedimiento fue un éxito ahora solo me toca cuidarme.

Regresé a la empresa. Quería decirle a Miguel que fue un éxito pero dentro del contrato estaba que él no asumía paternidad que sólo sería un donante y por lo tanto, este bebé no tendría su apellido y él no tendría ninguna obligación con él o conmigo. Es una estupidez completa todo esto.

Así que me puse a trabajar.

Un mes más pasó y los achaques del embarazo continuaban con más intensidad, tenía exactamente 9 semanas. Cada vez que me levantaba iba directo al baño a vomitar.

Miguel no me preguntaba nada y yo no le decía nada.

Empecé a perder peso y mi aspecto comenzó a verse afectado. Tan bonito que pintan el embarazo que se les olvida mencionar está parte.

Estando en el comedor desayunando Miguel, Elizabeth y yo. Sentir el olor del huevo me dio ganas de vomitar y pegué una arcada.

— Te sientes bien mami— preguntó la pequeña Elizabeth.

— Si te sientes mal no vayas a trabajar.

— Tú eres mi jefe. Me justifico. No me siento bien. Voy a mi habitación.

— Papá acompaña a mamá Andrea.

Empecé a caminar con rapidez

Miguel venía atrás. Me metí al baño y empecé a vomitar.

— Si te sientes mal podemos ir al medico.

— Estoy bien.

— ¿Estas embarazada?

Al escuchar esto sentí unas ganas de llorar. No tengo derecho a nada. Me sentia sensible.

— Si— sentía un nudo en la garganta— son 9 semanas y llevo rato con esto.

Llevé mis manos a mi cara tapando mis lágrimas. Miguel se agachó, se sentó en el piso a la par mía y me abrazó.

— Se que tenemos un contrato y hay cláusulas realmente estúpidas y aunque este bebé fue concebido de la forma no natural, es mi hijo y si necesitas algo o quieres algo por favor dímelo.

Apreté su camisa.

— Se que ambos no sentimos amor pero quiero que hoy te quedes conmigo. Solo hoy y te prometo que no volveré a pedirte nada.

— Solo hoy.

Miguel se levantó y me ayudó a levantarme. Cerró la puerta de mi habitación para evitar que nos viera la servidumbre y nos acostamos en mi cama. Se quitó sus zapatos y su sacó, yo puse mi cabeza en su pecho. Quedamos en silencio. Cerré mis ojos. No sé si por el embarazo pero empezaba a querer a este hombre. No quiero luchar más solo quiero que él me vea como una mujer.

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Comments

Hanna

Hanna

Calma mujer. tu casó hoy

2024-12-30

0

Hanna

Hanna

si... claro ... jajajaja

2024-12-30

0

Marta Bedetti

Marta Bedetti

hay Miguel

2023-10-14

3

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