ANDREA
Miguel me llevó a la cama porque me sentía un poco mareada. Le pedí que se quedara esa noche conmigo y me hiciera el amor.
Es cierto que estaba un poco borracha pero aún conservaba mi conciencia y esas ganas o esos deseos rezagados que llevo de no tener intimidad desde hace muchos años se manifestaron esa noche cuando me pasé de copas.
Lo jalé de la corbata y lo acerqué a mis labios, clavé mi mirada en sus ojos y veo en esos ojos también la necesidad de mostrar ese deseo que lleva dentro.
Nos empezamos a besar con mucha intensidad, sus besos me hacían suspirar de emoción, mi cuerpo reaccionaba sus manos, a sus caricias porque era un hombre muy romántico y delicado en cuanto al tacto.
Lo empujé a la cama y empecé a desabotonar su camisa, quité su corbata, empecé a besar sus pectorales y subí a sus labios. No habían pasado ni cinco minutos cuando estábamos uno frente al otro sin ropa, él recorrió mi cuerpo con sus labios, con sus manos acariciando cada parte. Hicimos el amor con mucha pasión.
Jamás en mi vida había sentido tanto amor en una sola noche, con Dylan aunque nos casamos enamorados nunca fue así, siempre me trataba como que fuera de su propiedad, él veía por sus deseos y no por el mío. Sentía que hacer el amor con él era algo mecanizado, algo que tenía que hacer porque era mujer y porque era mi obligación servirle a él. Sé que no debería de comparar pero Miguel es diferente.
Después de hacer el amor quedamos exhaustos, desnudos en la cama. Él me abrazó y me dio un beso en la frente, yo puse mi cabeza en su pecho, cerré mis ojos y le di las gracias.
— ¿Por qué me agradeces?
— Porque jamás en mi vida habia sentido esto, recibir tanto amor en una sola noche— Salían lágrimas de mis ojos.
Él me abrazó un poco más fuerte.
— No se si es precipitado esto que te voy a decir pero estoy enamorado de ti y quiero que tengamos una relación estable. ¿Aceptas que continuemos casados?
— Pero hace una semana yo firmé la disolución.
— Si, es cierto pero él trámite lleva tiempo. Así que puedo preguntar a mi abogado si se puede retirar esa solicitud.
Suspiré.
— ¿Tú estas seguro que quieres que yo sea tu esposa? ¿Y todas esas cláusulas?
— Esas cláusulas se irán al carajo.
— Está bien. Quiero seguir siendo tu esposa.
— Sabía que con un poco de constancia lo iba a lograr. Me siento tan feliz de que empecemos de nuevo. Solo te voy a pedir que me des dos días para que yo pueda hablar con Elizabeth porque voy a quitar el retrato o los retratos de su mamá.
— No te preocupes por eso, si necesitas más tiempo, está bien lo entiendo.
—Te pregunto si me quedó a dormir toda la noche o quieres que me vaya.
—Quédate Por favor.
—Lo que diga mi esposa. Sus deseos son órdenes.
Quedamos así toda la noche abrazados. Desperté primero, no podía creer que estaba en los brazos de Miguel, miré su rostro dormido, él es un hombre muy guapo, muy conservado y muy educado. Solo le pido a Dios que nunca cambie.
— Siento que me voy a gastar de tanto que me ves— sonrió— siento tu mirada.
— Perdón. Creí que todavía seguías dormido.
— Hoy te mudas a mi casa. Te voy a ayudar a empacar. ¿Estas de acuerdo?
— Si lo estoy pero antes desayunemos.
Desayunamos. Miguel me ayudó a empacar mis cosas. Me mudé a su casa nuevamente.
Cuando Elizabeth me vio entrar se tiró encima mío. Me abrazó tan fuerte.
— No te vuelvas a ir otra vez mamá. Te extrañe mucho.
— No lo haré.
— Juramelo.
— Te lo prometo.
Tomé mi maleta y la llevé a la habitación donde estaba antes de irme.
— Andrea, esa no es tu habitación de hoy en adelante. Tu lugar está en mi cuarto.
— Quiero pedirte algo, espero no te ofendas. No quiero compartir esa habitación.
— Mmm ya se por donde va todo esto. No te preocupes, la habitación que compartí con Vanessa está bajo llave, nadie entra ahi. Después del accidente de ella me afectaba mucho ese espacio, así que cambié de habitación.
— Okey. Entonces puedo llevar mi maleta a tu habitación.
Tomé la maleta y seguí a Miguel.
— Esta habitación será nuestro espacio para compartir— sonrió.
— Solo espero que no lo tome a mal la niña o tus empleados.
— Tranquila. Todos saben que eres mi esposa.
Le puse una sonrisa. Él me abrazó.
—Tranquila Andrea, si en tu pasado ese estúpido de Dylan te trató como un trapo viejo, yo no te voy a tratar así porque yo soy diferente y creo que es hora de que la vida te recompense todo ese sufrimiento.
— Pellízcame. Siento que estoy viviendo un sueño y no quiero despertar.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 31 Episodes
Comments
Liliana Barros
Me gusta como se desarrolla esta relación. Aunque comenzaron con el pie izquierdo, estuvo bien que Andrea pusiera fin a ese contrato y Miguel le diera su lugar. Ninguna mujer que se respete, debería aceptar algo así. No es sano vivir bajo la sombra de un fantasma.
2024-12-23
0
Marta Bedetti
muy buena autora..
2023-10-14
2
LAYLA HIDALGO
linda e interesante novela. gracias autora por QUITARME EL SUEÑO es la 1 de la mañana y sigo.
2023-10-11
2