cap. 8

Cuando la reina termino de hablar con su hija, más bien reprenderla por no haberle contado antes todo lo que estaba sucediendo con el príncipe dijo.

- Debiste decirme cielo. Leonor yo solo quiero tu felicidad y aunque aún no esté convencida del todo de las buenas intenciones del principe, te apoyaré. Si tú crees que el principe es la persona idónea para ser tu esposo, yo intentaré convencer a tu padre para que no se oponga a lo vuestro.

Leonor Sonrió y abrazo a su madre para luego decir.

- Gracias madre por siempre querer mi bien.

Luego de un momento más de charla la reina se dirigió a su palacio y Leonor fue a su alcoba a prepararse, hoy cobraría venganza de todo lo que había vivido en el pasado.

Leonor se vistió de negro, tomo sus armas y salió a hurtadillas del palacio.

Por otro lado Mauricio había ido a despedirse de ella y hablar sobre lo que le había dicho el emperador, pero antes de llegar vio como la princesa salía a hurtadillas del palacio. Sin pensarlo dos veces la siguió, ya que su actitud era rara, e intento que la chica no lo viera.

Pronto vio como tomo un caballo y se dirigió hacia la capital. El principe hizo lo mismo, tomó su caballo y la siguió a una distancia considerable.

Por otro lado cuando Leonor llegó al marquesado Ford, evadió a los guardias e ingreso. Mauricio también ingreso a la mansión, pero cuando ingreso una daga se posó en su cuello.

- ¿Por qué me sigue principe? ¿Es que acaso quiere morir?

Mauricio sonrió y dijo.

- Me encantaría saber por qué mi prometida entra a Hurtadillas como una asesina a este lugar.

Leonor levantó una de sus cejas y retirando la daga dijo.

- Viene a cobrar una deuda pendiente. Le recomiendo irse esto no le incumbe...

- Te equivocas todo lo que hagas apartir de ahora es de incumbencia...

Pronto escucharon ruidos en la parte de abajo de la mansión y Leonor se apresuro a cubrir la boca del principe y a hacerle señas de que guardara silencio. De Pronto empezaron a escuchar como el marqués entraba gritando.

- Maldita perra, como se atreve a insultarme de esta manera. Espero que la emperatriz solucione esto pronto y cuando eso pasé me cobraré la vergüenza que me hizo pasar esta noche.

El marqués subió las escaleras y de pronto un golpe en su nuca lo dejó inconsciente.

Mauricio miró a la chica y dijo

- ¿Que planeas hacer?

- Voy a divertirme está noche. Eres bienvenido a ver.

Sin más Leonor conjuro un hechizo para hacer flotar el cuerpo inconsciente del hombre y se lo llevó con ella. Mauricio sonrió y dijo

- Esto no me lo perderé.

***

A las afueras del imperio, casi llegando a los límites en una cabaña, la princesa despertó al marqués apoyando un hierro caliente en su pechos. El hombre se despertó gritando producto del dolor y al ver a la princesas dijo con su vos llorosa...

- Alteza que... ¿que está haciendo..?

- Por fin despierta marqués. - Leonor dejo el hierro en las brazas nuevamente y con una sonrisa dijo - Me alegra que por fin haya decidió aparecer lo estuve buscando por mucho tiempo y hoy por fin voy a obtener mi venganza...

Mauricio miró atentamente todo lo que la princesa le hizo al marqués. Leonor torturó y desmembró cada parte del asqueroso viejo hasta que el hombre no soporto más y murió. Cuando todo acabo Leonor quedó en silencio por un momento mirando sus manos llenas de sangres y el principe al ver esto dijo.

- Tranquila, por lo que ví se lo merecía...

- Lo maté.

- Si, ¿Que fue lo que te hizo?

- Destruyó mi vida...- Leonor cayó al piso de rodillas y sus lágrimas empezaron a caer.- acabó de matar a una persona. ¿Que me hace diferente de este bastardo? Yo...

Mauricio miró a la princesa no entendiendo bien que pasaba, la chica había matado al hombre de la manera más cruel posible y ahora parecía estar en estado de shock.

- Princesa, levántese.- El principe la ayudo a levantarse y dijo - Vamos la ayudaré a regresar.

Leonor miró a Mauricio y apartándose de él dijo.

- Está bien, puedo regresar sola...

Leonor salió junto con el príncipe de la cabaña y una vez fuera ambos, incendio todo el lugar. Luego volteo a ver al principe ya más calmada y dijo.

- Espero que no diga ni una palabra.

- No planeaba hacerlo, pero le gustaría saber ¿por qué lo torturó así?

- Es algo que ya no importa.

- Muy bien, no insistiré en eso, pero solo le diré algo no sienta remordimiento, recuerde por qué hizo lo que hizo. - Leonor miró al principe y solo asintió. - Nos veremos luego alteza.

El principe se inclinó ante ella y tomando su caballo partió hacia su campamento. Leonor por su parte volvió a su palacio y lloro durante toda la noche. Si bien ella quería tomar venganza de todos los que alguna vez la habían dañado, su noble corazón hacia que se sintiera mal luego de haber matado a ese hombre. Que diferencia había entre ella y el bastardo que por años la torturó. Aun que sabía que lo que había hecho estaba mal ya no había vuelta atrás, ella había vuelto para vengarse de lo que, tanto el marqués como la emperatriz, le habían hecho. Cumpliría su misión y luego vería como vivir con la culpa.

Sin más la princesa se durmió y esa noche tuvo un sueño, que más que un sueño fue una revelación de lo que en verdad paso y por qué terminó como termino.

Sueño...

Luego de que Leonor fuera llevada al marquesado, la reina cayó en un estado de depresión total. Poco a poco su salud fue decayendo, puesto que no podía soportar la perdida de su hija.

Días después de la boda una carta había llegado al palacio diciendo que la princesa luego de salir a dar un paseo, unos bandidos habían atacado su carruaje y luego de robarle le dieron fin a su vida. El cuerpo de una joven completamente desfigurada, producto de los golpes, había sido enviado al palacio, tanto el emperador como la reina sufrieron su pérdida y el palacio fue vestido de luto por mucho tiempo en memoria de la princesa. Ambos padre devastados por la noticia poco a poco fueron enfermando hasta que un día la reina ya no se levantó y muy pronto su esposo la siguió. El principe fue coronado y la emperatriz vivió feliz junto a su hijo hasta que la guerra estalló.

Mientras que Leonor era torturada día y noche por su asqueroso esposo, David tuvo muchos problemas para dirigir Atenea. Zenda sabía de la incompetencia del principe y al haber fallecido el emperador decidieron atacar, puesto que ellos creyeron apropiado el momento para por fin apoderarse del imperio. Pronto la guerra se libro y luego de una extensa lucha el principe Mauricio logro la victoria. Logrando así, luego de doscientos años de historia, por fin vencer al que alguna vez fue el imperio más rico y próspero de todo el continente. La emperatriz y su hijo fueron llevados a juicio y en el proceso descubrieron que tanto ella como su hijo habían causado la muerte de la reina y el emperador, puesto que los habían envenenado para así tomar posesión del trono. Luego se enteraron de que la princesa podría aún seguir con vida, pero cuando fueron a buscarla fue demaciado tarde. Días antes de que todo terminara marqués la había matado y al igual que la emperatriz y su hijo fue condenado dejando así al imperio libre de todos aquellos que contribuyeron a su destrucción.

Leonor despertó empapada en sudor y con una opresión muy fuerte en su pecho, en ese momento entendió que no tenía espacio para sentir remordimiento ni compasión por los que causaron la destrucción de su familia. Haría pagar a cada uno por su traición. Lo que había hecho esa noche solo fue el comienzo de su venganza...

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