cap.4

En el palacio de la princesa, está se encontraba leyendo algunos libros de magia, cuando de pronto la reina llegó con su cara sería. Leonor solo levantó su vista, pero luego volvió a bajarla a sus libros.

-Madre.

- Leonor he hablá con tu padre. ¿Cómo es eso que no quieres fiesta de presentación?

- Lo que escuchó madre. No estoy interesada en ser presentada cómo un objeto que puede comprar el mejor postor.

- ¡¿Leonor?! ¿Pero que cosas dices? Tu padre y yo jamás te haríamos algo como eso.

- ¿Está segura? A padre solo le importa la opinión pública. Es capaz de venderme a un viejo verde si este cuenta con el capital y el apoyo que el principe necesita...

La reina estaba asombrada por las palabras de la chica, pero antes de que ninguna pudiera decir nada, las puertas de la sala se abrieron dejando entrar a un Maximus completamente enojado.

- ¿Eso es lo que crees de mi?

Leonor se levantó de su asiento y mirando fijamente a su padre dijo.

- ¿A caso no es así? Emperador se perfectamente como funciona esto, lo he sabido desde que soy una niña. Mientras que el principe heredará la corona, yo tendré que aceptar casarme con el mejor postor y con quién brinde el mejor apoyo a este imperio. Tengo muy claro que mi opinión en estos casos no importa para nada. Sino mire lo que acaba de pasar, le dije que no quería festejar mi mayoría de edad y usted fue a buscar a mi madre para convencerme de lo contrario. ¿Es tan difícil entender que no quiero celebrar ese día?

La reina miró sorprendida a su hija y el emperador furioso dijo.

- ¿Quien te dijo que yo te vendería? Por supuesto que respeto tus decisiones, lo he hecho toda tu vida.

- La emperatriz lo dijo. En más de una oportunidad ella menciono que yo solo vine a este mundo con un propósito, ayudar a conseguir ayuda política a el principe.- Maximus enfureció más, ahora entendía muchas cosas con respecto a la actitud de su hija.- ¿O no es así madre? Muchas veces le ha dicho que tenía que dar gracias a que tubo una niña y que gracias a mi, su hijo saldría beneficiado, por qué de lo contrario hacía mucho que la hubiera degradado a una simple concubina del montón.

Maximus miró a la reina y está bajo la cabeza.

- Yo no sabía de esto...

- Hay muchas cosas que no sabe emperador, pero usted no vino para que yo se las contará, ni tampoco estoy dispuesta a decírselas. Con respecto a la fiesta, viendo que es más importante el que dirán, que lo que su princesa quiere, hágalo. Ahora sí me permiten me gustaría seguir estudiando.

Maribel miró a su hija con asombro su carácter cada vez era más frío y descortés.

- Hija creo que te estás equivocado, tu padre y yo solo queremos lo mejor para tí.

- Ese es el problema, ninguno de los dos se ha dado cuenta de que yo puedo tomar mis propias decisiones y como ya he dicho no me casaré. Pero bueno si quieres exhibirme cómo un lindo trofeo, háganlo. Pero eso sí, si algo malo me pasa esa noche solo será su culpa.

- ¿A qué te refieres?

- Nada yo me entiendo.

La reina miró a su hija y dijo.

- Leonor...

- Organizar todo madre, le daré el gusto a ambos.

Sin más se volvió a sentar y tomo su libro de magia para ignorar por completo la presencia de ambos.

La reina al ver la actitud de su hija y ver que el emperador estaba por perder los estribos dijo.

- Emperador es mejor dejarla sola. Yo me encargaré de hacerla entrar en razón.

Maximus miró con el ceño fruncido a la chica y volteo junto con su esposa para salir del palacio. Cuando estaban a fuera dijo

- Está niña hará que me salgan canas antes de tiempo.

Maribel sonrió y dijo

- Bueno, se parece más a usted de lo que creé.

Maximus miró a su esposa con el ceño fruncido y luego recordó las palabras de su hija y dijo.

- ¿Es verdad todo lo que ella dijo?

- Si, nunca creí necesario decírselo, puesto que conozco mi lugar y en la posición que se encuentra mi hija...

- Cuando yo hice diferencia entre mis hijos, yo jamás...

- Majestad, no necesita justificarse. Tanto Leonor como yo, siempre supimos que sus prioridades siempre fueron la emperatriz y el principe heredero. Pero tranquilo yo no lo culpó, aunque nuestra hija creció siendo hostigada por la emperatriz. No es mentira que en varias oportunidades ella la citó para hablar de futuros candidatos para esposos. La última vez dijo que usted estaba evaluando junto con ella en comprometerla el mismo día de su cumpleaños, creo que es por eso que no quiere una...

Maximus al saber esto enfureció y dijo.

- Con que eso dijo. - Sin más empezó a caminar y dejo a la reina atrás.

Maribel sonrió y volvió a entrar al palacio. Maximus no era tan mal padre, pero sus ocupaciones lo tenían muy ocupado y desinformado de las actividades de la Emperatriz.

***

En el jardín del palacio de la emperatriz, se encontraba la emperatriz Soledad junto con algunas damas de la corte tomando el té. Pronto vieron venir al emperador y Soledad sonrió. Se levantó de su asiento junto con las demás mujeres y dijo.

- Bienvenido esposo. ¿A qué debo...?

- Señoras necesito hablar con la emperatriz, les voy a pedir que se retiren.

Soledad Frunció su rostro por la forma tan grosera que se estaba comportando el emperador, pero forzando una sonrisa dijo.

- Damas, seguiremos hablando de estos asuntos en otro momento.

Las mujeres al ver el ambiente tenso solo asintieron y despidiéndose de ambos salieron a toda prisa del jardín.

- ¿Maximus que sucede? ¿Por qué me hablas así frente a las...?

Maximus se acercó a ella y tomando su brazo dijo- ¿Quiero saber quién te dió el derecho de intimidar a mi hija? ¿En qué momento yo he dado la orden de que busque un prometido para ella?

La emperatriz se quejó por el fuerte agarré de su esposo, pero aún así dijo.

- Maximus yo solo quería ayudarte, ella ya está en edad casadera y...

- Y ese es un asunto que a tí no te incumbe, para eso tiene a su madre y a mí. Mira Soledad creo que fuí demaciado indulgente contigo. No vuelvas a inmiscuirte en asuntos que no te corresponde. Mi hija no se casará con quien tú quieras. Ni tampoco para buscar apoyo político para tu hijo. Además jamás he dicho que él sería mi heredero.

La emperatriz abrió grande sus ojos y dijo

- ¿A qué te refieres? David es el único hijo que tienes, es lógico que él...

- Tú sabes que en este imperio no importa el género del heredero, sino sus actitudes. Tu hijo deja mucho que desear y los nobles ven con mejores ojos a Leonor que a David. De igual manera no vuelvas a meterte en mis asuntos. Respeta a mis hijos y procura ocuparte solamente en lo que a ti te incumbe.

Maximus soltó a la mujer con brusquedad y salió del jardín escuchando los gritos desesperados de la mujer.

- Majestad... Majestad...- Soledad tiro todo lo que tenía sobre la mesa y gritando dijo.- Malditas Perras. Pero esto no quedará así, sólo sobre mi cadáver esa estúpida le robara el puesto a mi hijo.

La emperatriz marchó furiosa con dirección a el palacio de su hijo, tenía que hablar con él sobre este asunto y ver qué solución podían encontrar...

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