capítulo 20

Luego de que ambas madres regañaran severamente a sus hijos estos se ducharon y Leonor luego de cambiarse se escabullo para ir a la habitación del príncipe. Cuando llegó la princesa ingreso por la ventana y al voltear se encontró al príncipe casi desnudo y solo una toalla cubría su sentirá.

El joven sin voltear la miró por el reflejo del espejo y dijo.

– Princesa, no es correcto que esté aquí, si la llegarán a ver...

– Cállate y ven aquí. Vine a curarte, no se si lo recuerdas o no pero estamos vinculados y todas tus heridas se reflejan en mí.

Mauricio volteó asombrado por ese detalle y en susurros dijo.

– Entonces es por eso que me sentía tan adolorido...

Leonor a pesar de haberlo escuchado solo guardo silencio y espero a que él se acercara. Luego de curar alguna de sus heridas vio las cicatrices en su espalda y dijo.

– Sí quieres puedo eliminarlas...

– Así está bien.

Mauricio tomó su camisa y se empezó a vestir para luego decir.

– Quieres ver como me visto...

Leonor al darse cuenta de sus palabras dijo .

– Por supuesto que no... creo que mejor me voy.

Mauricio sonrió y luego contesto.

– Siento el haber sido un idiota el otro día. No debí hablar mal de tu padre.

Leonor volteó y dijo.

– No tienes que disculparte, yo también fui irrespetuosa. Mira ambos nos unimos por un propósito en común, no tenemos que ser amigos pero si respetarnos. Tú eres mi igual y yo soy el tuyo, ya vimos que nuestro padre tardarán en aceptar esto, lo que tenemos que intentar es que sus asuntos no nos afecten.

Mauricio miró a la chica y al ver que ella estaba obviando el acuerdo matrimonial dijo.

– Ese no fue por lo que... déjalo así. Bien ahora ya te puedes retirar, necesito vestirme.

Leonor solo asintió y marchó nuevamente hasta su palacio.

***

A las afueras del imperio en una cabaña vieja el príncipe David se reunía con el líder de los mercenarios para hacer un encargo.

De pronto un hombre vestido de negro ingresaron y al ver al príncipe sonrió para luego acercarse a él de manera peligrosa.

– Nunca creí que fuera tan fácil acabar con una persona...

El mercenario saco una daga de entre sus ropas y quiso atacar a David, pero este rápidamente lo inmovilizo utilizando su magia de manipulación, David era muy buen mago solo que ocultaba su magia, puesto que su madre siempre le había aconsejado que nunca mostrará todo su potencial.

– Quieto... ¿Qué planeabas hacer?

– Por culpa de la emperatriz mi hermano está muerto...

– No fue culpa de mi madre, la culpa es toda y nada damas que de mi hermana Leonor, es por eso que estoy aquí. La quiero muerta.

El hombre se relajó un poco y David lo liberó de su magia para luego decir.

– No somos enemigos, podemos seguir haciendo negocios...

– Esto es personal para mí, aunque de igual manera no será barato, el príncipe bastardo de Zenda quiere algo parecido, deberían reunirse y acordar una alianza.

– ¿El hijo bastardo del emperador? Creí que estaba muerto...

– No lo está y creo que él quiere lo mismo que usted.

– Bien pacta una reunión con él y espero resultado ponto. Quiero a esa perra muerta antes de la votación para heredero.

El hombre no dijo nada más y solo vio como David marchaba sin mirar atrás.

***

Los días siguientes la primera ceremonia de compromiso se llevó a cabo y aunque Leonor y Mauricio esperaban algo más íntimo sus padres prácticamente tiraron el palacio por la ventana. La mitad de la realeza de imperios vecinos fueron invitados a la ceremonia y la fiesta fue de lo más extravagante.

Tanto Leonor cono Mauricio habían hecho su entrada triunfal y una vez la música comenzó, el baile empezó.

– Lamento todo esto, creo que mi madre se ha emocionado un poco con todo esto.

– Creo que mi madre también tiene mucho que ver, yo sería el primero de sus hijos en casarse y creo que soño con esto todas vida.

Leonor sonrió y luego agrego.

– No se que le ven de especial al matrimonio.

– ¿Nunca soñó con casarse y formar una familia?

Leonor guardó silencio por un momento y luego contesto.

– Solo una vez, cuando aún creía que las personas eran buenas. Luego... me di cuenta de que eso no aplica para nosotros.

– ¿A qué te refieres?

– Aunque queramos, las personas que siempre nos han rodeado solo buscan algo de nosotros, Mejor posición, poder, dinero, o mismo nuestro favor. Yo te busqué porque quería vivir y tomar el trono, tú buscas no dejar tu vida de libertinaje y escaparte de esa vida que llevan tus padres, seamos sinceros el amor para personas como nosotros no existe y si existiera ya no llegó. Tú y yo nos casaremos y solo podemos esperar llevarnos bien.

Mauricio miró a Leonor y dijo.

– Pues tal vez a ti te ha pasado eso pero yo si he tenido mujeres en mi vida...

– Dime una que luego no haya insinuado sus intenciones de ser tu emperatriz, hay mujeres que carecen de inteligencia y creen que por ser la amante de turno o entregarle su pureza al príncipe en sucesión están asegurando un puesto en el trono.

Leonor sonrió divertida y Mauricio la miró curioso y dijo.

– ¿De qué te ríes?

– Me imagino de las caras de todas esas mujeres que creyeron que por ser tus amantes serían emperatriz.

Mauricio sonrió al igual que ella y contestó.

– Espero que puedas con todas ellas. Es una suerte que yo no compita con nadie.

– No hubiera pedido tu ayuda de ser así y aunque existiese alguien recuerda que ambos tenemos un pacto ya no hay marcha atrás.

De pronto un joven salió de entre medio de la multitud y parándose junto a ellos dijo.

– ¿Alteza me permite un baile?

Mauricio miró al hombre y al ver que no lo estaba mirando a él dijo.

– No, mi prometida no bailará con nadie más que no sea conmigo esta noche.

– Príncipe Mauricio, no quiero ofenderlo pero no le estaba preguntando a usted.

Leonor miró al joven y dijo.

– Joven duque, lamento tener que negarme a su pedido pero si mi prometido no quiere que baile con nadie eso haré.

Mauricio sonrió por las palabras de Leonor y al ver como el joven marchaba enojado dijo

– Gracias...

– Te estoy dando tu lugar como mi compañero, espero que recuerdes darme el mío, como dije antes ahora somos un equipo, no tenemos que amarnos para gobernar juntos ambos imperios.

El príncipe no dijo nada más y solo asintió. Aunque Leonor parecía ser una mujer fría y sin sentimientos, eso era algo que a él le agradaba y aunque ella no se diera cuenta aún, él se estaba empezando a interesar por ella más de lo que quisiera admitir...

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***