Orfanato

Al día siguiente, Sara, se separó de su cuerpo y volvió a la laguna. Al llegar Adel la estaba esperando, la miro callado, tranquilo, con una sonrisa gentil.

- Mira, ¡ya me puedo mover!, el hermoso pasaje apareció ante mí- decía, mientras señalaba un hermoso túnel, tan blanco, luminoso, e iridiscente, con destellos azules y blancos, como si estuviera cubierto por piedras preciosas de celestina.- pero no me quería marchar sin despedirme. ¡Muchas gracias!, Sara, cuida de mi hermanito por mí, ¿quieres?, ya que sé que si tú velas por él, siempre estará a salvo.

Sara se despidió, mientras miraba al pequeño desaparecer en el hermoso portal de luz.

En el trascurso de la mañana, la noticia del heroísmo del detective Kendo, tras salvar al bebe, se había expandido como la pólvora. Cosa que hacía renegar un poco a Adriel, pues pensaba que, habían trabajado tanto solo para que otro se llevara, las coronas y la gloria.

Sara, ya en la escuela, se sentía feliz, aunque la curiosidad le invadía, pues después de todo aún no sabía qué fin tendría él bebe. Ese día, al finalizar las clases, se apresuró a salir, solo para encontrarse con la agradable visita del detective, quien la esperaba junto con Adriel cercas de la entrada principal.

Su presencia era innegable, pues los dos sin querer llamaban demasiado la atención. Parecían modelos decían, las chicas son los ojos iluminados y sonrisas tontas, mientras intentaban acaparar su atención.

Sara no pudo evitar reír, mientras se acercaba a ellos. Desde lejos Lucas la observaba, y al ver que se acercaba de manera tan confianzuda al hermoso albino, con ojos ceniza, no pudo evitar sentir celos.

Al llegar, el detective le comento a Sara que el padre del bebe, se negó a aceptar la custodia, por lo que él bebe sería enviado al orfanato de la santa Cruz. Pero había algo muy extraño, puesto que, había tenido algunas bajas por enfermedad, algo inexplicables, pues los niños, morían sin causa aparente. Por lo que antes de mandar al bebe, primero quiso contactarla, en caso de que, algo ajeno a este mundo, fuera el causante de tan extrañas muertes. La castaña curiosa pidió al detective, que le enseñara una imagen del lugar. Al recibirla, sus ojos se abrieron, pues el lugar estaba en decadencia, una nube obscura lo cubría, mientras un enorme demonio alado lo envolvía por completo.

-Eso explica la muerte de los pequeños, el demonio está drenando su vida. Se está dando un tremendo festín. Por eso el edificio se cae a pedazos - exclamo Adriel quien se había acercado a observar. - Ahora dime, ¿qué planeas hacer?

-No podemos enviar al bebe ahí, correría peligro, debemos exorcizar al demonio antes.

-o podemos pedirle al detective que mueva sus influencias para que redirijan al bebe a otro orfanato. - exclamo el joven de ojos ceniza.

-Adriel, ¿crees que podamos hacerlo esta noche?

-¡No hay manera!, ¡es muy fuerte! Deberás estar ahí si quieres ahuyentarlo.

La hermosa castaña le pidió al detective un pequeño favor. A cambio de detener las muertes en el edificio, como recompensa, debería quedarse con él bebe un plazo de un mes. En lo que ahuyentaban al demonio. Pero aunque el ser maligno desapareciera, eso no cambiaba el hecho de que las instalaciones estaban en mal estado y que no contaban con el presupuesto para mantener a flote las necesidades básicas de los niños.

-Porque no buscamos a alguna empresa que apoye a alguna organización benéfica - exclamo Sara.

-De hecho, en una semana, habrá una gran fiesta, es más bien un concurso, en donde el dinero recaudado será donado a una institución.- exclamo el detective.

- es perfecto podemos participar, ¿en qué categoría se basa el concurso?- exclamo emocionada Sara.

- Música, de hecho.

-Muy bien, no hay problema, yo participare- exclamo confiada.

-De ninguna manera, los requisitos son muchos y tocar las maracas no cuenta como talento - exclamo el detective sonriendo - el evento es muy importante, lo siento Sara, lo mejor será que busquemos a alguien por el momento.

-Está bien, ¿pero puedo asistir?

-Por supuesto, pasaré por ustedes a las 8, pónganse algo decente, ya que la fiesta es importante. Enviaré una invitación a tu dirección para mantener al tanto a tus abuelos, y así no tengas problema.

Los días pasaron rápidamente y más pronto de lo que canta un gallo, ya tenían la fecha a la vuelta de la esquina. Esa noche, Sara se tomó su tiempo, por lo que pudo esmerarse en arreglarse, ya que al ser una fiesta de gala, debía lucir presentable.

Lucía un hermoso vestido largo, pegado al cuerpo, que hacía resaltar lo esbelta de su figura. Con lentejuelas doradas, cuello en V, con escote ligero, y espalda trasparente. Su cabellera castaña caía por su espalda, con hermosos risos, y una hermosa trenza que hacía una corona, con hermosas florecillas. Lo blanca de su piel, hacía resaltar lo rosado, de sus carnosos labios y su mirada penetrante de color rubí.

Al llegar, el detective, en su radiante limusina, Sara no pudo evitar sonreír, Adriel le abrió la puerta, para posteriormente dirigirse a la reunión. Al llegar, la música resonaba alegremente, mientras los invitados bailaban, y bebian champaña. De repente, entre la multitud, la bella castaña reconoció un rostro familiar, se trataba de Lucas, quien vestía un impecable esmoquin negro. El hermoso pelinegro, con ojos color ámbar, al verla, se quedó sin aliento, pues no esperaba verla tan hermosa. Su padre, quien estaba a su lado, no pudo evitar sonreír. Pues era la primera vez que miraba a su hijo tan cautivado. Al entrar, la belleza de Sara robo las miradas, mientras Lucas caminaba apresurado a su encuentro.

De pronto, se sintió observada, se apartó un poco, y luego descubrió a quién la miraba con una mirada asesina. ¡Era Cesar!, quien también había asistido a la reunión. El imponente hombre se acercó lentamente.

-Espero, seas cautelosa y no estés planeando algo extraño. Deberías marcharte, este lugar no es apropiado para ti, después de todo, no quiero que nos relacionen. Ya que, después de todo, solo llevarías vergüenza a mi apellido.

El rostro de Sara se volvió sombrío, mientras sentía cómo sus palabras se clavaban como filosas cuchillas.

-Lo siento, pero me temo que me has malinterpretado. No tengo intención de acercarme a ti, y si bien he venido es por un motivo meramente personal. Cesar, lamento tanto que durante tantos años hayas sufrido tanto a causa de la indiferencia de mi madre, sé que merecías a alguien que te amara de verdad. Lamento que veas en mí el rostro de tu rival, pero, yo no soy culpable de nada, solo fui quien recibió las balas perdidas de su fuego cruzado. Durante mucho tiempo te amé, te considere mi padre, más sin en cambio, tras la muerte de mi madre ya no tenemos ninguna relación. Por lo que te pido de la manera más atenta que te abstengas de acercarte, si tu único motivo es insultarme. - Sara exclamó con una sonrisa y un tono de melancolía, mientras se retiraba con la mirada en alto. Pues después de mucho entendió algo, y era que con el desprecio de César, también ganó su libertad. Ya no tenía que fingir que era perfecta, si no ser la mejor versión de si misma, ser auténtica.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***