La sombra y el sol

Negro.

Un extenso e infinito vacío negro era todo lo que veía mi ojo desde hace dos días.

«¿Estoy muerto?»

Aquel sonido intermitente que había escuchado desde hace horas, cada vez se hacía más fuerte.

Tick~

Oí.

Tick, tick~

Sonaba como un monitor cardíaco.

No era capaz de recordar con claridad cómo llegué a este lugar, pero mi cuerpo no respondía, sentía que estaba acostado en algo suave, percibía mis latidos y mi propia respiración, pero no podía despertar.

Al mismo tiempo, pero de forma menos frecuente, sentía que levitaba más allá de lo conocido, en un ambiente inquietante e indescriptible. Suspendido entre la vida y la muerte, como un objeto.

«Quiero despertar.»

[...]

>El debuff Electro-Desmayo ha terminado.

Abrí el ojo de golpe.

Suspiré con tristeza al ver las oscuras paredes de la base, muy en el fondo, pensé que finalmente había salido de este horrible lugar.

No dije palabra alguna al ver a Titán de pie junto a la cama. Mi mente estaba totalmente sumergida en la decepción de haber despertado aquí.

—Te ves mejor —dijo el gigante—. Al menos físicamente.

Suspiré.

—¿Por qué estoy aquí? —lo miré, él tocaba sus dedos con nerviosismo—. ¿Enfermé?

—No, no —rasco su cabeza metálica—. Tal vez fui un poco duro con mis enseñanzas.

—¿Eh? —como un rayo, cientos de recuerdos increíblemente detallados llegaron a mi cabeza. Pude ver al coloso abalanzarse hacia mí con el puño cubierto en electricidad—. Creo que, ya sé lo que pasó.

—Lo lamento, Sp. Pensé que te había matado, llevo los últimos dos días cuidando de ti.

—No te preocupes, realmente no siento dolor alguno, creo que sufrí un desmayo al instante —me senté.

—Aun así, fui muy duro, chico —me miró con pena—. Aunque parece que, ese golpe no es el causante de las vibras que transmites en este momento.

—Solo tengo en mente el mismo pensamiento de siempre, desde el primer momento en que pise estas tierras de acero.

—¿A qué te refieres?

—Es una pérdida de tiempo, no creo que deba robar tu atención para hablar de algo así. Según parece, haces mucho por todos aquí.

—Sí, pero parte de mis deberes ya los conoces. Dime uno.

—¿Cuidar a los demás?

—Cuidarnos. Eres uno de nosotros, parte de mi familia ahora.

Tuve una extraña sensación en el pecho.

—Te lo agradezco, Titán —mostré una pequeña sonrisa—. Gracias por todo, de hecho.

—Ninguno de nosotros esperó estar en un lugar como este, Sp —se sentó en la cama y la inclinó por completo por su peso—. Pero aquí estamos.

—Noche ya me dio una respuesta ante mi duda, pero quisiera oírlo de ti, eres el más experimentado.

—Adelante, pregunta lo que quieras.

—¿De verdad no hay forma de volver a casa?

—No una que yo conozca, lo lamento.

Apreté los puños.

—¿Y tú estás de acuerdo con eso? —mi semblante se oscureció—. ¿En serio estamos condenados a estar en este lugar sin la posibilidad de irnos?

—No todos lo aceptan, Sp, creo que me entiendes. El número de personas que no lo soportaron, debe ser el mismo que el de las víctimas de una bala en la ciudad.

Apreté mi rostro.

—¿Por qué estamos aquí, Titán?

—No lo sé, hijo, también me lo he preguntado una infinidad de veces.

—Soy un tonto incapaz de dejar ir los pensamientos. Cada vez que abro el ojo y veo este sitio, recuerdo que llegué por perseguir el recuerdo de una persona que ni siquiera me quiere.

—...

—Lo lamento —limpié mi cara—. Solo no puedo tolerar la idea de que esto sea real. No soy capaz de soportar el no saber cómo está mi padre o qué estará pensando.

El coloso se guardó sus palabras.

—Lo más seguro es que no vuelva a verlo —dejé salir mis lágrimas—. Y conociendo la naturaleza de este lugar, estoy seguro de que mi mamá ya no esté viva. No tengo nadie.

Comencé a llorar sin poder ocultarlo.

—Sp, estas personas, las que has visto en este lugar, ellos todos ellos sin excepción —tomó mi hombro—, han pasado por lo que estás experimentado, incluso yo, créeme que ninguno podrá ocupar el espacio de los que dejamos atrás. Ellos no pueden reemplazar a mi abuela, la única que estaba para mí antes de llegar aquí —exhaló triste—. Pero nos tenemos los unos a los otros, no estás solo.

—¿No quisieras volver a verla, en lugar de estar en este sitio?

—Por supuesto que quiero verla, bueno —señaló su cuerpo de metal—. No creo que me reconozca con este aspecto tan aterrador —rio con melancolía.

—...

—Pero, mi abuela seguramente ya no esté, llevo demasiados años en este lugar —juntó sus dedos—. Si le hubiera hecho caso a sus regaños, tal vez yo no hubiera caído en el espantoso mundo de las drogas, y quizás así, aquella pesadilla que me trajo aquí no hubiese ocurrido. Pero pasó, y debo vivir con ello.

—Lo lamento, Titán.

La puerta de habitación se abrió ante los pasos una chica, su cabello corto y púrpura era tan misterioso como sus ojos dorados, eran como una luna llena. Sobre su cabeza leí 3V3N1NG, su ID.

—¿No-Noche? —pregunté—. ¿Eres tú?

Limpié mis lágrimas.

—Por supuesto que soy yo.

—Otra vez te ves diferente, pero genial —opiné.

—Es por el aspecto holográfico que traigo equipado. Cuando me conociste no me veía como la yo real, ¿no?

—Sí, es solo que no habías vuelto a cambiar tu apariencia.

—Cuando salgo a hacer trabajos donde estoy muy expuesta, suelo llevar uno de estos ítems, prefiero desviar la mala reputación a una yo falsa.

—Entiendo.

—Pero mi aspecto es irrelevante, vine a verte —se acercó—. ¿Ya estás mejor?

Asentí.

—Tú debes ser el rey de los idiotas, Sp, solo por tu mente pasa dejar el estado defensivo en un momento donde recibirás un ataque.

Recordé finalmente todo lo ocurrido.

—Me puse nervioso, no estoy acostumbrado a pelearme.

—No te culparé por ello —volteó hacia Titán—. Para tener un cuerpo tan grande, tienes un cerebro muy pequeño. Pudiste matar a mi subordinado por no medir tu fuerza, ¿no pensaste en que no está acostumbrado a esto?

«¿Subordinado?, ¿quién se cree esta mujer?»

—Yo solo hacía lo de siempre —contestó nervioso el coloso—. No me regañes.

Y antes de que le dijeran algo más, el leviatán se fue huyendo de la chica.

—Ya deberías poder caminar y hacer lo de siempre, Sp.

—Sí, me siento con fuerzas para ello. Esta cosa que me estuvieron suministrando calmó incluso mi hambre

—¿Qué? —se impresionó—. ¿No te habías alimentado en todo este tiempo?

—No he visto comida desde que llegué, así que no. De hecho por eso tampoco he necesitado un baño.

—Eres un tonto, Sp, pudiste haberme dicho. Aquí nos alimentamos con esa sustancia llamada PGCVM-H20 —señaló la bolsa con el suero que entraba a mi cuerpo.

—¿Qué cosa, qué? —me confundí.

—Es un líquido que se les compra o roba a algunos Afines, contiene proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales, además de agua como podrás deducir. Es la única forma de obtener eso en la ciudad.

—Qué extraño.

—Al subir de nivel seguro estuvo aumentando tu vitalidad, y eso alargó tu esperanza de vida aun sin consumir alimentos. Si no fuera por eso, hubieras muerto de hambre.

—No tenía idea, la sensación era distinta a la del mundo normal, dejé de tomarle importancia con el tiempo.

Ella se burló.

«Que forma tan tonta de morirme hubiera sido esa.»

—Tendré un par de días libres, Sp. Planeo ir a recolectar materiales en los bosques de metal —se acercó—. ¿Te gustaría venir?

—¿Tengo otra opción?

—Claro que no, trabajas para mí desde que te instalé ese ojo.

—Lo supuse.

—Alístate, te espero en mi habitación para irnos —sacó algo de su traje—. Y ponte esto.

>Has recibido un objeto de 3V3N1NG: Aspecto Holográfico.

Ella salió de la habitación y yo me quedé observando el ítem sobre mi mano, era una esfera transparente que brillaba como un arcoíris.

«Análisis.»

>Aspecto Holográfico:

Cambiará tu apariencia física de forma aleatoria, esto no afectará tus stats o capacidades biológicas, es decir, tu voz seguirá siendo la misma al igual que tu mente.

«Entonces es meramente estético.»

>El efecto sólo será visible por (75 horas) desde que el objeto esté en uso. El tiempo irá disminuyendo mientras siga activo.

«¿Por qué?»

>El ítem está fabricado a base de un núcleo de fotones, durante su uso, estas partículas se van dispersando hasta que el objeto queda sin energía lumínica.

«Equípalo.»

Un haz de luz me envolvió durante unos segundos, no sentí ningún cambio, pero al ver mis palmas noté que mi piel se había vuelto delicada a la vista, no tenía mis heridas en las manos.

>Tu aspecto ha cambiado.

«¿Y cómo me veo ahora?»

[...]

El rugido del carro de Noche era tan potente que lo sentí rebotando en mi interior, aquella bestia automotriz estaba encendida y se oía por toda la base.

«¿Iremos en auto?»

Entré directo a la habitación de la chica y lo primero que noté fue su risa.

—¿Qué es tan gracioso? —fruncí el ceño.

—Míralo tú mismo —señaló el retrovisor del coche.

Y al verme, me espanté.

—¡¿Por qué soy una mujer?! —grité tocando mi rostro, no era una ilusión, el ítem realmente había cambiado mi aspecto.

Me quedé sorprendido mirando mi aspecto femenino. Mis ojos se habían vuelto azules cual zafiro y mis cabellos se tornaron rubios como el alba.

—¡Esta cosa, incluso ocultó que me falta el ojo derecho!

—Qué linda te ves, señorita —bromeó Noche.

—No es divertido —me enojé—. ¿Por qué me veo así?

—Porque ese objeto está hecho para mí y mis características femeninas.

—¡¿Pero por qué me lo diste entonces?!

—Deja de quejarte. Iremos a un lugar donde puede ocurrir cualquier cosa, créeme que lo que menos querrás es que algún loco recuerde tu rostro tal cual es si haces algo que no debes..

—En todo caso, creo tener la fuerza para defenderme si eso llegase a ocurrir.

—Oye, oye —su dedo índice me apuntó—. Titán podrá ser un maestro de la defensa, pero si vas a estar conmigo, entonces te debes adaptar a mi estilo.

—¿Qué estilo?

—El estilo en el que no eres un saco para recibir balas y golpes, sino una sigilosa sombra que conecta ataques mortales.

—Como quieras, tú mandas. Pero no me gustan estas tonterías holográficas.

Ella rio.

—Sube al auto del lado del conductor. Quiero que a la primera parada me lleves tú.

—¿Qué? —mis ojos casi se salen—. ¡¿Me dejarás conducir?!

Ella asintió y yo escuché a su bestia rugir.

Sonreí.

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