La dama nocturna

—¡Dame el contenedor, maldición! —gritó la mujer, pero yo solo reflejaba confusión ante sus palabras—. «No quiero destruir accidentalmente el ítem si lo asesino, pero este idiota no me está dejando opciones. Sea como sea, no debería estar por estas zonas al descubierto por mucho tiempo» —pensó ella—. «Supongo que tendrá que ser cuestión de suerte, drop o pérdida.»

La vi escupir y dio dos pasos hacia mí. Me dolía el pecho por el constante ritmo cardíaco acelerado, todo mi pensar se había sumergido en el pavor.

«¿Por qué todos quieren matarme?»

Cerré los ojos con fuerza al oír el seguro del arma, pero la voz de un tercero se coló a la escena antes de que ocurra algo.

—Dados, la infecciosa, ¿no es así? —dijo con una fría y calmada voz femenina.

Al ubicarla con rapidez, pude apreciar que aquellas palabras provenían de una chica que estaba de cuclillas sobre la pared del callejón, como si no le afectase la gravedad. Ella era como un siniestro gato negro que se perdía de vista si no prestaba la atención suficiente.

Poco a poco se reveló su rostro de entre las sombras, junto a su atuendo: un ajustado traje negro que parecía camuflajearla. Ella era una chica muy joven, de tez pálida como el cuarzo pulido, gélidos ojos de tonos azules y morados que parecían el cielo nocturno, y blancos cabellos de aspecto fantasmagórico.

Como un rayo de luces, ella pareció teletransportarse frente a la mujer en un instante y le colocó una pequeña pistola en la cabeza, el arma no era más grande que mi puño. Pude leer el nombre M1DN1GHT sobre su cabeza.

—Hice una pregunta —dijo la joven.

—Sabes que es correcto, soy D4D0S —contestó a regañadientes—. Para ser tan pequeña, eres bastante rápida y atrevida.

—Un poco. —Cargó su arma, encendiendo el cañón en un flujo de energía púrpura.

—Te recomiendo que me quites esa cosa de encima, no tienes idea de quién soy o lo que puedo hacer.

—Hay un par de rumores de ti y tu compañero, los de rostros falsos. Recuerdo haber escuchado algo sobre el tráfico de proto-naturaliquo con fines de poco bien para nosotros los alterados —la miró con frialdad—. Qué sorpresa encontrar semejante basura en mi territorio, creí que los detectores habían fallado al notificarme la presencia de una humana con tus características.

—Y yo pensé que era falso lo que se escuchaba por el centro de la ciudad. Al parecer si hay unos malditos locos cazándonos en las zonas bajas. —La mujer me dejó de apuntar y bajó su arma.

—Pensaste bien, porque es una mentira. No estamos cazando a otros humanos, estamos persiguiendo a los desgraciados que han alterado el bienestar de nuestra gente, personas como tú.

—No me interesa lo que estás haciendo tú y el montón de tontos con circuitos quemados que tienes como amigos. Solo estoy aquí porque ese idiota tiene algo que me pertenece —me miró—. Guarda tu arma, no quiero problemas.

La joven peliblanca me observó, pero no dejó de apuntar a la mujer.

—¿Él te robó algo? —dudó—. A penas es nivel uno según mi detección, ni siquiera tiene un arma en mano o protección alguna. ¿Cómo le pudo robarle a alguien como tú?

—Qué importan las circunstancias. —Miró de reojo a la peliblanca y apretó sus puños—. Por favor, baja el arma.

—No puedo dejarte ir aunque lo que trajo aquí sea cierto, no con lo que sé sobre ti —contestó gélida.

—¿Entonces qué harás? —Su cuerpo se tensó—. Maldición, yo no debería estar aquí —escupió con rabia—. ¡Yo solo quie...

¡Triiunf!~

Cantó el arma.

La mujer cayó al suelo y se formó un charco carmesí rápidamente. A penas pude ver un destello morado cuando la joven disparó, al instante siguiente ya Dados estaba muerta, o eso pensé.

>Habilidad especial Checkpoint fué utilizada.

Fugazmente, la mujer se levantó como si no hubiera ocurrido lo anterior, pero Midnight con la velocidad de una centella, la fulminó con otra ráfaga de disparos.

«¿Qué fue eso?»

La peliblanca pareció guardar su pistola en el traje, pero más bien fue como si el arma se hubiese fundido en el elegante y ajustado atuendo. Ella se acercó a mí y se agachó, quedando cara a cara conmigo. Sus gélidos ojos se encontraron con mi aterrada y confundida mirada.

—Qué mal día has tenido, ¿no? —dijo.

No respondí, no había palabras que pudiese pronunciar.

—Bueno, parece que no eres de los que hablan mucho. —Con dos de sus dedos separó los párpados de mi único ojo. Fue tan inesperado que no pude moverme—. Parece que traes una terrible enfermedad desde fuera de este mundo, deberías buscar un componente de reemplazo.

Soltó mi rostro.

—En fin, ten más cuidado con quien te cruces, supongo que no querrás acabar como ella —señaló a Dados—. Adiós, SP1R4L, suena mejor si solo te llaman Spiral, o quizás algo más corto.

Y con esas palabras, en un parpadeo la chica desapareció, dejando atrás un rastro de luces. No entendí nada de lo que dijo, pues de todas formas me encontraba en un estado de pánico que no podía controlar, robando toda mi atención.

Con los brazos temblorosos me levanté del frío suelo y con torpes tropiezos me fui corriendo del área. No tenía idea de dónde me encontraba ni como salir del laberinto de calles en el que estaba metido, pero cualquier lugar que fuese lejos del ruido y el caos estaría bien para mí.

Al mirar al cielo no veía nada más que estructuras y edificios oscuros, expandiéndose hasta perderse entre las tuberías y carteles brillantes que estaban por toda la ciudad. Mientras que frente a mí, donde sea que mirase, solo había calles sucias repletas de tubos, gases y circuitos. Llegué a concluir que era la parte trasera de una infinidad de edificios, que se juntaban formando un confuso laberinto repleto de aparatos, cableado y demás cosas que estorbarían en la vía pública.

Entre la niebla llegué a apreciar que había más personas en la zona, pero al ver que sin piedad golpeaban a otras, me escondí. El infierno de esta noche me acechaba insaciablemente a donde sea que fuese.

[...]

Querría llamarlo suerte, conveniencia o recompensa tras tanto huir, pero desde que desperté en este horrible lugar jamás había encontrado un momento de tranquilidad como ahora, detrás de un generador eléctrico en una calle muy estrecha. El sonido que emitía la máquina hacía retumbar cada uno de mis huesos, pero después de todo lo que había vivido las últimas horas, esto era tan pacífico como una suave brisa.

Hacía mucho frío, este lugar era helado como el invierno, pero no había nieve en ningún lugar. Lentamente, cerré los ojos a la par que me abracé a mí mismo, ya no sabía si estaba temblando por ansiedad o porque me estaba congelando.

[...]

El tiempo había pasado a otro plano para mí, no distinguía el día o la noche, pues la ciudad siempre se veía igual, todo el tiempo estaba sumergida en constante oscuridad, ruido y estruendos de todo tipo. La idea de saber cuánto tiempo había estado aquí era una vil tortura.

«Papá debe estar muy preocupado.»

Mis dedos se movían, ansiosos.

«¿Qué estará pensando?»

Cada segundo, cada instante y momento consciente, esas preguntas llegaban como balas a mi cabeza, me hacían gritar por dentro, lamentando no saber qué hacer en este sitio.

«¿Qué mierda es esta ciudad?»

Este sitio no solo era extraño en su aspecto y naturaleza, sino que desde que llegué noté que algunas cosas se sentían totalmente distintas: estaba más débil de lo normal y no sentía sed o hambre, en su lugar tenía una sensación incómoda en cada rincón de mi cuerpo, algo incesante que no sabía cómo saciar.

El frío, aunque me cubriese con la ropa no disminuía ni un poco, era como si estuviese constantemente rozando mi piel, recordándome su incómoda presencia, una horrible tortura que no sabía si era real o un sueño cruel.

«Quiero despertar, ya no quiero sentirme así.»

>No estás soñando.

«Otra vez esos mensajes frente a mí.»

>Levántate, es importante que sigas avanzando.

—¡Sácame de aquí! —exclamé al vacío—. ¡No quiero estar en este lugar!

>Es importante que sigas avanzando.

—Por favor...

Apreté la mandíbula y cerré mi ojo, pero ese maldito mensaje seguía ahí.

«Quiero despertar.»

[...]

Tuuuuums~

Escuché.

Había un sonido insoportable que lentamente se acercaba, parecía el aleteo de cien mosquitos. Miré en todas direcciones, pero no logré ver nada más que niebla a mi alrededor.

«¿Qué es eso?»

¡Tuuuuuuuuums!~

Cubrí mis oídos adoloridos.

«¿Qu-qué?»

Aquel veloz aleteo se situó encima del generador eléctrico, lentamente levanté la mirada a la par que me alejaba con pasos cortos. Mi corazón dio un salto cuando miré aquella cosa sobre la máquina.

Una especie de insecto gigante similar a una cucaracha u hormiga había aterrizado, se camuflaba en el entorno debido a que parecía estar hecho del mismo material metálico que el resto de la ciudad. La horripilante criatura clavó su mandíbula en la máquina y le succionó energía al instante, encendiendo sus alas en llameantes destellos eléctricos.

>Insectión nivel 3 ha aparecido.

¡Gruuuoooish!~

Chilló tan fuerte que mi interior vibró.

«¿Qu-qué se supone qué haga?»

El monstruo comenzó a aletear tan rápido como los rayos que lo envolvían en una esfera eléctrica, y que lo hacía levitar. No podía creer que algo así existiese, mucho menos que buscaría hacerme daño.

>Insectión usó la habilidad Voltio-Disparo.

¡Bum!~

Por instinto y reacción involuntaria salté hacia atrás cuando esa cosa se acercó, parte del suelo se quemó un poco por el rayo que lanzó.

«¡Mierda!»

¡Bum, bum!~

Disparó cual bobina de Tesla.

Me lastimé la espalda por estar avanzando hacia atrás sin mirar, y maldije al darme cuenta de que había una pared enorme cortando el paso, estaba atrapado en el callejón y esa horrible cosa se acercaba a mí.

«Maldición, ¿por qué me pasa esto?»

¡Tuuuuums!~

Sentí líquido caliente bajando por mi entrepierna al ver al monstruo frente a mí.

¡Bum!~

Chillé cuando mis brazos ardieron al cubrirme con ellos, perdí la fuerza en un instante y quedé expuesto, mis músculos se tensaron dolorosamente al recibir la descarga eléctrica.

Tuuums~

>Insectión perdió su carga eléctrica.

Levanté la cabeza con dolor hasta por respirar, el monstruo ya no estaba envuelto en rayos, pero aun así se acercaba agresivamente, abría sus largas mandíbulas como si quisiera clavarlas en mí.

Exhalé humo, mi interior ardía. Alcé lentamente el brazo derecho con la pesadez de cien rocas, y con debilidad formé un puño, era más difícil respirar que intentar tener la fuerza para golpear a esa cosa.

—¡Aléjate! —exclamé tembloroso antes de realizar mi ataque, pero un destello negro fugazmente me cegó en el instante en que mi deseo fue causar daño. Vi como en mi mano se generó cual relámpago un arma negra parecida a una lanza, siendo su hoja oscura la que se ensartó en el monstruo, y no mi débil puño.

>Artefacto de vinculación activado, daño por guja \= 2.

La criatura chilló adolorida y luego rugió con rabia. Mi pulso se aceleró al ver lo que había ocurrido, pero con la adrenalina en su cúspide contraje el arma y la sujeté con torpeza, y aun con miedo, la clavé una y otra vez en el animal, bañándome en metal y fluidos en el proceso.

¡Gruuuoooish!~

Chilló.

—¡Ya muérete! —grité dando un golpe que finalmente mató al insecto. Me sentía tan débil que en cualquier momento me iba a desmayar.

Suspiré al ver que se había acabado.

>Has subido de nivel.

«¿Nivel?»

>Tu vitalidad ha mejorado.

>Tu poder ha crecido.

>Tu ataque ha aumentado a 4.

>Tu defensa ha aumentado a 2.

>Tu velocidad ha aumentado a 2.

>Has desbloqueado la habilidad Corte Fuerte.

Sea lo que sea que significase eso, sentí que mi cuerpo había cambiado repentinamente, aunque fue una alteración mínima. La pesadez que sentía había disminuido un poco, ya no me faltaba tanto el aire como antes y gané la fuerza para mantenerme de pie.

Miré asombrado el arma que sostenía en mi mano derecha, preguntándome de dónde había salido. Era pesada y no sabía cómo sostenerla, pero me aferré a ella, me había salvado la vida.

Tosí y observé intimidado al insecto que yacía muerto en el suelo, las dudas sobre qué clase de cosa era o cómo es que existía algo así no paraban de surgir.

«Esa cosa actuaba como un animal vivo, jamás pensé que una máquina pudiese ser más que una herramienta, sea lo que sea este lugar, es aterrador.»

Intentaba recuperar el aliento apoyándome en la guja para no caerme, pero poco me duró la calma, pues escuché nuevamente ese zumbido infernal que hacía el monstruo de hace un momento, solo que esta vez, oía varios de ellos.

Tragué en seco.

Miré hacia la salida del callejón y confirmé la sospecha que tenía. Mis cejas se contrajeron y mi semblante se oscureció ante la escena.

«Estoy muerto.»

>Insectión nivel 3 ha aparecido.

>Insectión nivel 7 ha aparecido.

>Padre Insectión nivel 14 ha aparecido.

«Mierda.»

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play