El fin de semana lo pase limpiando mi departamento. Valla que había cosas
por hacer. Tanto trabajo constante, entre viajes y cosas así hacia mucho que no
le ponía mano dura al departamento. M habitación fue la principal empezando por
mi armario.
Decidí que era momento de renovar y sacar todo lo viejo para poner todo
lo nuevo. Haciendo una enorme pila de ropa que hace millones de años que no uso
y no tengo la menor idea de porque la sigo conservando, fui dejando una pila
con lo que conservaría y con lo que daría al orfanato.
Lo único viejo que guarde como recuerdo fue mi vestido de graduación,
que no dude en volver a ponérmelo y sorprenderme de lo bien que me queda aun.
Luego seguí con mi cajón de ropa interior. Y prácticamente me quede
casi vacía. Juntando todo lo que debía desechar en una bolsa lo saque al
contenedor de la basura y la ropa que ya no utilizaría la lleve al orfanato que
esta a la salida de la ciudad.
Luego de eso seguí con la sala, la cocina y por último el baño. Termine
tan exhausta que tuve que pedir comida a domicilio.
Con una enorme piza en mis manos y el salón limpio me dirigí al sillón
frente a la gran pantalla que tengo y prendí la televisión para ver lo primero
que me llamara la atención.
Termine viendo un super estreno de hace mínimo diez años atrás y no se
si mas. 10 cosas que odio de ti.
Si tuviera que hacer una lista con todas las cosas que odio de ese hombre,
no me alcanzaría el día para finalizar dicha lista. ¿Pero que mierda hago yo
pensando en esa molesta mole? Seguro que en este momento debe estar siendo
succionado por algunas de sus Diosas del olimpo o algún gato callejero en su
defecto.
Termino de comer la segunda rebanada de piza y guardo el resto en el
refrigerador. Limpio el poco desastre que hice y me dirijo a mi inmaculado baño
para estrenarlo.
Esta tan brillante de lo limpio que esta que me da pena siquiera bañarme.
De todos modos lo hago.
Al día siguiente, aprovecho que es mi ultimo día libre y me dispongo a
ir de shopping, para eso necesito a mi asesora numero uno, Sylvanas.
—¿Hola? —pregunta con voz pastosa.
—Hola Syl, soy Ceci. Necesito tu ayuda —digo escuchando como se cae
algo del otro lado de la linea.
—Carajo, ¿De donde salió eso? —ruedo los ojos, seguro que anoche anduvo
de parrando. Últimamente se la pasa de fiesta en fiesta.
—No se a que te refieres ¿Pero me acompañas de shopping? —se que esa
palabra es clave para despertar a mi querida amiga.
—Si preciosa, pero primero debe encargarme de algo, dame una hora y
nos vemos en el centro comercial de siempre, eso si necesitare un café doble y
mas negro que las pantis que deje tiradas por ahí —demando con suma urgencia y
corta la llamada.
No tengo idea que se trae entre manos pero desde que termino con Gastón
esta pedida. Pero sigue siendo nuestra querida amiga que siempre esta para nosotras.
Ojala encuentre a alguien tan loco como ella pero con los pies en la tierra,
porque hay que ser franco, ¿Quién aguantaría su lengua filosa y su familia,
sobre todo?
Como acordamos, unos hora mas tarde la veo llegar, con unos gruesos
lentes oscuros, enfundada en unos pantalones de jean negro que se ajustan muy
bien a su cuerpo y una remera suelta pero escotada que dice en el pecho “cógeme”.
Sacudo la cabeza, esta mina es especial.
—Café, urgente —me saluda con un sonoro beso en la mejilla y enrosca su
mano en mi brazo y me arrastra hasta la conocida cafetería que visitamos desde
que tengo memoria.
—¿Noche larga o ancha? —pregunto y ella me mira sobre el marco de sus
lentes y sonríe picara.
—Las dos —dice y ambas reímos por el significado.
Luego de un desayuno reparador para mi amiga, me ayudo a renovar un
poco mi ajuar. Necesito ropa un poco mas acorde con la moda y que mejor ayudante
que una diseñadora para que mi armario cuente con lo mejor.
—Estas segura que todo esto no lo haces para impresionar a tu jefecito?
—pregunta y evito su mirada.
—No ¿Cómo crees? —respondo simulando interés por unos tacones.
—Algo me dice que es por el —dice intuitiva y hasta yo me quiero creer
que nada de lo que hago lo hago pensando en esa mole sexi.
Terminamos de saquear las tiendas del centro comercial y nos dirigimos
a mi departamento, pero ella se tubo que ir. Al parecer su acompañante largo y
ancho todavía vagaba por su departamento.
A la mañana siguiente la ansiedad por volver a la oficina me tenia en
ascuas. No sabia que me encontraría o siquiera como me recibiría. No quiero
hacerme ilusiones pero quisiera no ser la única enferma en todo este asunto.
Respiro mas de una vez y me inspecciono por milésima vez antes de
salir rumbo a la oficina. Al llegar a mi piso el silencio reinaba, es como si
de pronto todo el personal que trabaja en este piso hubiera desaparecido. Cosa que
me extraña sobremanera.
Trato de restarle importancia y me dirijo a la oficina de mi jefe que
ahora compartimos. Antes de entrar me mentalizo que debo ser profesional y no
dejarme llevar por el sentimiento de querer que me reconozca como algo mas que
un royo de una tarde.
Al entrar me encuentro con la oficina desolada de cualquier tipo de
ser viviente, pero con un desorden que no tiene nombre. Me quedo boquiabierto
mirando como mi preciado escritorio parece un chiquero y soltando un bufido me
cerco a el para organizar todo.
—¿Pero que mierda paso aquí? — no puedo evitar preguntarme al ver todo
revuelto.
Termino de organizar todo y prendo mi computadora para ver los
pendientes de hoy y miro a hora en mi reloj percatándome que mi jefe lleva
retrasado mas de una hora en llegar.
Salgo de la oficina para buscar un café, y sigo sin entender como es
que no hay nadie en el piso. ¿Sera que de pronto todos tienen vacaciones?
Sin respuesta a mis preguntas vuelvo a la oficina, entro distraída sin
percatarme del acecho que me persigue. Dejo la taza en mi escritorio y tomo
nuevamente la agenda para ver el horario, dentro de una hora hay una reunión con
los encargados de lo las maquetas y ni idea de donde se encuentra Hulk.
Eso piensa hasta que un perfume familiar se hace presente y volteo
para encontrarme con la mirada acechadora de mi jefe.
—Dios, que sus… —no me deja terminar de reclamar el susto que me dio,
porque sus manos me toman de forma posesiva y su boca llena la mía enmudeciendo
cualquier tipo de queja.
—Maldita sea, bruja sexi —dice sobre mis labios— te he extrañado como
no te haces una idea
—dice y vuelve a atacar mi boca, yo rendida ante su fortaleza me dejo
hacer.
Cuándos sus manos quieren meterse donde no deben lo freno de una.
—Estamos en hora de trabajo, y tenemos una reunión pronto —digo apartándolo
de mi a duras penas ya que su fuerza es mayor a la mía.
—¿Crees que me importa? El karma a golpeado mi puerta y me tienes enfermo
de necesidad de ti —murmura queriendo meterse entre mis piernas.
—Y ahora el karma te dejara con las ganas —digo y me alejo de el.
—¿Estas enojada? Por eso no me correspondes —pregunta.
—No te creas el centro del mundo, querida montaña —digo acercándome a
ese pecho formido— aunque desee escalarte y explorar cada rincón de ti, tenemos
trabajo — finaliza alejándome de el meneando mis caderas para hacerlo sufrir
solo un poco.
¿Pero quien dijo que se le puede hacer sufrir a esta mole cuando es el
que domina? Su fortaleza me acorrala de espaldas y haciendo su voluntad, cuela
una mano por debajo de mi falda arrancando un gemido de sorpresa de mi parte. Muerde
el lóbulo de mi oreja y besa la base de mi cuello.
—Prepárate, porque lo que paso la semana pasada no será nada comparado
con lo que planeo hacerte — promete mientras roza mi centro húmedo con sus
dedos—. Amo tu sabor, Afrodita.
Me suelta y volteo para ver como lame sus dedos y se encamina a su
escritorio, tiemblo de pies a cabezas y solo me quedo contando los minutos para
terminar lo que acabamos de comenzar.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 39 Episodes
Comments
Bri
está muy entretenida la historia 🔥🔥
2025-02-07
1
Lourdes Mendez
y ahora que pasará Cristina caerás redondita??????
2024-08-18
2
Carmen Moreno
lo tiene rendido a sus pies, y de pasó no funciona con otra que no se a ella.
2024-07-16
1