Gran interrogante

Anjegor creía haber tenido el mejor sueño de su vida, después de días de agonizar de la pena que  llevaba dentro por fin podía dormir y cuando lo había hecho recibía un regalo maravilloso.

Anjegor sintió recuperar todas sus fuerzas después de amar en sus sueños a su mujer Rosalinda.

Se levantó de la cama y llamó a su fiel sirviente Máximo.

Máximo traeme el desayuno hoy tengo buen apetito y deseo satisfacer mi hambre y mi sed he ir a recorrer mi reino, debo ver algunas cosas con mis propios ojos...

¡Claro que  sí su Alteza!

¡Estoy muy contento al verlo recuperado y de tan buen ánimo!

Dos doncellas entraron en la habitación del rey para ordenar su cama mientras otras preparaban la mesa para que el rey desayunara en sus habitaciones.

Una de las doncellas dijo en voz alta: ¡Que  curioso, las sábanas  huelen a perfume de mujer!

La joven doncella lo dijo sin pensar pero Anjegor la miró al escuchar lo que  había dicho y luego miró su cama y como si una corriente de electricidad lo recorriera de pies a cabeza grito: ¡Salgan todos de mi habitación! ¡Ahora!

Asustados al escuchar la severidad de las palabras del rey Anjegor todos dejaron lo que  hacían y salieron de la habitación del rey a toda prisa.

La puerta de la habitación del rey sonó fuerte al cerrarse haciendo que  todas saltaran de la impresión, pensaban que habían hecho algo que hizo enojar al rey aunque no comprendían que  pudo ser.

Mientras Anjegor corrió hasta su cama y buscó el aroma de su mujer.

Oh sí, ¡es su perfume!

¡Estuvo aquí y la amé!

¡Amé a Rosalinda!

¡La amé!

¡Ella vino a mí, su amor se derramó en mi ser!

Entonces lo que  pasó entre los dos fue cierto, ¡puse una nueva hija en su vientre!

¡Mi hija!

¿Cómo pudo cruzar el portal?

¿Fue Mabel quién la trajo y por qué no la vi?

¿O fue Arkenor?

¡No comprendo!

Pero sé dónde hallare respuestas...

Anjegor tomó la manta que  cubrió el cuerpo de Rosalinda y que  olía a su perfume y abriendo un portal y en segundos  llegó con su alma llena de preguntas al lugar.

¿Porqué?

Explícame porqué lo permitirse...

Casi muero del dolor al creerla pérdida y la traes a mí cuando me recuperaba y luego te la llevas de nuevo...

¿Qué te hice para que me castigues así?

¿Me odias por traer a una humana a tus aguas y por eso te vengas de mí?

¡Dime!

Porqué no entiendo...

Ella vino anoche y nos amamos, ¿Cómo entró a mi reino y quién la trajo?

¿Fue Mabel o fue Arkenor?

¿Quién fue?

Anjegor perdía la paciencia porqué el lago mágico guardaba silencio, todo en el lugar estaba tan quieto excepto Anjegor que  sentía una tormenta en su ser.

¿Te das cuenta lo que has hecho?

¡Puse vida en ella!

Rosalinda y yo tendremos otra hija y no voy a conocerla por tu culpa...

¿Porqué me hiciste algo así?

Yo había decidido seguir mi vida, guardando en mi alma el más hermoso recuerdo de mi amor y tú la devuelves a mí y me dejas disfrutar de su piel, de sus besos y me dejaste amarla para qué...

¿Para hacerme sufrir?

¿Para recordarme mi error?

¿Porqué lo permitiste por diez años si ibas a hacerme esto?

¡Me duele el alma!

Ella es mi vida, ¡Rosalinda es mi vida y tú no tenías derecho a traerla a mí cuando ella no va a quedarse a mi lado porqué estoy atado a Flor de Loto!

Creía que eras mi amigo, pero veo que no lo eres, porque te burlas de mí  y me hieres...

Cuando Anjegor se marchaba el lago mágico le dejó escuchar una voz.

¡Nuestra hija debe estar segura en el mundo de los humanos mi vida o pueden matarla!

¡Lo sé Arkenor, yo he pensando que  Rosalinda estará segura con mi amiga la reina Clara!

Si algo me pasa, quiero que  la lleves con ella...

Arkenor, amado mío, si algo me sucede a mí, llevala tú con ella, pero no dejes que le hagan daño...

¿Quiénes son?

¿Y porqué el nombre de Rosalinda y  del hermano de mi abuelo está en esas voces?

Una frase fue formada sobre la hierba por las mariposas blancas y lo que  decía era: Busca en los archivos escondidos en la grieta de los olivos.

Anjegor tenía ahora más preguntas que  respuestas en su alma.

¿Quién era realmente Rosalinda, y que tenía que  ver con su linaje?

¿Era Rosalinda del linaje real de Zouquibia?

Anjegor no comprendía las cosas, su cabeza estaba llena de interrogantes.

Se preguntaba, ¿si la Rosalinda de la que hablaban su tío abuelo y aquella mujer era su amada Rosalinda o se referían a otra?

Sus pensamientos eran un enmarañaje en su cabeza.

¿Quién había llevado a Rosalinda a su habitación?

¿Podría haber entrado ella?

¡Eso sería maravilloso!

Podría ir a verla si lograra encontrar un punto de contacto...

¡Conocería a mi hija y podría mirarme en sus ojos!

¡Espero tener razón y hallar ese punto de contacto!

Oh sí, por favor que pueda  encontrar la forma de ver a mi familia...

Anjegor aparecía frente a la grieta de los olivos, abrió un espacio entre las profuzas plantas y en un rincón muy escondido, oculto a la vista estaba un libro, unos pergaminos y una pequeña caja, todo oculto entre las ramas y la grieta.

Se podía notar que  llevaba allí mucho tiempo y queriendo poder revisar cada detalle Anjegor haciendo un movimiento con su mano abrió un pequeño portal enviando todo aquello a una mesa en su habitación.

Al llegar a su habitación Anjegor escuchó a su fiel sirviente Máximo llamándolo: ¡Su Alteza su desayuno!

¿Su Alteza se siente bien?

Su sirviente estaba preocupado por él se podía notar en su voz.

Anjegor con un par de movimientos de sus manos dejó todo en orden en su habitación y en su cama y lo que había traído de la grieta lo escondido bajo su cama

Anjegor abrió la puerta y su fiel amigo entró preocupado y tras de él la reina su esposa.

¿Está todo bien su majestad?

Preguntó Flor de Loto

¡Estoy un poco cansando aún!

Creí que  estaba en condiciones pero en minutos me di cuenta que  no estaba listo para salir de mis habitaciones...

Si me disculpas Flor de Loto deseo descansar hoy también...

¡Por supuesto!

Su esposa y su heredero lo estarán esperando cuando se sienta bien su majestad...

Gracias por tu comprensión, dale al niño un beso  en su frente de mi parte...

La reina Flor de Loto sonrió y haciendo una reverencia salió de las habitaciones del rey para que su Alteza desayunara.

Máximo; necesito que  nadie me moleste, ni el médico, lo que tengo se recupera con más  descanso...

¡Como lo ordene su Alteza!

Me haré cargo de que  nadie lo moleste...

¡Gracias amigo!

Era un gran privilegio que un rey llamara amigo a un sirviente y Máximo gozaba de tal privilegio y lo valoraba mucho.

Después de que  el rey Anjegor desayuno, Máximo salió de sus habitaciones y cuando se dirigía a dejar los platos el rey padre de la reina Flor de Loto venía a ver al rey con muchas peticiones

¡Lo lamento su majestad, pero el rey Anjegor no se siente bien todavía para atender esos asuntos!

¡Pero ya se levantó y desayuno!

Tiene que  ocuparse de todo...

¡Y lo hará su majestad!

Pero a su debido tiempo...

Al padre de Flor de Loto no le quedó más que  retirarse porque Máximo se colocó ante él como una gran muralla y no lo dejó avanzar.

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