Ryhan

El hermano de Rose estaba muerto, aquel chico que ocultaba su rostro debajo de una máscara debido a las heridas que mantenía en su rostro y que se llamaba así mismo un monstruo.

No podía creer que aquello sea verdad, no cuando hace tan solo un par de días lo había visto.

Jenna a mi lado tenía una expresión en blanco.

Luego de haber recibido aquella llamada de parte de Rose, decidimos venir a darle apoyo moral.

Mis padres se mostraron preocupados y quisieron venir con nosotras, pero, rápidamente rechace su oferta, después de todo, ellos necesitaban un descanso de tanto ajetreo debido a su tabajo.

Cale junto a Derek también se ofrecieron a acompañarnos, aunque Jenna quería aceptar su oferta, también los rechace debido a qué note que ellos estaban demasiado ocupados, así que le asegure que todo estaría bien, además tenía a Vin y Diesel, así que no tenía nada que temer.

Los cuales aparecieron para corroborar mis palabras.

Miré por la ventana del auto con melancolía mientras miles de pensamientos pasaban por mi mente, pero, lo que no podía olvidar eran aquellos sentimientos que me habían embargado cuando descubrí la noticia sobre la muerte del hermano de Rose.

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué me sentía así?

Yo realmente estaba tan confundida con mis sentimientos que no sabía que pensar.

Cuando llegamos a la casa de Rose, lancé un suspiro mientras me bajaba del auto.

Todo estaba tal como lo recordaba, el aspecto futurista aún se destacaba, sin embargo, al mismo tiempo el ambiente en sí se sentía deprimente.

— Yo ni siquiera conocí a su hermano, sin embargo, no puedo evitar sentirme triste por Rose, se notaba que lo admiraba — comentó Jenna.

— Sí, ya me puedo imaginar lo desconsolada que se ha de encontrar — mencioné mientras acomodaba un mechón de cabello que se encontraba disperso — Ella se escuchaba tan rota en la llamada, yo…

Detuve mis palabras mientras contemplaba el salón adornado con rosas blancas, además de una serie de animales robots, entre gatos y perros anidados alrededor del salón.

Rose al notar nuestra presencia se alejó de sus padres para acercarse a nosotras.

— Lo siento mucho — le dijo Jenna con la mirada apenada mientras yo me disponía a abrazarla.

— ¡Chicas! — exclamó con lágrimas brillantes — Mi hermano está muerto, él realmente lo está.

De un momento a otro nos dimos un abrazo grupal en el Rose nos relató su tragedia. Ellas nos contó que su hermano murió durante un accidente de laboratorio que aconteció en la mañana, él se había encerrado durante algún tiempo con la intención de crear algo que iba a darle a alguien como regalo, sin embargo, algo salió mal haciendo durante el experimento.

— Realmente trágico — señaló Jenna con el rostro lleno de compasión — Pero, ¿qué tipo de experimento estaba haciendo?

Rose sacudió la cabeza mientras nos mostraba un objeto redondo que parecía una estrella fugaz debido a la luz que destellaba de manera cegadora.

— A pesar de que no quedó rastro alguno del laboratorio y todo terminó en cenizas, este objeto en particular no se vió perjudicado, mis padres creen que este era el experimento en el que estaba trabajando mi hermano — explicó con la voz algo ronca —Ellos creen que él me lo pensaba dar como regalo de cumpleaños, pero, no creo que sea para mí — musitó mirando mis ojos con algunas emociones complejas.

Yo…

¿Qué estaba tratando de decir, Rose? ¿Acaso pensaba que su hermano me iba a regalar ese objeto a mí?

Eso es ridículo, pero, de nuevo, habían pasado tantas cosas, además tampoco podía ignorar los breves intercambios que habíamos tenido ni las emociones que me embargaban cuando estaba a su alrededor.

— Es curioso como en un momento nos encontramos felices y al siguiente triste — comentó Jenna — Las desgracias suceden cuando menos lo esperas, solo pasan y ya, sin aviso y sin permiso.

Bueno…

Ella tenía razón, la vida era demasiado impredecible, no podíamos estar seguros de nada porque nada estaba realmente escrito en piedra.

Rose sollozó mientras veía como sus padres colocaban una foto de aquel joven muchacho.

— ¡Mi hermano está muerto, realmente lo está! ¡Ni siquiera tenemos un cuerpo para velar, más que una foto, ni sus cenizas quedaron! — proclamó con la voz sollozante.

No pude evitar preocuparme al verla tan alterada, parecía que en cualquier momento iba a sufrir un colapso. Sus padres se encontraban en situaciones similares, me sentí un poco triste al notar aquello, como no habia nadie más alrededor además de nosotras, me acerque a Rose mientras le entregaba un pañuelo.

— Cálmate, Rose.

Ella me miró con los ojos algo irritados debido a las lágrimas que se le escapaban.

— ¡Catalina! Yo no puedo calmarme, no puedo, él no puede estar muerto.

Negué con la cabeza mientras me acercaba a ella y la abrazaba.

Rose al notar mis brazos alrededor de ella empezó a sollozar de una manera desconsolada.

Con lágrimas en los ojos y el dolor destilando cada uno de sus poros, aquella chica que en las buenas y en las malas siempre se mantenía positiva, se alejó de mis brazos y empezó a contar pequeñas anécdotas sobre aquel chico al que había llamado hermano.

"Antes de que su rostro fuera destruido sin reparación alguna, él era alguien diferente, no el chico tímido en el que terminó convertido debido a su complejo, tampoco el chico extraño que en algunos momentos actuaba como un completo lunático, él era alguien divertido, con una sonrisa que podía hacerle competencia al sol, demasiado brillante, un chico dorado, no existía problema que no pudiera resolver.

Él podía hacerlo todo.

Había demasiadas niñas a las que él le gustaba, tú fuiste una de esas niñas Catalina, sin embargo, tal vez no lo recuerdes debido a que esto pasó unos días antes de aquel incidente en dónde perdiste algunos de tus recuerdos de aquellos días.

Mi hermano estaba demasiado obsesionado con los animales, sin embargo, debido a su alergia le era imposible siquiera acercarse a uno, por esa razón mis padres empezaron a interesarse más en la creación de seres vivos que en la creación de nuevas tecnologías y así le crearon esos pequeños seres para que lo acompañen en su día.

Tal vez ese fue el principio de todo o tal vez no, en realidad, no tiene ninguna importancia, después de todo no se puede retroceder en el tiempo, sin embargo, mi hermano se empezó a interesar por estos seres, él, después de todo, fue dotado con una gran inteligencia que mis padres empezaron a invitarlo a participar en sus proyectos, al principio todo iba bien, más que bien los avances que realizaron en el campo de la robótica fueron demasiado excelentes, casi inigualables.

Pero, nada dura para siempre y en uno de sus experimentos, hubo un accidente que terminó destruyendo la mitad del rostro de mi hermano y la otra mitad fue destruida debido a los objetos punzantes que terminaron destruidos y esparcidos por el suelo.

Nada volvió a ser lo mismo, además luego de un par de días de aquel incidente fui secuestrada junto a otros chicos por una banda que se dedicaba a traficar personas y extorsionar a las personas ricas, que dos semanas después de mi rescate me enteré de que mi hermano se había encerrado a sí mismo lejos de la sociedad, dejo de ser aquel chico alegre y vivaz, dejo de ser él y se convirtió en un cascarón de lo que alguna vez fue.

Desde aquel entonces no supe nada de él, después, fui encerrada en un colegio de monjas hasta la edad adulta, aunque en aquel tiempo le envié decenas de cartas a mi hermano, ninguna de estas obtuvo una respuesta, él había empezado a vivir como un fantasma, que solo pude llegar a verlo un par de veces más luego de que salí de aquel lugar.

Y ahora paso este tipo de cosa.

Él está muerto y ya nada volverá a ser igual."

— ¡Rose! — exclamó Jenna al ver cómo Rose se tambaleó como si en cualquier momento podía caerse.

Yo solamente pude contemplar con el corazón acelerado, tratando de procesar toda la información que había obtenido de aquel muchacho que había hecho que me cuestionará un montón de cosas.

Durante toda la noche hasta la mañana siguiente nos quedamos al lado de Rose, siendo sus pilares para su dolor.

Ella sollozó durante algún tiempo, rio en algunos y gritó en otros. Todas sus emociones estaban tan distorsionadas debido a la perdida de su ser querido.

Por un momento me puse en sus zapatos y me imaginé perder a mi hermano mayor y el solo pensamiento era demasiado doloroso de soportar, era como si un pedazo de mi alma se rompiera y ya nada volvería a ser igual, quizás mucho peor, era el tipo de dolor que era imposible describir con palabras.

Cerré los ojos tratando de contener las pequeñas lágrimas que deseaban salir de mis ojos.

— Rose, Catalina, me iré por un par de horas, mis hermanos están algo preocupados, vendré cuando se lleve a cabo el funeral — comentó Jenna con la expresión apenada.

— No te preocupes, yo me quedaré a acompañar a Rose — le dije mientras revisaba la hora en mi celular.

Ya eran las nueve de la mañana, hace tiempo los padres de Rose se habían ido a arreglar todo para despedirse de su amado hijo.

— Sí, estoy muy agradecida por tu apoyo y compañía — señaló Rose con una sonrisa lamentable.

Jenna suspiró un par de veces antes de abrazarnos y salir del salón.

El ambiente se sentía tan deprimente y sofocante que decidí levantarme de mi asiento y acercarme hacia la foto de aquel muchacho.

Rose se levantó también y me siguió como un alma completamente desahuciada.

Observé la foto de aquel chico de ojos verdes y labios sonrientes e intenté relacionarlo con aquel joven enmascarado con una expresión deprimente, pero, me fue imposible hacerlo, realmente parecían personas completamente diferentes.

— Hubiera sido realmente guapo si no le hubiera pasado aquel accidente — señaló Rose a mi lado.

Asentí en acuerdo ante sus palabras.

— Pero, no existe el hubiera, así que mi hermano terminó siendo catalogado como un monstruo — mencionó luego de unos segundos.

Sin querer, mi corazón empezó a latir de manera errática como si en cualquier momento se me fuera a salir del pecho.

— ¿Cuál era su nombre? — cuestioné tocando por inercia el cabello algo alborotado que se mostraba en la imagen — Siempre me lo he preguntado.

Rose bajo la mirada antes de susurrar un nombre que hizo que mi mundo entero colapse en un instante.

Lo que creí conocer y lo que creí saber, todo estaba cambiando, no, evolucionando.

— Él se llamaba Rayhan e irónicamente su nombre significa el protegido de Dios.

Rayhan.

Rayhan.

Rayhan.

Aquel nombre hizo eco en mi mente, despertando varios recuerdos que creí que no me pertenecían debido a que se supone que yo soy la Catalina Conte de 22 años, que terminó transmigrando en el personaje secundario con su mismo nombre.

Pero…

Todos los recuerdos que habían despertado dentro de mi memoria, me dijeron otra cosa diferente, algo que consideré inaudito, casi insólito, pero, de nuevo, ¿quién era yo para cuestionar este tipo de situaciones?

Me llevé una mano a la cabeza debido al dolor, sin embargo, el pensamiento que inundaba en mi mente era que ya sea la Catalina que murió en el libro, la Catalina que leyó ese libro sin pasar del primer capítulo y esta Catalina en la me había convertido siempre habíamos sido la misma persona.

Pero…

Eso no era lo importante, mi verdadera identidad no importaba debido a que ahora sabía la verdadera identidad del monstruo que me acechaba en las sombras.

Me alejé rápidamente de Rose tratando de fingir que todo estaba bien, que solo tenía un dolor de cabeza, sin embargo, para alguien como ella que había creado una imagen casi impenetrable, no paso desapercibido ninguno de mis movimientos, ella era demasiado astuta para comprar mi acto.

Rose era alguien de temer.

— Sabía que este día algún día iba a llegar, pero, nunca espere que fuera tan pronto, aunque me parece perfecto, ya me estaba cansado de fingir — comentó con una voz fría.

— ¿De qué hablas? — cuestioné tratando de fingir demencia.

Pero…

Ella sonrió mientras sacaba una pequeña inyección.

— Ahora me tienes miedo, Catalina, no deberías hacerlo— señaló mientras se acercaba a mi lado con una sonrisa demasiado fría para mi gusto, diferente de todas aquellas que me había mostrado.

Quise correr, gritar o siquiera pedir ayuda, sin embargo, no fue posible porque no había nadie alrededor debido a que la muerte del hermano de Rose se celebró en privado.

Ni aquellos guardaespaldas que me había asignado mi hermano. No había nadie que me salvara.

Cuando menos lo espere, Rose ya me había clavado aquella inyección en el cuello, haciendo que todo se vuelva oscuro como mi futuro.

Notita:

Déjenme decirles que todas aquellas que comentaron que la protagonista era sospechosa son demasiado brillantes, pronto conoceremos sus motivos y el embrollo entre todo.

Ya saben, voten, comenten o síganme.

Me harían feliz.

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