Se detuvo brevemente, intentado localizar la posición de ese hermoso y lleno latido, que hacía tac - tac, tac - tac, tac - tac, y mientras más escuchaba, su cuerpo más feliz se sentia y su mente más confundida, pues no lograba que armonizaran.
Ese sonido la embobada y le provocaba que su garganta ardiera con más fuerza. Dio un paso, luego otro más y de pronto se encontró saltando y volando así ese objeto de su deseo, que anhelaba con desesperación.
No podía calcularse la distancia que recorrió porque su pasó era veloz como una ráfaga de viento, aquél sonido podría estar a cientos de kilómetros o más, resaltando entre todos los sonidos de la noche, que, comparados, palidecía.
A unas decenas de metros disminuyó su paso, como si su instinto le pidiera acercarse con sigilo. Camino entre las sombras de los árboles, cubriéndose con su parte más oscura. Hasta que lo vio.
Se quedó estática. Ese hermoso sonido del cual estaba fascinada, no era otro más que de una persona.
Intento razonar como una persona o un "humano" le recordó su mente, pero el instinto le nublaba parte de ese intento.
Aquel humano caminaba tranquilamente recogiendo leña, sin ser consciente de que ella le asechaba. Tenía ganas de acercarse y apoderarse de ese sonido, de lo que le provocaba.
Olvidó el razonamiento cuando la persona golpeó el cuello al ser chupada por un mosquito sediento de esa sabrosa sangre caliente.
Se acercó mucho más, siempre con el silencio como escudo y la oscuridad de aliada. La sangre de esa pequeña e insignificante picadura se esparció por ese cuello, llevándole el aroma.
Todos sus sentidos gritaron descontrolados. Su garganta era un infierno, si no tomaba esa sangre ahora, enloquecería.
Con un solo pasó quedó tras la humana, pudiendo admirar el lugar exacto dónde esa gruesa avena pasaba. Sometió a esa humana, que por ser la hembra de su especie, era muy débil para defenderse.
Y expuso ese cuello, como un plato exótico para hincar sus dos colmillos que sobresalían de su boca.
Era exquisito, como el mejor platillo que haya probado alguna vez, en donde todos los ingredientes se mezclaban en las proporciones correctas.
Después de beber el primer bocado, no pudo resistirse a seguir bebiendo. Cada sorbo reaviaba su cuerpo produciéndole éxtasis, era como si le hubieran dado una inyección de adrenalina, que le hacía sentir genial.
Bebió sin contenerse, tomando todo lo que pudo, hasta quedar satisfecha. Durante ese transcurso pudo sentir como el corazón de ese cuerpo comenzaba a fallar, como la humana intentaba escapar de sus manos.
La sangre para ese cuerpo ya era insuficiente.
Cuando despejo los labios manchados de esa caliente bebida, el cuerpo se deslizo al suelo.
La observó desde su altura, no muy consciente de los hechos. Su cordura volvía como un ave que había emprendido el vuelo. Podía oír cómo se escapaba la vida hasta quedar inerte.
La humana frágil había muerto. Entonces la cordura golpeó con fuerza. Todas esas sensaciones experimentadas desde que abriera los ojos no eran un sueño. Había cosas extrañas que se lo habían hecho creer.
Pero ver ese cuerpo, ese cuerpo al que le había extraído tanta sangre porque su garganta quemaba . . . se llevó los dedos a esa parte.
- ”Tenías hambre, tu deber era sobrevivir por encima de todo" - Dijo su mente.
No podía ser un vampiro. Eso era de los cuentos.
No sufría por esa muerte y eso la molestaba, porque había robado una vida para vivir.
Grito en medio de esas montañas, luego corrió en un intento de cansar su cuerpo para reaccionar sin saber que ese sentimiento no le pertenecía.
Su cuerpo jamás se fatigo para su decepción, en es espesa noche.
Se detuvo harta de las vueltas sin sentido, como un hamster dentro de una rueda. No quería creer que estaba despierta . . . qué era la realidad . . . su nueva realidad.
¿Cómo había terminado convertida en esto? ¿como había llegado a este lugar tan apartado de la civilización? ¿donde estaban sus compañeros de viaje? Si es que los había habido. ¿Porque no recordaba nada?
Se arrodillo sobre la tierra con decenas de pensamientos más. Insatisfecha de no llegar a ningún lugar en concreto.
Ya había matado y no se sentía mal, no sabía si preocuparse o no, porque había sido como beber un jugo, salvo que era una vida.
- "Humanos hay muchos" - Le recordó su mente, quitándole aún más las implicaciones morales de su acto.
Se hacía más irreal porque no le había dado tiempo a conocer a esa persona, era como ver pasar un desconocido, o ver una piedra. Su parte humana sentía cierta pizca de culpa, pero otra parte de ella que parecía más fuerte barrio con eso.
Esa mujer no debía andar sola, debía ver un pequeño grupo con ella. Su parte humana no quería sentirse más culpable de acabar con su especie, sin embargo, no podía olvidar el sabor . . . la vitalidad . . . ¿en serio estaba pensando eso?
- Solo ayudare al equilibrio de esta especie - Se dijo para enterrar esta parte humana que intentaba protestar.
Se levantó del suelo, se sacudió la ropa y volvió hacia aquel lugar. Se topo con unas tiendas de campaña. Su fin oído escucho varios corazones latiendo con soltura.
Al parecer su grito no los había despertado. Decidió que iría hacia ellos como una pesadilla macabra hasta su destino y eso le hizo dibujar una sonrisa oscura.
El depredador que tenía dentro comenzaba disfrutar de la casa anticipada, regocijandose con este juego que empezaba.
Solo había un pequeño, casi diminuto, inconveniente.
Faltaba pocas horas para confirmar algo que no parecía hacerle ni una pizca de gracia.
Se entretuvo escuchando esos sonidos como si fuesen las notas de la música de una ópera. Sus ojos brillaban ligeramente en la oscuridad, mientras ella yacía sentada en lo alto de un árbol, ocultando su presencia de todos.
Pero era imposible esconder esa esencia, que se esparcía con el viento llevándolo tan lejos cómo podría.
El sol comenzó a levantarse, sus rayos trepaban por este lado del mundo, orgulloso de poder nutrir a toda esa naturaleza que hacía hermoso a este planeta.
Seguía entretenida, sin poner atención a nada más, pues nunca había imaginado que sería capaz de escuchar algo único.
La luz comenzó a molestarle, alzó la mirada hacia este fragmento de sol, bastante enojada. Su piel picaba y estaba enrojeciendo.
Un temor primario se apoderó de ella. No quería morir . . . no aun. Quería conocer más de esta sensación que la hacía sentir tan poderosa, aunque sintiera que había dos partes luchando dentro de ella.
Corrió entre las sombras, que iban desapareciendo con cada minuto. El sol se alzaba como su enemigo y no había nada que lo hiciera cambiar.
Era joven, tal vez una recién nacida . . . tenía muchas preguntas. Siguió huyendo, sin ver lugar donde meterse. Este bosque era grande e inútil, no había lugar para protegerse.
Un lago surgió en su camino, un lago en donde su interior se veía tan oscuro como la noche.
No había muchas opciones.
Se aventó de cabeza y se sumergió en el fondo. El lugar rebosaba de piedras, formando cuevas y conductos subterráneos.
Busco el más grande y oscuro. Dio con una burbuja en medio de todo ello. La atravesó y se recostó sobre la piedra lisa.
Sus ojos comenzaban a pesar como si fueran dos bloques. Al parecer no iba a poder quedarse despierta, eso solo agregaba temor al día. Nunca pensó que extrañaría la luz con tanto dolor.
;)
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 103 Episodes
Comments