Capítulo VI

Victoria tenía los ojos cerrados, sus labios danzaban entre los de Arthur. Él la tenía sujeta de la cadera con una mano, la precionaba hacia su dura virilidad. Mientras su otra mano subía sobre los botones de la blusa de Victoria. Desabotono los primeros dos, introdujo la palma de su mano hasta su redondo seno y pellizco la punta erguida. Victoria soltó un gemido.

Este acto la despertó de su letargo y se soltó de él de manera brusca. Levantó el bolso del suelo y salió del departamento de Arthur.

Levantó la mano para detener un taxi, cuando llegó a las afueras del edificio. Llevaba su abrigo abierto y dejó desabotonada su blusa. Aún estaba acalorada y excitada.

No existía la duda de que la atracción entre ellos eran buena y que tal vez el trato, no será tan difícil cumplir.

Llegó a la empresa Weisz, subió al elevador y se dirigió al piso de presidencia, el personal de ese piso ya la conocían. Todos los trabajadores de aquella empresa, sabían que era la amante en turno, de Rupert Weisz.

Rupert estaba sentado en su silla, mientras la secretaria estaba sentada sobre su regazo, con las piernas cruzadas y una libreta en la mano. Victoria abrió la puerta sin importarle la molestia de Rupert.

—Victoria—Sal.

Le ordenó a la secretaria. Ella miró a Rupert, esperando su respuesta.

—Rupert —Vete.

Hablo él con un tono de voz gélido. Con una mueca de molestia, la secretaria camino hasta la puerta de la oficina.

—Secretaria—No te des aires de grandeza, no eras más que un p**a igual que todas.

Escupió cuando paso a su lado. Victoria la tomó de la muñeca.

—Victoria—Al menos yo no me arrastro, esperando las sobras de un hombre.

La secretaria se soltó de Victoria, su rostro estaba lleno de enojo, al contrario de Victoria que tenía una sonrisa arrogante.

—Rupert —¿Qué es lo que quieres Victoria?

Dijo él muy tranquilo.

—Victoria —Quiero que llames a tu abogado y dile que traiga consigo él contrató que firmamos.

Rupert alzó ambas cejas con sorpresa.

—Rupert —¿Alguna razón importante?

—Victoria—Sí, vengo a liquidar la deuda que tengo contigo.

Rupert esbozo una sonrisa burlona, se acercó más a su escritorio y entrelazo sus manos sobre este.

—Rupert—Por favor Victoria, una mujer como tú no podría tener esa cantidad para pagarme.

Rupert tomó el teléfono y llamó a su asistente. Él entró deprisa y se paró frente a Rupert.

—Asistente —¿En que le puedo servir señor, Weisz?

—Rupert—Llévate a Victoria a su departamento para que recoja sus pertenecías y después la dejas en mi Suite.

Rupert hablo sin prestarle atención a Victoria. Su asistente asintió y camino hasta ella.

—Asistente —Señorita Alekseev, por favor acompáñame.

Victoria se movió de su lugar y camino hasta quedar frente a Rupert. Este levantó la vista con molestia, le cabreaba cuando no obedecía sus órdenes.

—Victoria—No iré a ningún lado con tu asistente Rupert. Llama a tu abogado, ¡Ahora!.

Rupert apretó la quijada con fuerza. El asistente se acercó a victoria con preocupación.

—Asistente —Señorita Alekseev, será mejor que nos retiremos para continuar con lo que el señor Weisz quiere.

Victoria no quito la mirada de Rupert, ella nunca le temió, tampoco le tenía respeto, solo callaba por evitar desagradables problemas con Weisz.

—Victoria—¿Lo llamas tú o en este momento bajo a buscarlo yo?

La voz de Victoria sonó fuerte.

—Rupert—Llama a mi abogado.

Ordenó entre dientes a su asistente. No pasaron más de cinco minutos, cuando el abogado entró por la puerta un poco agitado, por la prisa que tenía de llegar ahí.

—Abogado—¿Señor Weisz?

Victoria sacó el cheque de su bolso. El abogado tomó el cheque y abrió los ojos con asombro.

—Abogado —Bueno señor Weisz.

Levantó la vista hacia Rupert.

—Abogado —Esto líquida al 100% la deuda.

Rupert se levantó de la silla, era notable el furor que emanaba de sus ojos.

—Ruoert—¡No es suficiente!

Gritó con rabia.

—Rupert —Aún me debes los préstamos que tu padre me pidió.

—Abogado—Con esta cantidad también quedan pagados los pequeños préstamos, que quedaron pendientes del señor Alekseev.

El rostro de Rupert se endureció más.

—Rupert —¿Quién te dio ese dinero, Victoria? Dime ¿Quién te dio esa cantidad?

Rupert camino de forma amenazante, hasta Victoria.

—Victoria —Ese no es tu problema, Rupert. Ahora abogado, más vale que tenga el contrató a la mano en su oficina.

—Abogado —Sí, sí, claro. Por favor acompáñeme.

—Rupert—Tú no te mueves de aquí.

Le exigió al abogado, sin quitar la vista de Victoria.

—Rupert—Tú eres mía, Victoria.

La tomo de la barbilla ejerciendo fuerza. El asistente y el abogado saltaron con la preocupación de que lastimara la mujer.

—Abogado —Señor Rupert, lo mejor es dejar que la señorita se vaya o puede interponer una demanda en contra de usted.

Rupert se burló.

–Rupert—¿Qué me haría una estúpida demanda, de una mujerzuela como ella?

—Victoria—Una mujerzuela que ahora calentará la cama de otro.

Escupió con odio. Rupert no se detuvo y abofeteó la mejilla de Victoria, logrando que ella sintiera un ardor inmenso en ella.

El abogado camino con miedo hasta Victoria.

—Rupert —Que te quede claro algo Victoria, tu nuca dejaras de ser mía y el hombre que se atreva a tocarte lo mataré con mis propias manos.

En ningún momento Victoria se quejo de dolor, mucho menos toco su mejilla roja. Le sostuvo la mirada a Rupert y sin una gota de miedo, no iba a darle satisfacción de verla débil.

—Victoria—Tus amenazas son inútiles para mí, Rupert. ¿Nos vamos abogado?

—Abogado —Sí, señorita Alekseev.

El abogado camino con temor al lado de Victoria. Y bajo la mirada oscura y llena de rabia de Rupert.

Entrando a la oficina del abogado, él le arrimo un paño frío.

—Abogado —Esto quitará un poco lo enrojecido.

Victoria asintió y tomó el paño.

—Abogado —Le diría que le admiro, pero mentiría. La verdad no quisiera estar en sus zapatos, el señor Weisz es un hombre muy vengativo.

—Victoria—Me tiene sin cuidado. Lo que me interesa es que ya no será más mi verdugo.

El abogado disolvio el contrato y dejó todo en orden. Victoria se sintió tranquila, ya había solucionado una parte de su tormentosa vida.

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Comments

Yura Ran

Yura Ran

pobre victoria comienza lo bueno

2024-04-04

4

Yura Ran

Yura Ran

mujer humillada es peligrosa, poco homhre

2024-04-04

2

Maura Pericana

Maura Pericana

te deseo mucha felicidad de ahora en adelante mi pequeña victoria, ya mandastes al desgraciado ese al coño de su madre

2024-01-21

6

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