El siguiente contenido es para mayores de 18, lea bajo su criterio.
Los gritos en la habitación y el ruido seco del choque de ambos cuerpos era una danza de locura, que hacía que las paredes y el mismísimo lecho sintieran envidia de ellos dos. Lo que empezó en la sala del comedor se convirtió en una guerra que siguió en el piso del pasillo, puesto que no llegaron a la habitación. El grito desesperado de Kyrenia cuando él la volvió a levantarla de la mesa con la acompasada invasión de su hombría al caminar lento, la hizo llegar violentamente al final. La puerta de entrada al pasillo, que la llevaba a su cuarto, fue testigo de un pequeño tropezón que terminó dejándolos a ambos en el suelo. En un giro atlético, pero amoroso, la espalda de Azzam golpeó fuertemente el piso, dejándola a ella arriba de él y como si de una montura de escape fuera, lo galopó como si de ello dependiera su vida y Azzam, de la misma manera, la sostuvo con fuerza dejándole las marcas de sus dedos en sus caderas que lo enloquecieron aún más. Esas marcas eran su afirmación de propiedad y sin darle un minuto la dio vuelta y acostándola en el piso mismo, y allí le levantó sus piernas hasta quedar en sus hombros y jugó con fuerza y sin pausa. Bajando la mirada para ver como sus jugos abrillantaban su hombría que surcaba esa prensa caliente, la belleza de esa imagen corroboro en su mente que ella era solo de él y que así él lograba dejar su marca de pasión en aquel pasillo. Mataría al bastardo que la quisiera tocar y verla mientras la hacía gritar de aquella hermosa manera. Sus manos magreaban esos hermosos montículos coronados de los más bellos picos hedonistas que también fueron apretados. Aquel frente tenía un hermoso valle, el cual se volvía rosado de calor ante el inminente final.
Cuando otra vez su hombría empezó a hincharse, tuvo un momento de claridad y se dijo que no era el lugar para seguir esta placentera locura y como pudo los levantó y los llevó a la primera habitación que se encontraba en la segunda puerta que vio abierta y que tenía una hermosa cama King zise que lo invitó a hacer cualquier cosa en ella. La soltó y la tiró sobre el medio de la cama, y ella en un trance de hedonista no se dio cuenta de la invitación que le hizo a esa maldita voz que a Azzam lo tenía loco, pues no deja de decirle “móntala… móntala… móntala” y ofreciéndose en un magnífico sacrificio, ella subió sus glúteos al aire y él sin pena la llenó con fuerza y gozo, haciendo que ella rogara entre lágrimas de pasión "que le diera más placer"
Esos pedidos no eran los que ella hubiera dicho con total lucidez, pero en este momento y lugar era todo válido. Una lejana voz que le decía “no te vayas, quédate aquí” pero era descartada por el fuego de Venus, la diosa del amor.
El sonido ronco y delicioso de esa voz que le ordenaba a ella, un pobre mortal darle felicidad con su secreto, la dejaba sin fuerzas y solo haciendo lo que él quería y el duro golpe de esa palmada en su glúteo lo afirmó y le exigió rendirse
El silencio y la oscuridad se estaban acercando a pasos agigantados, pero solo la voz de él era lo que ella quería escuchar y obedecer.
–no, es, suficiente, carajo.
Y ella solo alimento su ego y hombría con la agónica y desesperada respuesta.
–Dios... eres más...
Esa maldita voz dijo por él lo que en verdad sentía.
–Dios no… Samuels, dilo Samuels. –tomando su pelo enroscándolo en una de sus manos, levantó su cabeza del colchón, que era testigo de sus gritos y palabras embelesadas, y exigió casi como si rugiera, a lo que ella respondió con un agónico murmullo placentero.
Maldita sea mujer, cállate que la bestia tiene hambre y tú solo alimentas más con esas palabras, pensó esta vez el propio Azzam, pero la voz que orgullosa había llevado el mando y exigió en inglés que lo llevara profundo dentro de ella y la surcó una vez más haciendo que llegara al cielo una vez última vez. Kyrenia lloró su momento de paroxismo, terminando con violencia en la cúspide del hedonismo, el cual fue demasiado y ambos gritaron agónico, logrando que ambos voltearan hacia atrás sus ojos, pero dejando a Kyrenia casi desmayada después de ese último subidón. Azzam que había tenido cerca una almohada, la mordió para no aullar su disfrute que sentía en este momento y cuando volvió en sí, se dio cuenta de que había una mordida con cuatro marcas de colmillos que él no había tenido jamás durante sus encuentros sexuales, y menos mal que no fue en el hombro de ella.
Kyrenia lloraba y quejaba en silencio, pues el relax que su cuerpo, alma y mente sentía en este momento hicieron que ella fuera a ese lugar que solo existía en las novelas rojas que había leído alguna vez. Los famosos pettit morte o el subdroop. Era como si su alma se hubiera separado de su cuerpo y pudiera ver desde atrás el más glorioso espectáculo, el gran cuerpo de Samuels la cubría de ella misma, pero que dejaba a la vista a su secreto de mujer devorarlo con ambrosía, mientras él seguía con cortos empujes que lo llevaban a la gloria. De golpe una figura se materializó detrás de Samuels tapando aquella imagen y era un gran lobo gris y negro, que se acercó a ella mirándola fijamente y como si fuera una presa se acercó mostrándole sus colmillos, pero no hizo más de dos pasos y se detuvo solo mostrándole su fiera dentadura como si de una sonrisa tierna se tratara y aulló a la vez que Samuel acabó. Luego de eso cerró sus ojos y la oscuridad le ganó llevándola al más delicioso sueño.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 117 Episodes
Comments
Tere Roque 🇨🇺
😨😨😨😨😨😨😨😨😨😨😨😨😨🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🌋🌋🌋🌋🌋🌋🌋🌋🌋🌋🌋🌋❤️🔥❤️🔥❤️🔥❤️🔥❤️🔥❤️🔥❤️🔥❤️🔥❤️🔥❤️🔥❤️🔥❤️🔥🤤🤤🤤🤤🤤🤤🤤🤤🤤🤤🤤🤤🙏🏼🙏🏼🙏🏼🙏🏼🙏🏼🙏🏼🙏🏼🥵🥵🥵🙏🏼🙏🏼🥵🥵🥵
2024-10-03
1
Nellyth
🔥🔥
2023-10-27
1
Albalu HS
muy interesante👏👏👏
2023-07-27
2