Capítulo 4 parte II

Los operativos fueron en el más absoluto silencio de radio y, sin embargo, fue sincronizado a la perfección en un radio estipulado de un kilómetro y cada elemento de esta misión logró llegar a su punto exacto y desde allí los ingresos programados se hicieron tal cual se había exigido y, por lo tanto, hacer el trabajo que a cada uno se le había tenido designado en forma correcta. Así, todas las víctimas lastimadas y algunas ultrajadas que estaban vivas, habían sido rescatadas, pues en Longchamps encontraron a tres muertas y vaciadas. Sus cuerpos estaban rellenados con aserrín y viruta de madera para que sus fluidos fueran absorbidos, estaban colocados en dos freezer de gran tamaño para mantenerlos y así al momento de cremarlos todos juntos, los cuerpos se “prenderían” más rápido y se harían cenizas en el menor tiempo posible. Todos los órganos, incluidos huesos, ya habían sido despachados y los que quedaban eran del último que habían hecho su disección y extracción hacía unos cuarenta minutos. Era un niño de apenas dieciséis años que solo había sido el portador de una sangre muy particular. La sangre RH Nula, única en su tipo, porque hay menos de cien personas en el mundo que poseen este tipo de sangre y al ser muy rara, era única la persona que la portaba y quien no podía recibir otro tipo de sangre u órganos. La investigación fue muy extensa y ya sabían para quién iban esos órganos y era en Alemania, a un poderoso magnate quien tenía una avariciosa vida de lujos que no podría disfrutar si no le conseguían un corazón y riñones. Para Eskol y todos los presentes era mejor que el engendro se muriera, pues ellos se encargarían de que otro en una lista real de donantes recibiera los órganos.

Tan solo dieciséis años… maldición.

Cuando Selene y Azzam llegaron a las locaciones, ambos estaban cambiados de combate, pero en color negro y sus rostros cubiertos, al igual que Eskol y Bastián.

–Agente Porsche –saludaron a coro Eskol y Bastián, quienes no querían empezar un pleito en plena operación y por ello callaron.

–Agentes Jackson y Keith, situación. –saludó Selene.

–operaciones completadas al cien por cien, tenemos sobrevivientes, pero aquí hay cuatro muertos. Tráfico de órganos

– ¿el médico y sus ayudantes?

–huyeron.

La cara de odio de Azzam era un poema al infierno de las delicias. Ni Otelo, cuando mató a Desmona, tenía tal odio en sus ojos.

–estamos rastreándolo, creemos que irán a refugiarse a Santa Fe. –uno de los hombres de los Alacranes respondió antes de salir huyendo por la mirada de Azzam.

–mierda. Cálmate, no los ahuyentes. –dijo Bastián quien miraba a Azzam y parecía que estaba a punto de empezar a bufar.

Selene, sabía que Azzam algo había detectado y lo hablaría a solas con él. Pero ahora le dio la orden a otro de los efectivos para que alejara a los civiles y a ellos mismos.

–ya nos ocuparemos de esa misión. Ahora a atender a los sobrevivientes y su traslado.

– ¿A dónde los llevamos? –dijo el hombre.

–al Hospital Militar de Campo de Mayo, allá los esperan con todo el personal listo, están nuestra gente.

Una vez que el hombre se fue solo quedaron dos de ellos y Selene le dijo a los tres: tengo al topo, lo quiero muerto y ya el hospital dio visto blanco, podemos hacerlo desaparecer y que nadie sospeche.

– ¿Cómo el director del hospital avaló esto? –nuevamente Bastián quien en esta operación parce ser la voz de la serenidad y la objetividad, preguntó.

–Su hija del medio, eran tres, fue muerta por una de estas organizaciones, su cuerpo apareció vaciado justo en la puerta de este mismo hospital. La noticia nunca salió a la luz y al parecer ha tomado esta misión como algo personal, al punto que “no le importa una mierda ir a un juicio por asesinato o si se quiere de abuso de autoridad”

–no habrá poder en el cielo que lo pare si ve al topo. –dijo Bastián.

La risa de los hombres que estaban bastante alejados, para que no oyeran, llegó a los oídos de los cuatro y cuando uno de ellos volvió a hablar, supieron que no eran unos hombres cualesquiera.

–el problema es que ya lo tiene… –dijo y movió su cabeza de lado hacia la izquierda como si les dijera “sorpresa”

–mierda.

Eskol estaba harto de que les preguntaran cosas o se metieran en lo que solo debió ser un asunto Navy & CIA y lo dejó claro.

–solo quiero irme de una vez, terminemos pronto y vayamos, ya no aguanto trabajar con los grupos locales… es un insulto para nosotros.

El premio a ese atrevimiento, aunque no lo esperó, fue que se llevó una buena tunda por parte de Selene en sus huevos, dejándolo de rodillas. "Tonto por no usar protección", pensaron Bastián y Azzam que siempre llevaban protección cuando Selene estaba de por medio.

–Agente Keith usted, como siempre, no lee lo que nos matamos haciendo e investigando y por ello le informo delante de todos para que después no me digan traidora: el que el APCA esté trabajando se debe a que la hija de del General T (letras con la Selene identificaría a cada uno de aquella reunión, el de este general era la T) es Argentina y fue adoptada por el Jefe de la APCA por un acuerdo entre ambos debido a la salud de la niña en aquel entonces y porque el General la había tenido en una relación extramatrimonial con la hermana de este último y era un peligro para su carrera, por ende todo el equipo que se formó fue debido a que ambos hombres aman a esa joven y por eso esta operación, aunque el caso y la investigación esté en su jurisdicción, nosotros tenemos total autonomía y protección, los arrestos dependerán de nosotros. Próxima vez que desprestigie a una fuerza Latinoamérica, voy a hacer que le rompan los huevos, más fuerte de lo que se lo acabo de hacer, así usted sea un muy caro espécimen de la marina.

Como si el aire hubiera transformado en carne al ser, de la nada fue tomado del chaleco táctico y levantado violentamente por uno de los dos hombres del grupo Alacrán que se quedó, y lo acercó a su pecho de frente y le gruño mostrando sus filosos colmillos haciendo que Bastián, Selene y Azzam sacaran sus armas, pero enseguida se vieron apuntados en su nuca por el otro efectivo que apunto a estos dos últimos.

–pedazo de pulgoso con cuero sarnoso, yo sé lo que son y si osan hacer cualquier cosa en mi territorio voy a partirlos en pedazos y sus huesos serán hechos harina para los perros del refugio de animales más cercanos. Más insulto eres tu abominación que no te creo la naturaleza. Tú eres solo la lacra de quienes juegan a ser Dios.

El tenso momento hizo que todos los presentes que quedaban vieran el ensanchamiento aún más grande del principal, que en rabia había dejado salir a su aguará. El otro quería traer paz al lugar, no era conveniente meterse con estas abominaciones, no debido a lo que eran, sino que quienes eran los que lo protegían.

–Principal Martín, déjalo estos no entienden de respeto. –dijo el Principal LoncoHue.

Martín lo soltó de golpe, pero no sin antes darle un puñetazo en su boca, que casi le saca dos dientes. Luego se dirigió a LoncoHue y le tiró su bronca sin que el otro aguará se inmutara.

–no es tu territorio. Yo soy el alfa de aquí. Y me debe respeto esta abominación que se cree un ser único cuando sobramos de más los reales.

Ya sabía que esto se iba a poner horrible, pero Selene no había tenido idea de que había hombres lobos reales en la fuerza, pero también sabía que era hora de que Eskol aprendiera a callarse, aunque sea por las malas. Ahora abría que presentar respetos ante estos jefes de grupo y al parecer de tribus.

–no, ya sé que no lo es, pero recuerda que somos mejores y más viejos que ellos, ¿vas a en serio a perder tu carrera por un engendro? ¿En serio vas a rebajarte como alfa a pelear con un niñato que apenas vive? Tantos años al pedo luchando contra la injusticia por una calentura porque te ofendieron en inocencia de no saber reconocer olores.

Entonces Selene se dio cuenta de que el odio que mostró Azzam fue por el fuerte olor de los dos alfas.

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