Capítulo 2 parte I

Azzam se concentró y trato de bajar su eje, pero no duro mucho su esfuerzo.

Kirie se posicionó delante de la espalda de los tres hombres, pero el del medio era el que le había llamado la atención porque era el más bello de los tres, al menos para ella y no podía dejar de reojear su perfil, que era perfecto y con un marco duro y profesional. Y para ella eso era raro, nunca un hombre del modelaje la había atraído así, al punto que sintió que su feminidad estaba húmeda y sentía ese calor que quema en todo su cuerpo como si mil brasas recorrieran sus venas. Maldita sea, no era su tiempo de ovulación, pero al parecer eso era lo que sentía en este momento, pues otra respuesta no encontraba a su repentino calor y deseo. Cuando ella se acercó a la espalda de Azzam, el calor aumento y la sensación de miedo se intensificó, ella quería huir de aquí ya. Temblaba y no sabía el porqué, y eso la tenía descolocada.

El fotógrafo, el productor y la asesora de set estaban cansados, atrasados y hastiados de las correcciones que tenían que hacer a las modelos que quisieron socavar las tomas de Kyrenia, pero ellos supieron cómo hacer que las estúpidas terminaran su trabajo rápido. El fotógrafo notó que Kyrenia estaba nerviosa y pensó a que se debía al atraso y por ende le dijo:

–Kirie, concéntrate por favor, tenemos unas pocas tomas, pues, tardamos demasiado con las anteriores y el brillo de la pintura en tu cuerpo empezara pronto a opacarse. Porfa gente hagamos esto rápido y demos por terminado el trabajo.

Kyrenia Dorada***.***

Peinado Kyrenia:

Los cetros:

...luna*...

...Sol...

Los disparos del flash y la cámara sonaron como balas atravesando la espalda de Azzam y el sudor comenzó a hacer de las suya en él, dándole a Kyrenia el perfume más rico que alguna vez había sentido en un hombre, tenía notas de sándalo y alguna mezcla de maderas y el aroma del ron añejado en toneles de café.

Maldición Kyrenia concéntrate y no pierdas tu centro …maldito karma, maldito Cheyenne pensó ella. Para completarla al productor se le dio la grandiosa idea de que el hombre del medio, sin dar la cara, le tome sus caderas y la apoye contra su espalda como si fuera su pared. El perfume fue peor y ella iba a pasar vergüenza si esto continuaba, pues un orgasmo atroz estaba pidiendo pista y ella no podría luchar contra este, si esto no terminaba ya. Como pudo y en lo más profesional que se logró mantener, ella aguantó ese infierno hasta que las palabras del fotógrafo dieran por finalizado el set:

–terminamos aplausos a todos y gracias.

Sin mirar atrás, Kyrenia corrió rápidamente al tráiler sin mediar palabras con nadie y ante el asombro de todos que no podían creer su falta de respeto. Sin un minuto se metió al baño y con su mano izquierda, se arrancó el íntimo y comenzó a masturbarse, mientras que con el antebrazo derecho se acallaba los gritos y el placer destructor que sintió, cuando las vibraciones de su centro comenzaron a elevarse en un incendio que quemaba desde su baja espalda hasta su nuca como si la espalda de ese adonis estuviera tocándola ahora y sus grandes y fuertes manos la estuvieran acariciando junto a sus dedos. El placer llegó haciendo ella se corriera de una manera que en su vida lo había hecho. Un placer la cegó con la dicha más profunda y ella en verdad que desde su centro lloro un río… maldición.

Azzam no estaba mucho mejor y paso casi lo mismo, la diferencia que el camino cubriéndose con una remera larga y cuando llego al tráiler también fue al baño, pero su imaginación fue mucho más allá de unas manos, él se la imaginó lamiéndola, besándola y follándosela como loco, haciendo que su perfume se impregne en su piel y el de él en la piel de ella, haciendo que se descontrolara y fuera una sola piel ardiente y resbalosa con la de él. Mientras que las marcas de Kyrenia en su brazo fueron fáciles de ocultar, la marca de la mordida de Azzam fue todo lo contrario y debieron traerle una camisa manga larga, aunque el calor afuera de treinta grados.

Los tres hombres salieron en una camioneta doble cabina plateada y de vidrios opacos, mientras Kyrenia los miraba irse para salir luego en una furtiva huida.

Su manager Alisa había dicho que Kirie no había ido al baño desde hace varias horas y que seguro ya no aguanto más. Pidió disculpas en su nombre y se encaminó para el tráiler en donde ella se estaba bañando.

Cuando Kyrenia salió del baño ya cambiada, quiso huir, pero Alisa le ordenó en su típico tono correntino asustándola.

–alto ahí gurisa del diablo, ¿me explicas?

–puta madre… ¿explicar qué? –Kirie se asustó de muerte.

–eso que paso hace una hora y ese querer esconderte del grandote del medio que te tocó. –su voz era de sabiduría y no la iba a poder mentirle, pero iba a intentarlo.

–estás divagando vos, te juro que me orinaba encima y por eso salí a los tumbos.

Alisa puso sus ojos en blanco y resopló una respuesta que le dijo a Kirie que no había escapatoria.

–yo no flashes como vos crees… habla de una vez.

Con resignación y un suspiro derrotado, ella contestó sentándose a su lado con mucha vergüenza

–no sé qué querés que te diga, solo sé que esos hombres no son para cualquier mujer y que pobre la que sea agarrada por ellos.

– ¿de qué hablas?

–no voy a mentirte, pero guarda el más profundo silencio –Dios odiaba que Alisa fuera su única confidente –me calenté como jamás en la vida me pasó y solo con ese rico perfume que tenía el modelo del medio y el tacto de sus manos fue como si el alma y el lívido se adueñaran de mí.

La risa de alisa hizo que Kirie se enojara primero, pero acompañara después con su risa también, pero justo cuando iban a continuar, las estilistas y una nueva maquilladora ingresaron al tráiler para una nueva ronda de preparación para Kirie, quien debía hacer unas tomas nocturnas.

–cuidado o el amor puede jugarte una pasada de las que no querés ver, y más con ese grandote del medio.

–cállate tonta, con este trabajo, el amor es un cuento para mí.

Mientras ellas charlaban una de las maquiladoras, supo que el infierno se avecinaba porque ese hombre del que la modelo y su manager, hablaban no era un ser de la naturaleza pura, era una creación aberrante o al menos muchos de los viejos de su aldea en el sur lo creerían así. Ella había sentido el olor a distancia y ella sabía que un infierno se aproximaba. Mierda, debería alertar a alguien, ¿pero a quién que no fuera de su aldea? Y entonces, como si se tratara de una visión, el rostro del es ex Jefe de una tribu cercana llamado Jaime Exequiel Loncopán apareció como si de una visión se tratara.

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