Kyrenia temblaba como una hoja de otoño a pesar de que era noviembre y los calores del verano pedían pista. Este año parecía que no sería benevolente con la Argentina y menos con Buenos Aires, porque, aunque no se crea, el calor del asfalto hacía que esta jungla de cemento se convirtiera en el mismísimo infierno. El frío que corría por sus venas, eran producto del terror de las últimas palabras de la tal Selene, quien no parecía importarle acabar con la vida de nadie. Pero entonces, a medida que sus pasos se acercaban a la habitación, ella entendió que, para estas personas, ella era un objeto más en su amplia colección y eso la terminó de poner histérica.
Al darse cuenta del terror de Kyrenia, Azzam la tomó del cuello y comenzó a transpirar y entendió al fin que ese fino sudor que su cuerpo desprendía, era como una droga que en las mujeres podía funcionar, ya sea como un afrodisiaco o un tranquilizante. Azzam en sus años de vida desde este cambio, nunca había tenido que hacerlo, pero si lo hizo no se dio cuenta como hasta ahora. Ella reaccionó como lo esperaba él y se tranquilizó un poco, no mucho porque sería demasiado obvio que algo uso para que ella estuviera disponible. Cuando llegaron al subsuelo siguieron por un viejo pasillo de la época colonial que llevaba a habitaciones con puerta de falso espejo, en la cual los de adentro sabían que los que asaban por fuera verían todo lo que sucedía dentro de esa habitación.
Kyrenia siempre había sido consciente de los fetiches sexuales de la gente, pero de ahí a verlo en vivo y en directo era otra cosa. Ella no sabía que tantas cosas sexuales eran posibles, pues en este “desfile monumental de las delicias carnales”, ella era una inculta a pesar de vivir leyendo. Kyrenia sostenía que no era virgen, pero al pasar por esta pasarela, ella revió su postura y desestimó tal afirmación, pues que un consolador haya tomado su virginidad, el cual fue por su propia voluntad, y luego una relación de la cual obtuvo solo la posición del misionero y siempre quedó a medias, pues el tipo en sus años nunca le ayudo a llegar al tan ansiado orgasmo y la acusó de frígida, dejándola como la mala de la película. Una muy mala película, pues, en estos cinco minutos de recorrida, vio una enseñanza de cincuenta años.
Luego de tomar por un pasillo a la mano izquierda, se encontraron con una puerta que decía VIP PRIVADO e ingresaron gracias a una tarjeta-llave que poseía uno de los hombres. El psicópata sexual, que no era una persona a la que se le pudiera identificar con uno, ya que su alter ego, el que presentaba al mundo, era el de un prestigioso ginecólogo y les dijo a ambos:
–entren y denos un buen espectáculo y que sea lento, odio que no sea lento y de orgasmos verdaderos, no me hagan entrar, pues, van a arrepentirse.
–ellos lo harán bien, ¿verdad? –dijo el necrófilo, quien era un personaje político de las más altas esferas de la nación.
–sí… lo haremos –dijeron a coro Azzam y Kirie.
–más te conviene que hoy dejes a la frígida que eres Kirie o me encargaré de que llores por todos los agujeros. –dijo Alisa a Kirie, recibiendo un sopapo en la nuca, de parte de Selene.
– ¿parece que no escuchaste que eso ya fue aclarado?, ¿Siempre hay que golpearte para que tu cabecita trabaje Alisa? –quien a cambio le devolvió una mirada de asesinato y la risa de los otros tres hombres.
Ahora Bastián y Eskol entendían por qué del que no le avisaron de la llegada de Selene, ella ya tenía un conocimiento previo de estas lacras y los estaba manejando a su antojo. Azzam también se dio cuenta y decidió dar un buen espectáculo a pesar de que odiaba el voyerismo.
–entra pequeña, no te queda de otra. –le dijo en un perfecto español argentinizado.
Kyrenia aceptó con su cabeza y entró en el lugar viendo que la decoración era una réplica de un salón hexagonal de carnaval con espejos, con seis copias exactas del gran espejo del salón principal del casino español de Veracruz, México.
Eso debió salir una fortuna, porque el ornamentado exquisito del marco de cada espejo era artesanal y al parecer antiquísimo. El piso del salón era de mármol blanco y en el medio del mismo había una pequeña cama de dos plazas con cuatro postes de roble ornamentados y en el medio salían cuatro aros de los que se desprendían cuatro cadenas con una sujeción de cuero al final. Ella sintió terror de que la atara, pero no lo dijo, solo tembló al verlas.
Azzam tenía amplia experiencia en los juegos sexuales y el BDSM era uno que dominaba a la perfección, pero sabía que la mujer frente a él, no tenía experiencia alguna en el juego del placer obtenido a través del dolor, y él no iba a empezar hoy con una clase de este particular juego. Ella en este momento necesitaba irse lejos, pero sin temer a que no pueda defenderse, pero mierda, como si pudiera defenderse de él en algún momento.
Los espejos eran unidireccionales y aunque ella lo sabía, él podría lograr que se sintiera más cómoda, al no saber en qué espejo está quién. El juego comenzó en cuanto Selene cerró la puerta y él comenzó una pseudo persecución que ella llevó a la perfección tratando de huir de lo que era imposible de hacer. Kyrenia caminaba tocando los espejos y ella no podía sentir otra cosa que miedo y repulsión, miedo por lo que ese hombre le hacía sentir a pesar de ser un partícipe de esta organización. Repulsión por la situación en la que se encontraba por ser una confianzuda y aunque leyera mucho, no pudo leer a Alisa y la traición se escondía detrás de una piel de blanca como la leche y suave como la seda.
–ven aquí, ya no puedes escapar. Juguemos y que se acabe pronto –ordeno suavemente Azzam.
–fácil para ti decirlo que no estás aterrado. –respondió Kirie, mientras él la acorraló en uno de los espejos.
– ¿pero no pareces aterrada?
–Sun Tzu dijo: “Es cuando estás rodeado por todos los peligros, que no debes temer a ninguno”, y Platón dijo “La muerte es solo un evento temporal que no disminuye la fuerza de sus argumentos, ni llega a ser amarga y terrible como para ser incompatibles con sus principios” por lo que en ambas frases puedo decir que no temo a morir hoy por los problemas que no vi venir.
Azzam quedó impresionado de esta mujer. Maldición ¿Cuándo en todos sus años de vida alguna mujer le nombró a Sun Tzu? Y eso que él era un fanático de su libro, era su manual de vida.
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Comments
Albalu HS
pobre Kyari, que castigo tan horrible le van a dar😳😳😳😳
2023-07-27
1
Yohelys Nieves
me encanta esta historia aveses no sabemos ni quién vive entre nosotros y es algo interesante y a la vez da q pensar felicidades a la escritora 🥰🥰
2023-02-04
5
Irma Ruelas
🫣😳🤔❤️❤️❤️
2023-01-27
1