Fin capítulo 2
En el departamento en el que se hallaban los tres hombres Azzam no podía parar de dar vueltas en su cabeza como fue que esa mujer lo afecto así. Porque ella lo había idiotizado, no podía enfocar su vista en otra cosa que no sea el recuerdo que la suavidad de su piel y el perfume exquisito que emanaba. Maldición.
Bastián estaba mirándolo desde que volvieron y Azzam entró derecho al baño a complacer su mente que no lo dejaba en paz. Al salir del baño, Bastián le tendió un vaso de wiskis y le dijo:
–te lo voy a explicar porque no puedes andar así y te necesito entero. Lo que sufres es un falso calor de acoplamiento, que en nosotros pasa una vez al año o cada dos años, pero a veces nuestro olfato puede hacer que el perfume de una mujer más su periodo de ovulación nos dé un falso acoplamiento, ya que, en un acoplamiento real, las marcas quedan grabadas en nosotros y eso es de por vida. En tu caso estoy cien por cien seguro que es un falso acoplamiento y por lo que se de esta invención no pueden tener hijos, así que, si decides ir por ella y tomarla, hazlo, pero igual usa preservativo.
– ¿Qué…me estás dando permiso para salir a calmarme?
–si eso te ayuda a estar concentrado y recuperar a la hija del general y atrapar a ese bastardo, te llevó de tu pulgoso pellejo.
–no le des más vueltas y ve, revuélcate un rato y vuelve tranquilo.
Azzam nunca pensó en las consecuencias que esa decisión que estaba por tomar haría estragos en él y nunca imagino que con ella atraería un cambio de vida total para ambos implicados en esa misma decisión. El solo necesitaba en este momento saber dónde estaba ella y volver a oler es perfume que a él lo envicio. Solo suspiro ante los hombres que lo rodeaban y respondió
–lo pensaré, ahora veré si hemos tenido suerte con mi informante.
Se encerró en su habitación de aquel departamento del barrio de Recoleta en la esquina de las calles Av. Pacheco de Melo y Av. Callao en la que estaban alojados, y se acostó un momento para descansar su agarrotado cuerpo. Pero no podía hacer mucho más que eso ahora, tenía que encontrar a esa chica viva o, aunque sea, muerta. Se concentró y se dijo que tenían que llegar a un acuerdo por el momento con su libido y que después de esta investigación, el saldría a jugar al cazador. Volviéndose a parar, se acercó al escritorio en donde sus tres computadoras, especialmente diseñadas por el para su trabajó y su laptop estaban estratégicamente colocadas para su disponibilidad, pero que no se vieran desde las ventanas de su cuarto hacia afuera, ingreso al submundo de la Red Profunda e inicio su sesión como Krishna y las novedades fueron más que satisfactorias.
*Capítulo**3*
Tres días han pasado del encuentro con Kyrenia, pues Azzam la investigó y logró saber todo sobre ella, y su libido no estaba muy de acuerdo con el plan de tener que esperar para salir a jugar. La música del antro al que asistieron en investigación, era un lugar vip oculto y que muy pocos vips de la sociedad porteña e internacional tenían acceso, era un lugar de ricos y famosos en la ciudad de la furia y que debían guardar silencio o la bestia te comería si se sabía lo que allí se escondía. El contacto que Azzam consiguió que le informara sobre el posible paradero de M pues así nombraron a la hija del Comandante, hizo más que eso y los llevó al lugar mismo en donde ellas estaban recluidas y al que en un día atacarían y rescatarían a las víctimas.
Él nunca pensó en volver a ver a Kirie, como la llamaban sus cercanos, sentada en uno de los reservados. Pero lo que más le llamó la atención era que ella no estaba cómoda, era como si estuviera aquí obligada. Y cuando una mujer se acercó, Azzam supo el porqué. La que era la supuesta manager de Kyrenia, no era otra que la que captaba a las chicas con un fino trabajo de inteligencia y su nombre no era Alisa. Era Alison Moore y era una proxeneta con pedido de captura internacional pero que en Argentina algún político había hecho cambiar su imagen y logro ocultarla, pero no de ellos. El la conocía y su olor había sido repelente para él y ahora el odio lo tenía nuevamente agarrotado.
–Problemas en foxtrot encontré un objetivo. –dijo Bastián observando hacia el cubículo.
–Maldita sea. –dijo Azzam.
– ¿está implicada? –la pregunta de Eskol molestó tanto a Bastián como Azzam.
– ¿sos o te haces Eskol? No te das cuenta que la chica no está para nada calmada. –dijo Bastián casi gruñéndole, y eso que él estaba enfermo y eso era una desventaja en este momento.
La mirada de Eskol se posó en Kyrenia y notó el nerviosismo y aun con tanta gente, pudo saber que ella estaba aterrada por algo. Él era el que mejor olfato tenía de los tres en este momento ya que por algún motivo Bastián se encontraba cursando una alergia o gripe estival. Se concentró solo en ella y miró todo su cuerpo y en especial a su cuello en donde las mentiras siempre se delatan.
–esta aterrada y su pulso no está ayudando a que la vendan.
Azzam gruño su descontento y gracias a la fuerza creadora que la música tapó el gruñido.
–cálmate Azzam, no lo permitiremos.
Eskol supo que la cosa se complicó y dio la alerta.
–Por Dios que carajos hace aquí.
La que hoy se llamaba Selene era un camaleón de la CIA, este último era uno de sus tantos nombres. Que hoy haya llegado aquí, quiere decir que tenían la misma información o tenían algo más que no se le había informado a ellos. Pero Eskol no estaba para nada contento y debió comerse su bronca. Después aclararía cuestiones con ella, porque se suponía que ellos eran su respaldo, pero en ningún momento se les informó que ella estaría involucrada en esta noche.
Kyrenia estaba muy nerviosa y esos hombres que la rodeaban no le daban ninguna tranquilidad y la que hoy, debía cuidarla como su manager y amiga, al parecer la estaba vendiendo al mejor postor y no entendía que carajos pasaba. Ella no era una prostituta y mucho menos era una adicta y en esta mesa lo que sobraba era polvo y pastillas. Quería irse y no sabía cómo hacerlo. Estaba muy segura que Alisa a partir de hoy no sería más su representante.
Acercándose a Alisa le dijo al oído para que escuchara.
–Voy al baño y vuelvo.
–no vas a ningún lado, y vas a hacer lo que te digo o esta noche tu cuerpo aparece en el Riachuelo.
El miedo la hizo temblar y esta no era la mujer que por más de dos años la había llevado a triunfar, esta era otra versión que no quería conocer.
–Alisa, querida… si nuestra nueva adquisición quiere ir a mear, que lo haga. Aquí no podrá escaparse o una bala atraviesa su lindo cráneo.
El hombre que habló era de lo que se llamaría aquí por Argentina un “gordo pesado”, lo que significaba que manejaba una fracción de alguno de los más grandes sindicatos de trabajadores. Pero que a su vez estos “jefazos” tenían otro perfil que, aunque se sabía que estaba, nunca se podía probar. La justicia no era del todo ciega cuando ellos ponían el bolso con plata sobre la mesa. Las putas eran su fuente de dinero junto a las drogas, pero las putas siempre venían a lo último.
Una rubia de ojos verdes y un porte de Kim Kardashian que dejaba ver que era una más de este mundo y lo que en muchos países del mundo se conocen como “buchonas”, cuando habló, le dejó en claro que ella era quien manejaba el negocio.
–tu no vas a arruinar mi mercancía, y tu deja de darte que te necesito fresca. Tu ve al baño y no hagas ninguna idiotez. –dijo la rubia quien aprovechó para presentarse –y yo soy Selene G, es lo único que tienes que saber además de que mi palabra es ley.
Ella se paró y cuando lo hizo, la tal Selene miró hacia atrás y le hizo una seña a uno que se hallaba atrás escondido en la oscuridad del lugar y lo que menos espero ver es que era el mismo modelo que la acompaño en su ante última sesión de fotos.
Azzam se adelantó a Eskol y eso molestó mucho a los otros dos y sorprendió a Selene quien no lo había autorizado a hacer ese movimiento. Ella tenía miedo y él no iba a dejar que ella sufriera lo que ya había visto en los videos.
–camina y no hagas tonterías si amas tu vida –dijo en ruso cuando se acercó, a lo que Kirie asintió pues ella sabía hablar muy bien ruso, aunque no lo escribiera.
Ella se paró y camino hacia los baños, siendo escoltada por Azzam quien sentía, a pesar del olor del lugar, el olor del terror que ella emanaba y la llevó del brazo hacia los baños. Cuando llegaron, abrió la puerta y en un solo grito que no solo asustó y, si no que también le sacó la borrachera a más de una de las que se encontraban allí, las echo a todas y el baño quedó desolado.
– ¡¡fuera todas!! –fue casi como un rugido.
Ella aún estaba congelada y él la llevó al primer cubículo que estaba cerrado y con una llave abrió el mismo que estaba totalmente limpio y ella quedó allí y sin poder cerrar la puerta.
–puedo al menos cerrar la puerta. –pregunto aterrada.
– ¿me ves la cara de estúpido lindura? –él la miró y el grueso tono que uso no ayudó en nada a que se calmara, pero la bronca no era con ella, era con los chulos de afuera y toda la mierda de clientes. –Meá, no te miraré, pero la puerta no se cierra y tu bolso se queda conmigo. El gas pimienta para mí, es como spray de menta para mi aliento.
Ella se sorprendió ante tal afirmación pues ni siquiera Alisa sabía que ella cargaba un gas pimienta ¿Cómo lo supo él? Sin otra que poder hacer, se bajó su ropa interior y orino, se limpió y dijo, totalmente avergonzada “listo”. Azzam le dejó el paso, pero luego que ella lavara sus manos la tomó de la cintura y dándola vuelta, la sentó sobre el pequeño mostrador y la acorraló entre sus enormes manos y la miró a los ojos.
–antes de que salgamos de aquí te dejaré las reglas claras, por eso Selene me mandó contigo y no a los otros dos más bestias que yo. –la tomó con su gran mano del cuello y ella quiso defenderse poniendo sus manos en su pecho, pero groso error había sido.
El calor de ese pecho la calmó, como si un tranquilizante le hubiera sido puesto intravenoso y eso que solo era el sudor y ese maldito perfume. Ella lo miró a los ojos y estos parecían tener el color incluso más oscuro de lo que normalmente serían o eso creyó. Kirie tragó fuerte y su garganta mostró el miedo.
–trata de jugar su juego. A lo que la proxeneta de Alisa diga, solo responde sí, Selene te cuidara a pesar de que en este mundo no se cuida más que el dinero y el poder. No quieras escapar porque te pusieron un rastreador y ella sabrá en todo momento donde encontrarte y lo tienes aquí. –él le apretó el brazo en donde estaba colocado supuesto chip anticonceptivo.
–es un chip anticonceptivo.–aseguró Kyrenia.
–no, no lo es. Esto es simplemente un rastreador. Tenemos que salir o vendrán. Mantente tranquila o me veras a mí en mi otro modo y no va a gustarte.
–solo quiero irme de aquí.
–lo harás… si modelas bien en esta pasarela.
Y como si de un interruptor se tratara, esas palabras activaron en ella el instinto de supervivencia y, con permiso de él, se bajó del mostrador mientras se dio vuelta mirándose al espejo, y sacando un pequeño brillo labial se lo fue a colocar, pero sus manos temblaban y él encarcelándola, nuevamente con sus brazos le dijo en susurros:
–Tranquila y fuerza. Desfila en este juego de supervivencia.
Ella asintió e hizo acopio de valor y tranquilidad que no tenía y se volvió a retocar para luego salir nuevamente a la cabina vip.
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Comments
Tere Roque 🇨🇺
hasta akí súper buena la novela me encanta 💖
2024-10-02
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Alba Molina
excelente novela he leído mucho sobre lobos pero esta es muy buena ,excelente narración
2023-10-27
1
Luz Maricel Sanchez
segui su juego Kyrenia, vas a estar bien.
2023-10-06
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