El CEO

Capítulo diecisiete

Julia volvió a trabajar el lunes por la mañana. El doctor Stephen Son parecía estar algo susceptible después de la conversación que había tenido con George. Ya que la tenía a los trotes.

–Doctora –dijo Fred, mientras miraba unos resultados en su computadora y los imprimía.

–¿Si doctor? –preguntó Julia mientras traía unos libros que este le había solicitado.

–Por favor, llévele estos informes a mi hermano. Está teniendo una reunión con los inversionistas y los necesita urgente –explicó Fred mientras se los pasaba–. Después busque el almuerzo para los dos. Estaremos trabajando así que es mejor que comamos aquí.

–Si doctor –dijo Julia y tomó los documentos.

Ella fue de prisa hasta el ascensor. Ahí se dio cuenta que debía volver a ver a George. Esperaba que esta vez se comportara. Ya que no tenía ganas de terminar con él entretenido entre sus piernas delante de sus compañeros de trabajo.

–Como pueden ver señores. Las ventas van en aumento. Si tenemos los mismos resultados con el nuevo producto sus inversiones se multiplicarán exponencialmente –dijo George con seguridad, era un hombre que sabía venderse.

Llevaba un traje negro que lo hacia verse exitoso. Él cuidaba mucho su apariencia. Por lo que siempre compraba lo mejor, en calidad. Algo que Julia no podía hacer, ella ya había llevado esa falda cuatro veces al trabajo. Sus compañeras, en cambio, parecían modelos. Siempre luciendo ropa de marca, formales y elegantes. Por suerte para Julia ella llevaba la bata de laboratorio. Lo que hacía que casi no se viera la ropa que usaba debajo.

Todos aplaudieron al CEO y entonces Julia supo que podía entrar.

–Llega un poco tarde doctora –dijo George con una sonrisa atrevida. Los hombres y mujeres que estaban en la sala de reuniones la miraron.

No era común que George sonriera. Y menos a una de sus empleadas. Julia le dio los documentos sin decir nada.

–Aquí está el material que nos pidieron. Todas las investigaciones que el doctor y la doctora han recolectado –dijo George mientras su secretaria los repartía.

–Señorita Adriana –dijo George para que esta le prestara atención. Su secretaria terminó de repartir las copias que había traído Julia y lo miró detenidamente.

–Si señor –dijo la muchacha de cuerpo esbelto. Parecía de pasarela, aun así, George no tuvo ni la delicadeza de mirarla mientras le hablaba. Él seguía con sus ojos puestos en Julia.

–Encárguese de las necesidades que puedan tener nuestros inversores, mientras me ocupo de otra cosa –le indicó George mientras se dirigía a la puerta.

–Sí señor. Como diga –refirió la secretaria.

–Doctora Montoya, sígame por favor –dijo tras salir al ver que Julia seguía ahí sin decir nada.

–Si director –dijo Julia al darse cuenta que se había quedado mirándolo.

–Pase a mi oficina, por favor –Julia entró después de que él abriera la puerta.

–Disculpe director –habló Julia al recordar que el doctor Stephen Son estaba esperándola–. El doctor me pidió que volviera rápido con su almuerzo.

George se acercó a ella haciendo que esta retrocediera hasta que su cuerpo tocara el escritorio del CEO. Parecía como si él quisiera acecharla.

–Así que te desesperas por ir detrás de mi hermano –exclamó George lleno de celos –. ¿Tan buen mentor es?

–¿Disculpe? –preguntó Julia sin entender la situación. ¿Qué era lo que él pretendía?

–Olvídalo –dijo él y se apartó de Julia–. Él me pidió que te diera estos informes.

George le mostró los documentos que estaban detrás de ella. Julia se sintió una tonta al pensar que él pretendía algo de ella. George solo le estaba dando los papeles.

–Gracias –dijo ella avergonzada. Después de tomarlos se dirigió a la puerta.

–Julia, espera –dijo George sin poder contenerse.

No quería que ella lo dejara todavía. Hacía unos cuantos días que no la veía y no podía dejar de pensar en ellos y en lo que había pasado la noche de la cena con su familia. Ella se dio vuelta y al mirarlo él apretó los puños. Se veía tan bella que deseaba besarla ahí mismo. Era muy difícil para él conservar la compostura.

–Escucha…Sé que es poco profesional decirte esto ahora. Pero ¿Podríamos vernos esta noche?

Julia se sorprendió al escucharlo. Esperaba que él fuera de los que no repetían. Aun así, después de ver la actuación del hombre frente a los inversionistas, ella misma había dudado. Le habían dado muchas ganas de volver a estar con él.

–No tengo citas –aun así, ella se mostró fría y él sonrió.

–Seria para repetir lo del otro día –dijo él acercándose nuevamente a ella. Necesitaba sentir su perfume. Algo que le diera un vistazo a sus sentidos, ya que no podía tocarla–. Si te interesa.

–Está bien, pero busca un lugar neutral –dijo Julia acercando los documentos hacia ella, estaba tensa–. Quiero poder hacer ruido sin que me tapes la boca.

Julia había sido muy sensual al decir eso, George no creía que ella supiera el poder que su lenguaje corporal tenía para con él.

Ella salió de la oficina satisfecha y terminó yendo a comprar el almuerzo. Su corazón latía con fuerza y no podía evitar sonreír como una tonta. Al volver a la oficina ella permaneció en silencio ya que el doctor Stephen Son estaba muy concentrado.

–Doctora Montoya ¿Qué piensa? –preguntó Fred mientras miraba los experimentos.

–Creo que lo ha logrado. Ahora solo queda probarlos en humanos –dijo ella llena de ilusión.

–Ese es un paso de lo más complicado –dijo Fred frustrado.

–Pero, usted lo ha logrado –dijo ella orgullosa de su superior y con una gran sonrisa–. No lo dudo.

–Gracias por su confianza. Aun así, hay todo un protocolo que debemos respetar. Ahora todo quedará en las manos de mi hermano para que solicite los permisos –explicó Fred un poco decepcionado. Pero después de como Julia había reaccionado la vez anterior no iba a volver a engañarla.

–¿Cuánto tiempo llevara? –preguntó Julia.

–No lo sé, meses –dijo él y tomó asiento. No estaba conforme pero no había otra opción.

–No podemos esperar tanto para hacer más pruebas –dijo Julia indignada.

Autora: Osaku

Todos los hechos y personajes de esta novela pertenecen a la ficción. Cualquier semejanza con la realidad son pura coincidencia.

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