Son cuatro

Capítulo catorce

Julia estaba en la puerta del departamento de Nick luciendo un lindo vestido suelto con mangas y puntillas en el cuello. Tenía que tapar las marcas que le había dejado su nuevo amigo de sábanas.

–Te ves hermosa Julia –dijo Nick y le pidió que entrara–. Al final te duchaste.

–Sí, necesitaba hacerlo –dijo Julia y entró.

Nick llevaba una bandeja en su mano. Había puesto la mesa como para una gala. Había tres platos para cada uno, flores y velas.

–Espero que te guste lo que hice –dijo Nick y le ofreció sentarse en la punta de la mesa.

Julia lo hizo sin decir nada. Aunque su cuerpo estaba adolorido después de las sacudidas que le había dado George.

–Iré a ver si la comida ya está lista. Ahora vuelvo –dijo Nick apurado–. Andrew, dale conversación a Julia.

El pequeño Nick se había vuelto un anfitrión bastante exigente.

–Hola Julia –dijo dejando su teléfono móvil y sentándose a la mesa con ella–. ¿Cómo has estado?

–Bien, aunque no pude recuperar el resto de mis cosas –dijo Julia de manera pícara.

–A veces es más complicado de lo que parece –dijo él sonriendo. Sabía que ella le estaba haciendo un chiste. Por lo que él continuó–. Sobre todo, cuando los civiles no le hacen caso a uno y se van de la escena del crimen.

–¿Entonces es mi culpa? –preguntó ella entre risas. Andrew también era bastante pícaro. No se salvaba ninguno en esa casa.

Los dos rieron hasta que George entró a la casa.

–Buenas –dijo George y notó que Julia simpatizaba con Andrew.

–¿Dónde estabas? –le preguntó Andrew a su hermano mirando la hora.

–Sabes cómo es Nick. Me envió a comprar algo dulce para el postre ya que no hizo tiempo de hacer algo casero –dijo George mientras miraba a Julia, se veía muy bella con ese vestido rosa y negro.

–¿Conoces a…? –preguntó Andrew, pero se detuvo–. Lo siento, ¿Cómo era tu nombre?

Julia no sabía si Andrew no recordaba su nombre o solo estaba jugando con ella para tratar de ponerla incómoda frente a su hermano.

–Si la conozco…Julia, ¿Verdad? –preguntó George con una sonrisa en su rostro.

–Si –dijo ella molesta con los dos.

–Que bien. Podremos estar todos para cenar –dijo Nick al ver a Fred.

–¿Por qué haces tanto escándalo? –preguntó Fred a Nick mientras se acercaba a la mesa con su teléfono en la mano.

–Toma asiento así sirvo la sopa primero –dijo Nick apresurando a Fred.

–Guárdame un lugar Julia. Voy a llevar el postre a la cocina –dijo George delante de todos.

Ella empezaba a temer que George fuera poco sutil. Tal vez siempre actuaba como un tonto delante de sus hermanos. Cabía esa pequeña posibilidad.

–Doctora, es extraño verla por aquí –dijo Fred sin sacar sus ojos de su teléfono–. ¿Pasó algo con el proyecto?

–¿A qué te refieres Fred? ¿Ustedes también se conocen? Pensé que Julia era amiga de Nick –indicó Andrew.

–Ella es mi asistente en el laboratorio –dijo Fred dejando su teléfono y frotándose los ojos. Estaba cansado.

–Tranquilo doctor Stephen Son. El proyecto está bien. Nick me invitó a cenar –dijo Julia a su jefe. Era extraño estar ahí con él.

–¿Estamos todos listos para cenar? –preguntó Nick mientras caminaba con el tazón de sopa. Y veía como George tomaba su lugar en la mesa al lado de Julia.

Nick comenzó a servirles la sopa de calabaza y crema que había preparado y olía deliciosa, primero a sus hermanos y luego a Julia.

–Cuéntenos algo sobre usted señorita Montoya –dijo Andrew y Julia se dio cuenta que lo anterior había sido una broma. Ya que incluso recordaba su apellido. Tenía que tener cuidado con estos hermanos.

–Si no les molesta prefiero que me digan Julia –y ya dicho eso probó la sopa que había hecho Nick, estaba deliciosa y se lo hizo saber. Después de eso continuó –. Bueno, crecí en el campo, gané una beca para la universidad y fui a la capital a estudiar. Después de graduarme hice un posgrado y saqué mi doctorado, el primero. Obtuve el segundo mientras trabajaba en una empresa fuera del país y finalmente volví hace un año y desde entonces estuve buscando trabajo. Hace unas semanas me enteré que necesitaban una asistente en la parte de investigación en la empresa Stephen Son y terminé trabajando con Fred.

Mientras ella hablaba George rozaba su pierna lo que hizo que se confundiera al hablarle por su nombre a Fred.

–Lo siento, doctor Stephen Son –dijo ella dándose cuenta de su error.

–Parece que tu asistente te tiene respeto Fred–dijo Andrew para burlarse de su hermano mayor.

–Aquí puede llamarme por mi nombre doctora –dijo Fred a Julia.

En ese momento George había logrado que uno de sus dedos se escurriera por entre las bragas de Julia y ella se sonrojó.

–No, no. Está bien. Prefiero tratarlo así. Si me llegara a confundir en el trabajo me daría mucha vergüenza –dijo Julia conteniendo el deseo de llegar. Ella bajó su mano y quitó el dedo de George de su interior.

–Dejen de hacer sentir incómoda a Julia con tantas preguntas. Se supone que esta fiesta es para darle la bienvenida –dijo Nick molesto con sus hermanos–. Mejor contémosle sobre nosotros.

–Está bien, yo empiezo. Soy Andrew, tengo veintinueve años y soy detective del departamento de policía –dijo mientras le pasaba el plato a Nick para que este lo retirara.

–Yo soy Frederick, soy bioquímico y tengo tres doctorados en mi especialidad. Trabajo en la empresa familiar creando medicamentos. Y tengo Treinta años –dijo poniéndose de pie para ayudar a Nick a llevar los platos a la cocina.

George miró a Julia y sonrió, no estaba Nick en la mesa por lo que le tocaba presentarse a él.

–Creo que sigo yo. Soy el CEO de empresas Stephen Son, George, treinta y cuatro años –dijo mientras se tocaba los dedos jugando. Julia entendía perfectamente porqué lo hacía.

–A mí ya me conoces, Nick, veinte años y no recuerdo si te dije que soy actor y modelo –dijo mientras traía la bandeja con la comida.

–Gracias por presentarse y por invitarme a su casa –dijo Julia más tranquila.

Autora: Osaku

Todos los hechos y personajes de esta novela pertenecen a la ficción. Cualquier semejanza con la realidad son pura coincidencia.

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