En tu infierno
Capítulo seis
Mi abuelo me llamó y me preguntó cómo me encontraba. Deseaba decirle lo que me habían hecho, pero no sabía cómo él iba a reaccionar. Ya mi tía me había amenazado con enviar a mis abuelos a un peor asilo si yo decía algo.
—Hoy conocí a una chica en mi nuevo colegio. Es muy linda. Nos hicimos amigas —le comenté finalmente.
—Me alegro escuchar eso, Cariño. Sé que debe ser muy duro para ti vivir con tu tía y con tus primas. Prometo que intentaré hacerte las cosas fáciles, así que no dudes en decirme si algo te molesta —indicó mi abuelo, y me sentí feliz de tener a alguien que me quería tanto.
—No te preocupes por nada. Sé que papá y mamá me cuidan desde el cielo —le aseguré con ganas de llorar.
—Claro que sí, cariño. En Navidad iremos con la abuela y te llevaremos muchos obsequios —indicó él, y me sentí feliz de saber que volvería a verlos, aunque sea a fin de año—. La abuela te envía saludos. En unos días te llamaremos de nuevo, trata de descansar.
Me fui a dormir, pero antes saqué la prenda de mi mamá que tenía guardada en mi mochila. No quería que mi tía o mis primas la vieran. Aunque mi tía me obligaba a lavar la ropa cuando yo estaba en casa y el sonido era muy fuerte, me ayudaba a no pensar demasiado.
Me quedaba poco tiempo para los exámenes y ni siquiera tenía libro. Por lo que saqué de la biblioteca una copia la mañana siguiente. Me fui temprano para caminar sin tener que encontrarme a Amadeo, ya que no sabía que era lo que mi prima había hecho. Tal vez le había escrito algo con mi teléfono para que él ya no quisiera hablarme. Y si era así, tal vez era mejor. No quería que mi tía me encerrara en casa ahora que había conocido a Brenda.
—No puedo creer que tu prima rompiera tu teléfono —me dijo Brenda molesta—. Seguro lo hizo a propósito.
No le había contado la razón, ya que no quería que se preocupara. Ella no iba a poder hacer nada para ayudarme. Y ya tenía muchos problemas en el colegio con los tontos que la molestaban.
—Tania… El príncipe te está mirando, ¿quieres que vayamos de nuevo con él? Traje ropa extra —me contó Brenda, cuando entramos al comedor escolar.
—Brenda, ¿puedes comprarme el almuerzo y llevármelo al salón? Debo pasar por el baño de chicas —mentí, y salí antes de que me respondiera.
Caminé por el pasillo lo más rápido que pude, pero Amadeo me alcanzó. Me agarró la mano y me pidió que me detuviera.
—¿Es cierto lo que me escribiste? —preguntó él como si estuviera triste.
Así que sí había sido lo que pensé. Mi prima le había escrito con mi teléfono. No sabía si decirle la verdad o aceptar lo que sea que ella hubiera puesto en ese mensaje. Mi libertad pendía de un hilo y yo solo veía a Amadeo como a un amigo.
—No puedo hablar ahora. Espero lo entiendas —indiqué y me solté. Caminé hasta mi salón y entré.
Me puse a pasar las notas de Brenda sin siquiera mirar a la puerta. Todos los chicos que estaban ahí parecían sorprendidos al ver al príncipe entrar a nuestro salón.
—Por favor, Tania. Lamento mucho si te hice sentir mal. No pensé en lo triste que podías estar por tus padres. Solo te pido que me dejes ser tu amigo —insistió Amadeo, pero no le respondí.
Quería decirle que quería ser su amiga también. Y que no era por mis padres la razón por la que no podía hablarle. Aun así, me quedé en silencio y no lo hice.
Brenda vino hasta donde estábamos, él y ella hablaron un momento. Después salieron del salón y cuando Brenda volvió me dio un gran abrazo.
—No sé qué pasó entre ustedes, pero tienes todo mi apoyo —clamó ella y se lo agradecí en silencio.
Esa semana, Brenda me ayudó a copiar las hojas que me faltaban, en los recreos. Por lo que no salimos y a la vuelta esperaba a que Amadeo se fuera para poder volver a casa.
El viernes cuando volvíamos varios chicos nos siguieron. Eran los novios de las chicas que solían molestar a Brenda en los recreos.
—No puedo creer que sea un chico —aseguró uno mientras otros tres nos acorralaban.
—¿Ella también será un travestido? —preguntó uno de ellos riendo.
—No sé, pero debemos dejarles un recuerdo para que las chicas queden conformes —exclamó uno y empezaron a grabar lo que pretendían hacernos.
—Tranquila, Tania, yo te voy a proteger. Cuando ellos vengan por mí corre —me indicó Brenda.
—No te voy a dejar sola —dije y apoyé mi espalda junto a la de ella.
La verdad era que tenía mucho miedo. Nunca me había enfrentado a nadie en una pelea real. Y ciertamente eran cuatro contra dos. Aun así, no iba a dejar que lastimaran a mi amiga.
—Vamos, ¿qué esperan? ¡Rómpanle la ropa! —gritó el que tenía la cámara—. Quiero ver qué hay debajo de esas malditas zorras.
Uno de los tipos esos se acercó a mí y así como mi padre me enseñó, usé su propia fuerza para tirarlo al piso y luego le pateé las bolas hasta que se puso a llorar.
—No sabía qué sabias artes marciales —reclamó Brenda, sorprendida.
—No sé qué es. Mi papá jugaba conmigo cuando era pequeña y así aprendí a hacer eso —indiqué cuando otro vino, y le hice lo mismo. No tuve piedad hasta que se puso a llorar.
—Ahora somos dos chicas contra dos engendros. Creo que estamos más a mano —clamó Brenda con una valentía que no sé de donde salía.
Yo estaba aterrada, por lo que estábamos viviendo. Aunque me sentía sumamente agradecida con mi padre. Por cada día que me había hecho jugar con él a las luchas. Su recuerdo me ayudó a sentirme mejor pese a todo. Nunca pensé que pudiera servirme tanto. Y menos contra cuatro chicos. Aun así, todavía quedaban dos y estaban muy molestos con nosotras.
Autora: Osaku
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Updated 93 Episodes
Comments
esterlaveglia
ay Dios porque tiene que pasar ésto si los padres dejaron todo preparado para que Tania siga viviendo como siempre 😰
2024-06-07
2
Scarleth Montano
hpts..infelices patanes desgraciados¡¡...Vamos Brenda y Tania...para k aprendan a respetar¡¡¡🤨🤨🤨pensé k Amadeo llegaría
2024-01-19
2
malvagio sayan
dale duro para que no se pasen!💪🏾
2023-09-04
5