En tu infierno
Capítulo cinco
Fuimos a los vestuarios con la ropa que Brenda había sacado de su mochila. Era una chica muy preparada. Pero cuando entré Brenda se quedó en la puerta.
—Pasa Brenda —le dije y ella se sonrojó.
—¿No te molesta? —me preguntó intranquila.
—¿Por qué me va a molestar? Es el vestidor de chicas —indiqué y comencé a desvestirme.
—Espera Tania —me dijo cuando estaba por quitarme el brasier—. Nunca vi a una chica desnuda.
—¿Lo dices en serio? ¿Y dónde te vistes los días que tenemos deportes? —preguntó Tania.
—El preceptor me presta su oficina. Ya que las chicas no quieren que esté en el vestuario de mujeres y los chicos tampoco me quieren en el de hombres —indicó ella incómoda.
—Es una vergüenza que este colegio no tenga un espacio decente para que puedas vestirte tranquila sin ser atosigada por esas personas —espeté indignada—. Si no fuera porque debo mantener perfil bajo, ya estaría escribiendo una queja al ministerio de educación.
—Tranquila, Tania. Eso no me importa —indicó ella aún con los ojos tapados.
—Ya me puse la ropa que me pasaste —aseguré, y le quité las manos del rostro.
El polo de Brenda me quedaba grande y sus shorts me ajustaban mucho. Nuestros cuerpos eran muy distintos.
—Creo que me quedaré con la pollera, aunque esté mojada —dije y ella afirmó con la cabeza.
Ambas fuimos a la preceptoría para pedir un pase por lo ocurrido. Ya que no podíamos deambular con ropa que no fuera del colegio sin un permiso.
—Brenda, debes decirme quienes fueron —reclamó el preceptor.
—No lo sé. No las vi —indicó ella avergonzada.
Se notaba que Brenda no quería problemas.
—No puedo preguntarle a Tania, puesto que es su primer día aquí —dijo él y me miró—. ¿Esa ropa es de Brenda?
—Sí. Ella me hizo el favor de prestarme porque mi uniforme se trasparentaba con la humedad de los refrescos que nos lanzaron esas chicas —expliqué tratando de no meter en problemas a Brenda.
—Pasen a mi oficina —dijo él y pensé que estábamos en problemas.
—No hicimos nada malo. En el estatuto escolar dice que en caso de emergencia… —empecé a reclamar, pero él me pidió que hiciera silencio.
—Aquí hay ropa que otros alumnos se han olvidado. Podrían tomar algunas prendas y ponérselas. Y tranquilas que todas están limpias. Las dejamos aquí para cuando hay algún accidente como el que tuvieron ustedes —nos explicó él y se dirigió a la puerta—. Tienen mi baño para cambiarse.
El preceptor salió y nos dejó solas. Brenda buscó entre las prendas y encontró un uniforme completo para mí.
—Tienes una habilidad impresionante para los talles —le aseguré luego de ponérmelo.
Ella también había encontrado ropa de su talle, pero era del uniforme que usaban los chicos. Se veía muy bien.
—¿Estás cómoda? —pregunté al verla.
—No te preocupes. Solo nos quedan dos clases. No es el fin del mundo —dijo intentando sonar serena.
—Eres tan valiente —le dije y le di un beso en la mejilla—. Me siento orgullosa de ser tu amiga.
Salimos de la oficina del preceptor y este nos dio unos pases para poder llegar tarde al salón de clases. Una vez que entramos, las chicas se quedaron mirando a Brenda. Nadie dijo nada mientras entregábamos los pases a la profesora y tomábamos asiento. Todo estuvo bien hasta que nuestro compañero de atrás se acercó a Brenda y le dijo que como chico era más asqueroso aún.
—Eso lo dices porque tienes miedo que Brenda sea mejor que tú con las chicas —espeté y sus amigos se rieron de él.
—No es necesario que digas nada, Tania —me indicó ella, y volvimos a prestar atención a la clase.
Cuando el día escolar finalizó salimos del colegio con Brenda. Amadeo nos esperaba en la puerta con su bici. Caminamos unas cuadras con Brenda y luego lo hicimos hasta casa. La vuelta en bici era imposible con ese tobogán que había como calle.
—Tu uniforme se ve distinto —me indicó Amadeo, y sonreí.
—Es que me tuvieron que prestar uno, ya que unas chicas locas nos tiraron refresco por sentarnos en tu mesa —le conté sonriendo.
—No me digas eso —reclamó preocupado.
—Tranquilo. Ahora tengo dos uniformes porque el preceptor dijo que podía quedármelo. Lavaré el sucio y lo llevaré de repuesto por si vuelve a pasar —expliqué riendo.
—No sé cómo haces para verle lo positivo a todo. Eres maravillosa, Tania —dijo él y me besó de nuevo.
Esta vez yo no estaba llorando. Por lo que no entendí el beso.
—Espera, Amadeo —dije y me aparté de él.
—¿Qué ocurre? —me preguntó mientras acariciaba mi rostro.
—¿Por qué me besaste? —pregunté confundida.
—¿De verdad no te diste cuenta de que me gustas? —preguntó él y yo me espanté.
—¡¿Qué yo qué?! —grité casi en pánico.
Faltaba poco para llegar a casa por lo que sin mirarlo corrí adentro. Estaba por subir las escaleras a mi habitación y recordé que mi cuarto era el del lavado. Así que fui ahí, y me encerré.
Amadeo me escribió un mensaje en el que me pedía disculpas por haberlo hecho sin mi consentimiento. Él había pensado que yo había comprendido que le gustaba. También me gustaba, pero no de ese modo.
—¿Dónde está mi ropa limpia lavandera? —reclamó una de mis primas y me vio escribiéndole un mensaje a Amadeo.
Me quitó el teléfono y comenzó a leer. Ella sabía quién era él. Al parecer a Fernanda le gustaba, ya que era su compañero de curso.
—No puede ser que el príncipe del colegio le declare su amor a una rata como tú. Le diré a mi madre que te castigue —espetó, y se llevó mi teléfono.
No pude hacer nada para quitárselo y momentos después vino mi tía a decirme un montón de cosas sin sentido. Como que yo era una desvergonzada y el colegio no era para ese tipo de cosas.
—Si te veo cerca del chico que le gusta a mi hija. Te juro que te quedaras encerrada en este cuarto hasta que cumplas los dieciocho años —enfatizó ella, y me dio una bofetada.
Después de que mi tía se fue mi prima me dio mi teléfono. Lo había roto y la pantalla casi no se veía. Por suerte, para mí, aún funcionaba el botón de llamadas, por lo que pude atender cuando mi abuelo me llamó.
Autora: Osaku
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Comments
esterlaveglia
qué se vaya con el tío y los echen a todos a la calle 😡
2024-06-07
2
Claudia Caro
ahí porque no se fue con su tío ahora tiene la oportunidad de decirle a su abuelo
2024-02-04
4
Linilda Tibisay Aguilera Romero
debería irte con tu tío
2023-09-24
5