Nick
Después de instalarme en una de las cientos de habitaciones, hago un estudio exhaustivo del lugar, ya que por política de seguridad no le enviaron los planos de la casa a mi hermano. Supongo que en esta casa hay el suficiente dinero para alimentar a un país pequeño por un par de años, así que es comprensible el reparo que tienen en compartir información relevante en temas de seguridad.
Hablo con uno de los guardias y le solicito que vigile la puerta de la mocosa y le doy mi número de teléfono para que me avise si algo ocurre. No creo que salga por la puerta, no sería un buen movimiento, pero es una posibilidad, no creo que sea muy lista.
Una vez afuera camino hasta quedar bajo su ventanal. Si no sale por la puerta lo hará por la ventana. Es una gran altura, pero como dije, no me pareció muy lista.
Pero es escandalosamente atractiva.
Es más bella que la mujer del cuadro. La mocosa tiene un cuerpo de infarto, debe medir cerca del metro sesenta y cinco, tiene una cintura muy pequeña, largas piernas, y unos pechos y un trasero de los que te quitan el aliento.
Gruño al recordar el calor que sentí cuando sus pechos estuvieron presionados contra mi pecho.
Y esos ojos verdes…
El sonido de mi celular interrumpe mis pensamientos. Lo tomo pensando que se trata del guardia, pero no lo es, es mi hermano.
–¿Qué tal? –saludo.
Un bufido es lo que escucho.
–¿Así de mal?
–Sí. Juro que es la última vez que cuido a una modelo.
–Siempre dices lo mismo –contradigo.
–Créeme que ahora no lo hago. Estoy a nada de arruinar la reputación de la agencia y encerrarla en uno de sus armarios e irme lejos.
Me rio. –Bueno, así me siento siempre.
–¿Qué tal con la duquesa?
–Lo mismo que tú –mascullo–. Es una cría insoportable.
–Sí, el sucio y vil dinero –dice en un suspiro y ambos reímos.
La empresa de seguridad de mi hermano genera varios millones de dólares al año. Es un trabajo agotador y demandante, pero genera grandes réditos.
–¿Hasta cuándo estaré aquí? –pregunto.
–¿Qué tal el país?
Mierda.
–Rick –mascullo–, dime.
–El contrato no tiene fecha de término.
–¡¡Qué?!
–Supongo que necesitarán a alguien hasta que la duquesa se comporte de acuerdo a la ética aristocrática.
–No voy a estar aquí por siempre –siseo.
–No lo harás. Si tu duquesa no cambia pronto enviaré a uno de los muchachos a reemplazarte.
–No es mi duquesa.
–Es un decir.
–¿Qué es pronto?
–¿Ah?
–Rick, no me toques los cojones, ¿qué mierda es pronto?
Suspira antes de hablar: –Dos meses.
¿Dos meses? Ni de coña.
–Olvídalo.
–Lo harás antes, conozco tus capacidades.
Suelto una maldición.
–No me he tomado vacaciones en dos años. ¡Dos años!
–Lo sé, yo tampoco he tenido vacaciones los últimos años –dice sonando cansado. Una voz femenina irrumpe provocando un gruñido de mi hermano–. Debo dejarte.
–Rick…
–Tranquilo, en cuanto tenga a alguien libre lo envío.
–Gracias –digo–. Deberías hacer lo mismo antes de que mates a la pobre mujer.
–Pobre mujer, no me hagas reír, es una bruja –protesta–. Hablamos otro día.
–Hablamos –digo y corto.
Vaya con la modelo, nunca había escuchado a mi hermano tan enojado, él es quien tiene el mejor carácter de los dos.
Levanto la vista y ahí está ella, la duquesa. Me mira y sonríe maliciosamente antes de cerrar la cortina.
Que comience la diversión, nena.
***********
Cuando comienza a anochecer y no veo movimiento en su habitación, me inquieto. Llamo al guardia, pero me dice que no hay cambios.
Eso no puede ser.
Tomo mi celular y abro la aplicación de rastreo e ingreso el número de teléfono de la mocosa, que me facilitó su tía más temprano.
Suelto una maldición, por la que mi madre me hubiese puesto de rodillas, al ver que la mocosa no se encuentra en la casa, está a unos doce kilómetros de aquí.
Mierda.
Corro a mi auto pensando en cómo demonios pudo escapar, pero no me detengo a pensar en ello con ahínco, ya lo averiguaré. Ella me lo dirá cuando le esté dando las nalgadas que le hacen falta.
Cuando estoy en mi auto arranco a toda velocidad hacia la dirección indicada en mi teléfono.
Juro que me las pagará.
En menos de siete minutos me detengo frente a un bar de mala muerte. Miro a mi alrededor y al parecer no hay periodistas, pero no me confío, siempre puede haber algún aficionado por ahí.
Salgo rápidamente del auto y camino hacia la entrada del bar. Soy recibido por gritos y silbidos.
–La que la parió –suelto antes de caminar hacia ella, empujando a personas en el camino.
La duquesa de Maryland se encuentra sobre una mesa bailando con un vestido plateado pegado a su piel, que no alcanza a cubrir su trasero. Se gira moviendo sus manos por su cuerpo, sin dejar de bailar, luego, se inclina, mostrando el inicio de la curva de su muy bien proporcionado culo.
Los hombres gritan y comienzan a lanzar billetes a la mesa como si fuera una stripper. Uno de los hombres se sube a la mesa y comienza a bailar con ella, apretándola a su costado. Lo reconozco, lo he visto en varias de las portadas junto a la mocosa, ¿será su novio?
Cuando sus manos recorren su vientre en dirección a sus pechos, me tenso. Si alguien toma una foto o graba un vídeo de esto, tendré que soportar un discurso de Isabella mañana y no estoy de ánimo para ello.
La mocosa se gira y el hombre le acaricia el trasero y luego le da una palmada sonora frente a un público extasiado.
Suficiente.
En dos zancadas estoy junto a la mesa y tomo a la duquesa por su cintura y la alejo de la mesa.
–¡Suéltame! –Comienza a gritar y a golpearme con un ímpetu admirable. La tomo con fuerza y la lanzo sobre mi hombro–. ¡Ayuda!
Varios hombres se acercan con intención de hacerse los héroes.
–Soy su guardaespaldas –mascullo.
–¡No es verdad! –grita la mocosa.
–No saldrás con Cathy de aquí –dice el hombre con quien la duquesa estaba bailando hace unos minutos.
–Apártate –ordeno.
–No –dice.
Sin paciencia lanzo un puñetazo a su cara, con la mocosa en mis hombros gritándome cientos de insultos.
–¡No lo toques! ¡Louis! –lo llama.
Louis me mira desde el suelo, acunando su mandíbula.
–Estoy bien, cielo, no te preocupes –le dice a la mocosa.
Varios hombres se acercan a mí, con ganas de pelear. Sin pretensiones de golpear a todo el bar, saco mi pistola y apunto a la multitud.
Silencio.
Nadie se mueve y todos miran la pistola con miedo y aprensión.
–Soy el guardaespaldas de la duquesa –digo y aprieto con fuerza la cintura de la mocosa, advirtiéndole que no diga nada–. Tú –digo apuntando con mi arma a uno de los muchos hombres que se encuentran a mi alrededor. –Tú, el que está con el teléfono, entrégamelo.
–¿Qué?
–Que me entregues el puto teléfono –suelto sin paciencia.
El muchacho no se nueve.
–¡Que me lo entregues!
Con movimientos torpes me tiende el teléfono.
–¿Alguien más grabó a la duquesa?
La multitud niega con la cabeza.
Recorro a cada uno de ellos con mi mirada ardiendo de rabia. –Si veo una sola foto o vídeo de ella en redes sociales, periódicos o cualquier medio, me las pagarán. No olvido una cara.
Dos personas más me tienden sus teléfonos.
–Bien –digo y salgo hacia la calle con la mocosa sobre mi hombro.
Camino a mi auto y cuando abro la puerta la empujo con poca delicadeza sobre el asiento de atrás, cae sobre sus rodillas en el asiento y golpea su codo con la puerta.
Me mira furiosa, pero antes que diga algo cierro la puerta con fuerza, obligándola a que retroceda.
Antes de entrar, me tomo unos momentos para respirar y controlar mi mal genio, seguro que si no lo hago, soy capaz de matarla.
Luego de unos minutos abro la puerta y me subo al auto.
La miro por el espejo retrovisor y sus ojos verdes están grandes, asustados. Bien, no esperaba menos.
–¿Cómo saliste?
Se queda en silencio.
–¿Cómo mierda saliste? –pregunto nuevamente sin paciencia.
Sus ojos, que hace unos segundos me miraban asustados, ahora me miran con rabia.
–No lo diré.
–¿No?
–¡Claro que no lo haré!
Le doy mi más maliciosa sonrisa. –No importa, duquesa, lo averiguaré y cuando lo haga atente a las consecuencias.
Levanta su terca barbilla y se cruza de brazos, como una niña enfurruñada.
Lo he dicho, soy un maldito niñero.
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Comments
Elizabeth González
lo malo es que cuando dicen eso... es porque ya estan bien clavados 🤣😂
2025-03-28
1
Lesly Argumelo
es tremenda
2024-11-27
3
Rositha🌹📝📚
Jajaja 🤭 me encanta esta historia 🥰
2024-09-14
3