18.

El inhibidor que se había tomado era fuerte, así que asumió que todo iba a estar bien. Cheng le había dicho que en la universidad nadie se había dado cuenta de nada, así que para los demás seguía pasando como un Beta y nada más que eso. Aquello le tranquilizo porque no se sentía capaz de lidiar con aquello además de lidiar con la situación de Lukyan. Era demasiado para cualquiera.

No quería salir de casa, pero sabía que si se quedaba iba a tener que responder las preguntas de su madre y soportar a su padre diciendo todo tipo de cosas y no quería nada de eso en lo absoluto. Sabía lo que iba a pasar. Sabía lo que había sucedido y sabía que ya no había vuelta atrás.

Ya todo estaba hecho y dicho. Ya no podía seguir mintiendo y Lukyan lo sabía todo. Por un momento, el tener que ver su rostro le aterró. Pensó que, si se cruzaba por el mismo pasillo que él solo iba a obtener la muerte. Caminó por la universidad de forma rápida mirando a todos lados y, cuando llegó a su aula sin ningún altercado, respiró de forma profunda sintiéndose aliviado. Tenía miedo de verlo, que su cuerpo se pusiera loco de nuevo y obtener aquella mirada llena de asco una vez más porque sabía que no lo iba a soportar.

Se sentó de forma lenta y escuchó que Cheng le hablaba, pero no le presto mayor atención porque quería verlo. Sintió que tenía tantos kilos de tristeza encima que apenas lograba respirar y pestañear.

La clase avanzó de forma rápida y ni siquiera salió del aula por miedo a cruzarse con él. Cheng solo fue al baño y a comprar algo de comida, pero se negó a comer cualquier cosa. Solo se echo hacia adelante en la mesa apoyando su cabeza en sus brazos y cerró sus ojos. Deseó que todo fuera un sueño, deseó haberse controlado más, deseó muchas cosas que sabía que ya no se podían realizar porque no había tiempo.

—Éley, no sacas nada con no comer —susurró Cheng a su lado y le acaricio el cabello —. Tienes que hacerlo.

—No quiero.

—Vamos, sabías que esto iba a suceder y sabías cómo él era. No podías esperar que solo por ti actuará diferente. Él odia a los Omegas y demostró que por ti siente el mismo odio que por los otros. Si le hubieses importado un poco, no te habría dejado ahí solo sabiendo que podía llegar cualquiera y hacerte lo que fuera.

Tragó saliva y mantuvo su mirada baja.

—Vamos, no estés triste, ¿sí? Te traje algo dulce. Cómelo.

—Tal vez si hablo con él y le pido perdón pueda solucionarlo todo.

—Claro y de pasos te pones un cartel indicando los lugares más vulnerables donde te puede golpear —habló de forma sarcástica y Éley le dio una mirada de mala gana, a pesar de que sabía que tenía razón —. No seas bobo, él no querrá hablar contigo, ni siquiera escucharte o mirarte.

—Pero yo quiero verlo. Quiero tenerlo cerca —sollozó y sintió sus lágrimas cayendo —. ¿Por qué se tiene que sentir así?

—No lo sé, solo soy un Beta, no entiendo las cosas de Alfas y Omegas, pero tal vez te ligaste a él y por eso sientes ese vacío.

—No quiero sentirlo —murmuró y pasó el dorso de su mano por su nariz —. Mamá muchas veces me dijo que la conexión de un Omega y su Alfa es muy fuerte. Que, cuando el Alfa no está, el Omega suele sentirse triste, asustado y desesperado por él, pero que, cuando regresa, todo vuelve a la normalidad. Dijo que, la intensidad era tanta que el Omega podía morir si su Alfa lo dejaba. No quiero sentirme así.

Se movió hacia Cheng y él solo lo abrazó.

Sabía que aquello era verdad porque también lo había escuchado muchas veces. En su familia habían muchos Alfas y Omegas que eran totalmente unidos y no podían estar sin el otro, así que conocía muy bien ese tipo de conexión que se podía establecer en ambos. Pensó que aquello era lindo, casi como un amor puro, pero para Éley era algo malo porque solo él se sentía de aquella manera.

Lo abrazó con fuerza porque para un Omega el ser rechazado por quien consideraba su Alfa era como morir en vida y no quería que, su mejor amigo, pasará por algo tan doloroso como eso.

Las clases siguieron avanzando de forma lenta. No tomó atención a nada de lo que los profesores hablaban. Solo se dedico a dibujar cosas sin sentido en su cuaderno hasta que se dio cuenta que, lo único que había hecho en más de cinco hojas, era escribir el nombre de Lukyan. Soltó un suspiro y cerró sus ojos por un instante para poder calmarse.

Cuando todo finalizó, ambos salieron fuera y se despidieron. Caminó hasta el baño para observar su rostro y se vio horrible. Tenía el rostro de alguien que no había dormido, que había llorado, que se sentía miserable, poca cosa y, en conclusión, de alguien depresivo que no tenía la más mínima intención de seguir viviendo.

Lavó sus manos y también se lavó su rostro para intentar reaccionar y salió caminando de forma lenta.

—Éley, hola —escuchó su nombre y se giro para ver a Jerley.

Caminó a él de forma lenta, pero su sonrisa se borro cuando lo vio tan lleno de tristeza.

—¿Qué pasa? ¿Estás bien?

—Sí, ya me voy a casa.

—¿Seguro qué estás bien? Te ves horrible —preguntó y Éley lo quedó observando.

Sintió como tocaba su frente y sus mejillas, pero, a diferencia de Lukyan, con él no sintió absolutamente nada a pesar de que también era un Alfa dominante. Sintió que sus manos eran simples manos sin nada especial. Sintió que su toque era miserable y su mirada sin nada indescriptible que le hiciera hervir la sangre.

—Estoy bien, no es nada. Tal vez me vaya a resfriar un poco, pero es todo.

—¿Vas a caminar al estacionamiento?

Asintió.

—¿Quieres que te acompañe?

No le tomó importancia a su pregunta, pero solo asintió y comenzaron a caminar. Lo hicieron en silencio por unos segundos, pero Jerley no podía dejar de mirarlo. Era más que evidente que algo preocupante le ocurría. Su aspecto era extraño y sus pasos eran casi miserables que los llegaba arrastrar en el suelo.

—¿Qué tal si vamos a beber algo? Así te diviertes y distraes un poco. Te ves muy mal y me preocupo.

—No lo hagas, solo son cosas en mi familia, pero ya estaré mejor —aseguró y le dio una pequeña sonrisa cuando alzó la mirada.

Se quedó mirando los ojos del Alfa, pero pensó que los suyos eran horribles.

—De acuerdo, pero cualquier cosa puedes decirme. Tú siempre me escuchas los miércoles cuando tengo algo que contar, así que no dudes en decirme que feliz te intento ayudar.

Le regaló una sonrisa cargada de amabilidad, pero Éley quería ver una sonrisa cargada de amor.

—Gracias, lo tendré en cuenta.

Y, sin más, se detuvo.

—Lo siento, olvidé algo. Otro días vamos a beber algo —habló de forma amable y comenzó a retroceder.

Jerley lo quedó mirando de forma atenta como caminaba. Sintió su cabeza un poco confundida cuando, de pronto, un aroma le llegó a su nariz, pero simplemente lo ignoró cuando escuchó su nombre ser pronunciado. Giró sobre sus pies y se fue con sus amigos, mas no pudo evitar mirar sobre su hombro para ver al pelirrojo caminando por el pasillo.

Éley sabía que estaba mal, que estaba yendo a buscar su muerte, que iba a buscar su pasaje al infierno, que solo iba a obtener un rechazo doloroso y un odio descomunal, pero no le importo. Pensó que, si recibía todo eso una vez más, entonces lo entendería y todo su cuerpo regresaría a la normalidad. Subió las escaleras de forma rápida para ir al aula de Lukyan. Vio a alumnos dentro aún, así que se acercó de forma lenta. Se quedó ocultó unos segundos escuchando quienes estaban dentro y fue cuando escuchó la voz de Lukyan que sintió que podía reconocer aunque estuviera alrededor de un millón de personas.

Los rechazos eran dolorosos y él quería que le dieran el peor de todos.

Más populares

Comments

Amery_ah

Amery_ah

Jerley venía a dar apoyo moral y se llevó un putazo jkasdjash

2025-02-22

0

Adaleska Amaya

Adaleska Amaya

no me siento orgullosa pero sería yo jajajajajajajaja

2024-12-04

0

Mary🦋

Mary🦋

Hay dios quiero llorar 😢 pero es mejor el golpe desde el inicio.... así no te joden la vida perder su tiempo con tanto dolor y melancolía es peor /Grimace/

2024-07-22

2

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play