¿Es esto felicidad?

- ¿Te gusto? - Preguntó.

- ¡¡¡Eso fue genial!!! Ya quiero volver. - Exclamo con mucha emoción.

- Mañana será otro día. - Acaricia el pelo de Abiel.

- Ya quiero que sea mañana. - Ambos entran en la habitación de Abiel.

- Buenas noches Señor, buenas noches pequeño. - Toma la silla de ruedas en la que estaba el niño de las manos de Gabe.

- ¿Por qué debo quedarme en silla de ruedas si ya puedo caminar? - Preguntó impaciente.

- Debemos tener cuidado. Aunque puedas estar de pie no significa que deberías. - Respondió amable.

- Esta bien Señor, no voy a desobedecer.

- Que buen niño eres Abiel. Que tengas buenas noches. - Dice y sale de inmediato de la habitación.

Poco a poco Abiel comenzó a acostumbrarse a estar en el laboratorio. Para el era como el hogar que nunca tuvo, siempre estaba rodeado de personas que lo cuidaban y se hacían cargo de sus necesidades. Todos eran muy amables con el. Lo que al principio lo asustó ahora era parte de su rutina. Y solo habían pasado unos dos meses. Para él todas esas personas eran lo más cercano que jamás había tenido a una familia.

Le encantaba tanto el lugar como las personas dentro de él. El por su parte no creía ser un experimento, más bien un huésped en un lujoso hotel. La relación con el Señor Embani se volvía más y más fuerte cada día. A sus ojos Gabe era como un padre, el padre que tanto anheló por tantos años. Y sin duda su mejor amiga Ana, quien siempre estaba con él en todo momento. Lo único importante era que estaba a salvo, sin frío ni nadie que le hiciera daño. No le importaba siquiera salir del laboratorio.

Si bien se había tenido un buen avance en el ámbito físico Abiel aún no era capaz de recodar con precisión lo que había pasado hace ya casi seis meses.

- ¿Que tal? - Dijo mirando a la ventana.

- Creo que es el mejor método hasta ahora.

- Bien, entonces que sea aplicado esta misma mañana. Ya ha pasado mucho tiempo.

- Si, señor. - Se retiró de la sala.

Todos los especialistas se psicología que estaban dentro de la investigación se dirigieron a la sala donde se hacían los estudios. Uno que otro guardia y por supuesto el Señor Embani a esperar a su pequeño. La tensión dentro de la sala se podía sentir, iban a intentar un nuevo método para que el crío por fin pudiera recordar lo qué pasó.

Abiel entró a la sala, muy feliz como todos los días. Aunque sabía lo que venía después, trataba de no preocuparse. Cuándo ya había entrado en la otra sala. Como siempre, su corazón se tensionó y no era para menos. Cada vez que estaba allí lloraba o pasaba un mal día, con todo sabía que al final el Señor Embani lo iba a visitar y eso lo hacía muy feliz.

- Muy bien Abiel. ¿Como te sientes hoy?

- Hoy es un gran día. - Sonríe muy alegre.

- Bien, tratemos de retomar en lo último que recuerdas. - Abiel hizo un largo silencio. - Abiel, necesitamos de tu cooperación.

- C-creo que me llevaban a un bosque o algo parecido.

- ¿Crees? ¿Sabias que bosque era?

- No tengo idea, no recuerdo casi nada. No puedo asegurar que las cosas son como digo.

- Debes de estar seguro Abiel, esto es muy importante. Ya nos estamos acercando a nuestro objetivo.

- Recuerdo que… me sujetaron a un árbol. Y… - Se hundió en sus pensamientos, los recuerdos borrosos de aquella noche aún le afectaban como si hubiera sido ayer. - Derramaron sangre sobre mi, supongo porque perdí la respiración al dejar entrar a mis pulmones una sustancia pegajosa. - El llanto se apoderó de él. - Y-yo, de verdad no hice nada. - Lloriqueaba.

- Necesitamos que continúes Abiel. Alguien que le seque las lágrimas. - Ordenó.

- No quiero hablar más sobre esto, por favor.

Dos personas entraron a la sala a secarle las lágrimas.

- Cuándo nos digas todo podrás irte.

- No quiero seguir. Se los suplicó. - Estaba a punto de correr hacía la puerta, pero recordó que solo se abría por fuera. Incluso si lograba salir de la primera sala la segunda estaba repleta de guardias y del personal médico.

- Cuándo termines de llorar podrás hablar mejor. Creo que hoy será una larga mañana.

- S-señorita, de verdad no recuerdo más.

- Trata de recordar. Se que puedes hacerlo.

Abiel no hacía más que llorar y llamar una y otra vez a Gabe. Paso al rededor de una hora, el intento calmarse lo más que pudo para hablar, aunque fuera muy difícil.

- ¿Ya estás listo pequeño?

- S-señora…

- Puedes comenzar. - Lo interrumpió.

- D-dispa… - Intentaba hablar. - Ellos dispararon al aire. L-luego u-u-unos lobos llegaron.

- Muy bien, continua.

- Y-y-yo no recuerdo nada más. - Mencionó casi sin respiración.

- Dijiste lo mismo hace una hora y veo que pudiste recordar muchas cosas.

- ¡¡¡¡¡Señor Embani!!!!! - Gritaba sin parar. - Sálveme por favor.

- Cuándo estes listo para cooperar me dices, estaré esperando.

- No puedo recordar, - Se lanzó contra el vidrio. - no es mi intención. Se lo juro.

- Solo tienes que forzar un poco tu mente. Eres joven, puedes con esto.

- Ya no quiero estar aquí. - Lloriqueaba sin cesar.

Las horas pasaron y entre llanto Abiel se quedó dormido. En el frío piso de aquella sala. No era muy diferente a como se sentía hace tiempo atrás.

Abiel se despertó y estaba muy hambriento. Realmente no recordaba para nada lo qué pasó en el bosque, pero para salir de ese lugar tenía que decir todo hasta el final. Inventarlo no era opción, todos iban a saber si mentía, además no es el tipo de niño que miente. Se sentó frente al vidrio y trato de recordar las cosas que pasaron. Su único consuelo era que podría ver al Gabe al final del día.

Abiel se levantó del suelo y se dirigió a su silla.

- ¿Ya recordaste? - Lo miró sin una pizca de humanidad.

- Estaba amarado al árbol mientras los lobos saltaban hacia mi - Trataba de mantener la postura al no llorar tanto como podía. Gabe le había dicho muchas veces que nunca le muestre su lado débil a las personas, pero era lo que más hacía todo el tiempo. - y los hombres disparaban sus armas. Después me desmayé por la falta de aire y es todo lo que recuerdo.

- ¿Es todo?

- Si, ¿Puedo salir?

- ¿No recuerdas ver el bosque en llamas?

- Nunca, ni un poco. De verdad. - Declaró al no obtener una respuesta de la mujer frente a él. - ¿Ya me puedo ir?

- Pequeño mocoso, solo vete.

Las puertas de la sala donde se encontraba Abiel fueron abiertas y él corrió directo hacía Ana, quien lo recorrió de inmediato. Ambos salieron del lugar tan rápido como les fue posible.

- Ana, ellos, son unos monstruos. - Escondió su cara en el hombro de Ana para que nadie viera sus lágrimas.

- ¿Que te hicieron esos monstruos? - Acarició muy suave el pelo del pequeño.

- Me obligaron a recordar lo que sucedió en el bosque. Yo no quería recordar eso Ana. - Gimoteó. - ¿Donde está Gabe?

- El señor está esperando en la habitación.

- Q-quiero hablar con él.

- Tranquilo, si sigues llorando así te vas a ahogar o asfixiar. Además ya llegamos. - Entró a la habitación.

- Hola pequeñín. - Se acercó a la chica para tomar al niño en sus brazos.

Abiel no quiso dejar de abrazar a Ana.

- Me dejaste solo. - Lloraba sin para. - ¿Como pudiste dejar que me hicieran todo eso?

- ¿De que hablas pequeño?

- ¿Como no vas a saber? Eres el dueño, no se supone que deberías de saber todo.

- De verdad no se sobre qué estás hablando Abiel, debes de decirme lo qué pasó.

- Me tuvieron toda la mañana y tal vez parte de la tarde ya que no se que hora es, pero todo ese tiempo me encerraron y me obligaron a recordar.

- Te juro que no tenía idea de que te iban a hacer eso. Lo siento muchísimo pequeño. - Se acerca a Abiel y lo coge en sus brazos.

- No quiero volver a ese lugar. - Sollozaba aferrado al hombre.

- No te preocupes, no tendrás que volver. Te lo prometo.

Capítulos
1 Solo Abiel
2 Perspectivas
3 Nadie merece esto
4 ¿Un Niño?
5 Un gran hombre
6 ¿Es esto felicidad?
7 Perplejo
8 Ajustes
9 Cuándo esto se acabe…
10 Veneno para el alma
11 ¿Es tiempo de ser feliz?
12 Algo nuevo
13 Tiempo al tiempo
14 Primera cena
15 Un Alma Rota
16 Como recuperar los trozos
17 Todos debemos crecer
18 Supremos hermanos
19 Es parte de mi vida
20 ¡Que chico tan molesto!
21 Que extraños somos
22 Podríamos ser
23 No quiero dejarte atrás
24 Tal vez solo no quería admitirlo
25 Nuevos sucesos
26 Nunca había estado tan confundido
27 Un lugar maravilloso
28 La mejor forma de dejar ir las cuestiones
29 Solo debí preguntar
30 Un buen comienzo
31 Así fue conocerlo
32 El príncipe travieso
33 Tal vez no todo esta bien
34 Una cita
35 De vuelta a ti
36 Donde te descubrí
37 Como es sentir
38 Castigo por acción
39 Tu vales la pena
40 El día que todo comenzó
41 No se si las cosas puedan ir bien
42 ¡¿Que debo de hacer?!
43 Creando un nuevo amorío
44 Un acosador más
45 Quisiera que fuera una broma
46 ¿Esto es real?
47 No quiero que seas un problema
48 Eres un problema
49 Los días de paz entre la vida y la muerte
50 Una pareja ordinaria
51 La función está a punto de comenzar
52 Así se dicta el día del juicio
53 ¿El principio o el fin?
54 Catástrofe
55 ¿En quien debería confiar?
56 Hora de comenzar
57 Y luego descubres…
58 Que te han traicionado
59 Desearía que no hubieras estado
60 Debo aprender a… Sanar
61 Que doloroso proceso
62 Uno de esos días
63 Un día más…
64 ¿Conociéndome?
65 ¿Y ahora que?
Capítulos

Updated 65 Episodes

1
Solo Abiel
2
Perspectivas
3
Nadie merece esto
4
¿Un Niño?
5
Un gran hombre
6
¿Es esto felicidad?
7
Perplejo
8
Ajustes
9
Cuándo esto se acabe…
10
Veneno para el alma
11
¿Es tiempo de ser feliz?
12
Algo nuevo
13
Tiempo al tiempo
14
Primera cena
15
Un Alma Rota
16
Como recuperar los trozos
17
Todos debemos crecer
18
Supremos hermanos
19
Es parte de mi vida
20
¡Que chico tan molesto!
21
Que extraños somos
22
Podríamos ser
23
No quiero dejarte atrás
24
Tal vez solo no quería admitirlo
25
Nuevos sucesos
26
Nunca había estado tan confundido
27
Un lugar maravilloso
28
La mejor forma de dejar ir las cuestiones
29
Solo debí preguntar
30
Un buen comienzo
31
Así fue conocerlo
32
El príncipe travieso
33
Tal vez no todo esta bien
34
Una cita
35
De vuelta a ti
36
Donde te descubrí
37
Como es sentir
38
Castigo por acción
39
Tu vales la pena
40
El día que todo comenzó
41
No se si las cosas puedan ir bien
42
¡¿Que debo de hacer?!
43
Creando un nuevo amorío
44
Un acosador más
45
Quisiera que fuera una broma
46
¿Esto es real?
47
No quiero que seas un problema
48
Eres un problema
49
Los días de paz entre la vida y la muerte
50
Una pareja ordinaria
51
La función está a punto de comenzar
52
Así se dicta el día del juicio
53
¿El principio o el fin?
54
Catástrofe
55
¿En quien debería confiar?
56
Hora de comenzar
57
Y luego descubres…
58
Que te han traicionado
59
Desearía que no hubieras estado
60
Debo aprender a… Sanar
61
Que doloroso proceso
62
Uno de esos días
63
Un día más…
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¿Conociéndome?
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