Sonó su celular, era Ángel.
- Hola Amor – dijo Ángel con tono alegre -
- Hola vida. ¿Ya llegaste? – preguntó Guadalupe mirando su reloj
- Si, pero te veo directo en la casa, - dijo excusándose - tengo que pasar por el hotel, así después estamos libres a la tarde. Tú tienes libre ¿no?
- Si, me faltan algunas cosas, hago mi ronda y ya estoy libre, nos vemos en casa entonces – dijo Guadalupe realmente animada -
Colgó el teléfono y sonrió. Ya había vuelto Ángel. Ahora todo volvería a la normalidad. Ángel era su hogar, siempre se sentía segura con él.
***
Estaba leyéndole Caperucita Roja a Ezequiel, le acariciaba la cabeza, mientras lo hacía.
Le pareció sentir un movimiento, se detuvo y lo observó. Nada. Continuó leyendo pero más atenta al rostro del niño.
Siguió leyendo…
Cuando volvió a mirarlo, se encontró con unos ojitos marrones que la miraban asustados.
Despacio, sin cambiar el tono de voz, ni dejar de acariciarlo, ni de mirarlo a los ojos, comenzó a hablarle. Dejó el libro y con la mano libre comenzó a hacerle señas a la enfermera, para que lo registrara.
Guadalupe siguió hablándole, diciéndole que estaba bien, que lo estaban cuidando, que ella era su amiga.
El niño solo parpadeaba, era el único movimiento que hacía, no despegaba la vista de los ojos de Guadalupe.
La enfermera entró, le tomó la presión arterial, registro los datos, revisó el monitor del electrocardiograma y del electroencefalograma. Aparentemente todo estaba normal.
Llegaron Claudia y el terapista y ambos miraban tras el ventanal. Era una fiesta del otro lado del vidrio.
Lástima que no estaba Morfam. A él le hubiera alegrado verlo despierto.
Se mantuvo despierto unos 10 minutos, luego los párpados se le cerraban como si estuviera demasiado cansado para sostenerlo.
Guadalupe se quedó todo el tiempo hablándole con el mismo tono, ahora que estaba dormido, le colocó el perro de peluche entre sus bracitos y salió de terapia con el corazón latiendo con fuerza.
Se abrazó a su amiga y lloró. Lloraba emocionada, feliz.
Feliz por Ezequiel, feliz por ella. Últimamente, estaba demasiado sensible y eso era algo que le ponía nerviosa.
Sabía que todavía tenía que luchar con su enfermedad y que le faltaba todavía más batallas y más difíciles aún. Pero no podía dejar de llorar y reír al mismo tiempo. Había despertado y lo había hecho estando con ella.
No quería irse. Quería quedarse a esperar si despertaba otra vez. Pero tal vez no lo volvería a hacer hasta el otro día. Era como si fuera un recién nacido, con el paso de los días iría aumentando el tiempo en que estaría despierto.
Si despertaba nuevamente, le mandarían un mensaje para que lo supiera y comenzarían a profundizar su rehabilitación física, para que sus músculos estuvieran más preparados para sostener sus brazos y sus piernas, incluso su cabeza. Esto también lo cansaría.
Cuando se estaba retirando, le dijo a la enfermera
- Si tienen como localizarlo, avísenle al señor Morfam – y agregó como dando explicaciones – él también es parte de esto
- Si doctora – le dijo rápidamente la enfermera – ya avisó que viene en el horario de la siesta, pero de todas maneras nos comunicaremos con él.
Guadalupe se despidió y mientras salía de terapia, pensaba “¿Por qué siempre aparecía en horarios fuera del de visita habitual?”.
Tal vez trabajaba después de todo.
***
- Buenos días señor Hatcherman – saludó la encargada del hotel –, disculpe que lo hicimos venir, sabemos que hoy regresaba.
- Está bien Julia – contesto amablemente Ángel a su ayudante - ¿hay algún problema con los rockeros…?
- No señor, ningún problema – contestó rápidamente Julia – casi no se los ve en realidad, el líder de la banda es el único que sale del hotel – y agregó con un gesto como de secreto – no se lo ve con nadie, ni escándalos periodísticos, ni mujeres, no han pedido alcohol, ni hay alboroto. Es raro ¿no?
- Si, la verdad es que es muy raro – reconoció Ángel – pero mejor para nosotros.
Como Ángel se quedó esperando que le dijera el motivo de la urgencia, se apresuró a explicarle que habían llegado unos ejecutivos que querían hablar exclusivamente con él. Ella no les había dicho que el administrador estaba de viaje, les había dicho que estaba atendiendo a unos clientes exclusivos y excéntricos que lo requerían, los había invitado a alojarse en el hotel y que esperaran a que los pudiera recibir.
- ¿Ejecutivos…? ¿De cuál empresa dijeron que eran? – pregunto Ángel después de escuchar su emocionado relato.
- Del grupo Hilson señor – contestó Julia.
El grupo Hilson, era un grupo inversor que apostaba a la explotación de las bellezas naturales de todo el mundo, fomentaban el turismo ecológico especialmente y si querían hablar con él, tal vez estaban pensando en invertir en los hoteles que administraba. Eso seria un sorprendente espaldarazo a su carrera
- Dame media hora Julia y avísales que los espero en el despacho – dijo Ángel dándose media vuelta para ir a su oficina.
Julia lo quedó mirando mientras se alejaba. Siempre lo miraba cuando él no la veía. Nunca había habido nada entre ellos. Ella creía que ni siquiera Ángel sabía que él era más que su jefe para ella.
También sabía que no tenía posibilidades. Nadie creía que él tuviera aventuras por allí y si las tuvo, siempre fue tan discreto que nadie se había enterado.
Todavía estaba pensando en él cuando, volvió a aparecer.
- Julia – dijo tocándole el hombro – ¡bien hecho! No sé lo que haría sin tí.
Se miraron por una fracción de segundo y luego Ángel salió disparado a prepararse. Menos mal que siempre contaba con un traje completo en el hotel para emergencias como esta.
Mientras se cambiaba, reflexionó en Julia. No estaba casada, ni de novia y era una chica muy linda y muy responsable, no solo era su mano derecha en la atención del hotel, también solía acompañarlo a reuniones como asistente, era de su completa confianza.
Tendría que presentarle algunos amigos. Sí… eso haría.
En el vestíbulo del hotel, Julia tocaba su hombro y suspiraba. Si tan solo fuera libre… y se fijase en ella.
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...Siempre sueña y apunta más alto de lo que sabes que puedes lograr.
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...William Faulkner (1897-1962) Escritor estadounidense.
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Comments
Marcela Marquez
🤔 suena alegre, se excusa y eso de verse en la casa directamente?, hace ruido, si llega de viaje la espera a la salida del trabajo
2022-07-28
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