Rin solo la regreso a ver, no sabía exactamente qué decir.
-No lo voy a justificar, es un imbécil por "aparentar" que le gusta Sarah. Pero digamos que ha pasado por muchas cosas, aun así nada le da el derecho de ser culero contigo, ahora sé sincera conmigo... ¿Él té ha forzado o golpeado?. -cuestiono Kagura preocupada.
Rin negó con la cabeza, si estaba con él sin querer, pero él no la forzó, de alguna manera ella accedió a ese horrible matrimonio.
-Vaya me quitas un peso de encima... Entonces, ¿Segura que no ha ejercido algún tipo de violencia sobre ti? -volvió a preguntar para estar segura.
-Solo las palabras... -contestó Rin con sinceridad y recordando los horribles insultos que le decía.
-Bueno eso también es muy horrible. Yo estuve atrapada en una relación tóxica de mierda. Te contaré mi historia con el hijo mayor de Haku, Kumo. -dijo la pelinegra suspirando.
-Tan simple, una noche me vio en la calle, le gustó y me raptó.
Al principio me negaba a todo, hasta que tome la decisión de sobrevivir.
-¿Cómo sobrevivir?. - Rin cuestión con mucha curiosidad.
-Él me golpeaba, me violaba y me insultaba. Todo el tiempo era lo mismo, yo deseaba estar muerta... Pero un día reflexione, por más mierda que pueda ser la vida uno puede decidir ser feliz. Y tomé mi elección. -dijo Kagura mirándola a los ojos, a leguas se notaba que la chica Takashi estaba pasando por alguna especie de depresión y si la cosa seguía podría hasta quitarse la vida.
-Entiendo, usted imaginó que algo similar me está pasando con Sesshomaru.
-Si, la vida siendo un hombre de Haku no fue fácil... tuvo que dejar las drogas...- explicaba la pelinegra.
-¿Drogas? -interrumpió Rin sorprendida, ella nunca supo que Sesshomaru se drogara al menos el tiempo que estuvo con ella.
-¿No lo sabías?, Bueno no es del todo su culpa, a Haku le gustaba drogar a sus hombres, decía que los hacía más violentos y resistentes en combate. -explicó Kagura con tristeza.
Rin sintió una punzada en su corazón.
-No sé si lo sepas, pero Inuyasha fue el que más sufrió. Se hizo demasiado dependiente de la droga y violento. La chica Higurashi estuvo a punto de dejarlo. -confesó Kagura en voz baja.
-Han pasado por cosas horribles. -- dijo Rin con tristeza.
-Si, de hecho Sesshomaru tiene que estar medicado porque sufre ataques de ansiedad. -Kagura, necesitaba explicarle a la castaña que tan jodido estaba el peliplata.
-Eso es muy feo. No lo sabía. -dijo Rin con ojos vidriosos.
-Pero bueno, solo te lo digo no como justificación, pero sí para que lo tengas en mente.
Rin regresó a ver a la mujer.
-Gracias.
Kagura suspiro y un nuevo plan se le ocurrió.
-Oye, por qué no vamos a tomar algo, hay un pequeño bar a unas cuadras de aquí.
-Pero debo pedirle permiso a Sesshomaru. -dijo Rin en forma tímida, sabía que su matrimonio era una mierda, pero debía acatar las normas que le habían enseñado.
-¿Permiso?, ¿Cuántos años tienes?, Es tu marido no tu padre, yo le diré.-dijo Kagura sacó su móvil.
"Voy con Rin a tomar unos tragos, bye... Saludos a la santurrona de Sarah."
Escribió Kagura y rápidamente mandó el texto al peliplata.
-Vamos, date prisa. -dijo la pelinegra y Rin suspiró, no estaba segura de que eso fuera algo correcto.
-No sé, no me gustaría que se enoje conmigo. -dijo Rin, ahora que sabía más del pasado de su esposo, lo menos que deseaba era provocarlo.
-Pues si se enoja, lo seduces y ya.-Kagura decía con obviedad es decir, a leguas se le notaba a Taisho como se follaba a la chica Takashi con la mirada.
Rin solo se sonrojó.
Era verdad que anteriormente ellos tenían demasiada actividad sexual, era hasta enfermizo ahora sí se ponía a analizar.
Pero cómo decirle a las personas que desde que se caso no se habían ni dado un beso.
-Anda vámonos. -le repitió Kagura y Rin se sentía insegura pero asintió.
Al irse con Kagura se sentía de nuevo como una adolescente de 16 años.
Llegaron al lugar y era muy bonito, era pequeño y bastante colorido.
-¿Qué quieres tomar?, Si me dices que el agua te pateó el trasero. -amenazó Kagura.
-Lo que usted me recomiende. -dijo la castaña mirando asombrada el lugar.
-Háblame de tú, y quita esa mirada van a decir que Taisho no te saca ni a la esquina. -bromeó Kagura, aunque a Rin no le dio mucha risa de cierta forma era cierto.
Es decir ella nunca quería salir ni de su cuarto, pero su esposo tampoco la invitaba a ir a otros lugares.
Prácticamente ni se podían hablar sin discutir.
¿Para qué salir?
Después de una charla monótona, ambas empezaron a tomar, y Rin se sintió más en confianza.
-Gracias por esto. -le dijo la castaña a su nueva amiga Kagura.
-No me agradezcas como si estuviera donando dinero a la caridad. -dijo ella, al ver la expresión de gratitud de la castaña.
-Perdón. -dijo Rin con una gran sonrisa.
Todo era risas y felicidad hasta que cierto peliplata aparecía mirando detenidamente a la castaña.
Se acercó lentamente dónde estaban ambas chicas, y al verlo Rin cambió su sonrisa por una cara de tristeza y preocupación.
-Lo siento. -dijo rápidamente cuando él estaba sentado en la mesa a su lado.
Kagura veía a la castaña como si se hubiera transformado en extraterrestre.
¿Por qué le debía pedir disculpas?
-No pueden estar solas mucho tiempo y Kagura sabe por qué. -dijo Sesshomaru mirando a la pelinegra con el ceño fruncido.
-Bueno si tienes razón, pero no nos pasó nada.
Sesshomaru suspiro y agradeció internamente por eso.
Era un ex asesino al mando de Haku, tenía enemigos por doquier.
El principal era el hijo menor de Haku, pero fuera de él había aún más.
-Lo mejor será irnos. -dijo el peliplata y Kagura lo miraba con ternura, por más que ese hombre tratara de ocultarlo estaba muy preocupado que algo le hubiera pasado a la castaña.
Es decir dejó todo su trabajo solo por ir y cerciorarse que la chica estuviera bien.
Rin asintió.
Y salieron del lugar.
De camino a su casa, Rin pudo notar que alrededor del carro del peliplata había varios carros, al parecer eran su "seguridad privada".
Al llegar rápidamente Rin se despidió de Kagura, temiendo lo peor. Quizás Sesshomaru no le había llamado la atención por estar frente a ella.
-Voy a descansar. -dijo Rin con timidez.
-No vuelvas a hacer algo como esto. Hay muchos hombres que quieren mi cabeza y no se tocaran el corazón si saben que eres mi esposa. -explicó el Taisho de forma fría, regresando a ver a Rin. Nunca se había sentido tan ansioso cómo esa vez.
De solo imaginar que cualquier imbécil por venganza podía lastimar a la castaña.
Rin solo asintió.
Entonces la perfecta Sarah bajaba las escaleras con una sonrisa para recibir al señor de la casa.
Rin solo observó la escena.
-Con permiso -dijo antes de retirarse del lugar.
-Rin. -llamo Sesshomaru y ella lo regresó a ver, le sonrió y siguió su camino.
Estaba feliz por ese día, y ahora al enterarse de muchas cosas trataría de ser un tanto más tolerante.
Le sirvió mucho haber platicado con Kagura.
Decidió buscar a las mujeres de la casa. Al encontrarlas platicando en la sala, se acercó a ellas con una gran sonrisa.
Kagome e Izayoi la miraron felices, les encantaba ver lo contenta que se veía la castaña.
Rin les platico su día.
Y ellas la escuchaban atentas.
Mientras tanto Sesshomaru y Sarah tenían la misma plática recurrente de hace una semana.
-Yo te amo, y quiero cumplir todos tus deseos. Esa esposa tuya no es buena para ti, el lugar de esposa le queda muy grande. -Sarah le decía a Sesshomaru, ella no era una rompe hogares, pero viendo cómo era ese caótico matrimonio lo mejor era que se rompiera cuanto antes.
-Lo pensaré. -respondió Sesshomaru.
-Sesshomaru mereces ser feliz, has pasado por tantas cosas.
-Dije que lo pensaré. -respondió él con algo de fastidio.
Sarah suspiró y fue a su habitación.
Sesshomaru se disponía a descansar, pero antes iría a al cuarto que en un principio estaba destinado para compartirlo con su esposa, pero viendo como todo se iba al caño prácticamente era solo el cuarto de Rin.
Entró y la vio mirando nuevamente el cielo.
Se acercó a ella pero esta vez en lugar de ser rechazado.
Rin lo regreso a ver con una amplia sonrisa.
-Gracias por permitirme ayudarle a la señorita Kagura. -dijo de forma tímida la castaña.
El percibió el tono amable de Rin y decidió aprovechar ese buen humor.
-Si me dejas follarte estaremos a mano. -le dijo él acercándose a ella.
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Comments
Patricia Rodríguez
más capitulos por favor, es grandiosa tu historia, siguiente capítulo plissssss
2022-08-19
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