«-Rin, mira. -Decía el peliplata mientras le mostraba el hombro.
La castaña observaba con bastante curiosidad el hombro de su amado, y solo podía ver un pequeño tatuaje, eran letras en otro idioma.
-Me habías dicho que no te gustaban los tatuajes. -Rin tomaba la mano de su novio para entrelazar sus dedos.
-Pero... Este es especial, son letras hebreas, ¿Sabes lo que significan?. -cuestiono él y le dio un pequeño beso en los labios.
-Amm, podría ser, "Hola". -bromeo ella pues el tatuaje parecía tener solo dos letras.
-Dice "Rin", o eso me dijo el que me lo hizo. -se encogió de hombros el chico, no sabía hebreo así que solo confío en la palabra del tatuador.
-¡Ay, cachorrito eso es muy dulce, te amo!. -Contestaba la castaña en forma melosa mientras lo abrazaba con todas sus fuerzas.
-Eso significa mi hermosa, Rin, que no solo tengo tu nombre en mi mente y en mi corazón sino también tatuado en mi piel. - Rin sentía que se derretía de amor por ese chico, era simplemente perfecto, lo sentía tan suyo. »
-Rin, ¿Me estás escuchando?. -cuestionaba Ayame mirando a su amiga perdida en sus pensamientos.
-¿Qué?. -Rin volvía a su realidad, su triste y dolorosa realidad 7 años después de aquella triste despedida.
-Estabas pensando en "Él" de nuevo, ¿verdad? -cuestionó la pelirroja con tristeza, pues recordaba todo el cuadro de presión que sufrió su amiga los primeros años que el "cachorrito" se fue.
-No...
-Rin, te conozco y sé que esa mirada solo la tienes cuando piensas en él, pero amiga él se fue hace mucho tiempo y no volverá. -Ayame odiaba ser quien le dijera esas cosas a su amiga, pero era necesario. Rin había dejado todo por esperarlo y él nunca volvió.
-Ya lo sé, Ayame yo... Ya no tengo 16 años, ya entendí lo que pasó, ¿Si?, Ya entendí que "Él" solo se aprovechó de una estúpida niña inocente, prometió cosas que jamás iba a cumplir y se fue. -Rin quería evitar llorar, pero no pudo el recuerdo de su primer amor siempre la hacía sentirse así.
Tan triste y vacía, de solo pensar que ella le creyó y lo espero todo ese tiempo, pero ella ya no era una adolescente soñadora, ahora era una mujer y ella entendía que lo que él hizo es lo que se le hace a todas las niñas ilusas y tontas, prometerle el cielo y las estrellas y después de obtener lo que quieren, se van sin importar más.
-Rin, no llores... Ese tipo no lo vale, además así como era su vida, de seguro ya está muerto. -soltó en forma cruda la pelirroja y Rin no pudo evitar sentir un dolor en su pecho, ella lo amaba, sin importar el tiempo y las promesas rotas, y pensar que se fue y se olvida de ella era menos doloroso que pensar que su amado había dejado de respirar.
-¡No!, Eso no lo repitas, por favor. -Rin tenía su rostro inundado en llanto al imaginar la escena de su primer amor inerte en cualquier lugar lejano.
-Lo siento, Rin. Solo te recuerdo que prometiste dar vuelta a esa página, eres joven, hermosa, tu alegría y felicidad no debe ser truncada por, tú ya sabes quién. -La pelirroja limpiaba las lágrimas de su amiga y le dio un corto abrazo.
-Lo sé, solo es difícil para mí asimilarlo, sé que ya pasó mucho tiempo, pero yo si lo amaba. Y todo lo que yo le di fue sincero. -La amargura inundaba nuevamente a la castaña, para ella todo fue real y verdadero, y también sintió que era recíproco. Pero ya habían pasado 7 años, dónde ella esperó, lloró y se deprimió por qué su amado no volvía.
-Rin, tú lo dijiste tenías 16 años, él era dos años mayor pero... Debes reconocer que su vida era muy adelantada, era un tipo malo, y un vago, ahora que somos mayores sé que ves eso de otra forma.
Rin asintió, y suspiró.
Debía, como le decía su amiga, dar vuelta la página, su vida no había terminado.
-Así que Kirinmaru, dicen que es muy guapo y sexy. -La pelirroja soltaba con picardía, para cambiar de tema.
-Sí, es lindo. Hoy volveremos a salir. -Rin hacía su mayor esfuerzo por sonreír.
-Uhhh, ¿entonces ya tienen fijada la fecha de la boda?. - Cuestionó a la castaña, pues era consciente que Rin y Kirinmaru salían para conocerse, pero la realidad era que su matrimonio ya estaba pactado por sus padres desde hace más de un año.
-Si, en 3 meses.-dijo la castaña tratando de sonar animada, pero le dolía, ardía en su pecho, pues todas las fantasías que tenía de su boda en sueño siempre estaba "Él" parado frente a ella, su cabello plateado, sus ojos dorados, sus delgados y largos dedos acariciando su mejilla, mientras el juez los declaraba marido y mujer.
Ya ni siquiera era del todo consciente de sus facciones, 7 años no pasan en balde, seguramente ahora se vería diferente así como ella ahora se veía diferente.
-Bueno te dejo para que te arregles para tu gran cita con ese hombre hermoso. -Ayame mordía su labio.
-Tal vez tengas una noche alocada y se te quite lo amargada. -añadió la pelirroja y salió del cuarto de su amiga.
Rin se sonrojó de solo imaginar algo alocado con Kirinmaru, él era un hombre muy atractivo, amable y culto. Pero aunque en pocos meses sería su esposo ella no sentía atracción por él, lo quería como un buen amigo, nada más.
«-Tu piel es tan suave, toda tú haces que me vuelva loco. -decía su amado mientras besaba de forma lenta y suave su estómago desnudo y bajaba de forma lenta hasta su intimidad.
-Tu sabor es exquisito. -decía él saboreando como un hambriento frente a un festín, los pliegues de su amada Rin.
La castaña solo estaba sonrojada, gimiendo disfrutando del acto de su amado Sesshomaru. »
La Rin del presente se mordía el labio con ansiedad, recordando el tema "virginidad" que salió a relucir por su madre.
Ella era una propiedad más para Kirinmaru, los señores Takashi pusieron un precio por la mano de Rin, y Kirinmaru fue el hombre que pudo pagar.
¿Pero cómo decirle a Kirinmaru que su valiosa prometida, no era casta y pura como presumía su madre?
Rin se sentía temerosa, pero tendría que confesarlo en algún momento.
El sonido de su móvil la sacó de sus pensamientos.
"Señorita Takashi, los negocios terminaron antes de lo esperado, estoy libre ahora. ¿Puedo pasar por ti?."
Leía la castaña, y solo atinó a contestarle, "Claro, aquí te espero"
Kirinmaru no era malo con ella, pero simplemente ella no lograba corresponder a sus "sentimientos" o atracción, por qué sinceramente ninguno sabía mucho del otro, como adjudicar la palabra "amor" a su compromiso.
Pero ella se prometió hacerlo, tal vez todo era mejor de lo que alguna vez imaginó y con el tiempo se enamoraría de él y tendría una hermosa familia feliz como siempre soñó.
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Updated 34 Episodes
Comments
Magda Infante Quintero
Woow, tanto tiempo
2023-08-24
0
Alison Mendoza Sotelo
ahí nooo
xq paso tanto tiempo
2022-09-16
0