Antes dejar mí vida atrás, sentí la necesidad de despedirme de mí etapa de estudiante,mirar por última el retrato de mí madre y pedirle perdón por lo que iba a hacer. Luché mucho por estar en la academia Hamilton, tenía el promedio más alto, era la mejor en deportes cosa que era muy extraño ya que era una nerd, la consentida del profesor esa a la que todo el mundo odiaba, y la extraña que no se asociaba con nadie excepto con los inadaptados en el almuerzo.
Todavía recuerdo las palabras mí profesor de economía que me decía que podía llegar alto como una gacela entre las rocas montañosas. No sé qué significaba esa alegoría exactamente, pero supongo que de refería a que llegaría más alto qué los que obtienen sus cargos por vínculos internos. Supongo que ahora me tendré que conformar con verlos desde abajo.
— Mamá...— Susurré mientras tomaba su retrato con dolor, dentro del casillero número 42, —. Lo siento ....— le dije aguantando la angustia en mí garganta, mis ojos empezaron a arder y lance unas lágrimas mientras la observaba sentada en una banca ; ojos almendra, labios rosaceos, sonriendo a la cámara, mientras la puesta del sol iluminaba su rostro como un bello ángel de vestido amarillo y flores. Mí corazón se encogió en ternura, todavía me conmovía su retrato.
— Camille...
Al oir mí nombre me apresuré a limpiarme las lágrimas, guardé el retrato de mamá en la mochila y cerré el casillero lo más rápido posible. Cuándo me dí vuelta para saber quién era el que me había llamado por mí nombre, del que menos había pensado estaba frente a mí.
Dylan, Harriet, mí compañero de aula. Alto, rubio, ojos celestes y una peculiar mirada que derretía a las niñas a su alrededor;hijo de padres millonarios o al menos eso supusé, ya que todo lo que él poseía gritaba la palabra
" Rico" .
Tenía un Ferrari con el que venía a la escuela todos los días, una cacha de tenis para el sólo y un propio Penhouse dónde vivía sólo.
Dylan es un experto nadador, experto en ciclismo y bueno para las clases de economía al igual que yo. Muchos decían que nos parecíamos demásiado, bueno sin contar que yo no poseía dinero, se podía decir que éramos almas gemelas...
— Dylan, que sorpresa. — Le dije nerviosa, bajando la mirada al suelo, no quería que viera el rojo de mis ojos.
— Camille, ¿ Estás bien ?. Ya no vienes a clases, y ya no se nada sobre ti— Me preguntó tomándome de las mejillas, provocando un leve rubor en ellas, Dylan había sido el primer crush al entrar a la adolescencia — Me preocupas ... — Me dijo con vos suave, alterando mis pulsaciones y dejándome sin palabras.
Dylan y yo, éramos los típicos chicos que se gustaban pero que no sé atrevían a dar el primer paso, nos hablamos con frecuencia en clases, compartíamos los mismos gustos, reíamos de nuestros propios chistes, solo nosotros nos entendíamos cuando hacíamos bromas, yo era la envidia de su club de admiradoras él solo hablaba conmigo y por eso me odiaban, nunca entendieron que es lo que le veía a la pobre cenicienta que cursaba por una beca.
Apesar de que éramos buenos amigos nunca pasó más de allí. Siempre Soñé que Dylan sería quién me rescataría de la prisión en la que me encontraba pero nunca me atreví a contarle mí situación, por orgullo o quizás por vergüenza, preferí mantenerlo al margen, mis asuntos eran mis asuntos...
— Lamento haberte preocupado — Le dije quitando sus frías manos de mis mejillas, mi temperatura subía haciéndole contraste. — Creo que no podré asistir estos días ...—El me miró con ojos lastimosos, preocupado por mis palabras.
— ¿ Sucedió algo?, ¿ Hoy alguna razón por la que no estés viniendo ?. — Preguntaba a lo que yo me negué a contestar .
El silenció lo desesperó...
— Camille si es cuestión de dinero... —me ofreció algo que me pareció indignante, prefería aceptar el dinero de un tipo que pagaría por mí cuerpo pero jamás del chico a quien amaba.
— Dylan, voy a dejar la academia ... — Le interrumpí negándome a hacer contacto visual. — Te pido qué, respetes mí decisión ... y — la voz se entrecortaba podía sentir la angustia dejándome sin aliento.
" Deseo que te vaya bien " le terminé de decir pasando a su costado dejándolo sólo, atónito y con el corazón hecho pedazos cerca de los casilleros en aquél desolado pasillo.
~•••~
Después de aquella despedida de arrebató, tan dolorosa, y lastimosa para mí. Volví a buscar mis cosas con Lourice, ahora que tenía dinero ya no tendría que seguir ahí. Pronto volvería Vicky y que no quería problemas.
Había visto en el periódico un departamento en alquiler a mitad del precio usual por mes, lo suficiente para ahorrar el resto. Esa noche el señor Maquiavélo se quedó pensando en la chica que desafío sus expectativas, sintió ganas de saber más de mí y de cuántas sorpresas podría ofrecerle. Llamó a sus hombres y mando un mensaje a la casa de Lourice para que supiera que la siguiente semana tenía otra reunión importante con él.
Pero al informarse de que ya no vivía ahí, armó una búsqueda monumental, reclamó a la agencia y la obligó a movilizarse, la asistente de Rousette que todavía no me había hecho una ficha curricular, se vió en problemas al enfrentarse a la mirada de Rousette. Pero ella no estaba furiosa por éso, le desconcertaba el hecho del extraña interés de Maquiavélo por encontrarme.
Quiso romper el escritorio al enterarse que mandó a hace una búsqueda personal él mismo, que la atención de Maquiavélo éste sobre otra mujer le hervía la sangre, no entendía a que estaba jugando el experto cazador, que no había devorado a su presa todavía.
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Comments
Vilma Castillo
estoy cads cspitulo mas impactada quier leer mas
2022-08-05
3
maaaaaaaaas capítulos porfavor me dejas con ganas de seguir leyendo 😅😅😅😅😅 gracias por el capítulo en serio me estoy volviendo adicta jajajajajaja
2022-07-09
5
Clau Morita
ooooooo
2022-07-09
1