9.

Mí ceño se frunció y entre que cruzaba los brazos molesta.Lourice intentaba disolver su culpa.

— Lo lamento, en verdad. No tenía idea que llamarías la atención de alguien tan poderoso.

— No me importa que tan poderoso sea. No me acostare con él. — Le dije entre dientes devolviéndole la mirada.

Lourice tembló al ver mis cejas fruncidas y se pusó inquieta — T-Tranquila quizás no quiera eso y solo me estoy equivocado, quién sabe.

— Ya no hables.

Le dije, y me levanté para irme de su habitación.

Lourice se desesperaba desde atrás.

— Camille, sea lo qué sea debes asistir, ¡ No puedes rechazar a alguien tan importante !— Me gritó.

Pero mis pensamientos no estaban centrados, todo ésto comenzó por Becky, queriendo darle una buen vida, y ahora, estaba envuelta en más líos de los que podía asimilar. Si no voy, es probable que me busquen, por saber sus secretos, ahora creo saber por qué Lourice permanece encerrada bajo la vigilancia de su hermana. Si voy tendré que afrontar las consecuencias, sea como sea, ya no podía retroceder. Becky estaba en juego.

Los latidos de mí corazón incrementaban, las palpitaciones se oían en mis oídos, y la tensión no me dejaba dormir. Intenté convencerme toda la noche qué perder la virginidad no sería tan malo, que no dolería o en una de esas probabilidades, como dijo Lourice, solo quiera otra cosa. No me habían dado un horario ni una cita para verlo, mañana solo tendría mí iniciación.

Entonces tendría más tiempo para pensar en como safarme de éso; mí cuerpo se relajo, y el aire volvió a mí.

Creí que ya no me tendría que preocupar ...por ahora, así me dormí, y esperé al día siguiente.

Pero no todo fue tan fácil sobrellevar el día siguiente si lo único que podía hacer era contar las horas. Lourice notaba mí estrés, solo podía mirar el reloj de la sala, no me concentraba en el tazón de leche y cereal en la mesa.

—Estarás bien, la primera noche pasa rápido—

— Lourice, ¿ Cómo es que lo sabes?.

Le pregunté extrañada de su afirmación hablaba como si tuviese experiencia y ella se dio cuenta muy tarde que hablo de más. Permaneció muda un segundo y retomó la postura.

— L-Lo sé por mí hermana. ¿ Qué me ves cara de soportar cosas como esas?. Apenas si puedo hablarle a un chico de la preparatoria y lo s-sabes.

Me dijo nerviosa levantándose de la mesa, llevándose en sus manos su tazón de cereal.

"¿ ?"

Al verla irse con esa actitud, supe que Lourice trabajaba allí antes, pero algo muy grave debió sucederle para que no quisiera contarmelo.

Ya en la noche...

Lourice me mostró un gran repertorio de vestidos que casualmente ( Eran de Vicky ). Me negué muchas veces pero ella me aseguró que su hermana no lo notaría, y dado que ya tenía la ceremonia encima accedí sin ánimos.

Duré casi una hora en elegir, todos eran demasiado reveladores, tanto que me sentía prostituta si los llegase a usar.

— ¿ Acaso tu hermana no tiene un vestido normal por aquí?. Estamos en invierno por cristo.

Ella se me río y fue a ver qué podía hayar en su armario.

Volvió a los minutos con un largo y hermoso vestido color blanco. Al verlo dudé.

— Tampoco voy a casarme.

— No te quejes, es lo más elegante que encontré y además podrás usarlo con un abrigo.

Me dijo refunfuñando y me lo dió para probarmelo, junto con unos zapatos del mismo color.

Al principio dude pero una vez que me miré al espejo, no me reconocí. En verdad que el vestido era muy elegante además de hermoso. Me hacía ver distinta, a la niña pobre que yo era.

Así me fui, vestida como para un fiesta de gala. A mí cita con el destino ...

Cuando estaba llegando ví asombrada desde el taxi que en la entrada de la agencia había tanta gente agolpada en los costados de la puerta, detenidos por una valla de seguridad, y en medio había una fila de hombres y mujeres que entraban al lugar ;no podía ver bien quien era quién.

Parecía un espectáculo donde las estrellas de Hollywood asistían.

" ¿Que carajos sucede aquí?"

Me replantee si debía bajar del taxi, pero ya estaba ahí, y el chófer me insistía en saber mí decisión.

No tuve opción tuve que bajar de una vez.

Al bajar del taxi, unas resplandecientes luces me cegaron. Una gran cantidad de periodistas sacaban fotos al gran evento que se haría en la agencia.

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