Controversias.

Para mí, no fue fácil ignorar lo sucedido, por supuesto qué, los mafiosos hacen ésto todo el tiempo, pero, ¿ Delante mío?. Tuve que ignorar lo que contemplé como si no lo hubiera presenciado. ¿ Se supone que era testigo de un asesinato ahora?, ¿ Mí vida correría peligro?.

Mí vida ya estaba en peligro de todas formas, era difícil suponer qué era la misma chica simple de hace unas semanas atrás.

Me quedé en silencio en lo que terminaban de jugar, pero nadie se atrevió a decir por lo que jugaban uno que otro habrá mencionado el dinero, pero no era exactamente el pozo por lo que se lidiaban, ¿ Que era entonces ?.

Después de un par de bebidas, y una que otra droga que esos "caballeros " inalaron, me ví con la posibilidad de salir hacia afuera, a la parte de enfrente de el yate para respirar profundo y tratar de relajarme.

Era difícil, sí, lo era, no me podría volver una perra fría, de un día para el otro con lo contemplado, pero esperaba qué nunca más tuviese que pasar algo así, ¿ Cuándo se cansará de mí?, ¿ Cuando obtendrá lo quiere éste señor y me dejará ir ?. En ese momento ya no importaba si tomaba mí virginidad y me mataba después, con tal de no vivir está incómoda sensación de no saber en qué momento atacaría.

En lo que respiraba el sé acercó por atrás apoyándose en la barandilla del yate con una copa de alcohol en sus manos.

— ¿ Que te tiene tan pensativa?— Me preguntó dando un trago a su Martini.

— Nada, es sólo que no me gusta los juegos de azahar. — Respondí corriendo los cabellos de mí frente, con la mirada hacia las olas del mar.

Él sonrió, se daba cuenta que lo decía era mentira — ¿ Estás segura?, ví como tu sonrisa cada vez que se acercaba el final.— Me dijo provocando mí molestia, yo no era como mí padre que amaba las apuestas.

— ¿Qué?. Eso no significa que me guste, odio las apuestas, y todo lo que éste relacionado al juego. — Respondí y el dibujo una mueca en su rostro, antes de tomar el segundo sorbo.

— Puedes mentirte lo que quieras, pero te desenvolviste muy natural en el póker, pareces toda una experta. — Replicó y se largo de mí lado para seguir atendiendo sus asuntos.

Yo resople en el momento en que se fue, tratando de sacar de mí cuerpo toda tensión provocada por estrés, ¿ Entonces era cierto?, ¿ Me gusta los juegos de azar tal como mí padre?.

De pequeña siempre negué el sentimiento de que me gustará ése tipo de cosas, era competitiva mis maestros lo pueden reafirmar, pero siempre lo desprecié por respeto a mí madre, a ella le disgustaban estas cosas. Sea como fuese, lo que me traía en dilema no era éso, si no, que sería de mí ahora que presencié una muerte. Todavía no podía tragar ese hecho como si nada.

Al final de la reunión, casi ya por el amanecer, Maquiavélo notó mi soñolencia y mando a qué me preparan un lugar en uno de los camarotes que hubiese disponible. Por supuesto que yo no quería dormir, menos en un lugar lleno de sujetos peligrosos.

Pero no me quedo de otra, pues todo lo que él mandaba se hacía en ese yate. Cuando terminaron de preparar un lugar para mí, él mando a despachar a sus socios, quienes tuvieron que irse en lancha para dejar a su Don sólo con su nueva meretriz.

" Quizás quiera pasarla bien ".

Fueron los susurros que escuché de sus bocas, y aunque estaba alerta de no ser abusada en mis sueños. Flaquie cuando sentí las suaves sábanas de la cama, terminando por cerrar mis ojos mientras el me observaba desde un costado.

No me tocó esa noche, solo me tapo con cuidado, para que no pasará frío, y sentí un leve beso en mí mejilla antes de perder la conciencia por completo.

Al retirarse, frunció el seño nuevamente en lo que ordenaba que nadie me molestará.

Algo lo tenía muy preocupado, su socio Gregory había malversado fondos para su beneficio, no es que le importase el dinero, el tenía de sobra, pero ésto pudo haber llamado la atención del FBI. Todos sus negocios podrían estar siendo investigados con cautela, debajo de una lupa.

Él Yate encalló en el muelle, y mientras se ponía su pesada Parka color gris, uno de sus gorilas lo interrumpió.

— Mí señor, ¿ Hacia donde se dirige?.

— Voy a los bancos de Nevada, necesito saber que tipo de movimientos ilícitos hizo el idiota de Gregory. — Arregló el cuello de su camperón y miró con rigidez a su lacallo— En cuánto se despierte lleva a la chica a su hogar, entregale 50.000 dólares de la caja fuerte, por los servicios prestados de ayer y hoy. — Ordenó y sus fieles hombres asintieron con respeto.

André bajo del yate, y se fue en el auto que estacionó en el muelle, sin ningún guardaespaldas y con un gran peso en sus hombros. Si el FBI, o la CIA, había detectado algo extraño en sus fondos bancarios tendría mucho que perder, quién sabe si es que no lo estaban vigilando desde ya.

Cuando desperté me encontré sin él al lado mío, y me asusté, revise varias veces bajo las sábanas si no me habían violado y me quedé pensando por un buen tiempo, en donde es que se había ido.

Los guardaespaldas de él, me sorprendieron afuera, me dijeron que no preguntara por el señor, y que solo me limitará a pedir a comer el desayuno cuidadosamente preparado en la sala de star.

"Tenemos órdenes de llevarla a casa a salvo".

Ante esas palabras no me quedo más que obedecer, y cuando creí que ya me iría al fin me dieron un gran paquete marrón que se sentía pesado.

Mis ojos se abrieron impactados al ver la cantidad de dinero.

" Son por los servicios prestados de ayer y hoy nuestro señor quería asegurarse de que no se fuera sin cobrar ".

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